Crónica de José Andrés
Escobar.
Participantes:
Tomás David.
Juan.
José Luis.
Paco.
Juan Luis.
Tony.
Pablo Carrascosa.
Pablo Carrascosa hijo.
Diego Parejo.
Diego Nieto.
Lalo.
Juanma.
Pedro Cuesta.
Pedro Carrasco.
Antonio.
José.
Y un servidor.
Como ya hacia algunos
domingos que no salía con la bici, por varios motivos, y ya este domingo lo
tenía marcado en rojo para salir con la peña.
Antes de proseguir, quisiera
felicitar a los compañeros que realizaron la ruta de los ríos, y en que
demostrasteis que está peña ciclo turística, es la envidia de otras, que a bien
seguro que intentarán compararse a esta, y que la tendrán como un modelo a
seguir, felicidades compañeros y trabajo bien hecho.
Como es costumbre nos
reunimos un total de 16 perrigalgos y un perrigalgino chiquinino que es el hijo
de Pablo Carrascosa, dispuestos a pasar un buen día en esta mañana de resaca de
domingo de carnaval. En principio no se tiene claro cuál es la ruta que se va a
tomar, al final se decide, que vamos al río Aljucén.
Dispuesta la ruta
comenzamos; y por carretera nos dirigimos hacia el Sajonia, mientras que por el
camino algunos compañeros nos contaban las aventuras y desventuras que pasaron
en la ruta de los ríos, y poniéndonos los dientes largos a los que no fuimos.
Cogemos el camino del cuadradillo, y comenzamos la cuesta que lleva su nombre y
que todo el mundo conoce, para bien o para mal. La subimos cada uno a su ritmo
y nos reagrupamos al final de la subida, descansamos y nos quitamos algunas
prendas de vestir que ya sobran.
Seguimos hacia el entalle
girando hacia la izquierda, hacia el arroyo, lo cruzamos y es aquí donde yo
pude aterrizar dándome un baño mañanero, pero por suerte pude evitarlo.
Continuamos hacia la finca de los “Castillejos Reunidos”, seguimos por el
camino que pasa delante de la finca, dejando a la derecha el camino que lleva
al picorro.
A medida que avanzamos, los
caminos se vuelven más embarrados y llenos de charco que dificultan la marcha,
al tiempo que encontramos vacas que nos miran de forma amenazante. Seguimos por
caminos y veredas, hasta atravesar la cancela de la finca de “Valdelayegua”.
Nos metemos por esta finca y enseguida llegamos al río Aljucén, continuamos
paralelo al río, hasta llegar a un paso en el que algunos comentaron que en el
camino que hay al otro lado, llevaba has el cruce de las herrerías.
Pedro Carrasco comenta de
dar una vuelta por un camino cuesta arriba y que lleva a unas casas abandonadas
y volver al mismo lugar en donde nos encontramos; pues dicho y hecho, así los
hicimos. Todos comentamos que ese mismo camino ya lo hicimos en otra ruta que
hicimos por esos mismos andurriales; pues sí, ya que más adelante nos
encontramos al mismo guarda que nos encontramos la vez pasada, y lo curioso es
que estaba en el mismo lugar y nos explico exactamente lo mismo, pero los
perrigalgos sabiendo lo que ocurre en estos casos, fingimos que es la primera
vez que pasamos por ahí y que nadie conocía aquel guarda (bueno José Luis si le
conocía).
Una vez terminada la valiosa
información que nos suministro el punto informativo que forma el guardia (que
si contaminamos a los animales, que si ese es un camino privado, que si el
camino público estaba más arriba) continuamos y decidimos parar alrededor de
una encina al borde del rio, para comernos nuestras barritas y nuestras
respectivas frutas, nos hacemos varias fotos y mientras Pedro Cuesta nos
comenta su aventura como “Como Fran de la Jungla” que dicho sea de paso, estaba
el tío igualito.
Seguimos nuestro camino,
hasta entrar en la finca de los “Castillejos de Abajo” que se encuentra en el
parque de Cornalvo, continuamos hasta “Valdelayegua” pero en sentido contrario
al de por la mañana, seguimos hacia el entalle y después bajamos el cuadradillo
y desde aquí hasta Santa Amalia.
En resumen: una ruta bonita,
mucho barro junto, el campo con un manto verde espeso propio de esta época del
año, ninguna avería ni pinchazo y como siempre buena compañía.
No quisiera terminar, sin
felicitar al hijo de Pablo Carrasco, que se realizo los 57 km que hicimos el
domingo como un campeón.
Saludos a todos y espero
veros por el pueblo o el domingo a las 9:00 h.
La próxima vez que hagamos esa ruta (que la haremos) propongo no nos hagamos los remolones, sino que cojamos al guarda y le tiremos al Aljucén, por pejiguera.
ResponderEliminarCorrecta la crónica, José Andrés, para una etapa sin incidencias; solo el disfrute del paisaje y el deleite del pedaleo en magnífica compañía.
ya veo que estás enganchando a esto de las crónicas, vamos que le estás cogiendo el gustillo, buena crónica Jose Andrés y mete en verea a tu primo y que haga alguna de vez en cuando. En cuanto al guarda no os preocupeis que ni ha sido la primera ni va a sre la última que nos llame la atención, que a pesaos no nos gana nadie....
ResponderEliminarEn tus anteriores relatos distes muestras de que te desenvuelves fenomenal con la crónica, y esta no ha sido menos.
ResponderEliminarEsta ruta te puede servir de muestra del barro que tragamos en la Ruta de los Lodos.