miércoles, 17 de mayo de 2017

La corona de Juan Luis tiene menos dientes que la dentadura de mi suegro.



Fotos:
Bueno pues me veo de nuevo contando lo ocurrido el domingo, no será por no pedir voluntario, que se pidió, más bien porque nadie podía o quería hacerlo, pero bueno vamos a ello, como siempre llegada a la plaza a falta de cinco minutos para que dieran las nueve y no había aún nadie solo los tres que llegamos al mismo tiempo Pancho, Chino y yo, pero bueno aún es temprano, van llegando a cuentagotas Juan Luis, José Noca, Santi, David Fuentes, Javi Foz y Tomás David, más o menos en ese orden, si Juan Luis fue de los primeros que todo hay que decirlo.
José Noca propone ir al Aljucén y hacia allí que nos dirigiremos, el personal empieza a repartirse las famosas papeletas del tío de la Marra,  y con ese comentario llegamos a nuestra famosa cuesta del Cuadradillo la cual subimos casi a bloque, con lo que poco o nada se espera arriba,  cosa que sucedió casi toda la jornada, pocas paradas y un buen ritmo.


Al pasar por la casa de Valdelasyeguas empezamos a divisar a los ciervos que correrán a nuestro lado hasta que prácticamente se acaba su cercado, bonita estampa la que nos dejan estos preciosos animales. La siguiente subida con cierta exigencia es la denominada La cuesta La Marra y sucede prácticamente lo mismo que en la del cuadradillo, no da tiempo ni a parar puesto que se sube también prácticamente en bloque.






Continuamos y me entra la curiosidad de un camino que hemos dejado a la izquierda y que va a parar al Rio Aljucén para luego unirse de nuevo al que todos conocemos , seguimos por el que todos es conocido pero no dejo de darle vuelta a esa pequeña variante, bajamos hasta el arroyo pero me doy la vuelta para investigar un poco mientras los demás hacen la parada habitual para comer, desando lo andado hasta el paso canadiense que hay en la mitad de la cuesta y giro a la derecha por un camino que tiene su encanto con pequeñas bajadas y subidas con mucha vegetación a ambos lados, llego hasta una bifurcación la cual seria a la izquierda para volver para Valdelasyeguas y de frente paralelo al río Aljucén para llegar hasta el pueblo que lleva su nombre, pero eso hay que explorarlo, me doy la vuelta y vuelvo al encuentro de mis compañeros.




Un pequeño tentempié y foto de rigor.
Se decide volver por el Serapio y como nos pasa siempre después de comer subida al canto, la primera suave pero la segunda no esta mal llegando a marcar un desnivel del 16%, lo malo es que el camino esta cerrado de hierba y no vemos por donde pisamos, doy con una rama en el suelo y me hace perder el equilibrio hasta dar con Juan Luis que va paralelo a mí, lo que hace que no me caiga y por suerte el tampoco, extremamos precauciones pero el camino esta así hasta que llegamos al Alcornoque referente para poder ir a ver el puente, cosa que no hacemos y continuamos.



Juan Luis lleva varias semanas quejándose del cambio, y esta no va ser menos  aunque ha pasado supuestamente “revisión”, parece que no se ha solucionado el problema y cuando enfilamos la última subida la que da al camino de los eucaliptos rompe la cadena lo que hace que paremos cosa que no habíamos hecho en toda la mañana, El Chinorro  que llevaba toda la mañana tirando cuchillitos a Juan Luis al final se ha salido con la suya  bueno ya sabemos como son. Empezamos arreglar la cadena y se escucha MADRE MÍA SI LA CORONA TIENE MENOS DIENTES QUE LA DENTADURA DE MI SUEGRO,  por ello el título de la crónica, no hace falta decir quien lo dijo noooo.



Después de este pequeño contratiempo se retoma el rumbo, en esta ocasión se decide seguir por los Castillejos para volver por Cuadradillo y sin darnos cuenta nos plantamos en lo alto, la última subida ya sabemos como se sube el grupo se estira y no paramos, Antonio  nos da un toque de atención con razón, ya sabemos que hay paradas no escritas y hay que hacerlas, una vez reagrupados otro tirón hasta el canal y para la sede a tomarnos en esta ocasión alitas de pollo y la cerveza o refresco.


Allí es donde vamos viendo que el Team Nieto a decidido ir a Montánchez, coincidiendo con Pedro Carrasco. Tite también a salido pero solo, al igual que Roni y Miguelito, en fin que le vamos hacer.

Crónica Javi Parejo

lunes, 8 de mayo de 2017

GUIJARRO BLANCO ?????........... CUESTA AL CANTO.




Track ruta:
fotos:
Como decíamos, hace ya cierto tiempo, tanto el amigo Tite como yo mismo: “ Sabía que mi vuelta a las salidas domingueras con “Los Perris” iba a llevarme irremediablemente a mi vuelta a la pluma…” Coño!!!   Dicho y hecho….  Es lo bueno de conocerse….( o lo malo….) Jjjjjjj…
Por eso me veo aquí, perdida un poco la práctica, intentando contar como transcurrió la ruta del Domingo.
Me presento en la plaza a las 9 menos cinco, y para mi sorpresa no hay nadie. Espero un poco estirando y pronto empiezan a llegar los primeros “saldaos”, como siempre entre saludos y bromas vamos esperando a que todo el personal se haga presente. La espera termina cuando llega  Capilla, que es el último en incorporarse (haciendo honor a la leyenda urbana que se ha creado en torno a su persona…..Jjjjjjj….)

Ante las dudas de donde ir y como hace mucho tiempo que no salgo, Javi me pregunta que donde quiero ir, a lo que respondo que quiero volver pronto por lo del día de la Madre y que no me importaría ir a Cornalvo, a lo que rápidamente me contesta que OK. Tomamos la salida en dirección al Sajonia y de ahí por la pista del Canal, al llegar a la altura de la pista de Cuadraillo pregunto si tiramos  por ahí a lo que me dice Jav i que no, que vamos por otro lado porque habían acordado Capilla y él ir a ver “Los Guijarros Blancos”, a lo que José Luis con acierto dice que esa ruta ya estaba pensada….Jjjjjj Entre cachondeo y risas vamos comentando que alguien mueve los hilos en las sombras….Jjjjjj


Seguimos por la pista del Canal hasta que llegamos al desvío que nos lleva, paralelos a la Autovía, hasta una entrada al Parque de Cornalvo. Seguimos por ese camino hasta llegar a otra cancela que da paso a “La Dehesa de Horno Galero” que es una finca que tiene una pedazo de casa impresionante. 


Pasamos en silencio para que no nos echen, pero rápido los perros empiezan a ladrar y nos descubren (la verdad sea dicha, que nosotros tampoco íbamos muy callados y encima nos paramos a esperar donde más se nos veía…JJjjjjjj) Seguimos sin incidencias y rápido llegamos a la casa de Cerros Verdes, ahí nos reagrupamos y bajamos a la presa de Cornalvo por la Cañada Real Santa María de Araya donde nos tomamos el plátano o lo que cada uno trajera. Nos hacemos la foto de rigor y pensamos en la vuelta que iba a ser por “El Calaverón”.






Ya en la puerta del Calaverón, José Luis, Maria Jesús y Diego deciden seguir para adelante y esperarnos en la bajada. El resto entramos por otra puerta situada a la derecha y que nos iba a llevar a los famosos “guijarros Blancos” que es un punto geodésico como otros que hemos visitado en otras ocasiones.



Llegamos al punto este, no sin antes perdernos y tener que cambiar de camino debido a lo escondido de este y pasando entre varias manadas de vacas y toros que nos pusieron “ los güevos de corbata” en más de una ocasión, por lo menos al que escribe….Jjjjjj   La llegada al punto geodésico tenía también un par de subidas con una pendiente considerable que a alguno nos hizo echar píe a tierra. En el camino de subida se nos cruzó un jabalí cojonudo, que tiró sierra arriba con mosca, a una velocidad increíble ( y sin cambiar piñones, ni nada….Jjjjjj) Una vez arriba nos reagrupamos de nuevo y para abajo como alma que lleva el diablo. La bajada es espectacular también.    





Al llegar abajo nos ve el dueño de la finca y nos dice que cómo hemos entrado? Al decirle que la puerta estaba abierta, no nos cree, pero nos acompaña a otra cancela que estaba más arriba para abrirnos la puerta y dejarnos salir. Como hemos tardado un rato largo los que nos iban a esperar siguen para adelante. Nosotros pronto cogemos la pista paralela a la autovía para venir a toda leche hacía el pueblo. A algunos nos cuesta seguir el ritmo del grupo y gracias a algunos compañeros que se iban poniendo delante para quitarnos el aire, no nos descolgamos mucho.



Tiramos por el Corchito y enlazamos con los 3 que venían delante ya en la carretera del Sajonia. Entramos todos en el pueblo juntos y unos se fueron a tomar un refrigerio y otros nos fuimos para casa.

Da gusto ver que esto sigue igual y que aunque uno pase tiempo sin salir los domingos con la Peña, al volver, parece que no ha pasado el tiempo y sigue siendo una de las mejores maneras de pasar un domingo por la mañana, montando en bicicleta de montaña en buena compañía.

Sin más que contar, me despido de vosotros hasta la próxima. SALUDOS.

P.D.1. Da pena comprobar que ya está el monte casi amarillo y es que la verdad que tenemos poca primavera, pasamos rápidamente del frío a los calores. Habrá que aprovechar hora antes de que suban más las temperaturas.
P.D.2. Ya está abierto el plazo para quien se quiera inscribir en la Ruta al Memorial de J. Miguel.
Enlace:




jueves, 4 de mayo de 2017

Y AL FINAL, LLOVIÓ




ASISTENTES
Tomás David
José Antonio Puerto “Noca”
Juan Luis Capilla
José Luis “Petete”
Diego Nieto
Toni Nieto
Juan Nieto
David Gómez

Km: 50
Domingo, 30 de abril de 2017
Último domingo del mes un mes de abril atípico en cuanto a lo climatológico se refiere. Temperaturas excesivamente altas, y escasez de lluvias, sin embargo, este fin de semana ha caído la tan necesaria agua, aunque hoy ha amanecido nublado y con temperatura fresquita, pareciéndome a priori que no va a caer una gota, motivo por el que me pertrecho con la térmica, pero me quedo el chubasquero en casa.
Cuando llego a la Plaza, el número de domingueros vuelve a ser escaso, al igual que la semana anterior. Coincidimos en la llegada Tomás David y yo, sumando en total 8 perrigalgos. Y es que entre comuniones, labores del campo, eventos varios y jaronería, se está quedando la plantilla en cuadros. Jose Noca, con guasa, comenta que si ya me encuentro allí deben ser las nueve y pico, por lo que toca empezar a moverse. Justo en ese momento se presenta un trío compuesto por Paco Cidoncha, Manolo Cordero y el Canito, pero estos, parece ser quieren hacer la guerra por su cuenta y no tienen intención de acompañarnos en la ruta. A pesar de nuestra insistencia en ir todos de la mano, el Cano se muestra especialmente pertinaz y reacio a la invitación, por lo que sólo nos acompañarán un trecho del recorrido.
En esta ocasión el escribiente propone la ruta, pues quiero mostrar un recorrido con tramos inéditos, salvo que Pedro Carrasco me corrija, lo cual entraría dentro de lo probable. Iniciamos la andadura habitual por la EX 206. Cuando salimos del pueblo, se nota el frescor del día, justificando las prendas de abrigo que llevo, pero pasado el Búrdalo, caen unas gotitas, que me hacen fruncir el ceño y acordarme del chubasquero que no he echado en la mochila, aunque todo parece ser algo pasajero, salvo Petete, que va mascullando todo lo contrario. Una vez en la pista del canal, el trío se desvía por Cuadradillo para realizar su particular itinerario, mientras que nosotros torcemos por Alico, dirección al Confesionario. Cuando llegamos a este punto, me acuerdo de nuestras primeras salidas y la dificultad que suponía el ascenso a esta cota. ¡Qué tiempos aquellos!.

 Hay que subir un tramo de la cuesta del Borril y llegados a una puerta que se encuentra a la izquierda, nos detenemos para saltarla y es aquí donde comienza el primero de los tramos que este invierno, en una salida en solitario, emulando a nuestro Pedro Carraco, dediqué a abrir nuevas rutas. Es un recorrido de unos tres kilómetros que transcurre entre cerros y que resulta especialmente bonito, por la abundancia de encinas, aunque la hierba, muy alta, ya empieza a dar signos de sequedad, tornándose su coloración en amarillenta. Y es que el monte al igual que necesita poco agua para explotar en tonalidades, la ausencia de la misma provoca que rápidamente se apague perdiendo en atractivo. Este recorrido nos conducirá a la casa de los Lomos. En el alto propongo realizar otras variantes que descubrí esta Semana Santa, pero Tomás David, a riego de que pudiera sorprendernos el guarda al que conoce, se postula por el trazado inicial, momento en el que Petete, de manera absurda, da con los lomos en el suelo si consecuencia alguna, o séase, “Petetazo”.  


Continuamos dirección a la segunda casa de esta finca (la de los caballos) para descender y cruzar el arroyo. A nuestra derecha se avista el cerro en el que se encuentra el tinado del MentIdero. Nosotros nos dirigimos a la izquierda, para que nos ubiquemos, al lugar en el que David Liviano encontró aquellos sabrosos boletus. Es aquí, donde realizaremos el segundo de los nuevos tramos. En lugar de saltar la puerta, seguirnos por un camino que transcurre paralelo a la valla, y que nos conducirá al camino de la casa de Cerros Verde, aunque previamente, habrá que sortear una pequeña dificultad de la que pongo en preaviso a mis compañeros. 


Un cuestón de unos treinta metros pero con una pendiente que debe ser prima hermana de aquella de Guadalupe. Todo metido, culo prieto, piernas para que os quiero y cada uno como pueda. Te queda temblón. Recuperado el aliento, nos incorporamos al camino que nos conducirá a la casa que da al embalse de Cornalvo y es justo cuando llegamos arriba y abandonamos el “socuello” cuando un airazo del oeste nos sorprende por su fuerza. Aprovechamos para, al resguardo de la casa, avituallar y descansar un rato. En estas, Petete, emulando más a Roberto Brasero que a Mónica López (por el físico me refiero), nos diserta las razones por las que considera que nos va a llover, sí o sí en el trayecto de vuelta. Y mientras, yo, sólo pienso en el chubasquero que no he echado y en que el agorero falle más que la pitonisa Lola.  

Nos ponemos en marcha bordeando el pantano dirección al Rugidero, eso sí. con el aire de culo y en lugar de subir por la cuesta de las Mezquitas, nos volvemos al pueblo por Cuadradillo. Justo cuanto tomamos el camino, comienzan las primeras gotas finas, que irán incrementándose paulatinamente.



 Pete, improvisado hombre del tiempo, acertó de pleno, al final nos mojamos y yo sin chubasquero. Llegados al camino del canal, vemos por nuestra derecha que se aproximan Paco y Manolo, de vuelta de su periplo, pero con la ausencia del Cano. Y es que éste, tras subir la cuesta de Cuadradillo (implacable juez que coloca a cada uno en su sitio), decidió que por hoy ya había pedaleado bastante, regresando al pueblo y dejando a sus parteners compuestos y sin novio.
Juntitos y en buena compaña a Santa Amalia, y a pesar de la “calaúra”, para Moniato que nos vamos a mojarnos por dentro con una refrescante cervecita.
Sin más tela que cortar, hasta la próxima.
 
Crónica
Juan Luis Capilla