miércoles, 27 de junio de 2018

RUTA JERTE 2018


RUTA 23/06/2018

Fotos:
 Track:
Relive:
         Javi Parejo
Diego Parejo
Juan Luis Capilla
Tomas David Casado
Pablo Carrascosa
José Luis Jimenez
Antonio Aparicio
David Liviano
Juan Nieto
José Noca
Alfonso Merino
Jorge Flores
David Gómez



Fin de semana del 22-24 junio 2018


El pasado fin de semana se celebró la tradicional escapada de la familia Perrigalguera al Valle del Jerte. Establecida como ruta especial desde que nuestro As de Oros (Diego Parejo) se recorriera la zona durante una de sus vacaciones de verano hace varios años y nos convenciera para probar al año siguiente, se ha convertido en inamovible en el calendario, al final de junio, no solo por la ruta ciclista, que siempre es espectacular y exigente, sino por los tres días de convivencia que nos regalamos con todas nuestras familias en un enclave idóneo y  tranquilo como es el Camping Rio Jerte y sus instalaciones en Navaconcejo.

Nada más clausurarse el curso escolar, el viernes por la mañana, comienza la desbandada hacia el famoso valle de las cerezas. Allí ya nos espera Pedro Antonio, que este año nos ha cogido la delantera, al irse un día antes, aunque por segundo año consecutivo no participará en la ruta pero si que, por segundo año consecutivo, volverá a ponerse el mandil para prepararnos una muy buena paella, como así fue. El viernes por la mañana llegamos Antonio Aparicio, Jorge Flores, Alfonso Merino y David Liviano. Mas tarde fueron llegando Diego Parejo, Juanlu Capilla, Javi Parejo, Pablo Carrascosa, Jose Noca, Tomas David, Juanito, Jose Luis y David Gómez. Además de estos miembros de la Peña Los Perrigalgos nos acompañaran otros amigos de Santa Amalia como son Pedro Cruz y familia, Venturi y familia y Alberto Lozano y familia. Además de Pablo Carrascosa Junior y Antonio Nieto que como no tenían nada que hacer, se vienen a entrenar al Jerte para subir dos veces al Piornal y una el Honduras, miau!!! Colacao.


Climatológicamente hablando tuvimos un tiempo estupendo, típico de la época del año en la que nos encontramos, aunque hace no muy pocas semanas no las teníamos todas consigo. El viernes la temperatura era agradable con nublados esporádicos, el sábado, la temperatura subió bastante y el domingo hizo mucha mas calor. Pero en este lugar el que pasa calor es porque quiere ya que uno se puede refrigerar en el agua tibia de la piscina o en el agua fresquita del río Jerte. La piscina natural de este camping es excelente. Para mí el agua está en su punto, no hay mucha gente al ser privada del establecimiento, es relativamente espaciosa permitiendo nadar durante un buen trecho sin virar y tiene superficie para poder extender la toalla y tomar el sol, a la vez que los niños pueden pescar pardillas sin molestar, estando vigilados constantemente.

Para los que nos fuimos el viernes por la mañana, después de acomodarnos en nuestros respectivos bugalows, nos tomamos el primer chapuzón del fin de semana, que apetecía después del largo viaje. El tema de conversación era obvio; que ruta nos tenía preparada Javi y si iba a provocar amotinamiento como sucedió en año pasado. A la hora de comer, nos instalamos a la sombra de los enormes chopos y, como siempre, picoteamos de lo que cada uno trae de casa, de tal manera que ningún plato se acaba y, al final, nos llevamos la misma cantidad de comida que traemos. Desde el principio la cervecita no faltaba aunque algunos las pelaban mas rápido que otros, verdad Jorge??

El caso es que entre baño, cervecita, baño, cafelito, niño no salpiques, ¡mama, la toalla!, pesca, mundial, ¡me voy donde Marta! vale, que tal el viaje, baño, ¡no te vallas solo al río!, … nos plantamos a la hora de cenar alrededor de la super plancha y, a base de montados de lomo, pechugas de pollo y hamburguesas, pasamos el rato hasta que comenzó la tertulia nocturna o chiriguito perrigalgo amenizado por Aparicio Pedrerol.

Entre las cuestiones que se debatieron fueron los porcentajes de las rampas de la ruta y los km de subida, intentando calmar al personal. Jose Luis, con su flamante bici tecnológica, estaba más tranquilo de lo normal, cosa que se recalcó bastante bien y le avisaron de que no abusara. También hubo para los que preferimos tomar alimentos naturales durante estas rutas en lugar de todos esos potingues de envoltorios plateados que se traen algunos hasta por cajas. Por supuesto que es mejor un buen puñado de dátiles que un jarabe de glucodextrosa activada al 2% o un gel energético con carbohidratos, cafeína, BCAAs, electrolitos, taurina y arginina y, ojo, con sabor a cola.
Como era la noche previa a la ruta, pecamos de abstemios (unos mas que otros) y pronto nos fuimos a acostar, ya que el comienzo de la ruta se programó a la 8:00, muy a pesar de algunos, que la querían adelantarlo una hora.

Sabado día 23, las 7 de la mañana y comenzamos a prepararnos para el inicio de la ruta sin hacer mucho ruido para no molestar a los que duermen.
Cuando salgo al patio de mi residencia ya veo a algunos tomando el desayuno en la terraza contigua y a otros más allá entrando y saliendo de sus aposentos para poner a punto su vestimenta y bici. También, otros, pasan por los servicios para soltar lastre. Con todo, a las 8:00 ya esta Toñi para hacernos la foto de salida y comenzamos la ruta. Decir que la mañana de fresquita no tiene nada y presentimos que vamos a pasar calor.




El inicio de esta ruta es de sobra conocido ya que casi todos los años recorremos el mismo itinerario hasta Cabezuela del Valle. Salimos del camping dirección Navaconcejo y en el puente cambiamos de ribera. Vamos paralelos al lado izquierdo del río Jerte durante todo el pueblo y pasamos, de nuevo por puente, al margen derecho, buscando el inicio de la garganta de las Nogaledas. Aquí tomamos la vereda que conecta Navaconcejo con Cabezuela del Valle siempre por el margen derecho del río. Esta vereda tiene un parte técnica que la mayoría prefiere pasar a pie y casi siempre pedaleamos bajo la sombra de los árboles ribereños.
Al llegar a Cabezuela del Valle, cruzamos de nuevo el río Jerte y empezamos a ascender hasta la parte alta del pueblo. Las rampas son importantes en el casco urbano y también lo son una vez hemos salido del pueblo, ascendiendo caminos hormigonados con pendiente mas que exigentes (hasta el 17% llegamos). Esto nos coge por sorpresa a muchos ya que según el track oficial de la ruta decía que los primeros 10 km eran llanos o poco exigentes. A mi me da que Javi nos puso a prueba para hacernos saber que el que no pudiera superar estás rampas lo mejor sería que se volviera para Navaconcejo que todavía esta cerca y no había perdida. 



Los primeros compases fueron de tanteo, ya que descendimos de nuevo a nivel del río para intercambiar tramos de subidas con descensos por caminos que transcurren entre cerezos, los cuales están en plena época de recolección y de vez en cuando algún vehículo que otro se interponía en nuestra trayectoria. Eso de 10 km sin dificultad na da na.

Pasamos por el cruce que da inicio al puerto de Honduras, que este año no tocaba, y nos presentamos, a los pocos minutos, en el centro de interpretación, camping e inicios de las distintas rutas hacia Los Pilones y la famosa Garganta de los Infiernos. Es un lugar bastante concurrido que abandonamos rápidamente por un camino hacia el pueblo de Jerte, por la margen izquierda del rio. En este tramo, más de lo mismo, subidas exigentes alternadas con descensos rápidos y cortos bajo las sombras de cerezos y árboles de río, y todos expectantes ante el inicio de la gran subida que casi ninguno sabía donde comenzaba. Lo que si estaba claro en este punto de la etapa era quienes, por selección natural, iban a ser los “comedores de brevas” y quienes las “cabritas cojas”. Con respecto a otros años ha habido alguna alteración contranatura importante. Jose Luis con su Cybermontura ha decidido no tragar más polvo y ni siquiera se asoma a los puestos bajos ni para ayudar a su cuñado tras un amago de percance. Que sepas que tenemos memoria. Y, por el contrario, miembros altamente cualificados para copar posiciones delanteras, o sea, la élite, se empeñan en seguir nuestro cansino ritmo, tarareando la banda sonora de Verano Azul, con la excusa de ir acompañando a su compadre. ¡¡Si tu compadre está de mas de acompañado y rodeado por nosotros!! Vete pá lante Alfonso!!! Cómo va la gente.
A pesar de ir bajo sombras durante bastante trayecto, el calor se hace notar y hay que tirar de los botelleros para refrescarnos.



Después de alguna pasadita innecesaria con respecto al itinerario marcado, debido a la falta de cobertura de los Garmin, nos encontramos, pasado el pueblo de Jerte, con el inicio de la subida hacia “la majada de las cabras”, arriba del todo, donde ya no hay más. Era una pista hormigonada con curvas y contracurvas muy proximas que salvaban pendientes de hasta un 19%, de forma que a un 12% parecía que ibas llaneando. El inicio no estuvo nada mal y a los tres km aproximadamente nos reagrupamos para sortear una valla e iniciar el tramo por caminos. En este punto el calor se hacía notar y Juan Luis pedía agua, pero no con limón. Parece que en un principio solo Antonio Aparicio tenía agua sin limón y se la ofreció personalmente de forma racionada. El agua era oro y quedó bien patente. 





Continuamos la ascensión por un camino muy poco transitado, donde la vegetación, en algunos tramos, ocupaba todo el vial y, a duras penas, nos hacíamos paso. Al principio el firme estaba practicable, pero a medida que aumentaba la altitud, la trocha se complicaba con la aparición de numerosas piedras y socavones que iban complicando la subida. Y la pendiente tampoco era despreciable, sobre todo en las curvas. Después de varios km de ascensión, en un helechal bastante frondoso y fresquito, se hace una paradita para recuperar, donde la élite espera a los recolgones. En cada parada un pequeño bocado de lo que sea y agua. Volvimos a emprender la marcha y a escasos 2 km ya sin un arbol alrededor y con el astro Lorenzo azotando de lo lindo, el camino se hace impracticable. Aprovechando un problema físico de Juan Luis, la mayoría opta por bajarse de la bici y caminar hasta el siguiente punto de encuentro, unas cabañas de pastores a unos 1400 m de altitud. El esfuerzo ya era enorme, nos refrigeramos, descansamos un ratito e hicimos alguna foto. Había un problema. No existía, a simple vista, ningún camino.



El Garmin de Javi, el de referencia, señala la existencia del camino unos metros mas arriba, así que, con la bici a cuestas, nos dispusimos a recorrer esos “pocos” metros a través de piornos y rocas. Al final, dado el volumen y cantidad de peñascos que formaban el camino, intransitable total, estuvimos más de un km con pendiente ascendente arrastrándola hasta llegar al punto en el que la pista se estaba acondicionando y podía considerarse camino. Todos estábamos totalmente exhaustos, bueno, todos no, a Jose Luis su Cybermontura le permitía avanzar a 2 km/h sin necesidad de empujar. Disfrutó de lo lindo de la ruta, sí señor. Antes de afrontar la última parte de la subida, Juan Luis vuelve a pedir, por favor, un poco de agua pero sin limón. Esta vez compartí la mía con él hasta que se acabó.






Sin comer todavía, con el calor que hacía y a 1500 m de altitud ya, pocas ganas teníamos de llegar a la majada de las cabras. Con mucha resignación volvimos a montar para afrontar unos 2 km de ascensión, primero por camino de tierra y luego por camino hormigonado con pendientes, de nuevo, de hasta un 19% y no menos de 13% sostenido. Solo Javi se acercó a ver la fuente de la majada de las cabras, todos los demás giramos en dirección contraria para intentar dejar de subir de una vez y tomarnos el tentempié. Después de ese último tramo descrito, nos apeamos a la sombra de un gran peñasco al lado del camino, previamente a la bajada. Todos devoramos nuestras viandas, barritas, geles, fruta, etc… excepto Juanlu, que al ver que el bocadillo era de lomo y no tenía agua, decidió dejárselo para que lo degustaran las alimañas. Al fresco del peñasco, hicimos una videollamada muy especial y nos retratamos para la posteridad.




Reemprendemos la marcha suponiendo que era todo bajada, pero no. Tras bajar durante dos km, aparece otra cuesta de otros 2 km con pendientes en torno al 12 %. Esta ya sí fue la última ascensión y tras el reagrupamiento, iniciamos la bajada serpenteante hasta el centro de interpretación de la Garganta de los Infiernos por el que pasamos unas horas antes. La bajada fue muy larga y bonita e iba paralela a la Garganta de los Infiernos, ideal para los expertos bajadores y un poco tortura para los más temerosos. Dos apuntes durante la bajada. Se consiguió agua de un manantial que ya era escasísima y Antonio Aparicio se cayó, sin consecuencias, en una curva.




Al llegar el centro de interpretación, mucho mas ambientado que por la mañana, tomamos dirección hasta la carretera N-110 y la cogimos dirección Cabezuela del Valle. En Cabezuela volvimos hacia Navaconcejo por la vereda inicial y, en el tramo técnico mencionado al principio, Javi intenta pasarlo y se cae, provocándole un corte en el codo que requirió 4 puntos de sutura. Tras este incidente tan postrero, llegamos a Navaconcejo y al camping Rio Jerte, para dar por finalizada la ruta de 2018.

Inmediatamente, tras soltar la bici, nos dirigimos al río para darnos un chapuzón reparador mientras Pedro Antonio ultimaba la paella para merendar. Sobre las tres de la tarde toda la comunidad perrigalga degusta la muy buena paella realizada, aderezada con gazpacho, sandía y, ahora si, mucha cerveza fría. Tras el ágape, la siesta estaba cantada para algunos, mientras otros siguieron resolgándose de las birras hasta que se hizo de noche.

Sobre las 7 de la tarde, partido de vóley playa peculiar y baños hasta la hora de la cena, siendo el menú el mismo del día anterior, mas los postres caseros a cada cual mejor.
En el chiringuito posterior, de nuevo entró en escena Aparicio Pedrerol y con sus monólogos sobre el agua con limón, el lomo y la sed de Juanlu, Jose Luis y su flamante bici que por fín se dio cuenta de que había árboles en el Jerte, la pasadita de Jorge subiendo, el pique con el Águila Roja (Noca), las pulsaciones de Alfonso que tuvo más en el coche conduciendo que subiendo con la bici, la botella de Pablo con la pegatina del Bollicao, etc…nos tubo entretenido una buena parte de la noche. Repartió para todos y pasamos una velada agradable acompañada de unos cubatitas fresquitos hasta bien entrada la noche.

La mañana del domingo se nos pasó recogiendo los trastes de los bungalows, visitar los pueblos para comprar cerezas, y darnos los últimos baños antes de comer. A la hora de comer, lo hicimos todos juntos en el restaurante del Camping y después, unos emprendieron el viaje de regreso y otros aprovecharon la tarde dentro del camping.
Justo antes de la 7 de la tarde, cuando ya casi todos no disponíamos a dirigirnos hacia Santa Amalia, Raúl, hijo de Diego, nos da el susto del fin de semana al golpearse en la boca con un aparato metálico. Tras dirigirse a urgencias, al final, parece que no habrá consecuencias importantes y se quedó en el golpe, que no fue poco.

Y no, no nos hemos podido olvidar en todo el fin de semana del abuelo, Don Pedro Carrasco. Espero que esa cabezonería y determinación por no acompañarnos este fin de semana la emplees en superar el obstáculo que te ha puesto la vida. No me ha gustado un pelo que te quedaras en Santa Amalia, pero cada uno es como es. Se te ha echado de menos en la ruta, como un tio de casi 60 tacos sube esos puertos, en la tertulia nocturna con tus pelotazos de gin-cola y el purillo, en esa competición de siesta en lid con Juanlu y Pablo. Nos hemos acordado de tu salida dominguera, ya que no tienes bastante con los sábados, de tu impecable crónica posterior y de tu inseparable Amparo. Seguro que con la videollamada que te hicimos desde la cima te arrepentiste, ipso facto, de no viajar al Jerte. Se te emplea.
Recuerda lo que decía una persona muy especial para todos los perrigalgos:”Cuando el camino se vuelve duro, solo los duros siguen empujando”

Esperemos que en 2019 tengas más ánimos y nos acompañes durante todo el fin de semana.


Hasta pronto correliebres,

David Liviano.

miércoles, 20 de junio de 2018

UNA SENSACION NUNCA ANTES


Track:
Relive:
Fotos:

Participantes
Javi parejo
 Diego parejo
Juan Luis capilla
 Julio
Alfonso
Juan Nieto
David Gómez
Tomas David
Pedro colores
José Luis


Domingo atípico en cuanto a la rutina de las rutas ferry galgas quedamos una parte del grupo para realizar la ruta de preparación qué consistía  en hacer  el recorrido  de la subida a las antenas de Montánchez y después  la subida de la bola  todo eso  empezando en la localidad de Almoharín y terminando en la misma para que la gente coja la forma ante la proximidad de la ruta que la próxima semana se realizará por el Jerte.
Ya durante la semana se fue informando al personal y a todo aquel que quisiera realizar la ruta sobre el horario sitio de quedada para para organizar el traslado de las bicis y al final la gran mayoría nos trasladamos a la casa de Diego parejo para montar las bicis en su camión ya lo más temprano su hermano Javi y Julio deciden salir desde el pueblo para unirse a nosotros en la localidad de Almoharín. Desde el cual se inicia la ruta.
En cuanto me respecta llevaba toda la semana esperando que llegará el día ante la incertidumbre y la expectación que me despertaba cómo se desarrollaría la ruta por mi parte ya que tenía el gusto de probar una de esas bicis qué hacen que pases de cabrita coja a comedor de brevas en un santiamen.
Una vez organizado el transporte nos dirigimos hacia el punto de partida lugar en el cual ya nos esperaba mi cuñado David, Javi y julio.
Con todo preparado para la iniciar la ruta y después de observar y probar alguno que otro la bici con la cual me presenté inflamos la carretera dirección Arroyomolinos y ya en ese tramo antes de llegar al desvío de la subida de Montánchez ya pude comprobar lo que manejaba entre mis manos.

Llegamos a la carretera denominada como la quebrada para iniciar después de un kilómetro y medio la ascensión la cual empezamos todos juntos pero poco a poco el grupo y cada integrante fue marcando el ritmo que mejor le convenía momento en cual decido seguir probando las prestaciones de la bici. Seguimos subiendo y en un momento ya observo que llevo como acompañante solamente a Javi lo cual empiezo a deducir que está bici tenía una cosa buena y otra no tan buena. La buena que yo empezaría a disfrutar de las rutas y la mala que los que me solían esperar en lo alto de cualquier subida iban a descansar bastante menos tiempo. Poco a poco y cada uno a su trote vamos llegando a la localidad de Montánchez para coger dirección el matadero punto en el cual se inicia la ascensión por la pista hormigonada a las antenas punto en el cual cada uno sube a su manera. 




Vuelvo a comprobar en dicho tramo que es el de más dureza de toda la subida que la bici vuelve a marcar el terreno teniendo que esperar a la gente en lo alto el de las antenas. Sensaciones nunca antes vivida por mi persona.






Todos arriba reponemos fuerzas foto de rigor y enfilamos la bajada para coger dirección a la carretera de los mesones en busca del siguiente qué es la subida.  A la altura de Secadero de Jamones Juan rompe la cadena,  parada obligada y poco después volvermos a para en la fuente a coger agua, la calor ya es insoportable, bajada rápida y reagrupamiento en el cruce de la Zarza momento en el cual Diego detecta que la rueda trasera está floja lo cual decidimos montarle la cámara ante la desconfianza de que el líquido tubeless no estaba haciendo efecto todo arreglado cogemos dirección hacia el pueblo para una vez llegado a la cruz que hay en mitad de la carretera desviarnos a la derecha y empezar la subida.
 Primer tramo de unos 2 Km con una pendiente suave pero en ligero ascenso el cual la gente se lo toma tranquilamente. En ese trayecto empezamos a distanciarnos Javi tomas David y yo del grupo y un momento antes de llegar al primer repechon dejo distanciarse a Javi y a Tomas David para probar la bici una vez entrado en el tramo más duro y ver la respuesta que ofrecían. En un instante sobrepaso a Tomas David y un poco más adelante doy caza a Javi. Es increíble lo que la bici puede llegar a ofrecer pero llega el momento de la incertidumbre y la preocupación momento el cual pregunto a Javi que me dijera qué nivel de batería me marcaba la bici y cuando me dice que está en el color rojo y parpadeando casi se me viene el mundo encima quedan 2 km y medio para llegar arriba y pensar que no llegaría la batería y tenía que empujar el tanque ante el cachondeo del los demás decidir regular el pedaleo y bajar la intensidad para ahorrar potencia momento el cual Javi vuelve a marcharse en solitario hacia adelante. 




Voy pasando los pasos canadienses qué hay durante la subida y me sigue surgiendo la duda y preocupación que si tendría suficiente batería para llegar el alivio me llegó una vez pasado el tercer paso canadiense el cual unos 300 o 400 metros más adelante está al final de la subida momento en cual y viendo que todavía la bicicleta respondía decidí apretar otra vez ante el asombro de verme llegar Javi vuelve a apretar para así de esa manera conseguir vencer a la máquina.
Poco a poco van llegando los demás compañeros y esta vez me toca a mí esperar los a todos qué sensación. No me llega el compañero Diego nos volvemos a hacer la foto para inmortalizar el momento y emprendemos la bajada. 







La bajada como el mismo caso de la subida cada uno a su manera y velocidad hasta llegar al camino que sale a la izquierda el cual nos lleva por una vereda difícilmente transitable. Sobrepasado ese tramo ya es ya es casi todo hacia abajo quitando algún repecho en tipo de sube y baja para en un santiamen aparecer por las traseras de Almoharín y coger dirección al pabellón sitio en el cual teníamos los vehículos.


Montamos las bicis y cogemos dirección a casa con la satisfacción de haber realizado la ruta en menor o mayor dificultad para unos y otros y yo con la satisfacción de haber comprobado que con este tipo de bici puedo  jugar en otra liga.
Esperemos que la locura realizada este domingo tanto por la dureza de la ruta como por el calor que pasamos surta efecto y la gente estés preparada para disfrutar de la ruta del fin de semana próximo.
Llegamos a la plaza nos tomamos nuestras merecidas cervezas y cada uno para su casa.
Crónica José Luis