miércoles, 12 de marzo de 2014

LA COVATILLA III





          




  Como bien digo, en el título, el viernes nos disponemos a salir para Béjar para realizar el ascenso a la Sierra de Béjar, La Covatilla, por tercera vez.

            Después de la ruta de los ríos como primera especial de 2.014, nos disponemos a hacer la segunda del calendario. Una ruta muy bonita, pero la gente por distintas circunstancias, no acaba de arrancar y nos encontramos por tercer año consecutivo los mismos jinetes que casi todos los años.

            El viernes por la tarde me dispongo a salir con la familia, llegando al Albergue Juvenil Llano Alto todavía con bastante luz solar. Fuimos llegando unos tras otros, completando la lista con Pablo, que llegó justo para la cena. La noche del viernes al sábado estuvimos los veinte de Santa Amalia solos y teníamos el cortijo como nuestro.

            Después de la cena tuvimos una velada muy amena compartiendo risas, chascarrillos y unos cubatitas, eso sí, sin pasarse, que al día siguiente tocaba la ruta cicloturista.

            Nos comenta Juan Luis, que estaba un poco harto del ascenso a la Covatilla, que qué nos parecía si subíamos a la segunda plataforma de Candelario llamada El Travieso. Pablo y yo, que somos de buenos contentos le dimos la razón y a por ella que vamos.


            A las 8:00 h de la mañana toca el despertador y arriba. Me asomo a la ventana para ver el tiempo que hace y me encuentro un día más propio de primavera que de invierno. Cosa atípica en estas latitudes ya que nos encontramos a unos mil y pico de metros.

            No tengo más remedio que ponerme el traje de invierno, porque no tengo otra cosa, pero no hubiera venido mal alguna prenda más ligerita. Como "el gato escaldao del agua fría huye", el año pasado pasamos muchísimo frío y hemos venido preparados para ésto.

            Bajamos a desayunar a las 8:30 h, que aunque no es hasta las 9:00 h., el lisensiado la noche antes lo habló con las encargadas del comedor para que nos abrieran antes y disponernos a salir a las 9:00 h. ¡Es que este chico está en todo!.


            Como siempre esperando a Juan Luis, salimos a las 9:10 h dirección a la Presa de Navamuño por un camino forestal, por la margen derecha del río llamado Cuerpo de Hombre. Asombrados por tanta belleza llevamos un rodar tranquilo entre fotos y abrir y cerrar cancelas. Oyendo, hasta llegar al pantano, el sonido de las aguas bravas, que bajan por el río Cuerpo de Hombre y que nos acompañan hasta la Presa de Navamuño.



            Este camino es muy transitado por senderistas y para no abrir las cancelas tienen en el margen derecho un sistema con un hueco entre cuatro palos de punta para pasar las personas, pero como dice Pablo, Lucas tiene que abrir porque con la barriga no cabe.

            Después del primer cuestón llegamos a la Presa de Navamuño, una presa pequeñita, comparándola con los pantanos que tenemos en Badajoz.

            Un paisaje idílico, un chalet al lado de la presa propio para un pescador, recolector de setas, de espárragos, etc. y para pasar un fin de semana con la mujer de otro.

            Cogemos una carretera entre pinos y carrascas bajando unos cuantos kilómetros hasta llegar a Candelario. Nos cruzamos con varios ciclistas subiendo. El día invita a salir y se ve  mucho jaleo de bicicleta por la zona.


            Una vez llegamos a Candelario, nos topamos de golpe con la carretera que conduce a ambas plataformas, avisando que hay 10 Km. a la plataforma del Travieso y 7 Km. a la plataforma de Candelario. Nos disponemos a subir entre pinares y el discurrir de arroyos que debido al deshielo producido por las altas temperaturas de los úñtimos días son un bello panorama.



            Dando pedales y a la vez haciendo fotos con Candelario al fondo, nos espetamos en la primera plataforma con 7 Km, de ascensión. Hecemos la primera parada y aproverchamos para echar una meá y comernos la barrita. Entablamos conversación con unos senderistas que se estaban colocando los atuendos para echarse a la montaña y disfrutar de un bonito día de senderismo con las últimas nieves en los sombríos.


            Trás estirar un poco y pegarnos unos cuescos, nos vamos a por los tres últimos kilómetros de ascensión, que ya se van haciendo duros, a más altura, más porcentaje.

            Esta plataforma normalmente está plagada de coches de la gente que viene a disfrutar de la nieve con sacos y trineos hasta la próxima temporada que ya va quedando desierta debido a la falta de nieve.

            Dirección para El Travieso es terreno desconocido para los tres, porque siempre que hemos estado aquí , la carretera estaba cortada por la nieve.

            Una vez coronado el Puerto, nos encontramos con una plataforma cubierta de coches y la gente jugando en las últimas manchas de nieve, que van aguantando a los rayos de sol.





            Ni cortoso ni perezosos ponemos la doble tracción y nos metemos con las bicicletas para comernos el plátano y hacernos  unas fotos. Pasado un rato nos disponemos a bajar y ahora sí, hay que abrigarse y volverse a poner las prendas que nos hemos qitado subiendo. Son 10 Km. de bajada muy rápidos y te puedes acarrear una pulmonía ya que estamos chorreando de sudor.

            Debido a mi peso, llego el primero a la plaforma de abajo y me paro a esperar. Viene Pablo y dice que Juan Luis se ha parado a coger agua en una fuente. Cuando llega seguimos hacia abajo y justo en Candelario dice el "pajarete" que se había olvidado la botella en la fuente en la que había parado a coger agua, maldiciendo su mala cabeza.
 
          Atravesamos el pueblo por el centro para a las afueras coger una carretera que nos conducirá a Navacarros, un pueblecito típico de la Sierra.

            Candelario es un pueblo precioso, que carece de tuberías y discurre el agua de la sierra por canales que van calle abajo. Sus casas tienes una contrapuerta con un gran postigo para que, en caso de nevadas, no llegue la nieve a la puerta. Balcones de madera con sus calles empedradas, plagado de casa rurales y restaurantes típicos de la sierra.




            Subimos por la calle central serpenteando por entre los peatones, que están allí, de visita, en tan bello pueblo.

            Al salir del pueblo, cogemos un tramo de la ruta que va a la Garganta del Oso. Allí nos deleita un asno con una rebuznada al completo, de principio a fin, con su silbido final y todo, asombrándonos por la poca frecuencia de esta canción asnal.

            Paraje muy bonito, cómo no, de Candelario a Navacarros, entre carrascos, fresnos y gargantas que bajan bramando de la sierra. En cada garganta una fotito y "palante".

            Llegamos a Navacarros y ¡zas! directamente a la plaza. Claro que al ser un pueblo tan pequeño, tienen el centro del pueblo y poco más. Salimos sin detenernos y nos topamos con la carretera que va del Barco de Avila hacia Béjar. Todo esto para saludar al amigo Cubino, que se lo merecía. ¡Dicho y hecho!.



            Ahora queda la subidita de 4 Km. hacia donde estamos hospedados, Llano Alto, lo dice la palabra. Para arriba a por el final de la ruta. En mitad del camino se encuentra la plaza de toros más antigua de España. Una vez arriba nos estaban esperando nuestras familias y compañeros (Chiqui y José Joaquín) , que acababan de llegar de una ruta de senderismo, en compañía de todas las mujeres y los niños. Ruta maravillosa desde Llano Alto a Candelario, según nos cuentan.

            Ducha y a comer, que nos lo hemos ganado. Un ratito de siesta y a esperar  a Yeyí y su familia, que iban para pasar el domingo en la Covatilla disfrutando de la nieve.

            Sábado por la tarde, de paseo en Béjar, cervecita, cena, cubatitas y a la cama que el domingo toca nieve y hay que madrugar.

            Domingo por la mañana, llegamos a la Covatilla y los que esquían a por los apaños y los que no esquiamos a escusear y a disfrutar del espléndido día que tuvimos. Llevamos muy buen fiambre, neveras y pan calentito. Cogimos una mesa al aire libre para comer como si estavieramos en San Isidro. Lo que no tuvimos en cuenta es que el sol con el reflejo de la nieve, nos estaba achicharrando sin piedad y acabamos todos quemados como un cangrejo.

            Empiezan a salir valientes al ruedo y dice Isa, la mujer de José Joaquín, que ella iba a probar a esquiar. Vestimenta necesaria y para la pista, porrazo va, porrazo viene, no paraba de caerse y para fuera. Los del tendido, lógico, no parábamos de reír, pero al final reto conseguido y nuestra Isa esquiando y nosotros mirando. Al tío Yeyín, se le pasó por la mente que quería probar a ver que tal se le daba a él eso de esquiar. Dicho y hecho, botas, esquís, bastones y cuerpo estufa al ruedo con el maestro Pablo. ¡No he reído tanto en mi vida!, se pegó más de cuarenta porrazos. Se levantaba, se volvía a caer, pero el tío con dos cojones aprendió a esquiar.

            Resumiendo, un fin de semana de convivencia con muy buen rollo. Muy buena gente, muy buena coordinación, se ha disfrutado, se ha hecho deporte y, eso sí, los muchachillos han acabado como muerto. Un fin de semana inolvidable.

            Hasta la próxima perrigalgos, espero que  el próximo año se anime alguien más, que hay risas para todos.

           


            Crónica Paco Cidoncha


5 comentarios:

  1. hola Javi,gracias por estar ahí,gracias por tu comentario y gracias por tus rutas.Esta ha sido fantástica yybonita con ganas . un fin de semana completito y bueno ,seguir gozando de todo lo que os rodea,os lo merecéis..!!!

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  2. Espléndida cronica Paco, he pasado un rato muy agradable leyendola y me alegro de que fisfrutarais el fin de semana.
    Ah, y a los esquiadores decirles que esta bien aprender de todo, me imagino el buen rato que habeis pasado viendo la evolución del aprendizaje, os lo habeis merecido.

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  3. Paquito muy bien narrada esa aventura, ya estas entre los mejores en lo que ha crónicas se refiere. La fotos preciosas le entran gana uno de hacer la ruta. El año que viene intentaré ir.

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  4. Paco, eres un demontre, entre comillas, de la pluma. No te has quedado nada en el tintero ¡Sí, Señor!.

    Ruta preciosa y convivencia fabulosa. Mención aparte, el espectáculo ofrecido por "Dieguito Fernández Ochoa", que a falta de pedales, se aventuró con los esquíes. Memorable.

    Lo dicho, a ver si se anima la gente para el próximo año.

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  5. Exquisita crónica, con sus puntitos de humo y todo... preciosos parajes.

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