martes, 28 de diciembre de 2010

El regreso de Javi


( domingo, 26 de Diciembre de 2010 )

Asistentes a la ruta:

Emiliano Andrade Rodríguez
Juan Manuel Barroso Morcillo
Manuel Barroso Carrasco
Florencio Benítez-Cano
José Manuel Benítez-Cano
Juan Luis Capilla Camacho
Pablo Carrascosa Sánchez
Tomás David Casado Díaz
Paco Cidoncha Carrascosa
Pedro Carrasco Cuesta
José Luis Jiménez Dorado
Gerardo Muñoz Lozano
Juan Carlos Muñoz Tapia
Andrés Nieto Cortés
Javi Parejo Jiménez
Francisco Velarde Dorado

Se incorpora al grupo:

Carlos Mateos García

Tiempo empleado: 2 h. 53 m. 8 sg.
Velocidad Máxima: 38,2 Km/h.
Velocidad Media: 16,3 Km/h.
Parciales: 47,280 Kms

Recorrido: Plaza de España, Carretera de Cáceres, Camino de Cuadradillo, El Entalle, Camino de los Castillejos, Valdelasyeguas, Las Mezquitas, Las Mesas del Caìtán, Camino del Borril, Canal Principal de Orellana, Cruce del Sajonia, Carretera de Cáceres, Plaza de España.


Comentario Por Florencio Benitez-Cano

¡Qué barbaridad, cómo pasa el tiempo!
Echo un vistazo atrás y me doy cuenta del tiempo que llevo sin salir con el grupo, entre unas cosas y otras, que si el viaje a Madrid, que si el día de Trujillanos, que si el día de la lluvia, que si el día del frío, en fin que si me descuido un poco…iba ya para un par de meses. El último recorrido fue el Recorrido de la Niebla, del día siete de noviembre.

Pero el caso es que a la hora de la reunión, esta mañana en la plaza, todo el mundo se ha fijado en Javi, que también llevaba algún tiempo sin salir, a consecuencia de la lesión que tuvo en el pie. Todo el mundo pensó que se quedaría atrás, porque habría perdido un poco la forma, pero nada de eso, como siempre fue tirando de unos y de otros, de atrás para adelante y de aquí para allá, abriendo y cerrando cancelas de las alambradas de las fincas.

Poco a poco la gente se fue dando cuenta de que yo también iba en el grupo, y como viera que me encontraba algo flojo, por dos razones fundamentales a saber, por un lado por el tiempo que llevo sin salir, y la más importante porque casi no podía respirar y con una tos perruna que me mataba, comenzaron a preguntarme por si salud y por mi estado físico.
Antes de que se me olvide tengo que decir que tenemos un nuevo fichaje, la salida por primera vez de un chaval joven, Carlos Mateos García, alias “Barca’s Litlle Boy”, al cual damos la bienvenida desde estas páginas para siga adelante y no se quede en aguas de borrasca.


El pequeño Moi ha faltado hoy también, lo que me he acordado de él, pensando lo que hubiera disfrutado tirándose a tumba abierta sobre los charcos de agua del camino, y rompiendo las placas de escarcha que había en los charcos. Por cierto que todavía corren los arroyos y hay bastante agua, pero he notado como si no hubiera tanto barro como en otras ocasiones, y por supuesto no ha habido ninguna caída que eran habituales en otros tiempos. Alguien dijo también que Juan Luis no había pinchado y eso era una buena señal.

El día ha estado estupendo, a pesar del frío a primeras horas de la salida hasta que fuimos entrando un poquito en calor. El día ha sido soleado, sin una pizca de viento y con las buenas indumentarias que llevamos desde la cabeza a los pies ha sido bastante llevadera la ruta. A mí se me ha hecho un poquito pesada, pero ha sido por las circunstancias indicadas anteriormente, sin embargo he disfrutado mucho de estar pedaleando de nuevo con mis queridísimos Perrigalgos y haber vencido esa especie de reparo que tenía al salir a causa del mal tiempo reinante.

Cuando me he duchado he ido a urgencias y me han puesto unos aerosoles, ahora parece que me encuentro un poquito mejor.

La parada para la foto y el tentempié ha sido en la zona rocosa granítica del cortijo de las Mezquitas, una de ellas porque hay varias de ellas. Y en aquel lugar estuvimos tratando algunos temas para el día de la cena, que será el día 22 de enero, sin especificar mucho para que la gente vaya pensando en alguna propuesta, sobretodo para los momentos cubalitreros de la sobremesa, que parece ser lo más importante, ya que el año pasado “la barra libre contratada” no funcionó nada bien.



Reanudada la marcha decidimos regresar por el Borril, y aunque traté de extraviar un poco a los bicicleteros, no lo conseguí, pues ya se conocen, casi todos , muy bien el terreno y enseguida se dieron cuenta, aunque algunos pensaron que yo me había extraviado.
"Rueda con abolladura de Pedro Carrasco"

El recorrido que hemos hecho en el día de hoy no se determinó hasta no sé cuando, pues íbamos un poco a salto de mata, sin tener una idea muy clara del camino a seguir, y como bien dijo alguien: “ya verás como terminamos en la Cuesta del Cuadradillo”. Las propuestas que se había hecho, la de Rena y la de Magacela, no tuvieron eco suficiente entre los concurrentes y en su lugar salió esta otra imprecisa e indeterminada. Y como no sabía qué nombre poner a esta ruta tan manoseada, pues decidí ponerla “El regreso de Javi”.

Un saludo desde aquí para Diego Parejo y para su esposa Esther.

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martes, 21 de diciembre de 2010

Y al final,subi la Cuesta Infernal


Domingo, 19 de Diciembre de 2010.

Participantes:
Emiliano Andrade
José Luis Jiménez
Lalo Muñoz
Tomas David Casado
Santi Sánchez
Domingo Pablos
Pablo Carrascosa
Paco Cidoncha
Juan Luis Capilla
Agustín Sosa
Moises López

Tiempo empleado:3h 25 m.
Velocidad Máxima: 55,8 km/h
Parciales: 45 km

RECORRIDO:
Plaza de España, Ctra EX206, El Sajonia, Cuesta de Cuadradillo, Los Castillejos, Cuesta Infernal, Ctra de Arrroyomolinos de Montánchez, Mina la Parrilla, Finca Malmedra, Río Búrdalo, Puente del Búrdalo y Plaza de España.

COMENTARIO:
Por Emiliano Andrade Rodríguez.-

En la plaza de España siendo las 9:00 de la mañana, comenzamos a llegar con cuentagotas algunos miembros de la peña Ciclo-Turista Amaliense. No era un grupo numeroso, pero no estaba nada mal, sobre todo teniendo en cuenta lo desapacible de la jornada, que en la noche anterior no habia dejado de caer agua.

El Comienzo de la etapa del día planteamos la ruta a trazar, decidiéndonos por la ruta de la Cuesta Infernal, que no por repetida deja de ser interesante.


Rodar fácil por las pistas, hasta llegar a nuestra querida Cuesta de Cuadradillo, donde como siempre se forma el rosario de la Aurora, estirándose el grupo en el ascenso para reagruparnos arriba, en lo alto de la loma.


Pasando por el cortijo de los Castillejos se le averia la Bici en esta caso a José Luis, pero entre maña y fuerza conseguimos hacer que ruede casi con normalidad, pese a que al principio parecía una seria avería.


Solucionado el problema afrontamos la adversidad del perfil del día, con nombre temeroso. La susodicha y requetenombrada Cuesta Infernal. Poco a poco vamos ascendiéndola unos con más acierto que otros, pero en esta ocasión, conseguimos subirla por vez primera el que escribe y José Luis, y algunos otros que ya lo habían conseguido también con anterioridad.


De aquí en adelante a parte del normal avituallamiento de la jornada, poco mas que contar. Tan solo algún problemilla de mecánica de la avería que José Luis venía arrastrando a lo largo de toda la jornada.


También es de resaltar, que pese a las inclemencias meteorológicas anunciadas, no nos cayó ni una sola gota.

Y de después de refresco y bocadillo cada mochuelo a su nido.



Pero en esta ocasion tambien ocurrio algo despues del refresco y el bocadillo y es que Lalo al ir a coger su montura, está tenía una rueda pinchada, y tuvo que subirse a lomos de la bici de Pablo con la suya en cabestrillo hasta casa.

Un saludo y Felices Fiestas


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lunes, 13 de diciembre de 2010

La cuesta imposible.


Domingo, 12 de Diciembre de 2010

Participantes:
Emiliano Andrade
Manuel Barroso
José Manuel Benítez Cano
Juan Luis Capilla
Tomás David Casado
Pedro Carrasco
Pablo Carrascosa
Paco Cidoncha
Antonio Indias
Alberto López
Juan Carlos Muñoz
Lalo Muñoz
Andrés Nieto
Domingo Pablos
Santiago Sánchez
Diego Parejo
Agustín Sosa
Pancho Velarde

Distancia recorrida: 45 km.
Tiempo empleado: 4 h y 15 min.

Videos:
primer video:
http://www.youtube.com/watch?v=i1rRt135fM4

Por Emiliano Andrade Rodríguez
Reunidos no se muy bien a que hora, pero sobre las nueve de la mañana un total de diecisiete bicicleteros, y en esta ocasión ansiosos de pedaleo y aventura.

Cuando ya todos rodeaban la plaza para encaminarse por la Calle de los Muertos, llegaba el que escribe por la calle José Gutiérrez sumándome al grupo, con mi tardío, pero habitual horario de llegada.

Sin dar la vuelta a la Plaza me incorporo al pelotón, en esta ocasión de dieciocho rodadores, no sin antes charlar un momento con Javi, que aunque lesionado y en fase de recuperación de su lesión de padel, se había acercado para ver la salida del grupo.

Comenzamos a rodar tranquilos, con comentarios sobre lo apetecible de la mañana para pedalear, la ausencia de frío y el sobreabrigo que llevábamos todos, y que pronto nos iba sobrar, como así fue.

Mientras rodábamos en dirección al puente del Búrdalo, me voy informando que se ha comenzado a rodar sin tener las ideas claras sobre el destino de la jornada y observo a Pedro y Paco comentar sobre la ruta a trazar.

Al llegar a la altura del puente comienzan las típicas señales que solemos emplear:
-¡Por la derecha!

En ese afán que se prevé de aventura en este día de pedaleo, otra nueva indicación:
-¡Por la izquierda! Para así, trazar un nuevo camino atravesando por Malmedra en dirección a la autovía.

Llegados a unos “tinaos”, nos encontramos con los pastores de la finca que están intentando dirigir al ganado al interior de un cercado hecho con cancillas.


Con el camino totalmente cortado por los ovinos, estuvimos pacientemente observando las manos diestras de los pastores y el trabajo del perro pastor, aunque en esta ocasión las ovejas no se comportaban como borregos, si no más bien como tercas mulas, negándose a entrar en el cercado. Si empujaban de un lado se iban para el contrario y si empujaban para el contrario se iban para el lado.

Al final ante la curiosidad de una de las ovejas, todas emprenden la marcha tras ella hacia el interior del recinto, quedando el camino expedito para rodar.

La ruta propuesta va recorriendo serpenteante por caminos alternativos que dan otra perspectiva de las zonas ya transitadas, pasando por entre frutales y terminando en el cruce de caminos de la Venta de la Guía, para enfilar en dirección a la pista alquitranada de la Mina de Parrilla en dirección a Arroyomolinos de Montánchez.


Se rueda por dicha pista hasta que llegados a un punto nos reagrupamos para a continuación abandonar la pista para afrontar un camino a la derecha que nos adentra en una floresta agradable y exuberante.

Con todos los sentidos agudizados, vamos sintiendo olores y sensaciones que desprende la frondosidad y espesura del bosque que transitamos. Esto, unido a nuestro esfuerzo debido a lo empinado de algunos de los repechos, nos trasmite unas agradables experiencias y sensaciones difíciles de transmitir.

Parajes y paisajes con percepciones y contrastes otoñales, que sin lugar a dudas, nos sitúa como seres privilegiados al pedalear por este entorno único.

En un cruce de caminos, o mejor decir de senderos, se monta una asamblea espontánea sobre la ruta seguir, unos quieren ir ya dirección al pueblo pero otros prefieren afrontar un gran reto que propone Pedro, con el ascenso a una nueva cuesta que se supone imposible de ascender. Entre intervención e intervención de los asambleistas tomamos el tentempié al abrigo de una casa, con unas vistas del horizonte espectaculares.

"Asamblea"

La conclusión final, una vez devoradas las “barritas energéticas”, deriva en la formación de dos grupos, unos deciden afrontar el reto del ascenso en la forma que sea, de la referida cuesta y otros deciden lanzarse en dirección al pueblo para poder ver la retransmisión del partido de futbol que enfrenta al U.P Plasencia contra el C.D Santa Amalia.

"A la izq unos y a la drcha los otros"
"Entre corcho y alcornoques"

Puestos a pedalear de nuevo, el camino va trazando un discurrir sinuoso entre encinas y alcornoques que se va estrechando en el avance, hasta convertirse en sendero que se va empinando de forma terrible hasta que se hace necesario echar pie a tierra ante el encabritamiento de las monturas, que pierden su centro de gravedad por lo inclinado del terreno.

"La cuesta imposible"

Al final, la susodicha cuesta imposible, se encuentra en la Sierra del Saltillo y traduciéndola en datos presenta un firme de piedras sueltas con alguna maleza, una longitud aproximada de un kilómetro y una pendiente máxima según me comenta Diego del 22%, similar inclinación a L´Angliru, mítico puerto del Tour de Francia.

"En la cima"

En resumen a trancas y barrancas, es decir, entre montado y casi siempre a patitas, nos pusimos en la cima para divisar las vistas tan espectaculares que se nos ofrecían desde tamaña atalaya.
En dos palabras "Im-presionante"
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"Con Almoharin al fondo"
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Todos menos el fotógrafo "Arriba en la cumbre"

Al frente casi toda la provincia de Badajoz, y a la izquierda el pueblo de Almoharín y la Bola del radar de Zarza de Montánchez, a la que casi igualábamos en altitud, o eso parecía.

El descenso lo realizamos por el frente de Montánchez, con la vista de su Sierra y las antenas que la culminan.
"Madroños en todo su esplendor"
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En el descenso al tener que usar el freno con intensidad, da tiempo a ir apreciando la vegetación exuberante que da la umbría en estas altitudes, con madroños en el esplendor de su fructificación, y con exuberantes alcornoques y encinas y olores a frescor, mezclados con el seco aroma de las humeantes piconeras.
"Piconeras humeantes al fondo"
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A mitad del descenso y por enésima vez en su trayectoria de pedaleo, pincho Juan Luis.

"Juan Luis y su pinchazo"
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"Un tranquilo espectador, a nuestro paso"
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Solucionado el problema nos reagrupamos en el final del descenso de la cuesta y emprendemos el camino a casa aún por parajes de dehesa, entre toros y vacas de raza retinta, asustando, por no decir acoj…. los animales en su huida a más de uno, creyendo que estos embestían.

"¡¡Que no embisten, que están huyendo !!"
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Menos mal que José Carlos no vino en esta ocasión, ya que sin duda, este tramo del recorrido ha sido el más peligroso de los realizados hasta el momento, en cuanto a ganado de cuernos se refiere.

Trazando el regreso por el camino de la finca el Cuadrado y a “trochi mochi” nos pusimos en Valdecabrero y ya por pistas, las Monjas, Don Rodrigo, Malmedra y el Búrdalo.


Al final una ruta aunque no muy larga de recorrido ha sido preciosa, y con el aliciente del descubrimiento de nuevos recorridos que siempre son de agradecer.

Al final de la jornada y debido al horario, no todos pudimos acercarnos a tomar el refresco y bocadillo al bar de Alejandro, pero el buen sabor de boca dejado por el recorrido ha sido un más que justo premio.

Felices fiestas a todos los lectores y seguidores de este nuestro blog.


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jueves, 9 de diciembre de 2010

Entre el Puente y la lluvia, descoordinación total


Segun los comentarios recibidos es necesario cambiar el título de la semana "Entre el puente y la lluvia, sin rodar", y pasamos a renombrarlo como:
"Entre el puente y la lluvia, descoordinación total"
Debido a las inclemencias del tiempo, este fin de semana-puente se ha rodado cada cual por su lado.

Un saludo

Emiliano


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martes, 30 de noviembre de 2010

Fecha de la Cena y Pedido de equipaciones

PUNTO 1

Por problemas de calendario la fecha de la cena será el día 22 de Enero de 2011.



-Proximamente se abrirá una lista para que se apunte el personal-



PUNTO 2


Se va a realizar un pedido de equipaciones de la Peña.
Las personas interesadas en adquirir una equipación se pueden pasar por la carpinteria "El Molino" y contactar con Javi o Diego Parejo.

Se ha puesto de fecha límite el 15 de Diciembre de 2010 para realizar el pedido.

Gracias y un saludo
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lunes, 29 de noviembre de 2010

¡¡ Corre, corre que viene el guarda!!


Domingo, 28 de Noviembre de 2010

Participantes:

Emiliano Andrade
Jesús Beltrán
Juan Luis Camacho
Pablo Carrascosa
Tomás David Casado
Paco Cidoncha
José Luis Jiménez
Julio Jiménez
Alberto López
Juan Carlos Muñoz
Lalo Muñoz
Domingo Pablos
Santiago Sánchez

Distancia: 47 km.

Crónica por Juan Carlos Muñoz

Empezaré la crónica de este domingo al revés, por el final de la etapa, al llegar no demasiado cansados al bar de nuestro amigo Alejandro, a tomar nuestras acostumbradas cervecitas, cola colas y demás cositas, me dijo Emiliano que afilara el lápiz que esta vez me tocaba a mí otra vez escribir la crónica.


¡Pero hombre Emiliano!, si yo no conozco ni los nombres de las fincas que hemos atravesado, estaba perdido, si me llego a perder no llego a casa, como le pasó a nuestro compañero Andrés Nieto, quien por cierto no vino, las malas lenguas dicen que por el disgusto de ver perder a su querido Atlético de Madrid. Con lo bien que había arrancado la liga, bromas aparte, seguro que llegan victorias para ese equipo con el que a pesar de todo, hasta los madridistas simpatizamos.


Emiliano junto con el encargo me daba la retahíla de las fincas visitadas, pero al momento de ahora mismo que escribo no recuerdo más que un par de ellas por lo que pido disculpas por adelantado si no las digo en el orden correcto o meto la pata.


Como digo no llegamos demasiado cansados, ¿os habéis dado cuenta que desde que no viene Javi Parejo, la media ha bajado de los 21 km, hasta los vergonzosos 16 de alguna etapa de la cual no quiero acordarme, y hasta los 18 km escasos de la etapa de este domingo? Si se entera nos mata, y si llega a venir él, se hace el “arakiri” japonés con la bomba de la bicicleta. Así que espero que a nadie se le ocurra contárselo.


Mañana de domingo soleada pero muy fría, como toca en el mes de noviembre. Como suele ser habitual los más impuntuales del grupo se incorporan a la carrera arañado al reloj hasta el último segundo de sueño. Cada día apuran más y nos arañan un par de minutos en su táctica a largo plazo de acabar saliendo a las 9 media de la mañana.


A ritmo no muy elevado nos dirigimos a la autovía que cruzamos en dirección a la pista del canal, no sin cierta confusión y desorientación inicial por la ruta a seguir, finalmente se decide seguir por esta pista hasta el camino que nos lleva al “Finca de los Lomos de Guillén”, espero no haber metido la pata. Lo primero que se ve al llegar a la finca es una puerta con candado, que parte en dos un camino público que una vez traspasada la vaya por arte de magia se convierte en privado.


Como de costumbre, a nosotros ¡vamos!, a nosotros ponerle puertas al campo. Ni cortos ni perezosos saltamos al puerta, en la que en un cartel bien visible y con unas letras bien grandecitas se dice “Prohibido el paso, propiedad privada”.
Uno a uno fuimos pasando la bicicletas, hasta que llegándole el turno a Jesús Beltrán, en el momento de cogerla y levantarla resulta que le golpeó a uno de los compañeros en el casco, pero tranquilo que no le hizo daño, al contrario, a la bicicleta se la salió la rueda, ante el asombro y las risas de todos los presentes. Pero hombre de Dios, ¿cómo has venido con la rueda casi suelta? Silencio, silencio pedían algunos, a lo lejos se veía un vehículo con un par de personas que seguro nos habrían visto a estas alturas de la película. Alguno propuso dejar tirado a Jesús y salir pitando, que se entretuvieran con él mientras el resto escapaba de los guardas de la finca, total si no le conocemos de nada, total si es de Don Benito.


Pero no al final le esperamos, se arregló la rueda, y montados a todo correr sobre las bicis nos alejamos del cortijo mientras un par de hombres nos gritaban a lo lejos e intentaban cortarnos el paso por el camino que atraviesa la finca.


Echándole morro al asunto, y velocidad lógicamente, salimos corriendo y finalmente escapamos. Cuando la cosa se relajó un poco y nos vimos fuera de peligro, Jesús Beltrán nos dijo que como se había quedado el último le habían pegado voces diciendo que nos habíamos dejado la puerta abierta, cosa que era completamente errónea al tener esta un candado puesto, simplemente habíamos saltado.


Tras este incidente llegamos a nuestro destino sin cosas dignas de mención, que no era otro que el “Berrocal del rugidero”, sitio de sobra conocido por todos los miembros del grupo. No había mucha agua a pesar de las últimas lluvias, pero allí pudimos tomar nuestra comida para reponer fuerzas y disfrutar de las vistas del paraje aunque fuera está un poco deslucida por la falta de agua.

De regreso a la sede social, atravesamos varias fincas más donde pudimos ver vacas, caballos, cerdos ibéricos de pura raza, estas son el tipo de cosas con la que disfrutamos haciendo estas rutas, esto no lo pueden disfrutar los habitantes de las grandes urbes.



Nos encontramos con un par de senderistas que se habían perdido, por lo que nos contaron venían de la finca de “Campomanes”, no sé si lo he escrito correctamente. Preguntaban para ir hasta el cortijo, en lo cual nuestro amigo Paco Cidoncha, le dio las oportunas indicaciones para que llegaran a su destino. El GPS de Paco no falla.

Desde allí hasta el pueblo fuimos a un ritmo bajo, muy cómodo charlando.


Por cierto se me olvidaba, en la parada de rigor en el Rugidero se decidió que la cena de Navidad fuera para el día 15 de Enero, y cuando llegamos a la Sede Social se comentó que iniciáramos los trámites para federarnos y poder disfrutar de un seguro médico y de accidentes.

Con todo esto creo que más o menos tenemos crónica el domingo.

Un saludo para todos y especialmente para los lesionados, que se recuperen pronto.


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martes, 23 de noviembre de 2010

ENTRE EL GATO Y LA AVERÍA, LLEGAMOS AL MEDIODÍA.


Domingo, 21 de Noviembre de 2010

Participantes:

Emiliano Andrade
Jesus Beltran
Juan luis Capilla
Pedro Carrasco
Pablo Carrascosa
Paco Cidoncha
Tomas David Casado
Antonio Indias
Jose Luis Jimenez
Juan Carlos Muñoz
Lalo Muñoz
Santi Sanchez
Diego Parejo
Domingo Pablos
Agustin Sosa

Recorrido: Plaza de España, N-430, Torrefresneda, Pista de Servicio A-5, Finca el Calaverón, Finca Campomanes, Parqwue de Cornalvo, Sierra Bermeja, Veredas varias, Finca el Huevo, Fina el Mentidero, los Lomos, Pista del canal de Orellana, Cruce del Sajonia, EX-206, plaza de España.
Distancia: 60 km.
Videos:

Comentario por Pedro Carrasco Cuesta.

Son las nueve de la mañana en el paseo y el recuento de los Perrigalgos asciende a catorce; pero seguro que al final seremos uno más: falta Emiliano, alias Tardeli, que tiene la rara habilidad de llegar siempre el último.

En una crónica que envié de una etapa que hice por Tenerife, propuse una ruta inédita que había descubierto recientemente. Fueron varios los que “recogieron el guante” de mi proposición y dijeron con entusiasmo: “¡A por ella!”

Enfilamos por la pista de Caballero con dirección a Torrefresneda. El personal tenía ganas de bicicleta, tras no poder salir el pasado domingo por la lluvia; es que quince días sin dar una mísera pedaladita es mucho apretar, máxime para unos pervertidos bici-dependientes como nosotros.

Lalo se ha vuelto a sumar al grupo, felizmente recuperado de su percance, de lo que se vanaglorian los compañeros.

Al poco de cruzar el puente del Búrdalo, barruntamos un maullido lastimero en la cuneta. Enseguida aparece un despistado e indefenso gatito que se adentra en la carretera de forma temeraria. En ese instante aflora la vena sensible que todo Perrigalgo lleva dentro (es que no amamos solamente el deporte y la naturaleza, sino también a los animales) y volvemos sobre nuestros pasos. Recogemos al minino y lo llevamos a la casa de campo de Domingo, quien lo adopta momentáneamente a la espera de un voluntario.

Hemos perdido un cuarto de hora precioso (más o menos lo que cuesta arreglar un pinchazo), pero ha merecido la pena y nos sentimos todos reconfortados. Bueno, todos no. Paco exclama con su acendrada socarronería: “¡Coño, por un puto gato! Si hubiera sido un guarro, por lo menos…”

Cuando algunos empiezan a impacientarse de tanto asfalto giramos hacia la derecha, adentrándonos en el monte y cruzando la finca llamada El Calaverón. Una subida de un par de kilómetros hace que el grupo se estire y los cuerpos entren en calor.


Pronto nos damos de bruces con el vetusto cortijo de Campomanes. Cruzamos la pista asfaltada que lleva a la presa de Cornalvo y seguimos por un camino serpenteante y en ascenso que nos aproxima a la Sierra Bermeja, en el corazón del Parque Natural.

Al benjamín del grupo, Agustín, se le rompe el cambio. La cosa no tenía buena pinta, pero los mecánicos de cámara de la peña (a la mierda los ingenieros de Fernando Alonso) se las avían para solucionar la avería en un santiamén (bueeeno, en media hora). Como han tenido que cortar la cadena, la bici queda a piñón fijo, lo que supone una rémora para el resto de la etapa.


Aprovechamos el contratiempo para comernos el tentempié. Al poco cruzamos por un pinar y alguien comenta: “Chacho, no nos hemos tirao la foto”. Veeenga, a posar con el pinar a nuestras espaldas; y Emiliano que no acierta a encuadrarnos en el objetivo, en fin…


Tras una bajada giramos a la derecha y nos adentramos, en fila india, por un sendero con una exuberante y tupida vegetación que despierta nuestros sentidos. El grupo se maravilla de los diversos, desconocidos y bellos parajes por los que los encamino. Y Paco relata a cada rato, como un sonsonete: “Chacho, este Pedro qué “demontre” está hecho, por donde nos ha metío”.


Nos adentramos en un alcornocal que aparece con los troncos desnudos, con ese color rojizo tan característico que les queda después de ser despojados de la corcha.

Emiliano comenta que en una finca cerca de aquí se crió su abuelo. La finca en cuestión se llama “Quinta Ena del Huevo”, como vemos en cartel indicativo.

Llegados a la finca llamada El Mentidero se decide, con buen criterio, volver por el camino más corto, que resulta ser cruzando el paraje denominado Los Lomos. Cruzamos un camino particular que se vuelve público tras superar una verja, incongruente paradoja de los legisladores y mandamases.

Ganamos el Canal de Orellana y enfilamos para casa. El ritmo es paupérrimo, motivado en parte por los problemas de la bici de Agustín y por algunos Perrigalgos que vienen bastante “cascados”, por no decir inservibles, tras una etapa de sesenta kilómetros.

Cuando llegamos a la sede nuestra madrina se encuentra en la puerta, preocupada por nuestra tardanza. Y es que es la una y media, una hora inusual de regreso. Pero aunque los imponderables nos han jugado una mala pasada, no han logrado truncar el éxito de una etapa inédita, tal vez dura para algunos, pero amena y bonita donde las haya. O a mí por lo menos así me lo ha parecido.
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