viernes, 1 de marzo de 2013

X RUTA DE LOS RÍOS. MIAJADAS
Cronista: Miguel  Andrade.
Muy buenas compañeros, al igual que en la pasada edición de la Ruta de los Ríos, me dispongo a  narraros todo lo acontecido a la delegación de la Peña Cicloturista Amaliense en dicho evento.
A lo largo de la semana previa a la cita, me voy percatando que la representación de perrigalgos a mencionada ruta va a ser muy inferior a la previsiones iniciales, no sabemos si por el frío,  por la subida de la cuota de inscripción, por la ruta alternativa a La Covatilla, o será porque el personal ha pasado del tema y prefiere quedarse en el pueblo, hacer la típica ruta dominical y dejarse de inventos, después de la dureza con la que nos deleitaron los compañeros del Club Ciclista Miajadas en la edición del año anterior, más conocida como la “Ruta de las Piedras”.
Entrando en materia, la representación de nuestra Peña se compone de 8 espadas, la bobillera al completo, es decir Domingo Hijo, Isaac, Pedro Roni, José Miguel y el que escribe, más Blanco, Luis y Mario Lozano, un plantel joven para afrontar una ruta que se prevé dura, con 55 kms y dificultad alta, según  datos facilitados por la organización. A las 8 de la mañana salimos desde la Plaza, previamente hemos cargado las bicicletas en los porta bicis que aportan José Miguel, Blanco y Domingo, Luís lleva su montura en la Pick-up, pues quiere regresar lo antes posible para acudir a un evento familiar. 

A las 8.20 h. nos plantamos en las inmediaciones del polideportivo municipal de Miajadas, antes de bajar las bicicletas pasamos a la recogida de dorsales, esta vez sí, nos entregan el dorsal, acompañado por una botellita de vino y una braga para el cuello (nada tiene que ver con las que vende Triky en el mercadillo..). Ahora sí bajamos las bicis de los coches, nos equipamos para el frío y colocamos los dorsales en la parte delantera, estamos listos para tomar la salida, foto de rigor junto con Juan Carlos Nieto, que nos da la bienvenida a la ruta y nos ofrece su compañía para realizar el recorrido, como no podía ser de otra manera, aceptamos su ofrecimiento y después de las indicaciones del director de carrera, a las 9.05 se da la salida.


Como es costumbre recorremos las calles más importantes de la localidad y salimos por la rotonda del Hotel Triana, cruzamos la autovía por un paso inferior y cambiamos el asfalto por los caminos de los huertos locales, nos dirigimos hacia Almoharín, el grupo permanece unido en la zona media del pelotón  que conforman los 165 corredores inscritos, el camino presenta grandes charcos que sorteamos con facilidad a ambos lados, Blanco decide atravesar alguno por mitad ante el asombro y las risas del pelotón, eran los primeros indicios del día de barro que nos espera….

Terminados los caminos locales nos metemos en veredas sinuosas donde solo cabe un ciclista, Juan Carlos nos da el alto, pues los que van delante de nosotros comienzan a echar pies a tierra, estamos ante un descenso  similar a los del año anterior, piedras y más piedras que esta vez podríamos haber recorrido subidos en la bici pero el agolpamiento de ciclistas lo impide, por lo que decidimos bajar a pié, excepto algunos tramos que podemos pedalearlos, la zona, como no podía ser de otro modo se conoce como Los Canchos y Los Cantos, con esto nos plantamos en el río Búrdalo que baja caudaloso, lo que según nos cuentan ha obligado a la organización a variar el trazado, pues es imposible cruzarlo como estaba previsto, así circulamos en paralelo por su margen izquierda, dirección al acueducto del Canal de Orellana próximo a San Bartolo.

 Allí giramos a la derecha, para entrar por la nueva pista del canal de desembalse de la Presa del Búrdalo, que tenemos aguas arriba, a mitad de dicha pista nos indican giro a la izquierda y tomamos camino hacia Almoharín, bordeando el pueblo y tomando dirección hacia la temida cuesta del Reventón, a la que llego en compañía de José Miguel y Juan Carlos, pues el resto del escuadrón ha tomado posiciones más adelantadas para inmortalizar nuestra escalada, la subida la hacemos sin dificultades reseñables, más si cabe con los gritos de ánimos que jalean los compañeros y curiosos que se agolpan en la cima, una vez coronamos nos espera el primer avituallamiento donde reponemos fuerzas. Estamos en el km 21.


            
No nos demoramos mucho, pues la tarea es larga y seguimos con la ruta, el siguiente tramo  es similar al que realizamos en la última subida a la bola, pues nos dirigimos hacia el comienzo de dicha  cuesta, tenemos zonas hormigonadas  y veredas de gran pendiente, vamos sorteando huertos, y nos plantamos en la pista alquitranada donde nos reagrupamos para continuar el recorrido, algún que otro bobillo comenta que ya que estamos ahí, podemos subir a la bola y luego continuar con la ruta, (solo de escucharlo me tiemblan las piernas..) justo cuando se inicia el ascenso debemos girar a la izquierda donde nos aguarda una gran subida hormigonada que desemboca en unas bajadas  espectaculares,  técnicas y que hace que el grupo se alargue.

 La vereda desemboca en una carretera alquitranada, por la que circulamos 300 metros escasos, pues de nuevo el itinerario nos manda hacia la derecha y volvemos a pillar camino llano para bordear el pequeño Embalse de Navarredonda donde “los cabeza de carrera”  esperan a los rezagados, incluso se hacen algunas fotos…





Una vez reagrupados nos dirigimos por caminos agrícolas hacia Robledillo de Trujillo donde con  35 kms a las espaldas nos espera el segundo avituallamiento y la asistencia técnica, del primero dimos cuenta, pues los bocadillo de jamón con tomate estaban de miedo, acompañados con su correspondiente cerveza o refrigerio, de la  segunda por suerte no necesitamos hacer uso, pues nuestras monturas van respondiendo bien ante las exigencias de la prueba. 

Partimos de nuevo para afrontar el penúltimo tramo de la prueba, dirección Oeste, ya vamos de recogida, y nos dirigimos hacia una zona conocida como Los Pedragales, después de un sube y baja de veredas llegamos a una bajada muy técnica, que requiere de mucha pericia y precaución, manos en los frenos y a disfrutar, haciendo honor a su nombre es una bajada de cantos similar a una calzada romana, que te va cargando los brazos, tiene mucha pendiente pero no es muy larga, una vez terminado el pedregal, la bajada continua a mayor velocidad pues el terreno está en perfectas condiciones, desembocamos a la Carretera Robledillo-Miajadas, que me trae “muy gratos recuerdos” pues es la carretera por la que fuimos a Cáceres el año pasado. 



 Reagrupamiento de todos los perrigalgos en dicha carretera y arrancamos de nuevo,  cruzamos un paraje denominado El Jaralejo, son praderas llanas, por lo que circulamos muy bien en grupo, el camino empieza a estar cada vez más embarrado lo que va complicando el pedaleo, y oscureciendo nuestras bicicletas y flamantes equipaciones, nos plantamos  en un arroyo que recientemente habíamos cruzado en una ruta con la peña, creo recordar que a la vuelta de la Ermita de la Asunción, esta vez el caudal era más importante y todos los participantes íbamos esperando nuestro turno para cruzarlo, ya habían cruzado casi todos los representantes de nuestra peña, sin problemas, Blanco patinó durante unos segundos en la subida, José Miguel cruzó sin problemas y me tocó a mí, arranqué con fuerzas para no quedarme en mitad del cauce, pero me dejé todas las fuerzas en la bajada, sin acordarme de que tenía que subir, si a esto le sumamos que la zona de subida estaba ya muy pisoteada por los compañeros que me precedieron y consecuentemente muy resbaladiza da como resultado un pequeño costalazo al intentar bajarme de la bici a mitad de rampa, un descojone por parte de todos los perrigalgos y resto de participantes que aguardaban ansiosos una caída de algún compañero…y me tocó a mí, el barreo fue de escándalo, para más cachondeo, el costalazo fue grabado por Domingo, por lo que imagino que pasará a la historia de la peña junto el cruce de río de Paco Cidoncha.
video:
  
Después de unos minutos de risas continuamos la marcha, por la misma vereda encajonada entre muros de piedra que recorrimos en la ruta que ya he mencionado, esta vez estaba impracticable, el barro nos llegaba hasta los tobillos, gran parte del tramo los hicimos andando mientras algunos valientes intentaban rodar por el fango,  lo que incitaba comentarios entre risas y cachondeo, pues muchos de los valientes no tenían más remedio que poner pies al barro si no querían revolcarse como cochinos. Una vez terminado ese duro tramo, nos esperaba el último avituallamiento, Km 45, en el que paramos brevemente para estirar piernas y comer algo rápido.

Ya afrontamos el tramo final de la prueba, rodamos por el camino de servicio que discurre por la nueva presa del Búrdalo, ya hemos hecho este camino en numerosas ocasiones, justo antes de la zona conocida como Las Caballerías, giramos a izquierda, cruzamos un antiguo puente de piedra sobre un pequeño arroyo y marchamos por un buen camino que invita al pedaleo alegre, pero que también tiene enormes charcos que ya no evitamos y barrizales que no impiden el paso, a escasos 5 kilómetros del pueblo, Mario empieza a sufrir calambres en las piernas por lo que el grupo se rompe, Blanco y un servidor continuamos el camino, pues no estábamos para muchos trotes, mientras  el resto le atienden,  estira las piernas y después de unos minutos reanudan la marcha a menor ritmo,  los espero en la entrada de Miajadas, y juntos llegamos a meta.
Son las 13:45, hemos hecho 60 kms, nos lo hemos pasado de lujo, hemos sufrido, hemos reído, nos hemos barreado y hemos disfrutado de un recorrido espectacular. Después de una ducha en los vestuarios del campo de fútbol, partimos hacia Santa Amalia.
Al igual que el año pasado destacar la excelente organización de la ruta, el exquisito avituallamiento, asistencia técnica, etc.. Y agradecer como no, a Juan Carlos su compañía y atención a lo largo de todo el recorrido.
Un saludo perrigalgos.

2 comentarios:

  1. Miguelito, el costalazo ha sido igualito que el del elefante que se cargó el rey. Jornada redonda. Disfrute generalizado de la familia perrigalga en las diversas rutas.

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  2. Miguelito, la crónica, para enmarcar...y el costalazo también.
    A lo peor también me arranco yo el próximo año.

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