miércoles, 5 de febrero de 2014

DIMOS CON EL PUENTE, PERO A SERAPIO NO LE VIMOS EL PELO









Participantes:

Pedro Carrasco
Juan Nieto
José Blanco
Teodoro Martínez
Juan Luis Capilla
Diego Parejo
Javi Parejo
Juanma Barroso
José Luis
Tomás David
Paco Cidoncha
Santiago Sánchez “Yanki”
José Antonio Nieto
Antonio Aparicio
Antonio Indias
Lalo
 
Track ruta:

 videos:
primer video:
segundo video:
tercer video:
cuarto video:

KM.- 57

Domingo, 2 de febrero de 2014

Tras el merecido descanso dominical pasado, consecuencia de la memorable celebración del sábado, toca retomar la bendita rutina de pedaleo dominguero.
Llego a la plaza y son pocos los allí congregados, lo cual provoca mi sorpresa, pero nada más soltar la bici, comentarios y risitas resuenan ante mi presencia. Por lo visto, he llegado unos minutos antes de las nueve, y el personal comenta que el inmerecido diploma que me fue otorgado en la velada del sábado, parece surtir efectos en mi predisposición  llegar el último a las citas. No descarto que así pueda llegar a ser y en mí está la intención hacer propósito de enmienda. Efectivamente, poco a poco un goteo incesante de Perrigalgos hacen acto de presencia hasta conformar los 16 definitivos. Me sorprende la no presencia de los hombres fuertes del pasado año: Mario y Diego Nieto. Si a ello le sumamos la ausencia de Juan en las primeras salidas, le están poniendo a huevo el Premio de la Regularidad a Tomás David, del que todos conocemos su obstinación en esta lid. La ruta parece estar adjudicada de antemano. Javi, en connivencia con Pedro Carrasco tienen previsto que vayamos a ver el Puente Serapio. Esta opción es bien vista por los presentes, así es que procede dar comienzo cuanto antes, pues la ruta aparenta ser de larga duración. Nuestro gozo en un pozo, ya que la bicicleta Digo Parejo tiene la ruda desinflada, lo que augura pinchazo al canto. Debo hacer mención a la dejadez y desidia del mencionado para con su burra. La pobrecita  tiene barro y mierda seguramente desde que pasó por el primer charco. Solucionado el problema, salimos para nuestro destino, aunque con bastante retraso.
El día ha amanecido con el cielo enmarañado de nubes altas y temperatura fresca, pero lo más importante, sin el molesto viento que nos ha acompañado durante toda la semana. En definitiva, jornada propicia para dar pedales. Salimos por la calle de Los Muertos, para tomar la EX-206, siguiendo el rutinario trayecto hasta la pista del canal, lugar en el que nos topamos con Pablo que ha decidido madrugar y salir en solitario con el fin de poder participar en la Carrera Solidaria que tendrá lugar a las 10:30. Como no podía ser de otra forma, giramos a la derecha por la pista de El Cuadradillo. 

Subida la cuesta, nos reagrupamos para continuar, aunque detectamos que falta Antonio Indias. Su tardanza en exceso, hace presuponer a algunos que se haya dado la vuelta, como ya ocurrió en alguna otra ocasión, pero en ese momento aparece en lontananza con cansino pedalear y jadeante respiración. Parece ser, ha tenido problemas con flemas y esputos. ¡Qué tendrá esta cuesta que consigue sacarnos todo lo malo que llevamos dentro!. Seguimos acumulando retraso, motivo por el cual, con sorna, comento a Pedro a qué hora ha quedado con Serapio en el puente, no sea que se canse de esperarnos y se vaya.
Llegados a la bifurcación del camino, tomamos para los Castillejos de Abajo, subiendo previamente la cuesta. Aprovechando que hemos llegado a la cima, con el fin de tomar aire, quisiera hacer mención al sorprendente estado de forma que presenta José Puerto, que se unió al grupo el año pasado y, según afirma, sólo sale de domingo en domingo. No sabemos qué pócima secreta le proporcionará Yoli para que el quinto desarrolle tal potencia.

 Continuamos por los Castillejos Reunidos hasta llegar al desvío de la Cuesta Infernal, lugar en el que nos reagrupamos y que, teniendo en cuenta precedentes no lejanos, es designado como punto de no retorno. Tite, aprovechando la mínima, se arranca con un chiste, lo que provoca la sonrisa del personal. El itinerario que seguimos nos conduce hasta los eucaliptos, cuyo camino debemos seguir hasta la bifurcación de la “variante de la variante”, por la que nos condujo Pedro a principios de diciembre. 


Llegados a este punto, debemos tomar el camino de la izquierda. Las copiosas lluvias caídas desde entonces han dado un vuelco espectacular al campo que nada tiene que ver con el aspecto seco que presentaba por aquella época. Las vistas en este tramo son impresionantes, siendo especialmente destacable la estampa del río Aljucén que por una angostura, serpentea y se retuerce sorteando la orografía. 



Visionamos el alcorque que nos advierte de la llegada al destino. Aparcamos bicicletas y comienza el segundo tramo de esta ruta hasta llegar la Puente Serapio, que por la dificultad que presenta terreno debemos realizar a pie, aunque el calzado y la indumentaria no resulten los más apropiados para la práctica del senderismo. Deberemos subir y bajar en varias ocasiones hasta localizar un paso que nos permita cruzar el río a su margen derecha. En una de éstas, José Luis resbala y da con el culo en el suelo. El momento no ha sido captado por Diego que, a todas luces, ha perdido facultades. Nos decantamos por cruzar el río en una parte más estrecha a través de piedras, obligándonos a utilizar las cuatro extremidades con el fin de no bañarnos en sus aguas. Él que escribe, como viene siendo habitual últimamente, se desequilibra y prueba la frescura del río en sus pies. Mira por donde, esta vez  Diego si graba (qué guay).

 Igual suerte corre Javi, pero sus flamantes botas resistentes al agua, parece ser, cumplen con su función. Antonio Indias, reacio a cruzar el río, ha continuado por la margen izquierda, siendo acertada su decisión, pues da con el puente antes que ninguno. Por fin conseguimos contemplarle. Presenta una estructura muy peculiar, a mi corto entender: Construido en gran parte con pizarra, consta de un  arco lateral más grande, seguido de otros cuatro más pequeños, a su vez coronados por dos aberturas a forma de ventanales que considero deben servir para aliviar agua en momentos de crecida. Se encuentra algo deteriorado, aunque la solidez del mismo parece fuera de dudas. El enclave es sencillamente precioso.   Desconociendo los orígenes del puente, he indagado y os dejo un enlace por si queréis conocer más detalles sobre el mismo (http://webs.ono.com/lujoor/serapio.htm). Simplemente reseñar, que fue construido para el paso de ganado en torno a 1.800 por Serapio Madruga, de ahí su nombre.



Javi, cámara en mano, está disfrutando como un niño con zapatos nuevos (que también) haciendo fotos a diestro y siniestro. Toca hacernos la de grupo, siendo en esta ocasión Blanco el encargado de accionar el botón y correr como una liebre para incorporarse al grupo aunque, como el galgo de Lucas, se queda a mitad de camino. Tras intentar fallidamente buscar alternativas de regreso, por fin conseguimos llegar hasta las bicis después de cerca de una hora.



 Son las doce y lo más juicioso es buscar un atroche que reduzca recorrido para no llegar a horas intempestivas. Pedro propone acortar por un cortafuego que sale a la izquierda del camino. Cada uno asciende como buenamente puede. Yo, con más pundonor que cabeza, intento subirlo montado, pero a no mucha distancia de la cima, el corazón, los pulmones y demás vísceras se me salen por la boca y la poca sangre que me llega al cerebro me hace retomar el juicio, optando por poner pie a tierra. ¡Lástima!.


 Esto no ha terminado. Un error de cálculo, nos obliga a acometer otra nueva pendiente, ésta más “suavita” (con rampas del 20%), si la comparamos con las pendientes del 32% que tenía la anterior. Es lo que tienen los cortafuegos, que acabas hasta los mismísimos. 


Esta vez si damos con el camino de los eucaliptos y a deshacer lo andado. Pero un nuevo percance nos espera: Lalo anda con los frenos “a la última pregunta”. ¡No problem!. Tomás David saca de su bote, cual bolso de Sport Billy, un juego de pastillas y todo solucionado. Se decide realizar una nuevo atroche por los Castillejos Reunidos hasta la pista de La Parrilla. Desde aquí hasta el pueblo todo transcurre sin consecuencias reseñables. Son en torno a las 13:45 cuando llegamos al bar. Algunas de nuestras mujeres, que han participado en la Carrera Solidaria, junto con Pablo y Chiqui, se encuentran en la sede. Después de cuatro horas y media de cicloturismo en toda su extensión, cervezas y refrescos, acompañados de patatas al ali-oli y rejos, lo mejor que puede caer en barriga.
Antes de despedirme, quisiera enviar mi apoyo y ánimos al compañero Javi “Avería”, deseándole una pronta recuperación.
Sin más tela que cortar, hasta la próxima.


Juan Luis Capilla.

4 comentarios:

  1. Enhorabuena, Capi. Como no podía ser de otra manera, la crónica no tiene desperdicio. Gracias por indagar en la historia del puente, que no de tío Serapio Madruga. ¡Mira que si el interfecto era un ancestro de mi parentela! Es que mi abuela materna se apellidaba Madruga, sabes.
    En cuanto a la habilidad de Tomás David para solucionar averías decir que no tiene nombre; bueno sí, podría ser "EL HOMBRE QUE SUSURRA A LAS BICICLETAS"

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  2. Por eso has localizado el puente es que es heredado.... Muy buena crónica LICENCIADO jejejeje. La ruta fue maravillosa o por lo menos yo me lo pase genial.

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  3. Si el señor don Pedro Carrasco es la pluma de la peña don Juan Luis es la estilográfica.....madre que crónica!!! por mi parte decir que intentaré estar mas vivo con la cámara en lo que a caídas se refiere, jajajaja, andaros al loro chavales....

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  4. Juan Luis, chapo!, que pedazo de crónica te has marcado, al leerla me daba la sensación de haberos acompañado.
    Enhorabuena

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