lunes, 31 de enero de 2011

A LA CONQUISTA DEL PUERTO DE "LA CABRA"


Comentario:
Cuando copaba la clasificación de la regularidad con cuatro salidas, el espíritu aventurero que duerme en mi interior de este Perrigalgo se ha revelado y me ha hecho salir solo a conquistar y conocer nuevos horizontes.


Desde hace tiempo tenía en el punto de mira el asalto al famoso puerto de La Cabra, y precisamente hoy ha sido el día D.
No he elegido el mejor día, por la niebla, para gozar de las vistas, pero los parajes poblados de pinos y eucaliptos y lo agreste de la sierra de La Lapa, han supuesto un deleite para los sentidos.
En una caseta de vigilancia de los guardias forestales, donde también hay un helipuerto, me paro a tirar unas fotos donde se aprecia una bonita niebla a ras del suelo.





En la pared de una casucha leo un letrero donde pone: “Puerto de La Cabra”. Es una subida de dificultad moderada de un par de kilómetros, que concluye en la cima del llamado “Monte Arrazauces”.
El lugar está muy concurrido de moteros y ciclistas. Entablo conversación con un grupo de Villanueva que me invitan a volver con ellos, propuesta que acepto gustoso.





La bajada es larga y en zig-zag. Pronto dejamos atrás los pinares y nos adentramos en parajes poblados de encinas y matorrales. Pasamos por las minas del Lobo, el puente sobre el río Ortigas llamado La Pared, y llegamos a La Haba.



Allí me despido de mis improvisados compañeros y a la una y media llego a casa, con noventa kilómetros en las piernas y la satisfacción de una grata jornada de cicloturismo en el corazón.
Si os animáis os llevo en alguna ocasión, aunque tengamos que ir en coche al “campo base” (léase Las Cruces), como los serpas del Nepal para ascender al Everest. Merece la pena conocerlo, os lo aseguro.
Hasta la próxima, “correliebres”.
Pedro Carrasco Cuesta.

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