lunes, 8 de noviembre de 2010

El recorrido de la niebla


( domingo, 7 de noviembre de 2010 )

Asistentes a la ruta:

Emiliano Andrade Rodríguez
Juan Manuel Barroso Morcillo
Manuel Barroso Carrasco
Florencio Benítez-Cano
José Manuel Benítez-Cano
Juan Luis Capilla Camacho
Pablo Carrascosa Sánchez
Tomás David Casado Díaz
Paco Cidoncha Carrascosa
José Carlos Escobar Dorado
José Joaquín Gallego García
José Luis Jiménez Dorado
Julio Jiménez Parejo
Antonio Indias Fernández
Alberto López Fuentes
Moisés López Calle
Juan Carlos Muñoz Tapia
Andrés Nieto Cortés
Domingo Pablos Bautista
Agustín Sosa
Santiago Sánchez Díaz
Tiempo empleado: 2 h. 34 m. 20 sg.
Velocidad Máxima: 34,5 Km/h.
Velocidad Media: 17,6 Km/h.
Parciales: 45,35 Kms

Recorrido: Plaza de España, Carretera de Cáceres, Huerto Juárez, Pista de la s Monjas, Canal de Orellana, Camino, Pista de la Parrilla, Carretera Antigua de Madrid, Fuente Collado Camino del Raijanal, Canal de Orellana, Cruce del Sajonia, Carretera de Cáceres, Plaza de España.


Comentario

Por Flore:
Nada más y nada menos que VEINTIÚN PERRIGALGOS hemos salido este domingo, faltando al evento gente tan importante e incondicional, a estos recorridos cicloturistas domingueros, como los hermanos Parejo, los Pedros, Josemari Almaraz o el Triqui, a sabiendas de que alguno se me quede en el tintero.

Sin tener las ideas muy definidas, yo al menos no me enteré, a la hora de la salida adonde íbamos, marchamos, como casi siempre camino del río Búrdalo y al sobrepasarlo se oyeron, desde la parte trasera del grupo, un gran vocerío: “A LA DERECHA, A LA DERECHA” y de esta guisa todos fuimos camino del Huerto Juárez. Seguimos por las consabidas pistas de las Monjas hasta el Canal Principal de Orellana, bien reagrupados, pelotón uniforme, al tiempo que los caballos elegantes y majestuosos trotaban para ponerse en primer lugar de la alambrada a nuestro paso, con serio afán de saludarnos, en una mañana templada de otoño en la que el vientecillo gallego soplaba fresco pero con bastante menos virulencia que el pasado domingo.

Por fin pude enterarme que el recorrido a realizar, en principio, en esta jornada, sería parecido al que hicimos un día, propuesto por Paquito Cidoncha y que por cierto nos equivocamos de camino, al abandonar el Canal de Orellana, porque la niebla nos negaba la visibilidad más allá de unos pocos de metros, así que a falta de otro título mejor y rememorando aquel recorrido ese es el nombre que he puesto al de este día: “El recorrido de la niebla”.


Hasta que abandonamos el canal todos fuimos bien reagrupados, pero al entrar en el camino, con algunas pendientes que otras y con arena y piedras por otro lado, el pelotón se deshizo y empezó a desparramarse, quedando dividido en dos grupitos bien definidos, el de los galgos y el de los podencos. De esto me enteraría casi al final de la primera parada en la Pista de la Parrilla, pues yo venía en el término medio, haciendo de goma entre dichos grupitos, y poco a poco me fueron quedando atrás. Pero cuando pregunté a Juan Carlos que si éramos los últimos me dijo que faltaba todavía Antonio Indias, así que aflojé el paso para esperarle. Viendo que estaba cerca de la Parrilla, me di la media vuelta para encontrarme con Antonio y entonces me percaté que no era sólo Antonio el que venía rezagado sino un grupillo más numeroso, llegando así a juntarnos con el resto de los compañeros que nos estaban esperando.

Y aquí de nuevo se volvió a tratar de la segunda parte del recorrido, prácticamente del regreso y no fue fácil ponerse de acuerdo.






Después de cruzar las Minas de la Parrilla, por su arteria principal, e incorporarnos a la carretera vieja de Madrid, sufrimos un pequeño percance que no tuvo la mayor importancia. Juan Manuel Barroso, se enganchó en un alambre espinoso de las cercas laterales y éste le arrastraba materialmente hasta las estacas de donde estaba prendidos. A mi también se me enganchó uno en el pedal, pero afortunadamente iba muy despacio y muy pendiente, porque Juan Manuel estaba parado.





Se decidió ir hasta la Fuente Collado, pero José Joaquín, que viene saliendo muy poco y está algo flojo, quiso regresar a casa y yo me vine con él, porque también tenía prisas para llegar cuanto antes a casa y dar un repaso a la abuela Juana, ya que esta semana me tocaba de servicio.




Estuve un rato con ella y cuando vi que estaba bien, me fui de nuevo en busca de los compañeros, cruzándome con ellos a la atura de San Isidro y con ellos me vine hasta el Bar Cidoncha.

Por lo visto, en lugar de regresar por el sitio previsto, habían dado un pequeño rodeo, viniéndose por el Camino del Raijanal hasta el Canal de Orellana.
Hay que destacar en esta jornada que no hemos sufrido ningún pinchazo ni avería.

Hasta el domingo que viene.



Nota: Como Flore no estuvo el total de la ruta, no sabe que Juan Luis pincho.
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