martes, 5 de octubre de 2010

La Bola y La Terrona


¡¡¡ Prueba Superada !!!
CON LA BOLA AL FONDO
(domingo, 3 de Octubre de 2010 )

Asistentes a la ruta:

Emiliano Andrade Rodríguez
Juan Manuel Barroso Morcillo
Manuel Barroso Carrasco
Jesús Beltrán Simón
Florencio Benítez-Cano
Juan Luis Capilla Camacho
Pablo Carrascosa Sánchez
Paco Cidoncha Carrascosa
Pedro Carrasco Cuesta
Pedro Cuesta Flores
José Luis Jiménez Dorado
Evaristo López Masot
Gerardo Muñoz Lozano
Juan Carlos Muñoz Tapia
Andrés Nieto Cortés
Javi Parejo Jiménez
Diego Parejo Jiménez

Tiempo empleado: 5 h. 14 m. 6 sg.
Velocidad Máxima: 71,9 Km/h.
Velocidad Media: 18,9 Km/h.
Parciales: 99,36 Kms

Recorrido: Plaza de España, Carretera de Cáceres, Huerto Juárez, Pista de Malmedra, Pista del Canal Secundario, Ermita de San Bartola, Almoharín, Valdemorales, La Zarza, Estación de Radar y regreso.

Videos:
primer video:
http://www.youtube.com/watch?v=yaSGytGOoiE
segundo video:
http://www.youtube.com/watch?v=RXFBcxZy5Gc
tercer video:
http://www.youtube.com/watch?v=jZEVXGPpjtY
cuarto video:
http://www.youtube.com/watch?v=7vQ38zH94bI


Comentario

Con los ánimos encendidos por el viaje a Guadalupe del pasado domingo, los Perrigalgos a bien tuvieron lanzarse al fuego de una vez, porque iba ardiendo ya en la sangre tanta polémica con la dureza de la dichosa subida a Cancho Blanco, como dice el amigo Pedro Carrasco (léase La Bola), y proponer de esta guisa el recorrido de este primer domingo de octubre a dicho promontorio.

Hubo que salir temprano, como en el anterior recorrido, pues era más largo de lo habitual, rozando, según se pudo comprobar, los cien kilómetros, con el agravante de la citada subida del Puerto de Valdemorales, en primera instancia, y más tarde el de la subida a la Estación del Radar. A las ocho menos cuarto, con puntualidad absoluta partimos desde la Plaza un grupo de diez personas, con las luciérnagas rojas en las espaldas, los que las llevaban, y a rebufo suyo el resto de los componentes del grupo, pues aún la claridad del alba era más bien escasa.


En la ermita de San Bartolo se nos unirían, algo más tarde el resto de los componentes del grupo que se detallan anteriormente, y con la novedad de un nuevo acompañante, en este caso el amigo Evaristo López, que a la postre no tuvo mucha suerte porque poco después de incorporarse sufrió un reventón que no se pudo arreglar de ninguna manera (me gustaría que alguien pudiera explicar exactamente lo que pasó con la historia de la válvula) y hubo de quedarse en la ermita de San Bartola esperando al resto de los componentes.




Las primeras pedaladas fueron muy emotivas, pues aún la gente no sabía a lo que se enfrentaba, y sólo reinaba en el grupo la ilusión de partir a ese objetivo tan manoseado por la cháchara y la controversia de la dureza del mismo, tanto y cuanto por ciento de desnivel y tal vez porque hacía bastante fresquillo y animaba a dar pedales. Nos fuimos por el Huerto Juárez y por la pista de Malmedra, para abandonar ésta, casi al final, antes de incorporarse a la autovía, y tomar otra pista de tierra, que en tiempo nos enseñó Juan Manuel Barroso, auque algunos ya la conocían, y que pasa por debajo del puente de la autovía a la orilla misma del río Búrdalo. Dicha pista o camino va a salir al Trescientos Uno, y de allí tomamos de nuevo otra pista asfaltada, la del canal secundario o pista del Palomar, hasta llegar a la carretera de Cáceres, a la altura de la ermita de San Bartolo.


Allí nos esperaban el resto de los componentes del grupo, como he indicado anteriormente, y rápidamente se incorporaron al compás de nuestras pedaladas, acción que no duró mucho tiempo, porque Paquito pinchó tan pronto cruzó el puente del río. ¡Vaya por Dios, primera incidencia del día!

Y durante el corto espacio que duró enderezar aquel entuerto, las mente no tuvieron otra cosa que relajarse y pensar en aquel macizo montañoso que se divisaba al frente, al tiempo que algunos comentaban: - ¡Menos mal que hay niebla y no se ve la Bola! o ¡Cojones, sí que estará alto que ni se ve la Bola! En fin no quiero ser pájaro de mal agüero, pues ya toda ha pasado, y anotaremos una bonita página de nuestros recorridos en el blog, pero me dio la impresión que a partir de aquí hubo unos momentos de desaliento, en los que las bicicletas parecían estar paradas y los caracoles matutinos gateaban por los radios de las bicicletas.


"La Bola oculta bajo las nubes"

Y cuando parecía que se iba animando la cosa, pues habíamos comenzado la subida del primer puerto, y había que dosificar el esfuerzo y los ánimos, tuvimos el percance antes aludido del reventón de Evaristo que hubo de darse la vuelta. Para entonces el pelotón ya se había desmadrado en exceso y nadie sabía muy bien lo que pasaba.

Intenté regresar para unirme a los del final del grupo, me iba cruzando con todos, y no me enteraban muy bien de lo que me decían, el caso es que me tuve que dar la vuelta porque ya no veía a nadie. Luego miré para atrás y ve que venía uno de los nuestros y paré un poquito la marcha para que me adelantara. Era Javi Parejo que fue el último que se quedó para auxiliar a Evaristo y el que me explicó lo que había pasado, pero que como indico anteriormente, no me enteré muy bien.

Por fin, en el cruce de la Zarza, por suerte nos esperaban todos los componentes del grupo y así fuimos pedaleando ligeramente hacia la localidad de la Zarza, que tienen una poquita de bajada.
Ya en el pueblo paramos de nuevo a la altura del crucero de piedra que está a la altura de la carretera donde comienza la subida a la Bola.

Reagrupamiento en Zarza de Montánchez

Se meó, se comió, se repusieron energías, se hicieron comentarios de todo tipo y por fin se comenzó la subida, que al principio es casi llaneo y a los dos kilómetros empieza a empinarse paulatinamente, hasta alcanzar aquellas rampas tremendas donde el grupo se rompió totalmente y ya cada cual puso el desarrollo que le pareció oportuno para subir a su ritmo.


"Vaya tela, "casi na", un 14%"

Dispersos todos por doquier poco puedo contar de las penalidades que cada cual sufriera, pero estoy convencido de que al final estas penalidades se tornaron en unas sensaciones tremendas cuando se pudo comprobar y cada cual pudo comprobar que tuvo un final feliz, ya que absolutamente todos, incluidos los más pesimistas, consiguieron su objetivo, y algunos incluso más de su objetivo, porque posiblemente algunos pensaban conformarse con llegar a la Zarza.


Nos acompañaba en la subida un chaval de Mérida, Manuel Liberal, conocido de mi hermano Aurelio, que había viajado hasta allí para hacer dicha subida y no pudo tener mejor compañía. Sinceramente pensé, y ahora me arrepiento de haberlo pensado siquiera, que algunos no llegarían, al verlos pedalear penosamente por las primeras endiabladas pendientes, pero al parecer superaron aquellos primeros momentos de penuria, según comentaban algunos: -¡Hasta que coges el ritmo, luego ya es coser y cantar! – y por fin consiguieron salirse con la suya.






Pablo Carrascosa estaba tremendamente fuerte y tiraba como una locomotora, pero no conseguía perderle de vista y eso me animaba y me daba fuerzas. Por fin llegó a mi vera, Pedro Carrasco, mi compañero de aventura, la locomotora Diesel, que me acompañó unos momentos hasta que tuvo que tirar para ver si daba alcance a la primera locomotora. Javi Parejo, se quedó tan sorprendido cuando vio aquellas vistas tan impresionantes, que en lugar de tirar con los dos primeros, se recreaba haciendo fotografías a unos y a otros, y al paisaje que no cesaba de sorprenderle, unas fotos preciosas por cierto.


Paquito también iba muy fuerte y aguantó aquella avalancha que se le echaba encima, hasta que tuvo que relajarse un poco y subir a su ritmo. Yo me encontraba muy bien y trataba de seguir la estela de los endemoniados de la cabeza, pero sabía que debía mantenerme al margen de aquella disputa, y seguir a mi ritmo, por lo que me enganché al tira y afloja de Javi, ora pegaba un buen tirón, ora se relajaba para hacer una foto.

Tuve la suerte también de que un lugareño que iba por allí con una guadaña me diera ánimos que venían bien y me dijera que ya faltaba poco, aunque ya era consciente de ello porque me conozco bien dicha subida. A la llegada, Javi nos fue haciendo sendas fotografías a los que íbamos llegando y algunas fotografías y algunas llegadas fueron verdaderamente emotivas.













"Con la Bola al fondo"
Reagrupados por fin todos nos hicimos la foto al completo y poco después se procedió a bajada con sumo cuidado a pesar de que alguno me da la impresión que bajaron como salvajes a tenor de los comentarios que se hacían al final.

Cruz en Zarza de Montánchez
Se propuso, yo pienso que con la euforia que tenía el personal, que fuéramos a ver al Encina Terrona, y allí no espetamos, para hacernos otra foto y regresar enseguida que ya se iba haciendo tarde.

"En la Terrona"

"El objetivo cumplido en la cumbre"

Se comentó, al parecer, que los que tenían que ir en bicicleta hasta el pueblo tirarían para delante sin esperar.

Pero yo que no escuché aquella observación, me quedé esperando a Emiliano para ir juntos hasta el cruce, donde esperaban los compañeros que irían en el camioncillo desde San Bartola.
Así que del regreso bien poco puedo contar, ya que vine solo todo el camino luchando no solo con mi soledad, a la que estoy acostumbrado, sino contra el airazo que hacía, que a este sí que no me acostumbro.

La próxima al Piornal.

Por Flore

3 comentarios:

  1. Hola maestro es todo un placer el poder leer todas las semanas vuestros recorridos en bicileta, pero dejame que te rectifique y te diga que NO ES LA ZARZA es ZARZA DE MONTANCHEZ, LA ZARZA ES LA DE ALANGE. Saludos desde Trujillo.
    Paquita.

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  2. hola ,soy Alberto,solo daros la enorabuena por la subida ,y preguntar cuando empezais con las rutas de los principiante porque me esta dando miedo volver al grupo estais echos unas makinas
    venga saludos

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  3. Ayer, 19/2/2012 subimos Miguel y Miguel, con algunas variantes, al llegar a Conquista (pasando por debajo de la Autovia) tiramos por la pista que llega Sopetran y de ahi a Almoharin, de aqui a VAldemorales y llegando al cruce de La Zarza de M.(en el deposito)cogimos una verea que llega a un camino y este a la carretera de subida a la "BOla",la subida tremenda 1:1 de desarrollo, y la bajada preciosa hasta Valdemorales por Caminos desde el mismo punto de la carretera en que empezamos a subir. En la bola vimos la pintada de "los Perrigalgos", total ida y vuelta desde SAnta Amalia 4 horas y media montado en bici

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