martes, 4 de mayo de 2010

Juego de Orientación II

Jornada de pedaleo intensa, y por primera vez nos encontramos con cuatro crónicas distintas para narrar la peripecias de este grupo de bicicleteros, que cada día salen a rodar con mayor ilusion y ganas.

La experiencia de este Domingo ha sido muy interesante, entretenida y bonita.
El grupo al completo le da las gracias a José Carlos, José Joaquín, Marcos y Pablo por el exito de la organizacion de la jornada.

Es conveniente no dejar de leer ninguna de las crónicas, ya que cada cual ha plasmado las experiencias de su equipo respectivo, con anécdotas incluidas.


Domingo 2 de mayo de 2010

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1ª Posición
Equipo B

Florencio Benítez-Cano - (Cronista)
Moisés López Calle
Juan Carlos Muñoz Tapia
Javi Parejo Jiménez
Santiago Sánchez Díaz


Tiempo empleado: 2 h. 46 m. 45 sg.
Velocidad Máxima: 50,9 Km/h.
Velocidad Media: 18,3 Km/h.
Parciales: 50,91 Kms


Recorrido: Plaza de España, Carretera de Cáceres, Canal de Orellana, Camino del Borril, Mesa del Capitán, Casas de Alico, Carretera Vieja de Madrid, Venta de la Guía, Minas de la Parrilla, Canal de Orellana, Las Monjas, Huerto Juárez, Carretera de Cáceres, Plaza de España.

El comentario que puedo hacer de esta jornada solo cabe que sea de mi equipo con el que pedaleé a duras penas para poder quedar, dentro del desenfado y de la sana competición, en el lugar más alto. Si acaso decir que el siguiente grupo que salió nos pisó los talones en algún momento de la prueba y que de regreso a casa con el objetivo conseguido nos cruzamos con el resto de los demás equipos.

No sé si lo han echado a suerte o ha caído la cosa así, el caso es que me tocó, a mí el catalo del grupo, con el más joven también del grupo, sería posiblemente para equilibrar la balanza, de catorce a sesentaiún años, con una media de 36 años por participante.

Desde estas páginas mi más profundo agradecimiento, en mi propio nombre y en el de mi equipo, a José Carlos, sobretodo, que le pusieron una J al necer, y a su socio, José Joaquín, al que le pusieron dos J al nacer, por lo bien que se lo han currado y por ese puzle tan maravilloso de Alico que tuvimos que formar con la palabra : PE-RRI-GAL-GO.

La arrancada fue tremenda, con el gran Javi y el pequeño Moi a la cabeza nos vimos negros para seguirlos, no sólo al principio, sino en todo momento de la prueba por el ritmo que impusieron y por los ánimos que nos daban en todo momento a los tres perrigalgos restantes del grupo que los seguimos a duras penas.



Desconfiados al principio, sin encontrar impacientes alguna señal de la prueba, se nos hacían todos señales, cualquier plástico colgado de un árbol o una señal de la pista del canal, hasta que por fin vimos un cartel precioso, con el anagrama de la Peña, y ya respiramos todos de alegría, pedaleando ahora con más énfasis, aunque atascados en las arenas del camino, los charcos o el barro, llegando de esta guisa hasta el huerto del Borril, donde descubrimos la primera prueba, preciosa: Hubimos de saltar la alambrada, con pinchos, sortear el espeso follaje herbáceo, rodear pantanos imprecisos y por fin llegamos al pozo donde hubimos de hacernos una foto de familia: el padre, la madre con el hijo en brazos, el perro y el gato. Creo que ha salido preciosa, ya la colgarán en el blog de la peña, espero.



Con más ánimos que fuerzas, por la prueba superada, subimos a trancas y a barrancas, la Cuesta del Borril, y al cabo de un rato, ya en la Mesa del Capitán, el par de pollos ya nos sacaban casi un kilómetro a los tres mosqueperriglagos. Luego nos equivocamos de camino, y hubimos de regresar sobre nuestrso pasos, al tiempo que el grupo segundo se nos echaba encima, menos mal que conseguimos llegar a la tapia de lso pinos, donde el socio, José Joaquín, nos esperaba para pisar el alambre y que pudiéramos pasar a placer.

En la Casa de Alicia, la cual nos esperaba con sus pequeñas, dilucidamos la segunda prueba y enseguida, una vez que nos hicimos la foto necesaria, bajamos a toda leche por el camino polvoriento y recientemente adecentado, luego por la pista asfaltada hasta llegar a la Carretera Vieja de Madrid y de allí a la Venta la Guía, donde hubimos de superar otra prueba: hacer una parodia referente al lugar donde estábamos y a su significado a través de la memoria histórica sobre el significado de aquel lugar. Allí nos esperaban otros dos perrigalgos colaboradores, Marcos y el Tato, para dar fe de haber cumplido dicha prueba con un video de la parodia aludida.

Seguidamente nos fuimos al Paisaje Lunar, los restos de la antigua Mina de la Parrilla, y allí tuvimos que resolver el próximo enigma que fue uno de los más difíciles, ya que había habido un error en una de las letras de las coordenadas, y además otra de las referencias estaba en el suelo, semitapada por una piedra, y que sólo se veía cuando regresamos de encontrar la otra señal.
Por fin llamamos por teléfono a José Carlos que nos dio la enhorabuena y nos indicó que teníamos cuarenta y cinco minutos para llegar al bar de la sede.

Así que pedaleamos con fuerza, a sabiendas de que ya no habría que resolver ningún enigma más, tan solo comprobar que aún nos quedaban fuerzas suficientes para terminar el recorrido.
En la sede esperamos a que llegaran el resto de los componentes de los otros grupos, para armar una algarabía tremenda, contando cada cual sus peripecias y avatares.
Y esto es todo.

Hasta la próxima.
Salud y felicidad.

Crónica de Flore Benitez-Cano.



2ª Posición
Equipo C

JUNTOS PERO NO REVUELTOS

Domingo pablos
Pedro Carrasco - (Cronista)
Jose Mari Almaraz
Alberto López
Antonio Indias

Hoy José Carlos ha dividido en cuatro grupos a veintitantos Perrigalgos y los ha “echado al monte”, no solo a que se cansen el cuerpo sino también la mente (había que devanarse los sesos con los malditos y enigmáticos acertijos).

A una peña nacida para la “deportividad y el compañerismo” es difícil cambiarle esos valores de la noche a la mañana y lanzarles a una desaforada competición, pero la gente supo cambiar el chips y desempolvar el espirito de competitividad que todos llevamos dentro.

Para una vez que coincido con Diego (por lo de la cámara) nos encuadran en equipos diferentes; qué se le va a hacer.

Quedo encasillado en el equipo C con José Mari, Domingo, Antonio y Alberto y salimos en tercer lugar.

En el canal de Orellana, circulando con dirección a Mérida como era la consigna, el grupo se desespera buscando la primera señal. Cinco pares de ojos escudriñan cada palmo del terreno. A propósito: A ver si adivináis en qué se parece un cocodrilo a un autobús del INSERSO. ¿Os rendís? En que un cocodrilo tiene dos ojos y cien dientes. Y un autobús del INSERSO, cien ojos y dos dientes. Una Llamada al “director de operaciones” nos costó una penalización de cinco minutos, que a la postre nos privó de salir vencedores. Más perdidos que la 10-11, la jornada iba para “merienda de negros” pero cuando encontramos la primera indicación, todo comienza a ir “sobre ruedas” y el ánimo cunde en el equipo que, ahora sí, pedalea con ahínco en busca de la siguiente posta. Superando dificultades orográficas (y de las otras) avanzamos sin apenas contratiempos.

En un cartel atado al tronco de una encina, se nos dice que nos dirijamos a la casa de Leopoldo Miller; menos mal que viene Domingo porque los demás no tenemos ni idea, no ya del lugar donde se encuentra, sino ni tan siquiera de que Leopoldo tenga una casa.

Allí estaba José Joaquín (ayudante en la intendencia con José Carlos) y Alicia. Buscamos las tablas, completamos el puzle, nos tiramos la foto y salimos zumbando en busca del siguiente objetivo.

José Mari cruza a toda mecha, intrépido, un charco hondo y Antonio, atrevido, trata de emularle. El primero lo salva sin complicaciones, pero el segundo clava la rueda delantera en un hoyo y sale lanzado limpiamente por las orejas de su cabalgadura, yendo a dar con los huesos en el suelo. Resultó ileso milagrosamente pero el grupo, tras el cerote inicial, no tuvo sino que romper a reír. Y es que ya lo dejó dicho Don Quijote: “Cuando la valentía cruza las lindes de la temeridad, es más locura que fortaleza”.


En el paisaje lunar de La Parrilla, José Carlos nos entrega un mapa con unas coordenadas y nos lanzamos a la caza y captura de las cuatro partes que, al juntarlas, forman “las partes” de una mujer (las pudendas, concretamente).

Concluida la última prueba, nos volvemos para el pueblo al paso más rápido que nos permiten las piernas. Al final nuestro equipo termina en segunda posición. Pero eso es lo de menos. Inconscientemente se entierra el espíritu competitivo y aflora el compañerismo. En las caras se pinta la satisfacción de haber pasado una jornada de ciclismo diferente y entretenida.

Y con una cerveza fría en una mano y un montadito en la otra, eso ya es la hostia vamos.


Crónica de Pedro Carrasco Cuesta.


3º Posición
Equipo D

- Diego Parejo
- Lalo Muñóz
- José Manuel Benítez-Cano
- Javi “avería”
- Juan Luis Capilla (Cronista)
- Javi “tiko” (no comparece)

primer video:
http://www.youtube.com/watch?v=stMjl9FTABY
segundo video:
http://www.youtube.com/watch?v=QlLHh1dm8_4
tercer video:
http://www.youtube.com/watch?v=DceziTgClf4
cuarto video:
http://www.youtube.com/watch?v=jegd1NA-xRM

Derroche de imaginación, ilusión y trabajo. José Carlos nos ha vuelto a sorprender con una estupenda jornada, en la que hemos disfrutado como enanos intentando descifrar los curiosos acertijos y rompiéndonos la cabeza (y alguna parte más de nuestras bicicletas) para localizar las piezas de la sugerente “nave espe/acial”.

Enhorabuena a todas las personas que han colaborado para conseguir que el juego haya podido desarrollarse perfectamente: El socio cuyo nombre tiene dos, José Joaquín, Tato y Marcos (me alegro personalmente de que vayan poco a poco teniendo presencia entre nosotros), la madre de mis hijas (felicidades a ella y a todas la madres) que durante todo el sábado estuvo viéndome la paciencia, con el fin de que desistiera de participar en el juego, para pasar el día en otro sitio y, para mi sorpresa, estaba involucrada en el tinglado, aquellos/as que, de alguna manera hayan colaborado y, como no, nosotros, que acudimos en masa, ilusionados con este tipo de actividades, que son una acertada alternativa a las rutas domingueras.

Siguiendo la petición de José Carlos, el personal acude a la plaza con antelación al habitual horario. La organización dispone que los cuatro equipos, previamente diseñados con buen criterio, irán saliendo escalonadamente, con diez minutos de diferencia. El sorteo dispone el siguiente orden: B-D-A-C. Nuestro equipo es el D y se encuentra integrado por Diego Parejo, Lalo, Yeyín, Javi “avería” y el que escribe, ya que el otro compañero de Don Benito no puede venir, según nos comenta Javi.


Una vez salido el primer equipo, José Carlos nos facilita la información necesaria para el adecuado desarrollo la prueba. Deseosos de comenzar, cuando llega nuestro turno salimos raudos hacia el canal, dirección Mérida. Hay que poner freno al personal, que con ímpetu va excesivamente acelerado, en previsión de lo que nos podamos encontrar. Llegados al canal, comienzan las especulaciones, que si será por cuadradillo, error, que si será por Alico, nuevo error, a pesar de las marcas existentes en el asfalto, que por un momento nos hacen dudar.

El grupo comienza a impacientarse al no ver ninguna indicación y aflora cierto nerviosismo, por si se nos hubiera pasado alguna señal. Tal es, que nos llegamos a detener para supervisar una bolsa colgada en una señal de tráfico. Ya sólo quedaba el Borril, a no ser que nos quisieran mandar para San Pedro de Mérida. Efectivamente, cuando nos aproximábamos al camino, observamos la señal que indicaba el desvío. Se nos venía encima la cuestecita de El Borril.

José Carlos, siempre defensor de rutas suavitas y cortas que permitan disfrutar del pedaleo, nos estaba sirviendo la venganza bien fría. A los pies de la subida nos encontramos el primer acertijo, que nos permitiría conocer una letra, seguido de un número, debiendo anotarlos y, posteriormente realizar una fotografía del grupo que diera constancia de haber estado en el sitio. Subimos la cuesta, seguimos por la Mesa del Capitán y nos desviamos hacia el Pino de arriba, donde divisamos al grupo B, para, siguiendo las indicaciones, dirigirnos, según cartel, a la Casa de Leopoldo Míller (no se que dirá mi suegra al respecto). Bajado el cortafuegos, tuvimos que detenernos varios minutos a esperar a que el, a la postre, equipo ganador…realizara la prueba. Terminados éstos, nos dirigimos a la casa y es cuando me llevo la grata sorpresa de encontrar allí a Alicia y mis niñas. Comienzo a atar cabos y pienso, entre sonrisas, en cómo se había reído a mi costa el sábado. Allí se situaba la segunda indicación.

Continuamos por el camino viejo de Alico, al fin del cual aparece el tercer cartel indicativo que nos manda para la Venta de la Guía, donde se encuentran Marcos y Tato, encargados de grabar en vídeo a cada grupo representando una escena propia de cuando, tan singular construcción, cumplía su fin en tiempos ya lejanos. En este lugar coincidimos nuevamente con el grupo B. Resuelto el acertijo y recopiladas la totalidad de letras y números, sólo nos queda la última prueba en la Parrilla. José Carlos nos espera para darnos un plano del lugar y las oportunas indicaciones para completar el juego (los números y letras que habíamos recopilado, son coordenadas que sitúan el lugar donde se ubican las cuatro piezas que tenemos que recoger). A partir de aquí comienza nuestro particular “calvario”.

Encontramos con relativa facilidad las dos primeras partes del puzzle, pero la tercera se nos atraganta. A ello se hay que sumarle un pinchazo de Yeyín, una rotura de cadena de Diego y otro pinchazo mío. Y es que contando con tan insignes componentes en el grupo (Javi “AVERÍA”, Lalo, y este cronista accidental) estábamos “predestinados como Cornulio Caproni”. Finalmente conseguimos encontrar la tercera y cuarta parte del rompecabezas o rompeculo.

Aquí coincidimos con el grupo C y con ellos llegamos, al final del trayecto, donde esperaba ya el grupo B. En la sede se suceden los comentarios y anécdotas de la prueba, llegando todos a la conclusión de que ha sido una experiencia fabulosa. Habiendo completado el juego todos los grupos, los organizadores, tras una “larga y complicada” deliberación, proclaman la clasificación de la prueba, quedando como sigue:

1º. Grupo B.
2º. Grupo C.
3º. Grupo D.
4º. Grupo A.

Hemos quedado terceros. Al menos no últimos. Ese honor le corresponde al grupo de mi cuñado. Esperamos impacientes una nueva edición.

Crónica de Juan Luis Capilla



4ª Posición
“El Equipo A”

Andres Nieto
Juanma Barroso
Pablo Carrascosa
Jose Luis Jimenez
Emiliano Andrade -(Cronista)

Distancia recorrida: 53,5 km
Velocidad media: 19,6 km/h


En esta ocasión al tener en mis correos tres crónicas distintas, una para cada equipo participante, y como cronista oficial de las mismas, un componente de cada equipo, sin más remedio me toca a mi narrar las peripecias de mi equipo, el “Equipo A”.

Con horario adelantado al habitual, por imposición del equipo organizador, los bicicleteros se van presentando en la plaza un cuarto de hora antes de las nueve, menos el desinformado o despistado de Andrés, ajeno al horario de salida de los equipos de forma escalonada. Para nuestro equipo la salida queda pospuesta a la cuarta y última posición con un retardo de 10 minutos entre cada equipo.

“El Equipo A” sale de la plaza a media mañana, y siguiendo las directrices marcadas en las instrucciones, raudo y veloz en dirección al canal de Orellana.

Llegados al canal empiezan las dudas y ante cualquier atisbo de señal, del tipo que sea, estamos deseosos de cruzar el canal y tirarnos al monte cual cabras montesas.

Cualquier señal sirve para crear la duda. Vimos un plástico, una piedra, una botella, pero nada, que al final nos decidimos por la señal de color rosa, por eso de la “intuición femenina” que marcaban las instrucciones facilitadas.

La marca aparecía muy clara en el suelo, o mejor dicho "muy rosa", incluida una flecha de dirección indicando sentido hacia Alico. Luis toca con la mano la señal pintada en el suelo e interpreta que es fresca y debe marcar la dirección adecuada.

Mis compañeros de equipo me apremiaban;

¡¡Apunta !! ¡¡ apunta rápido!!
“B-4” “B-4”
¡¡ Que si, que es esta la señal !!”
“¡¡vamos!!” “!!vamos¡¡”

Siguiendo nuestra “errónea intuición femenina”, nos lanzamos monte arriba hacia Alico y al pasar vemos una señal que pone 3ª prueba.


Después de recorrer medio Monte de Alico, decidimos volver sobre nuestros pasos de nuevo al canal para buscar alguna señal más fiable. Enseguida nos dimos cuenta que algo no iba bien.

Entonces rodamos direccion Mérida por la pista del canal hasta la conexión de la carretera vieja, y allí estaba tan placida la señal con el anagrama de nuestra peña en todo su esplendor.

Giro rápido en dirección a la cuesta del Borril, donde nos encontramos con la primera prueba con fotografía incluida, que el grupo acaba rápidamente entre las risas sobre la ocurrencia de las posturas que hay que hacer para tomar la fotografía (Perro, niño,etc).


Entre cabrones nos toca subir la Cuestecita del Borril, y también alguna cabra, que oportunamente se disponía, a cruzar el camino a nuestro paso un rebaño de cabras, obstaculizando más si cabe lo empinado del recorrido de la cuesta .

Llegados a las Mesas del capitán, el equipo tira fuerte buscando la casa de Leopoldo Miller en la cual se encontraba la prueba del mosaico, para la cual contamos con la ayuda de las hijas de Juan Luis que nos dieron alguna pista, ya que no encontrábamos algunas piezas.


Veloces en busca de la tercera prueba, la cual ya nos habíamos topado con ella cuando nos perdimos.

Después, el grupo tiro fuerte hasta la Venta de la Guía donde era obligatorio el reagrupamiento del equipo, para posteriormente hacer algunas muecas y historietas que yo a duras penas pude atisbar, pues ya iba bastante tocado.

Para controlar el reagrupamiento estaban Pablo y Marco, que por cierto pasaron un buen rato con las anécdotas de las pruebas que se hicieron.

Rápidamente el “Equipo A”, reemprende la marcha, y con la claves conseguidas durante el recorrido, José Carlos ya próximos a la Mina de la Parrilla nos facilita un plano y las coordenadas de los señuelos que había que conseguir.

Los dos primeros señuelos los conseguimos rápidamente pero el tercero, unido al pinchazo de Pablo que no conseguía arreglar, ya que tuvo que cambiar la cámara varias veces, y Pedro y Juanma venga a darle vueltas a la dichosa torre metálica, sin conseguir nada. Decidimos irnos a por el cuarto señuelo, que se encontró fácilmente y a la vuelta vimos el tercero que estaba apoyado sobre una piedra.

Una vez conseguidos todas las piezas rodamos por la pista a toda velocidad, intentando atrochar por Las Monjas, Malmedra, el puente del Búrdalo y a la Plaza por la calle del Salon Moderno.
El ritmo marcado a la vuelta fue tremendo, pero de nada sirvió, ya que nuestro equipo quedo relegado al cuarto puesto.

Que se le va a hacer, si nos lo hemos pasado de P.M, o como los indios, o mejor como
“El Equipo A”.

Gracias a José Carlos y al resto del equipo organizador por la jornada tan bonita que nos han hecho pasar.

Crónica de Emiliano Andrade Rodríguez

1 comentario:

  1. Simplemente decir "FANTASTICO" ,tanto el juego como todos los que participaron.Y sobre todo a esta estupenda organización .José Carlos, José Joaquín, Marcos y Pablo .La lástima es que se terminara digamos "tan pronto".Y lo triste es que se tenga que esperar otra vez para con el permiso de la peña Ciclista Amaliense,poder participar de nuevo.Muchas gracias a todos y con vuestro permiso me gustaría publicarlo en la web de Los Perdíos.Un saludo

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