lunes, 26 de abril de 2010

¿Dónde estará mi móvil?


Domingo, 25 de abril de 2010




Asistentes a la ruta:

Pablo Carrascosa
Alberto López
Gerardo Muñoz
Juan Manuel Barroso
Andrés Nieto
Juan Luis Capilla
José Luis Jiménez
José Manuel Benítez Cano
José Joaquin Gallego
Santiago Sánchez
Juan Carlos Muñoz
Jesús Beltrán
Antonio Índias
Diego Parejo

Etapa: 42.2 Km
Vel.media: 16 Km/H
Vel.máxima: 56 Km/H

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RECORRIDO:
Plaza de España,carretera del Sajonia,Cuadraillo,Cuesta la Novia,Mesas del Capitán,Las Mezquitas,Rugidero y lo mismo pero pá tras.

COMENTARIO:

Ya es casualidad que de los cuatro cronistas habituales no venga hoy ninguno con lo que no me queda otra que escribir yo la crónica de hoy ( esperemos que no salga muy chapuzera ).
A las nueve menos diez me presento en la plaza y por primera vez en casi dos años llego el primero y sin representación de los de mi barrio, Los Barrillos. Pedro y mi hermano se han ido a Guadalupe andando cumpliendo así la promesa de Jorge. Pancho y Moi no sé dónde andan.

Poco a poco van uniéndose perrigalgos y se empiezan a escuchar los primeros comentarios “ hoy has venido tú, Pedro Carrasco no viene”, y es que tiene tela que todavía no hemos coincidido en todo el año.


Hoy no sabemos donde ir con lo que el Triki se anima y pone la ruta, decide ir a las mezquitas. Mención especial merece José Joaquín que ha vuelto al grupo y aunque se dio la vuelta se metió el cuadraillo y la cuesta la novia entre pecho y espalda.


El grupo marcha muy bien e incluso en el cuadraillo la gente no se distancia mucho quizá guardando un poco de fuerzas para, como dice Juanma, comernos el segundo plato que en este caso es la cuesta la novia. Subimos como pudimos y ya en las mesas del capitán nos desviamos para la bajada de las mezquitas, todos menos José Joaquín que siguió para adelante y bajó la cuesta del borril.


Ya en la bajada de las mezquitas Juan Luis y yo bajamos de una manera endiablada hasta que de repente escucho ¡BOOM! ¡me cago en la……!, un reventón del quince en la rueda de Juan Luis. Arreglamos el pinchazo y continuamos la marcha. La siguiente anécdota viene en el arroyo, la gente cruza como puede pero más de uno da con sus pies en el agua con el consiguiente cachondeo de la peña, ( ahí viérais al amigo Andrés dando cozes como un burro en celo).


De ahí nos fuimos derechos al rugidero pero por lo que se ve nos han quitado el chivato (los bidones del árbol) y nos pasamos pero como no hay mal que por bien no venga, descubrimos un paisaje nuevo, que es por donde entran los senderistas que vienen de Cornalvo. Una vez allí nos tomamos nuestro obligado piscolabis y nos hicimos las fotos, que ante la ausencia de nuestros fotógrafos, le tocó al amigo Lalo.


Una vez allí y preparados para continuar la marcha por los Lomos, Pablo se da cuenta de que a perdido el móvil ( de ahí el nombre de la ruta ) con lo que decide volver por donde ha venido y tratar de encontrarlo.

En un principio y ante la insistencia de Pablo íbamos a continuar la marcha como estaba prevista pero otra vez imperó el compañerismo del que hace gala nuestra peña y decidimos acompañarle para ver si así, habiendo más ojos, conseguimos encontrarlo, pero ni por esas. Continuamos nuestra marcha y nos volvemos a encontrar el dichoso arroyo, otra vez pies al charco, y aquí merece mención especial el Yeyito, que consigue hacer pleno y no mancharse ni a la ida ni a la vuelta, y Juan Carlos, que tres huevos le importa, y va con tó la pachorra andando por todo el charco ante el deleite de la parroquia, le den las dos orejas y el rabo.


Ya poco más hay que destacar, decir que subimos las mezquitas más despacio que nunca ( por lo del móvil y eso) y bajamos las dos cuestas que antes coronamos, léase cuesta de la novia y cuadraillo. Ya llegando a San Isidro y viendo que el grupo iba muy pero que muy relajado, el Triki decide subir y lo hacemos por la cuesta de tierra, con lo que lo hicimos de muy buen gusto y una vez arriba decide bajar por la cuesta de tierra de la derecha, cuesta que no habíamos bajado nunca y que sinceramente no me gustó porque pienso que una subida tan dura merece una bajada de las buenas, pero bueno hay que probar de tó.


Me estoy alargando un poco, ya llegamos ancá Moniato y nos tomamos nuestro merecido refresco y un aperitivo nuevo que en este caso fueron cuatro platos de patatas al oli-oli y un plato de croquetas,( no te pases Alejandro que llegamos a casa comidos……).

Sólo añadir que cuando nos íbamos a casa se me rompió un eslavón de la cadena y me tuvo que remolcar Lalo hasta casa, "GOD SAVE TO LALO".

Dar desde aquí mi enhorabuena a los valientes que fueron a Guadalupe andando que entre ellos hay cuatro perrigalgos, Javi, Pedro, Tato y Mario.

Diego Parejo.

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