martes, 11 de mayo de 2010

DE AGUA Y BARRO HASTA LAS OREJAS


Domingo, 9 de mayo de 2010.

Asistentes a la ruta:

Emiliano Andrade
José Manuel Benítez-Cano
Juan Luis Capilla
Antonio Indias
José Luis Jiménez
Andrés Nieto
Alberto López
Diego Parejo
Javi Parejo
Juanma Barroso
Juan Carlos Nieto
Florencio Benítez-Cano
Domingo Pablos
Pedro Cuesta
José Carlos Escobar
José María Garrido
Amigo de Juan Carlos
German . . . . .. Calvo

Hora de salida: 9:00 h.
Hora de llegada: 13 h.
Tiempo empleado: 3:13 minutos
Velocidad máxima: 49,9
Velocidad media: 16,7
Distancia recorrida: 53,600 km

Recorrido: Plaza de España, EX 206, Sajonia, Canal de Orellana, Camino de Cuadradillo, Cuesta de Castillejos, Castillejos Reunidos, Castillejos Reunidos, Camino de los Eucaliptus, Arribes del Aljucén, Camino de Valdelasyeguas, Castillejos de Abajo, El Entalle, Camino de Cuadradillo, Canal de Orellana, Cruce del Sajonia, EX 206, Plaza de España.

Primer video:
http://www.youtube.com/watch?v=z8X42l_LmIs

Segundo video:
http://www.youtube.com/watch?v=pmplbx_iPas

tercer video:
http://www.youtube.com/watch?v=wIK4Pwqd7TA

cuarto video:
http://www.youtube.com/watch?v=8yDpfTyz2tU

En las últimas salidas, por circunstancias diversas, los cronistas oficiales no han realizado su labor, motivo por el cual, estamos saliendo a la palestra algunos componentes del grupo. Me inicié en la crónica del juego de orientación y vuelvo a realizar la de esta etapa.
Nos reunimos en la Plaza a la hora habitual un nutrido grupo de perrigalgos, con dos nuevas incorporaciones ( Germán ….. Calvo y el amigo de Juan Carlos, que le invitó este domingo a compartir con nosotros una ruta. También se une, después de mucho tiempo, José María Garrido, que ya ha sido padre (Felicidades) y, cumplido ese pequeño trámite, considera que es el momento de volver.



El día amanece nublado, con probabilidades de lluvia, según las diversas informaciones meteorológicas. A pesar de ello, somos 18 en la salida, todos dispuestos a mover desarrollo, sin barruntar lo que se nos avecinaría. A la hora de establecer el recorrido, Juan Carlos propone realizar una ruta atractiva, para agasajar al invitado, y surge el nombre de los Arribes del Aljucén. Dicho y hecho, el personal se pone en marcha. Nada más salir a la carretera se observa como negros nubarrones se ciernen sobre el monte, justo en la dirección que llevamos. Pero como si de matadores en una tarde de corrida se tratara, sin miedo hacia el toro nos dirigimos.













Las predicciones aciertan de pleno, y poco antes de llegar a la cuesta de cuadradillo comienza a caer una fina lluvia. Flore decide en ese momento volver por donde ha venido, pues ya habrá mejores momentos para montar en bicicleta. En lo alto de la cuesta descampa. Y es que esta será la tónica de la jornada: Llovizna, claro, lluvia fuerte, aire, barro, mucho barro. Poco antes de subir la cuesta de los Castillejos Reunidos, Juanma se da también la vuelta, pues así lo tenía previsto.



No será el último, ya que Andrés, Emiliano, José Carlos y Antonio, en la cuesta infernal deciden poner fin a su recorrido. Los tres primeros porque, al parecer, han quedado para realizar una faraónica obra de ingeniería civil (el montaje de la llamada Carpa de los “Gome”). El cuarto, suponemos que para que los otros tres no vayan solos.







El grupo continúa por los ya conocidos parajes, entre lluvia y barro, hasta llegar al Aljucén, lugar en el que hacemos la preceptiva parada para avituallarse y hacer la foto de familia. Como no podía ser de otra forma, surge los comentarios de “!quien nos manda a salir en estas condiciones!”, “!si nos obligaran nos quejaríamos!” o “!aunque nos dieran dinero no lo haríamos!”. Pero una vez calados y rebozados en barro, ¿qué más da ya?





La vuelta es más de lo mismo, aunque hay que hacer mención a la nefasta jornada que tuvo José Luis. Se cayó, aunque sin mayores consecuencias, pinchó dos veces y entre medio hubo que inflar en varias ocasiones la rueda. El hombre se quejaba amargamente de que todo lo que le estaba sucediendo sólo podía venir propiciado por un castigo divino.



Una vez en la EX 206, con el viento a favor nos pusimos de momento en la plaza. Ya en la sede, cuando con tranquilidad observamos el aspecto de unos y otros, pudimos comprobar que éramos una imagen fiel de esos profesionales de la bicicleta que aparecen en reportajes de televisión después de haber recorrido una clásica de los Países Bajos (La Lieja-Bastogne-Lieja o La Flecha-Valona). Por cierto, allí estaban tomándose una cerveza, plácidamente, los ingenieros expertos en montajes de carpas, que tal como estaba el tiempo, había aparcado dicho cometido para mejor momento.







Tras el habitual tentempié, cada uno para su casa, a aguantar con las “orejas gachas” lo que, con razón, la parienta quisiera decirnos y a pegarnos una ducha con estropajo.
Conclusión: Como dijo Stevie Wonder, “si bebes, no conduzcas”. Como digo yo, “si llueve, no montes en bici”.

Por Juan Luis Capilla

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