lunes, 15 de febrero de 2010

JARA Y PEDAL


Domingo, 14 de Febrero de 2010



Asistentes a la ruta:

Emiliano Andrade
Juanma Barroso
Juan Luis Capilla
Pedro Carrasco
Pablo Carrascosa
Paco Cidoncha
Antonio Indias
Jose Luis Jiménez
Juan Carlos Muñoz
Lalo Muñoz
Andrés Nieto
Domingo Pablos
Javi Parejo
Alberto López
Pancho Velarde

Hora de salida: 9:00 h.
Hora de llegada: 11:59 h.
Tiempo empleado: 2 h 59 min
Velocidad Máxima: 50,3 Km/h.
Velocidad Media: 16,6 Km/h.
Distancia recorrida: 38,100 Kms.
Temperatura a la salida: + 2, 5 ºC
Temperatuta a la llegada: + 5 ºC

Recorrido: Plaza de España, Ctra Ex-206, Cruce del Sajonia, camino de cuadradillo, carretera vieja de Madrid, Venta la Guía, Mina de la Parrilla, Camino del “barro”, camino hasta los Castello, cortafuegos de la Finca de los Castello, camino de Cuadradillo, cruce del Sajonia, Ctra Ex 206, Plaza de España.


Videos: Nuestro cámara corresponsal hoy no ha asistido a la ruta, por lo tanto, no hay videos de esta dura jornada de pedaleo.

Comentario:

Nos hemos juntado quince Perrigalgos en la plaza a la hora señalada. Juanma pone la nota carnavalera al presentarse tocado con una especie de gorro, con una cresta roja parecida a la de una gallina clueca. La plaza está tan guarra que más parece que anoche hubiera pasado por ella una horda de hunos en son de guerra, con Atila al frente, que una muchedumbre de gente civilizada celebrando el carnaval.


Ha caído una pelona cojonuda y hace más frio que capando focas; solo nos faltaría que algún paisano en plan cachondo nos diga, al vernos vestidos de esta guisa: “Chacho, pero si el concurso de carnavales fue anoche”.

Arrancamos con dirección al Sajonia. El “ponente” de la ruta es Emiliano, que viene pertrechado con un manojo de planos, como si de un avezado explorador se tratara. Ha elegido una ruta por el monte cuyo itinerario nos cuenta a todos, pero pocos sabemos interpretar.


Cuando empiezan las primeras estribaciones de la cuesta de Cuadradillo, Emiliano vocea: “ Eh, pa la derecha”. Al poco de girar por un camino, se produce el primer incidente (¿o accidente?). Al cruzar un charco hondo, el que os escribe, hinca la rueda delantera en un hoyo y a punto está de dar la vuelta del carnero; al final, con suerte, solo he tenido que echar pie a agua (que no a tierra). Lo malo es el pie, que si antes ya estaba frio ahora ni le siento siquiera.

Paramos para reagruparnos y me doy cuenta de que, en el percance, se me ha caído el bidón (léase la botella de litro y medio de Acuarius).

Mientras el grupo de “notables” consultan los planos, Javi y Alberto vuelven para atrás a buscar la botella “perdida y hallada en el charco”.

Un poco más adelante, se produce un “aterrizaje” en toda regla; ha sido Emiliano quien, esquivando un charco, le ha resbalado la rueda delantera en una manguera y ha caído a plomo, como un fardo, poniendo los tocinos en el suelo. Algún cachondo comenta con morbo: “Qué lástima que no haya venido hoy Diego con la cámara, para grabar los costalazos”.


Subimos al castillo de La Parrilla y torcemos a la izquierda por un camino embarrado. Saltamos alambradas y portones cerrados, volvemos sobre nuestros pasos al llegar a caminos cortados, los expertos en topografía deliberan sobre el itinerario a seguir… y al final, la etapa cobra un tinte incierto, a caballo entre la ruta cicloturista y la aventura.


Andrés tiene problemas con el cambio (y con el “tercer punto”) y solo puede usar el plato grande.


Enfilamos por un simulacro de sendero lleno de jaras con lo que, al igual que don Antonio Machado, también nosotros hacemos “camino al rodar”.

Al copar un alto donde hay una bifurcación de caminos, alguien le pregunta al “director de ruta” por dónde seguir. Y Emiliano, que no había recuperado aún el resuello de la cuesta, solo acierta a hacer una indicación con la mano que se interpreta, sin necesidad de ser un lince, como “todo tieso”.



Topamos con una puerta de hierro alta, pintada de verde. Enseguida Javi se encarama encima para pasar las bicicletas por lo alto. Paco, al verlo, se lo recrimina haciendo gala de sus recurrentes ocurrencias: “¡Pero qué bruto eres! ¿Tú qué tienes, una carpintería o un molino?” Y es que la alambrada, a ambos lados, está mucho más baja que la puerta para pasar las bicis con mayor facilidad.

Nos comemos el piscolabis y nos retratamos. Mientras, Emiliano vuelve a extender los planos de marras, marcando con un dedo nuestra posición y dilucidando si coger hacia la derecha o hacia la izquierda.


Finalmente, los que conocen estos parajes, se decantan por una ruta conocida, dando por terminada la parte exploradora de la etapa, para volver bajando por el Cuadradillo, Canal de Orellana y carretera del Sajonia, ya para casa.

Rodamos a buen ritmo y entramos en el pueblo todos agrupados. Son las doce, pero el reloj de la villa marca las cuatro y cuarto, no sé de qué día.

En la sede, reponiéndonos del esfuerzo con el refresco y el bocata, se departe sobre futuras rutas. Javi busca “valientes” para afrontar la difícil ascensión de La Bola esta primavera. De momento, no encuentra muchos seguidores para tan exigente empresa. Seguiremos informando…

FDO.: PEDRO CARRASCO CUESTA.

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