Fotos:
Hace tiempo que pedí escribir la crónica de esta ruta, de este
III MEMORIAL JOSÉ MIGUEL LOZANO, y una vez puesto en el ajo, y sentado
tranquilamente delante del ordenador para empezar a narrar los hechos que han
sucedido en el día de hoy, me surge la principal duda, ¿Cómo se narra una ruta
de 250 ciclistas mas otras 100 personas que acompañan, entre familiares,
amigos, etc.? Pues la respuesta es muy sencilla, en primer lugar se narra dando
las gracias.
Y digo dando las gracias porque hay muchos tipos de eventos
ciclistas, rutas cicloturistas, carreras de competición, rutas retro, maratones
btt, pruebas de xc. Y de entre todas, para este que suscribe sin lugar ninguno
a dudas, esta es la mejor con diferencia. Y no, no es la mejor por la
vistosidad de los paisajes, ni por los lugares por donde transcurre, o por la
cantidad de gente que la realiza, lo que la hace única sin duda alguna, es la
disposición de la gente, familiares, amigos, compañeros de grupeta del gran
José Miguel. A colaborar y ayudar en todo lo posible para que este memorial sea
todo un éxito.
Gracias por supuesto a sus padres y familiares, por mantener de
este modo tan bonito, avivado el recuerdo de una grandísima persona como era
José Miguel. Gracias a su esposa, que se desvive en atenciones para con todos
los que hacemos esta ruta, manteniendo ese carácter tan afable que ella tiene,
y siendo el pilar fundamental sobre el que se forja este evento, lógicamente
junto a sus padres y demás familia como he dicho antes.
Al club ciclista Don Benito, gracias y mil gracias por ser los
encargados de llevar el memorial por el buen camino, de encargarse de la parte
técnica de la organización, y de estar en todo momento atento a los corredores,
para echarlos una mano en momentos de flaqueza.
A los Perrigalgos por no faltar a la cita, por arrimar el hombro
en todo lo posible trabajando de lo lindo y dando por supuesto el toque de
locura y alegría que ponen en todas y cada una de sus salidas.
Y sin querer pecar en olvidarme de alguien que seguro que lo haré,
gracias a Chicas Biciclos, Los Jarones, Cuadrado Team, Los Matracos, La Pájara,
etc. Y a todos y cada uno de los amigos
de José Miguel que marcan esta fecha en rojo en su calendario, incluso cogiendo
la bicicleta solo de año en año.
Y por supuesto a entidades, ayuntamientos, patrocinadores y
casas colaboradoras, por aportar su granito de arena, que entre todos
convertimos en esta montaña.
En fin, que ojala os podamos dar las gracias a todos durante
muchísimos años más.
Pues una vez puesto el traje de faena, toca narrar lo que una
persona puede narrar de una ruta de 250 ciclistas, es decir, su carrera, lo que
ha podido ver y lo que ha podido sentir.
Y de este modo contaros que como siempre llego a la plaza con el
tiempo justo, es más, llego cuando mi peña está preparándose para la foto, y
para no perder tiempo me tiro con bicicleta y todo delante de ellos para poder
hacernos la foto de familia.
Empieza el memorial, con un respetuosísimo silencio en el corte
de la cinta por parte de la madre de José Miguel, que se rompe como no puede
ser de otro modo con el aplauso de todos los asistentes, mientras que en las
caras de los más cercanos y allegados se dejan caer más de una lagrima, y es
que por mucho que reconozcamos que es un día muy bonito, sabemos de más, que es
un día que ojala no tuviéramos que celebrar.
Con el pistoletazo de salida nos ponemos en marcha, la mañana
está fresca pero no lo suficiente como para llevar chaquetas, manguitos,
chalecos ni nada por el estilo, y mira que yo soy friolero. Aunque también es
verdad que a lo mejor algún que otro madridista de los que efusivamente se
bañaron en la fuente la noche anterior no piensa lo mismo que yo, porque si
bien la cosa no está para abrigarse, tampoco es que esté para baño en la
fuente, y Rony es el primero en acusarlo, Alfonso y Diego son más prudentes y
por lo menos a mi no me lo cuentan.
Llegando a la avenida de Ordizia empiezo a buscar referencias
con mi compañero de ruta, hoy la misión es clara y concisa, conseguir que el
marido de la lotera del pueblo llegue a la cima de Montánchez dando pedales, y
sano y salvo claro, sin caerse, que la bici es mía. Pero inconsciente de mí que
el de los madriles se me envalentona y me pega un par de latigazos para irse a
la cabeza de carrera.
Es en esas donde dejo pasar a gente, buscando a otro gran amigo
que nos acompañaba hoy, el compañero Dudu de Palazuelo, su hermano Salva por
motivos que no vienen al caso, al final no ha podido asistir a la ruta, y os
puedo asegurar que eso se ha notado, digamos a modo de ejemplo que si hubiera
venido, ahora para mencionarle me bastaría decir “el que se pasó toda la ruta
dando voces y tocando el timbre”, y con eso, todos vosotros sabríais quien es.
En uno de los muchos vaivenes que tiene una ruta de este tipo,
me adelantó Toni, hoy los tres hermanos Nieto Calderón pedalean juntos, y
cuando no hemos llegado ni a la altura de Valdehornillos ya me han picado dos
de ellos, menos mal que Diegui es un hombre como dios manda. El caso es que
Toni es famoso por su latigazos tipo Perico Delgado, y la duda de hoy era ver,
si con su flamante bici de carretera sería capaz de pegar los mismos arreones
que con la de Montaña.
La ruta transcurre tranquila, con el parloteo lógico entre
compañeros, y es a la altura de Vivares donde se empiezan a ver ya las primeras
bicicletas aparcadas en las cunetas, mientras que sus dueños sueltan, lo que
los que hemos jugado al futbol conocemos como la “meada del miedo”.
Torcemos en el cruce dirección Miajadas, y es ahí donde echando
un vistazo atrás te das cuenta de la cantidad de ciclistas que nos damos cita
hoy aquí, puesto que la cabeza de carrera andaba ya por la bajada del cambio de
sentido, y aun no habían pasado los últimos por la entrada de Vivares.
Desde aquí hasta Miajadas es tan solo un rodar tranquilo, con la
salvedad de la subida a uno de los cambios de sentido de la autovía, que es el
único lugar donde se da el soniquete ese tan característico de los cambios de piñón.
A la altura de impralsa me he vuelto a juntar con Toni, y además
ahora viene Oscar, al que le voy contando que el año pasado por ahí pude tener
una caída porque hay un bache muy grande en la carretera, el cual no vi, y por
el cual no quitaba la vista de la carretera. ¡Pues nada!, el año que viene eso
mismo lo podrá contar Oscar, porque él lo volvió a encontrar, con suerte por
supuesto de que no se cayera.
El pelotón se sitúa ya en la carretera de Almoharin, y aquí ya
la cosa se empieza a poner seria, la gente empieza a comer algo, beber y tomar
posiciones, porque la sierra ya se vislumbra al fondo, es en el último repecho
antes de llegar al desvío entre rutas donde empieza lo bueno, me arrimo a mi
compañero de ruta y le pregunto.-¿Qué pasa Miguel, como vas?.- y su respuesta
es clara y concisa. –“pa´lante”.
De este modo y viendo que el artista aceptaba el reto, nos
intentamos situar lo más adelante posible dentro del pelotón, puesto que el
ritmo de subida iba a ser lento y de este modo ganábamos algo de tiempo.
Pasamos Almoharin y comienza la subida, y el grito de guerra de sálvese
quien pueda se hace eco en el pelotón, lógicamente hay gente muy preparada
entre nosotros y pronto se empiezan a ver ciclistas alejándose en lo alto del
cerro. Echo la vista atrás en busca del socio y… ¿ya no está?, la madre que le
parió que solo hemos hecho 500 metros, pues nada, pongo intermitencia y dejo
pasar a gente, ¡¡mira, lo bueno es que ahora tengo más referencias para la
crónica!!
Los que suben buscando hacer un buen tiempo iban delante
nuestra, con lo cual, creo recordar que los primeros en empezar a pasarnos
fueron Los Matracos, pero para estos del ¡imposible, mis cojones!, una ruta
como la de hoy es casi un paseo.
Como no me quiero equivocar en el orden, y la verdad que tampoco
importa, después de estos comencé a escuchar una algarabía, y ante esto ya no
caben mas preguntas, ¡ahí vienen los perris!, y efectivamente, de cabeza quiero
recordar a Don Pedro, con su botella de aquarius. Creo que Pablo Carrascosa,
(que pedazo titán villuercas se cascó). Diegui, Javi Foz, etc. Perdonadme por
no mentaros a todos pero somos muchos.
En el tramo más duro entre Almoharin y Montánchez, donde hay un
carril para vehículos lentos pongo la vista atrás y veo que la cola de
ciclistas además de por delante, también se extiende mucho por detrás. Me
encanta, este tipo de pruebas donde vayas como vayas, deprisa, despacio, etc.
siempre vas acompañado de ciclistas con disposición a entablar una buena
conversación es algo espectacular. En este punto “Los socios” nos adelantan, a
Pancho se le ve fuerte, y a Tite con un pedalear algo más lento, pero como bien
le diría a muchos come brevas más tarde viniendo de Arroyomolinos .-¡que me tenéis
aquí detrás!-.
Seguido de “Los socios” venía el gran Julius, que se unió a
nosotros en Valdemorales y ya nos acompañaría el resto de la subida.
Llegamos los tres al cruce de la Zarza, con la idea en la cabeza
de que si bien, lo peor está por llegar, gran parte de la subida ya nos la
hemos quitado del medio. Desde aquí, hasta que empiece la subida a Montánchez
solo hay algún repechillo pequeño, y alguna bajada rápida también. ¡Bajar para
volver a subir!, que me decía Miguel.
Enfilamos el repecho del asador y es en este punto donde nos
cogen un buen grupo de ciclistas del club de Don Benito, vienen tranquilamente
de conversación, pero cuando dan el primer pedal del repecho, parece que hacen
un poco de silencio… que tendrán las cuestas, me arrimo a mis dos compañeros de
viaje y les digo .-¡apretad el culo que empieza lo bueno!.-
Pasamos el sofocón, y más adelante se nos suman al grupo Carlos
Cuadrado, su mujer Ana, y algunos compañeros más de su club que no conozco. Con
los que ya haríamos los dos o tres kilómetros finales de subida que nos quedan,
eso sí, parando por supuesto en la fuente para que mi compi se hiciera una
foto. ¡Porque había que parar por narices!, que me lo venía pidiendo desde más
abajo, mientras Ana me decía, .-¡Cualquiera para ahora, como pare no arranco!-
Foto, y para adelante, y ahí está, el final de la subida, no
tengo otro remedio que acordarme de José Miguel, y del famoso hachazo que
Miguel le metió en la Bola, y que coleará per saecula saeculorum. Y yo
pensando, como me lo haga a mi ahora le mato, je je, pero no, esta vez no.
Coronamos la subida los dos juntos y bajamos hasta el avituallamiento, donde me
espera mi mujer y mi hija, la verdad que para mí es una grandísima alegría que
me acompañen hoy.
Es momento para fotos, refrigerios, orines, y cosas varias, lo
complicado ya está hecho, y ahora hasta la vuelta a Almoharin es prácticamente
todo bajada, además la primera de ellas muy peligrosa, creo que mi máximo
bajando desde Montánchez a Almoharin fue de 50 kmts/hora o así, y aun con esas el
tiempo que me marca el strava en esa bajada es de los últimos. ¡La gente está
muy loca!
Llegamos con el pelotón agrupado a Almoharin, y este año por
motivos que no vienen al caso, el avituallamiento es en el polideportivo y
campo de futbol de la entrada del pueblo, la gente entra con alegría a por los
bocatas y la fruta. Buena combinación porque si a esa hora y con esos
kilómetros en las piernas algún año se le ocurren poner cervecitas fresquitas,
el furgón del CD Santa Amalia, y la furgoneta de Willy se nos queda pequeño
para traer a gente.
Nos hacemos la foto de rigor, para que quede constancia de lo
que comencé contando al principio de la crónica, y es de la cantidad de
personas que desde lo poco a lo mucho, arriman el hombro en un día tan señalado
como el de este memorial, seguro que allá donde estés compañero, estarás
orgulloso de todos ellos.
Con la panza llena retomamos la carretera, pero esta vez se hace
de un modo muy distanciado, y es que desde que salió el coche que encabeza la
carrera, hasta que salieron los últimos ciclistas del polideportivo pasó mucho
tiempo, lo cual obligó a reducir la marcha para que el pelotón se pudiera
reagrupar.
El ritmo dentro de la carrera ahora es tranquilo, y la gente lo
aprovecha para hablar y comentar la mañana. Pasando Miajadas el viento hace su
aparición con la intención de darnos el viaje de vuelta, puesto que azota de
frente una vez que nos ponemos en la carretera de Valdehornillos. De todos
modos, esto no se notó mucho, porque el coche mantuvo una baja velocidad lo que
obligo a rodar todos juntos, pero si lo notaron aquellos que pararon, bien para
orinar, bien para arreglar algún pinchazo.
Fue en este tramo donde creo que hubo alguna caída, de hecho
esto no lo sé con seguridad, pero hablo en nombre mío, y lógicamente de todos
los compañeros que compartimos la ruta, al decir que esperamos que fuera lo
menos posible, y les deseamos una pronta recuperación.
Estamos llegando al pueblo y es a la altura de Tomalia, donde el
amigo Luis quiere quedar como un caballero y viene hacia atrás en busca de
María Jesús, su mujer, ¡ que joio, ahora viene a hacer la pelotilla!, ya
llegarás a casa pájaro.
Entramos en el pueblo y seguimos la ruta hasta el cementerio
donde se procede a depositar en la tumba de José Miguel un ramo de flores, creo
que esta ultima parte no necesita narración, puesto que todos sabemos que ahí
el corazón se encoge, y las emociones se ponen a flor de piel. Sencillamente
por eso, porque es un día, el cual todos marcamos en rojo en nuestro
calendario, pero que en el fondo sabemos, deseamos y anhelamos que nunca,
jamás, hubiéramos tenido que celebrar.
En el tema personal, me gustaría añadir varias cosas, la
primera, lógicamente es desearos mucha suerte, puesto que seguro que si estáis
leyendo esto, o sois ciclistas, o familiares, o amigos de ciclistas, y viendo
que ponemos en peligro día tras día nuestra vida, por una afición tan bonita
como esta, solo cabe, como he dicho antes desearos mucha suerte y pediros que
pongáis mucha atención.
La segunda, que cerré el circulo, hace tres años cuando casi ni
me arrimaba a una bicicleta, fue mi amigo del alma Miguel quien me convenció
para pedalear en el primer memorial. Una gran desgracia, y el ánimo de un amigo
que me han metido de cabeza en un mundo maravilloso como es el ciclismo. Y eso
lógicamente tenía que devolvérselo, ¿Cómo?, haciendo todo lo que estuviera en
mi mano para que él también pueda decir que ha conseguido completar el memorial
de su hermano.
Espero haberos narrado este día del modo más ameno y detallado
posible, se que se me queda mucha gente por fuera, pero no me lo tengáis en
cuenta, el año que viene nos vemos en la ruta y me lo decís.
Un abrazo muy fuerte a todos y nos vemos dando pedales.
Crónica Juanma |
Espectacular Juanma, nada mas que añadir
ResponderEliminarRuta especial, cronista especial, de momento las tres crónicas nos la habeis narrado tres personas muy cercanas a José Miguel y eso se nota.
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