miércoles, 7 de junio de 2017

¡GRACIAS!



Fotos:
Hace tiempo que pedí escribir la crónica de esta ruta, de este III MEMORIAL JOSÉ MIGUEL LOZANO, y una vez puesto en el ajo, y sentado tranquilamente delante del ordenador para empezar a narrar los hechos que han sucedido en el día de hoy, me surge la principal duda, ¿Cómo se narra una ruta de 250 ciclistas mas otras 100 personas que acompañan, entre familiares, amigos, etc.? Pues la respuesta es muy sencilla, en primer lugar se narra dando las gracias.
Y digo dando las gracias porque hay muchos tipos de eventos ciclistas, rutas cicloturistas, carreras de competición, rutas retro, maratones btt, pruebas de xc. Y de entre todas, para este que suscribe sin lugar ninguno a dudas, esta es la mejor con diferencia. Y no, no es la mejor por la vistosidad de los paisajes, ni por los lugares por donde transcurre, o por la cantidad de gente que la realiza, lo que la hace única sin duda alguna, es la disposición de la gente, familiares, amigos, compañeros de grupeta del gran José Miguel. A colaborar y ayudar en todo lo posible para que este memorial sea todo un éxito.
Gracias por supuesto a sus padres y familiares, por mantener de este modo tan bonito, avivado el recuerdo de una grandísima persona como era José Miguel. Gracias a su esposa, que se desvive en atenciones para con todos los que hacemos esta ruta, manteniendo ese carácter tan afable que ella tiene, y siendo el pilar fundamental sobre el que se forja este evento, lógicamente junto a sus padres y demás familia como he dicho antes.
Al club ciclista Don Benito, gracias y mil gracias por ser los encargados de llevar el memorial por el buen camino, de encargarse de la parte técnica de la organización, y de estar en todo momento atento a los corredores, para echarlos una mano en momentos de flaqueza.
A los Perrigalgos por no faltar a la cita, por arrimar el hombro en todo lo posible trabajando de lo lindo y dando por supuesto el toque de locura y alegría que ponen en todas y cada una de sus salidas.
Y sin querer pecar en olvidarme de alguien que seguro que lo haré, gracias a Chicas Biciclos, Los Jarones, Cuadrado Team, Los Matracos, La Pájara, etc. Y  a todos y cada uno de los amigos de José Miguel que marcan esta fecha en rojo en su calendario, incluso cogiendo la bicicleta solo de año en año.
Y por supuesto a entidades, ayuntamientos, patrocinadores y casas colaboradoras, por aportar su granito de arena, que entre todos convertimos en esta montaña.
En fin, que ojala os podamos dar las gracias a todos durante muchísimos años más.
Pues una vez puesto el traje de faena, toca narrar lo que una persona puede narrar de una ruta de 250 ciclistas, es decir, su carrera, lo que ha podido ver y lo que ha podido sentir.
Y de este modo contaros que como siempre llego a la plaza con el tiempo justo, es más, llego cuando mi peña está preparándose para la foto, y para no perder tiempo me tiro con bicicleta y todo delante de ellos para poder hacernos la foto de familia.

Empieza el memorial, con un respetuosísimo silencio en el corte de la cinta por parte de la madre de José Miguel, que se rompe como no puede ser de otro modo con el aplauso de todos los asistentes, mientras que en las caras de los más cercanos y allegados se dejan caer más de una lagrima, y es que por mucho que reconozcamos que es un día muy bonito, sabemos de más, que es un día que ojala no tuviéramos que celebrar.


Con el pistoletazo de salida nos ponemos en marcha, la mañana está fresca pero no lo suficiente como para llevar chaquetas, manguitos, chalecos ni nada por el estilo, y mira que yo soy friolero. Aunque también es verdad que a lo mejor algún que otro madridista de los que efusivamente se bañaron en la fuente la noche anterior no piensa lo mismo que yo, porque si bien la cosa no está para abrigarse, tampoco es que esté para baño en la fuente, y Rony es el primero en acusarlo, Alfonso y Diego son más prudentes y por lo menos a mi no me lo cuentan.
Llegando a la avenida de Ordizia empiezo a buscar referencias con mi compañero de ruta, hoy la misión es clara y concisa, conseguir que el marido de la lotera del pueblo llegue a la cima de Montánchez dando pedales, y sano y salvo claro, sin caerse, que la bici es mía. Pero inconsciente de mí que el de los madriles se me envalentona y me pega un par de latigazos para irse a la cabeza de carrera.
Es en esas donde dejo pasar a gente, buscando a otro gran amigo que nos acompañaba hoy, el compañero Dudu de Palazuelo, su hermano Salva por motivos que no vienen al caso, al final no ha podido asistir a la ruta, y os puedo asegurar que eso se ha notado, digamos a modo de ejemplo que si hubiera venido, ahora para mencionarle me bastaría decir “el que se pasó toda la ruta dando voces y tocando el timbre”, y con eso, todos vosotros sabríais quien es.
En uno de los muchos vaivenes que tiene una ruta de este tipo, me adelantó Toni, hoy los tres hermanos Nieto Calderón pedalean juntos, y cuando no hemos llegado ni a la altura de Valdehornillos ya me han picado dos de ellos, menos mal que Diegui es un hombre como dios manda. El caso es que Toni es famoso por su latigazos tipo Perico Delgado, y la duda de hoy era ver, si con su flamante bici de carretera sería capaz de pegar los mismos arreones que con la de Montaña.

La ruta transcurre tranquila, con el parloteo lógico entre compañeros, y es a la altura de Vivares donde se empiezan a ver ya las primeras bicicletas aparcadas en las cunetas, mientras que sus dueños sueltan, lo que los que hemos jugado al futbol conocemos como la “meada del miedo”.
Torcemos en el cruce dirección Miajadas, y es ahí donde echando un vistazo atrás te das cuenta de la cantidad de ciclistas que nos damos cita hoy aquí, puesto que la cabeza de carrera andaba ya por la bajada del cambio de sentido, y aun no habían pasado los últimos por la entrada de Vivares.
Desde aquí hasta Miajadas es tan solo un rodar tranquilo, con la salvedad de la subida a uno de los cambios de sentido de la autovía, que es el único lugar donde se da el soniquete ese tan característico de los cambios de piñón.
A la altura de impralsa me he vuelto a juntar con Toni, y además ahora viene Oscar, al que le voy contando que el año pasado por ahí pude tener una caída porque hay un bache muy grande en la carretera, el cual no vi, y por el cual no quitaba la vista de la carretera. ¡Pues nada!, el año que viene eso mismo lo podrá contar Oscar, porque él lo volvió a encontrar, con suerte por supuesto de que no se cayera.
El pelotón se sitúa ya en la carretera de Almoharin, y aquí ya la cosa se empieza a poner seria, la gente empieza a comer algo, beber y tomar posiciones, porque la sierra ya se vislumbra al fondo, es en el último repecho antes de llegar al desvío entre rutas donde empieza lo bueno, me arrimo a mi compañero de ruta y le pregunto.-¿Qué pasa Miguel, como vas?.- y su respuesta es clara y concisa. –“pa´lante”.

De este modo y viendo que el artista aceptaba el reto, nos intentamos situar lo más adelante posible dentro del pelotón, puesto que el ritmo de subida iba a ser lento y de este modo ganábamos algo de tiempo.
Pasamos Almoharin y comienza la subida, y el grito de guerra de sálvese quien pueda se hace eco en el pelotón, lógicamente hay gente muy preparada entre nosotros y pronto se empiezan a ver ciclistas alejándose en lo alto del cerro. Echo la vista atrás en busca del socio y… ¿ya no está?, la madre que le parió que solo hemos hecho 500 metros, pues nada, pongo intermitencia y dejo pasar a gente, ¡¡mira, lo bueno es que ahora tengo más referencias para la crónica!!
Los que suben buscando hacer un buen tiempo iban delante nuestra, con lo cual, creo recordar que los primeros en empezar a pasarnos fueron Los Matracos, pero para estos del ¡imposible, mis cojones!, una ruta como la de hoy es casi un paseo.
Como no me quiero equivocar en el orden, y la verdad que tampoco importa, después de estos comencé a escuchar una algarabía, y ante esto ya no caben mas preguntas, ¡ahí vienen los perris!, y efectivamente, de cabeza quiero recordar a Don Pedro, con su botella de aquarius. Creo que Pablo Carrascosa, (que pedazo titán villuercas se cascó). Diegui, Javi Foz, etc. Perdonadme por no mentaros a todos pero somos muchos.
En el tramo más duro entre Almoharin y Montánchez, donde hay un carril para vehículos lentos pongo la vista atrás y veo que la cola de ciclistas además de por delante, también se extiende mucho por detrás. Me encanta, este tipo de pruebas donde vayas como vayas, deprisa, despacio, etc. siempre vas acompañado de ciclistas con disposición a entablar una buena conversación es algo espectacular. En este punto “Los socios” nos adelantan, a Pancho se le ve fuerte, y a Tite con un pedalear algo más lento, pero como bien le diría a muchos come brevas más tarde viniendo de Arroyomolinos .-¡que me tenéis aquí detrás!-.
Seguido de “Los socios” venía el gran Julius, que se unió a nosotros en Valdemorales y ya nos acompañaría el resto de la subida.
Llegamos los tres al cruce de la Zarza, con la idea en la cabeza de que si bien, lo peor está por llegar, gran parte de la subida ya nos la hemos quitado del medio. Desde aquí, hasta que empiece la subida a Montánchez solo hay algún repechillo pequeño, y alguna bajada rápida también. ¡Bajar para volver a subir!, que me decía Miguel.
Enfilamos el repecho del asador y es en este punto donde nos cogen un buen grupo de ciclistas del club de Don Benito, vienen tranquilamente de conversación, pero cuando dan el primer pedal del repecho, parece que hacen un poco de silencio… que tendrán las cuestas, me arrimo a mis dos compañeros de viaje y les digo .-¡apretad el culo que empieza lo bueno!.-
Pasamos el sofocón, y más adelante se nos suman al grupo Carlos Cuadrado, su mujer Ana, y algunos compañeros más de su club que no conozco. Con los que ya haríamos los dos o tres kilómetros finales de subida que nos quedan, eso sí, parando por supuesto en la fuente para que mi compi se hiciera una foto. ¡Porque había que parar por narices!, que me lo venía pidiendo desde más abajo, mientras Ana me decía, .-¡Cualquiera para ahora, como pare no arranco!-
Foto, y para adelante, y ahí está, el final de la subida, no tengo otro remedio que acordarme de José Miguel, y del famoso hachazo que Miguel le metió en la Bola, y que coleará per saecula saeculorum. Y yo pensando, como me lo haga a mi ahora le mato, je je, pero no, esta vez no. Coronamos la subida los dos juntos y bajamos hasta el avituallamiento, donde me espera mi mujer y mi hija, la verdad que para mí es una grandísima alegría que me acompañen hoy.





Es momento para fotos, refrigerios, orines, y cosas varias, lo complicado ya está hecho, y ahora hasta la vuelta a Almoharin es prácticamente todo bajada, además la primera de ellas muy peligrosa, creo que mi máximo bajando desde Montánchez a Almoharin fue de 50 kmts/hora o así, y aun con esas el tiempo que me marca el strava en esa bajada es de los últimos. ¡La gente está muy loca!
Llegamos con el pelotón agrupado a Almoharin, y este año por motivos que no vienen al caso, el avituallamiento es en el polideportivo y campo de futbol de la entrada del pueblo, la gente entra con alegría a por los bocatas y la fruta. Buena combinación porque si a esa hora y con esos kilómetros en las piernas algún año se le ocurren poner cervecitas fresquitas, el furgón del CD Santa Amalia, y la furgoneta de Willy se nos queda pequeño para traer a gente.


Nos hacemos la foto de rigor, para que quede constancia de lo que comencé contando al principio de la crónica, y es de la cantidad de personas que desde lo poco a lo mucho, arriman el hombro en un día tan señalado como el de este memorial, seguro que allá donde estés compañero, estarás orgulloso de todos ellos.
Con la panza llena retomamos la carretera, pero esta vez se hace de un modo muy distanciado, y es que desde que salió el coche que encabeza la carrera, hasta que salieron los últimos ciclistas del polideportivo pasó mucho tiempo, lo cual obligó a reducir la marcha para que el pelotón se pudiera reagrupar.




El ritmo dentro de la carrera ahora es tranquilo, y la gente lo aprovecha para hablar y comentar la mañana. Pasando Miajadas el viento hace su aparición con la intención de darnos el viaje de vuelta, puesto que azota de frente una vez que nos ponemos en la carretera de Valdehornillos. De todos modos, esto no se notó mucho, porque el coche mantuvo una baja velocidad lo que obligo a rodar todos juntos, pero si lo notaron aquellos que pararon, bien para orinar, bien para arreglar algún pinchazo.
Fue en este tramo donde creo que hubo alguna caída, de hecho esto no lo sé con seguridad, pero hablo en nombre mío, y lógicamente de todos los compañeros que compartimos la ruta, al decir que esperamos que fuera lo menos posible, y les deseamos una pronta recuperación.
Estamos llegando al pueblo y es a la altura de Tomalia, donde el amigo Luis quiere quedar como un caballero y viene hacia atrás en busca de María Jesús, su mujer, ¡ que joio, ahora viene a hacer la pelotilla!, ya llegarás a casa pájaro.
Entramos en el pueblo y seguimos la ruta hasta el cementerio donde se procede a depositar en la tumba de José Miguel un ramo de flores, creo que esta ultima parte no necesita narración, puesto que todos sabemos que ahí el corazón se encoge, y las emociones se ponen a flor de piel. Sencillamente por eso, porque es un día, el cual todos marcamos en rojo en nuestro calendario, pero que en el fondo sabemos, deseamos y anhelamos que nunca, jamás, hubiéramos tenido que celebrar.
En el tema personal, me gustaría añadir varias cosas, la primera, lógicamente es desearos mucha suerte, puesto que seguro que si estáis leyendo esto, o sois ciclistas, o familiares, o amigos de ciclistas, y viendo que ponemos en peligro día tras día nuestra vida, por una afición tan bonita como esta, solo cabe, como he dicho antes desearos mucha suerte y pediros que pongáis mucha atención.
La segunda, que cerré el circulo, hace tres años cuando casi ni me arrimaba a una bicicleta, fue mi amigo del alma Miguel quien me convenció para pedalear en el primer memorial. Una gran desgracia, y el ánimo de un amigo que me han metido de cabeza en un mundo maravilloso como es el ciclismo. Y eso lógicamente tenía que devolvérselo, ¿Cómo?, haciendo todo lo que estuviera en mi mano para que él también pueda decir que ha conseguido completar el memorial de su hermano.
Espero haberos narrado este día del modo más ameno y detallado posible, se que se me queda mucha gente por fuera, pero no me lo tengáis en cuenta, el año que viene nos vemos en la ruta y me lo decís.
Un abrazo muy fuerte a todos y nos vemos dando pedales. 
Crónica Juanma

2 comentarios:

  1. Espectacular Juanma, nada mas que añadir

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  2. Ruta especial, cronista especial, de momento las tres crónicas nos la habeis narrado tres personas muy cercanas a José Miguel y eso se nota.

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