Participantes:
José Noca
Miguel Andrade
Juan Luis Capilla
Javi Parejo
José Luis
Tomás David
Javi Parejo
José Luis
Tomás David
Antonio Aparicio
Toni Nieto
Pancho
Germán
Barquilla
Andrés Nieto
Antonio Nieto
David Liviano
Alfonso Merino
KM.- 55
Tengo que
iniciar la crónica haciendo mención al extraordinario día de convivencia que
disfrutamos el sábado. En nuestro periplo como grupo cicloturista, hemos pasado
por Jamonás, Polladas, Calderetas y para no repetirnos, en esta ocasión ha tocado paella, que él siempre dispuesto
Pedro Antonio se ofreció a prepararnos. Un nutrido grupo de perrigalgos,
perrigalgas y perrigalguillos nos damos cita en la casita de San Isidro. Pedro
Antonio se lía con los preparativos en un pedazo de paellera que un pelotón de
la legión quedaría de arroz hasta el buche. ¡Qué rica estaba la paella!. El
cocinero fue ovacionado con sonoros aplausos.
Lleno el bandul, ahora toca
“rebajar” con el extenso surtido de postres que las perrigalgas tenían
preparados. Chupitos, vasos largos, charlas, risas, incluso tenemos un pasaje
de la Casa del Terror que los perrigalguillos han improvisado, con una soberbia
caracterización de Paqui. Se arranca la música, con D.J. Diegui a los mandos, y
comienza el bailoteo y el cachondeo en estado puro. Unos se animan, otros en el
banquillo, que ni hacen ademán de calentar, pues son conscientes de que no
pisaran el terreno de juego, Paco haciendo fotos a diestro y siniestro,
secundado por Pili, que ni Tomasín y Vidal en sus mejores tiempos, Pablo levantando
los “jarapales” al personal, Triki contando chistes ininteligibles, vamos, el
buen ambiente que suele ser habitual.
Cada uno pone su granito de arena para
que la fiesta no decaiga, así hasta que
el cuerpo fue aguantando. Sólo unos cuantos permanecimos hasta el final, pero
cómo nos arrepentiríamos. El coche de Tite no arranca y los allí presentes, en
un estado poco apropiado para ciertos menesteres, nos tuvimos que remangar y
empujar el cochecito un trecho, que me pareció más duro que la subida de Cuadradillo.
Antes de pasar
a la crónica de la ruta, destacar la labor realizada por José Luis, Tite, Paco
y todo aquel que haya participado en los preparativos. Concluir que ha sido un
autentico lujazo disfrutar de este día con todos vosotros y vosotras. Como
sabiamente decía Pedro Carrasco, días de estos, al menos, uno por trimestre.
No tenía nada
claro si iba a hacerme presente a la cita de las nueve en la plaza, pero como
he abierto el ojo antes de lo previsto, me arranco y, ¡quién ha dicho
miedo!. Me sorprende encontrarme en el
paseo a un buen nutrido grupo y, sobre todo, a alguno de los que la noche
anterior terminó tarde, léase, José Luis, José Puerto, Alfonso, Tomás David y
David Liviano. A Javi, aunque terminó tarde, no le incluyo porque sabía que iba
a ir. En total, una quincena. Tras comentarios sobre el día anterior, la
atención se centra en la bici mutilada que se ha mercado Germán (igual hasta
tiene pensión por invalidez). Una Cannondale con sólo una horquilla.
Y hoy, ¿qué
ruta toca?. Me habían zumbado los oídos la que nos tenía preparada Javi para
quitarnos la resaca y le apercibí que desistiera del intento, pero nadie pio,
ni propuso alternativas, así que como ovejas seguimos al primero que tira para
adelante, en mi caso sin saber pero tampoco preguntar cuál sería el itinerario
definitivo. Ya se sabe, ojos que no ven, corazón que no siente. Bajada por la
calle de Los Muertos y EX-206, etc, etc, etc, el archiconocido recorrido hasta
el alto de Cuadradillo, en esta ocasión más pausado que otras jornadas. Ya en
la cima, finalmente queda aclarado que haremos la ruta inicialmente prevista y
que iba a ser la propia para limpiarse después de un día de jarana.
Seguimos por los Castillejos de Abajo, a
subir la cuestecita, parada y comienzan a notarse los efectos secundarios
provocados los excesos del día anterior. Atrochamos por los Castillejos
Reunidos hasta los eucaliptos. Descendemos hasta la vaguada que nos conduce al
Aljucén. Es un tramo precioso, que pica hacia abajo e incita a recorrerlo a gran
velocidad, sorteando arroyos y charcos. En este trayecto siempre me ha gustado
contemplar el macizo rocoso que se divisa a la derecha, y que en esta ocasión
presenta tonos verdosos debido al musgo que recubre en gran parte la piedra.
Tras las cochineras, cruzada la puerta que delimita la finca, Javi da el alto.
Hoy no hay que llegar al badén del Aljucén. La ruta a seguir gira a la derecha.
Toca ascender la extensa y empinada bajada que realizamos cuando venimos de la
ruta del Puente Serapio, y que en esta ocasión haremos a la inversa. Al
personal, a pesar de la temperatura más bien fresca, le empiezan a entrar
sudores al contemplar el cuestón que toca escalar y personalmente, en mí, los
flujos intestinales comienzan a hacer acto de presencia. Uñas al guarro y
Aparicio, que está hecho un brazo de mar, es el primero que no se lo piensa. El
resto le vamos siguiendo con resignación. Algunos ni se molestan en poner plato
chico porque la harán a pata desde el inicio. No se me da muy bien lo de poner
nombres a las cuestas, pero bien podría ser la RESACOSA o La QUITA ARDORES,
pues sudé tinta en el ascenso, eso sí, me quedé limpio como un jaspe. Nos reagrupamos todos en el primer descanso.
A partir de aquí recorreremos unos tres kilómetros, con alguna que otra empinada
subida, pero por un paraje visualmente precioso. El firme lo recubre por
completo un manto de fina hierba, lo que indica que por allí somos los únicos
que hemos pasado en mucho tiempo. A nuestra izquierda, encajonado, discurre el
río Aljucén, que por como resuena, debe llevar bastante agua. Nos detenemos por
fin a reponer fuerzas y hacernos la foto.
Se reanuda la
marcha que discurrirá hasta llegar nuevamente a los eucaliptos. En este tramo
divisaremos a nuestra izquierda el recorrido que hicimos el domingo anterior,
coronado por la imponente RETIESA, tal como fue bautizada por Jose Noca. En una
bifurcación hacemos ademán de toma un camino que salía a nuestra derecha. Pero,
¡quieto!, un cartelito alerta de la existencia de colmenas. El personal con las
orejas de punta. Finalmente nos adentramos y a los pocos metros el camino lo
flanquean hileras de colmenas. Alguien llama a la calma arguyendo que en esta
época las abejas están aletargadas. Todos despacio y en fila india, pero hay
que tenerlos muy bien puestos para no ponerse nervioso y a los primeros
zumbidos, espantada y para atrás. Escucho a mi espalda gritos y alaridos y ni
miro hacia atrás. Alejados del peligro, toca hacer balance de daños. A Pancho le
han picado en la muñeca, a Antoñito se le había metido una en el casco, la
mayoría con el susto en el cuerpo, pero la palma se la lleva Toni. Una
indecorosa abeja le ha picado en el mismo culo. Nadie se ofreció a quitarle el
aguijón. Visto que la sangre no había llegado al río, del tirón hasta la verja de
los Castillejos Reunidos. Deshacemos lo andado.
En la bajada que llega a la altura del Cortijo, una oveja bien gorda
se queda aislada del rebaño a nuestra izquierda. No intuyo el peligro y el
animal, con la torpeza que caracteriza a esta especie, se arranca para
incorporarse al grupo y al cruzarse me da con el lomo en la rueda delantera,
haciendo que pierda por un instante el equilibrio, aunque por suerte la logro
enderezar evitando el seguro porrazo, lo que tampoco hubiera sido noticia,
teniendo en cuenta el reciente currículum de la Peña. Atrochamos por la finca
hasta la pista de la Parrilla, momento en el que Aparicio se percata que llevo
la rueda pinchada. Como el del chiste, no llevo ni cigarros ni mechero, así que
Alfonso me cede la cámara, Aparicio recoge la pinchada, Javi se encarga de la
colocación, y Andrés, con su bomba, del inflado. Siempre quise ser como el
Triki de mayor. De aquí hasta el pueblo sin incidentes de mención. En esta
ocasión, siendo más de la una, y teniendo que ir a San Isidro a acabar con los
restos del día anterior, no paramos en la sede.
En definitiva,
con jornadas como la del sábado y el domingo, la salud de la Peña está
garantizada.
Sin más tela
que cortar, hasta la próxima.
Juan Luis Capilla |
Fin de semana de los que hacen afición. La crónica no necesita puntuación; viendo el chozo...se sabe cómo es el guarda.
ResponderEliminarJuanlu, bien traído lo de la RESACOSA. Y lo de que "esto" hay que hacerlo de forma trimestral, como el IVA de los autónomos, más que una sugerencia propongo que sea una imposición. Será tratado como punto número uno en la reunión del viernes. He dicho.
Este fin de semana ha sido muy completo para la familia Perrigalga, quiero dar las gracias a la comisión de festejo por su labor ya que todo salió a la perfección y pasamos un día estupendo. Respecto a la ruta decir que el monte esta perfecto y seguimos bautizando cuestas después de seis años, eso es complicado. Buen nombre le ha tocado a esta jajajaja.
ResponderEliminarSi tus crónicas ya de por si son de sobresalientes, ésta teniendo en cuenta que viene después de una resaca ya no se ni como calificarla....propongo que el domingo que la vayas a hacer salgamos de fiesta todos los perris.
ResponderEliminarPor cierto el domingo no salí porque empujando el coche de Tite me dió un tirón....