Después de un largo periodo sin escribir crónicas, tuve que
rogar al personal para que me dejaran dicha faena en esta ocasión, pues todos
nos peleamos por narrar lo que sucede durante la ruta dominguera.
Llevaba bastante tiempo despierto, por lo cual decido poner
pie al suelo antes de que suene el despertador, levanto a mi hijo y nos ponemos
manos a la obra; ropa al cuerpo, preparativos para la ruta y desayuno para
adentro, eso sí, antes de vestirnos compruebo el día, que parece más propio de
primavera que de la fecha en la que nos encontramos; temperatura agradable y
sin ganas de llover (y eso que decían que caería bastante agua).
Puestos en marcha nos dirigimos hacia la plaza, punto de
partida perrigalguera, creo que llegamos los últimos (cosa rara), allí estaba
gran parte de esta familia charlando.
Arrancamos, yo personalmente sin saber el
destino, del cual más tarde tuve sabiendas, nuestra meta era el famoso castillo
perdido. Bajamos la calle de los muertos, como casi siempre, proseguimos
dirección al Sajonia y , cómo no, llegamos a nuestro querido y añorado
Cuadradillo. La subida cada uno la hace a su ritmo, eso sí, en el punto más
alto es obligatorio reagruparnos y esperar a los más rezagados.
Una vez que
llegan las últimas cabras cojas, el Chino y Jose Noca (más vale que se preparen
un poquito), el personal que iba más abrigado empieza a despojarse de ropa,
pues llevaban medio armario deportivo, otros se quedaron solo con el culote
luciendo sus cuerpos… (menos mal que ya teníamos bien hecha la digestión, pues
me da miedo pensar que hubiera podido pasar).
Por cierto haber que pasa con el resto de cabras cojas, que
para una vez que sale mi sucesor, después de mucho tiempo, se encuentra sin
aliados.
Nos ponemos de nuevo en marcha, esta vez con rumbo al
entalle, Castillejos y Valdelayegua, más tarde nos adentramos en una finca en
la cual ya conocemos la amabilidad del pastor, que sin problemas y muy atento
el hombre cada vez que nos ve nos indica el mejor camino a seguir (o sea, para
atrás). Esta vez sin embargo no fue él, según dijeron los que iban en cabeza,
si no una mujer, que yo diría que pertenecía al grupo de cazadores que se
encontraban en esos parajes, ya que escuchamos disparos bastante cerca de donde
nos encontrábamos (algunos pedaleaban con más miedo que vergüenza).
Cambiamos
la trayectoria a seguir para poder continuar dirección a nuestro destino, es en
una parada de este tramo donde me percato de lo colorado que está Pedro
Carrasco, mi primer pensamiento fue que se le había olvidado tomarse las
pastillas, él decía que estaba como una Guzzi (de las cascadas) y no era para
menos, pues las pastillas que le estaban jodiendo eran las del freno trasero,
rozándole el disco durante todo el trayecto.
Ya con nuestro objetivo a la vista,``
el Castillo de los Cojones´´, como dijo alguno, hacemos la parada de rigor para
recuperar energías con chuches, frutas o doping para los vampiros. Después de
que trataran de arreglar los mecánicos oficiales el entuerto de la avería en la
montura de Pedro Carrasco, un ratito de conversación y las fotos de rigor nos
montamos en nuestras burras y emprendemos el regreso hacia el pueblo.
Sobre la vuelta, poco que resaltar, buen ritmo y sin ningún
percance. Agradecer al personal la ayuda recibida sobre el niño, ya que el
retorno se le hizo un poco traumático en algunos tramos.
Comentar como no, el impresionante esplendor que luce el
monte, el cual imagino que habrá quedado reflejado en el amplio reportaje que
hizo Germán, ya que disparó fotos a diestro y siniestro (ni Tomasín ni Vidal en
sus mejores tiempos).
En nuestro punto final de la ruta, en casa de la madrina,
nos recreamos un ratito con nuestros refrigerios acompañados de unas ricas
patatas, charlando sobre el itinerario de la próxima aventura dominguera, nos
despedimos algunos antes que otros, pero al final cada uno a su destino y cada
oveja con su pareja.
ANÓNIMO |
Este hombre tiene que pasar a engrosar la nómina de cronistas asiduos, y que se deje de pamplinas. Aunque tengo serias dudas sobre la autoría de la redacción, ganas, interés y gracia le pone la criatura.
ResponderEliminarPoned cadenas a las ruedas para la cuestecita de las antenitas. Premio para el que no "jocique".
Este lo que es un poco informal, pero luego lo hace bien, desde que estoy detrás de él para que me mande la crónica, vaya tela. Buena ruta la que nos tiene preparada el perrigalgo del año DON PEDRO, no se que haríamos sin el.
ResponderEliminarAprovecho para felicitar a nuestro compañero Miguelito que hoy a sido padre, a disfrutar de su mujer e hija.
Olé, a ese cronista anónimo!
ResponderEliminarTarde, pero bien acertada. Jajaja......
Propongo que Pablera sea exonerado de su condición de "compuertero mayor" y se le adjudique el de "cronista asiduo", como dice Juanlu.
ResponderEliminarLa "opera prima" del suplente de fotografía, Germán, realmente excelente. Y es que esta peña tiene más banquillo que el Madrid.
Esperemos que la ruta inédita del domingo salga bien. Pero aviso de que está en paños menores y cogida solo con hilvanes.
Total no tiene cara el anónimo!!! Menuda crónica se ha marcado.....eso quiere decir que lleva años escaqueandose de las crónicas, pues macho ya no te escapas!!!
ResponderEliminarAcertada decisión la tuya después de un año sin escribir . Ya era hora de que sacaras a la luz esa faceta tuya de cronista.
ResponderEliminar