LA EQUIVALENTE A LAS ANTENAS.

            Hoy Domingo 15 de Septiembre toca ruta especial marcada en el calendario, toca ir a las antenas de Montánchez, que a mi particularmente es una ruta que me gusta bastante, así que hacia allí nos dirigimos.

            Me presento en la plaza a eso de las 8 menos 10, y empiezan a llegar todos los compañeros que vamos a ir al citado lugar. A las 8 en punto comenzamos la ruta 9 perrigalgos atrevidos (Mario, Javi Parejo, Jorge, Jose Noca, Pablo Carrascosa, Juan Luis Capilla, Juan Nieto, Pedro Carrasco y el que os escribe), debido a la dureza que nos espera el día de hoy.

            Comenzamos dando la vuelta a la plaza y cogiendo la carretera de Cáceres hasta el río Búrdalo, allí nos desviamos a la derecha y por la pista de las monjas llegamos a la A5, la cruzamos y cogimos la pista de la parrilla hasta llegar a Arroyomolinos de Montánchez, en todo este trayecto de sube y baja el grupo rodaba a un buen ritmo hasta dicha población.

 Una vez allí giramos a la izquierda en la carretera que viene desde Almoharín y nos desviamos mas adelante a la derecha y continuamos hasta un camino en el que debía de poner (según Pedro Carrasco) un nombre árabe, y así fue. Una vez que llegamos a ese camino giramos a la derecha y aquí empezaba la subida por la calzada a Montánchez. Al empezar el camino era muy bueno y con suaves pendientes, nada más lejos de la realidad, en pocos metros empezamos a subir por el camino pedregoso y de muy fuerte pendiente, que hacía muy difícil el rodar, porque la bici votaba y era complicado de manejarla recta, porque por las muchas piedras clavadas en el suelo te giraban el manillar.

 En esta subida algunos quitaron un poquito la presión de sus ruedas para un mejor agarre y sobre todo votar menos. Era tan complicado mantenerse en la bici que yo personalmente me bajé en varias ocasiones e incluso hice algunos tramos andando. Creo, si mal no recuerdo que solo Mario, Javi, Pablo y Juan Luis  consiguieron subirla entera sin bajarse de sus monturas. Pasados 4 km de la durísima subida llegamos al pueblo, primero Mario y yo, y luego poco a poco fueron llegando los demás excepto Jorge y Juan Nieto. 

La demora era tal que Javi y Jose Noca  fueron en su búsqueda, mientras, los demás continuamos con la espera y un amable vecino de la localidad nos dio higos, que estaban muy ricos. Al cabo de bastante tiempo ya llegaron los perdidos y los que fueron en su búsqueda, y es que Jorge pinchó mientras subía, y la cámara que puso también estaba pinchada y así que Javi le dejó la suya.

            Una vez reunidos todos, hablamos y consensuamos que después de esa dura subida (la equivalente a las antenas), podríamos cambiar el destino final por una visita al castillo y hacer la ruta de los castaños, y eso que hicimos.

 Para empezar, tiramos por una calle con una pendiente del 19%, cruzamos el pueblo y al castillo, que tiene unas vistas maravillosas. Aquí nos hicimos una de las fotos del grupo y otra vez a las bicis para hacer la ruta de los castaños, volviendo a cruzar el pueblo.

 Dicha ruta cabe destacar lo bonita que es, son unos 4 km de camino que en muchos de sus tramos está totalmente sombrío debido al gran número de árboles que lo cubren. En este trayecto sucede el susto del día, íbamos Javi y yo en cabeza y nos pasamos del desvío, pero en esto que Pedro Carrasco nos llama y nos dice por donde era, que ahora tocaba coger una vereda en bajada digna de disfrutar.

 Pues al entrar en la vereda, Pedro Carrasco clava su rueda delantera en una piedra y vuelca, dándose un fuerte golpe en su rodilla izquierda, que hizo que nos temiéramos lo peor (rotura), pero una vez le levantamos, él pudo ver que solo era dolor del fuerte golpe sufrido, así que se estuvo dando con hielo y pudimos continuar. Volvimos al pueblo y pasamos por delante de la plaza de toros de la localidad, continuamos hasta salir del municipio para coger la bajada de la quebrada, aunque antes debíamos de subir 500 metros. Justo al comenzar la bajada, Juan Luis Capilla pincha, y en nada que nos pusimos con el arreglo, se empezó a escuchar como otro pinchazo, y así era, este golpe le tocó a Pablo, así que tuvimos que preparar ambos pinchazos a la vez. Mientras los arreglamos, Pedro y Juan fueron para adelante para bajar despacito, y nos esperaron en Almoharín.

 Toda la bajada la hicimos a un ritmo alto y disfrutando de ella. Una vez agrupados todos volvimos por la ermita de Sopetrán, y nada más pasar el primero de los dos badenes que hay que coger, vuelve a pinchar Jorge, otro contratiempo más, lo arreglamos y seguimos hasta la autovía A5, pero en vez de girar a la izquierda para pasar por debajo de la misma, giramos a la derecha y pasamos por el puente de Conquista del Guadiana, para poder observar el estrago causado por una granizada caída varios días antes, maizales y tomatales arrasados.

            Llegamos a la pista de Malmedra y directo para el pueblo, pero antes de llegar, a la altura de la fábrica de Iberitos, otro pinchazo, esta vez Jose Noca, que nos dijo que continuáramos, que ya iba él andando a su casa, que estaba cerca, y así no teníamos que pararnos a prepararlo en el momento. Al final llegamos a la sede a las 13:20, con 82 km en lo alto y con la buena sensación de haber realizado una ruta dura pero muy bonita, a degustar las deliciosas patatas al ali-oli de la madrina.

            Desde aquí, me gustaría decir que espero que el grupo perrigalgo vuelva a ser uno y no crear grupillos. Por muy dura que sea la ruta, nunca se queda nadie atrás y se ayuda a quien lo necesite.

            También recordar que la próxima salida es la organizada por el amigo Juan Luis Capilla, la de ADEVAG. Ojala asista el máximo número de participantes y nosotros como grupo ayudar en todo lo posible a la organización.

            Sin más, el que escribe es Domingo Pablos Martín, espero les haya gustado, muchas gracias.