martes, 9 de agosto de 2011

ENSAYO RUTA NOCTURNA



José Luís
Diego Parejo
Javi Parejo
Tomás David
Agustín Sosa
Domingo
Domingo Junior
Antonio Muñoz
Primo Antonio Muñoz
José Marí
Pedro
Yanki
Juan Carlos
Samuel


Km:53.
Crónica Juan Carlos Muñoz.-

Una vez más nos reunimos como todos los domingos en la Plaza de España para hacer nuestro recorrido. Las vacaciones de verano en la que casi todo el mundo coincide durante el mes de Agosto han dejado el grupo bastante mermado pero aún así nos juntamos trece bicicletas.
Como ensayo general de la etapa nocturna que está prevista para el día 13 de Agosto, se decide hacer el mismo recorrido que está previsto. Bajamos por la conocida como calle de los muertos pues por ella discurren todos los entierros camino del cementerio municipal. Cogimos la carretera de la piscina hasta el puente del Río Búrdalo, allí tomamos el camino que pasa por la finca las monjas, este recorrido lo conocemos bastante bien por las innumerables veces que lo ha transitado el grupo.

El grupo cruza la autovía con un ritmo fuerte, parece que llevamos prisa, los que nos quedamos en la parte de atrás comenzamos a comentar “que si no quieren que salgamos con ellos que lo digan si no hay problema”, pero “hombre que no nos hagan sufrir de esta manera con ese ritmo que no hay quien lo siga”. Pasada la autovía el grupo coge la pista del canal que rodeado de pinos con su buena sombra se agradece circular por ella, y llegados al punto exacto del recorrido donde nos desviamos por una pista que discurre entre una serie de maizales hasta llegar a una nave de aperos de labranza donde un par de perros con bastantes malas pulgas salen a darnos la bienvenida, se enganchan con los que venimos en la parte de atrás del grupo y nos ladran durante unos metros teniendo que espantarlos a voces, finalmente se cansan y nos dejan en paz.


Desde allí tomamos el camino que nos lleva a nuestra gran amiga “La madre de todas las cuestas”, por suerte esta vez nos vamos a librar de tener que subirla, pues el recorrido elegido la rodea y deja a mano izquierda, atravesamos un arroyo minado de piedras sueltas por las que durante los meses de invierno y primavera discurre el agua para llegar a una serie de cuestas rompe piernas de sube ya baja con un firme en bastante mal estado.


Desde allí entre un paisaje que solo nos recuerda los recorridos de este invierno y primavera por las encinas salteadas entre un paisaje amarillo por el calor de estas fecha, llegamos a una bajada bastante pronunciada que bajamos los más osados levantando polvareda y los más prudentes gastando frenos. La cuesta tiene piedras sueltas y acaba en una curva bastante cerrada para desembocar en un puente d que da entrada a la localidad de Almoharín.


El recorrido visto hasta ahora a algunos miembros del grupo nos ha hecho reflexionar en el sentido de que para evitar el peligro de una bajada tan pronunciada añadiendo la peligrosidad de la noche, tal vez sea más aconsejable realizar el recorrido en sentido inverso, es decir subir la cuesta para acabar en la pista del canal y desde allí a Santa Amalia. Esto es algo que hablan algunos miembros del grupo pero lógicamente para cambiar el sentido del recorrido habrá con consensuarlo entre todos.
Una vez llegamos a la localidad de nuestro compañero Domingo Pablos, paramos a tomar el reglamentario refrigerio en PASTORALIA, empresa dedicada a la elaboración de la apreciada Torta del Casar, y que cuenta con unas instalaciones donde se rinde homenaje a este producto exquisito y típico de la zona en un centro de interpretación realmente muy bonito.
Allí para mi sorpresa nos esperaba José Luís, nuestro compañero, que se había quedado dormido y no llegó a la salida de las nueve de la mañana. Llamó a Domingo y quedó con el para comer todos juntos en la mencionada empresa quesera.
Una vez comimos y repusimos fuerzas, tomamos el camino de regreso que también es muy conocido por todos, discurriendo por pistas alquitranadas y caminos en bastante buen estado pasando por el conocido 301.

Como siempre llegamos al Bar Cidoncha donde, como todos los domingos nos esperaban nuestros queridos bocadillos y nuestro gazpacho que se está convirtiendo en algo habitual y que nos recompone las fuerzas de maravilla.
Se me había olvidado mencionar que en esta etapa nos acompañó en este recorrido un primo de Antonio Muñoz pero de quien ahora mismo no recuerdo el nombre.
Así que una vez más acabo haciendo de cronista, al no haber más voluntarios para la tarea.


Un saludo para todos.








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