martes, 6 de julio de 2010

RUTA A VALVERDE DE MÉRIDA



Domingo, 04 de julio de 2010.

Tiempo empleado:3h 25 m.
Velocidad Máxima: 45,8 km/h
Velocidad Media: 21,1 km/h
Parciales: 62,3 km

RECORRIDO:
Plaza de España, calle la Reina, camino de Caballero, pista del Polideportivo hasta la N-430, caminos varios hasta llegar a Valverde de Mérida, San Pedro, camino de servicio de la A-5, Torrefresneda, N-430, pista del Polideportivo, camino de Caballero, Calle Canseco y Plaza de España.


Videos:

primer video:
http://www.youtube.com/watch?v=n2HqSIOu7sc
segundo video:
http://www.youtube.com/watch?v=2BfO6QZlh0o
tercer video:
http://www.youtube.com/watch?v=lAAi674Xmp8
cuarto video:
http://www.youtube.com/watch?v=p3ZephwS8bQ
quinto video:
http://www.youtube.com/watch?v=4QIyYaf21Q0

COMENTARIO:
Por Juan Carlos Muñoz.- En la plaza de España siendo las 8:45 de la mañana era el único vestido de verde y con bicicleta. A mi memoria venían “Fantasmas del Pasado” fin de semana, donde sólo dos acudimos a la ruta, si bien es verdad que no era la oficial. Con el paso de los minutos y cuando ya quedaba muy poco para las 9 en punto fueron apareciendo al goteo, goteo y goteo más miembros de la peña Ciclo-Turista Amaliense. No era un grupo muy nutrido pero no estaba nada mal.

Los primeros en llegar fueron los hermanos Javier y Diego Parejo, ambos me dijeron que me había estado escaqueando con lo de las crónicas, no había escrito ninguna hasta la del domingo pasado. Pero habiendo profesionales en el grupo que pintamos los amateurs les dije yo, pero no sirvió de nada. Así que al final de la jornada me asignaron esta labor que ahora mismo desarrollo. Ya lo decía mi compañero de trabajo Pepe Casallo “No aprendas que te mandan”.

Comenzó la etapa del día bajando la cuesta de la calle la reina, fue una etapa larga, según mi cuenta kilómetros de 66, aunque éste no será la distancia oficial. En algunos tramos fue dura para ese lugar donde la espalda pierde su bonito nombre, debido a lo bacheado del terreno. Fue en ese tramo donde nos cruzamos con “el Cano” hijo de la Amadora, que trabaja con los Mayorales. Algunos componentes del grupo comentaron que nunca habrían imaginado encontrarse a alguien de Santa Amalia en unos caminos que casi ninguno conocíamos.

El paisaje era impresionante, todo lo abarcado por nuestros ojos eran surcos de tomate, tomate y más tomates, no se veía el límite de la explotación. Nuestro compañero Emiliano que fue quien puso la ruta, nos iluminó al respecto y nos dijo que todo era propiedad de TRANSA.







Pasada esta zona ya se divisaba a lo lejos nuestro destino, Valverde de Mérida, en lo alto de un cerro que lógicamente hubo que subir. Algunas unidades del grupo se quedaron algo rezagadas en la ascensión pero se las esperó a la entrada del pueblo.







Todos reagrupados en la puerta de la iglesia, procedimos a refrescarnos un poco y comer el habitual plátano, fruta, o barritas de chocolate, que tanto los unos como las otras iban por el calor como para comerlos con una cuchara. También aprovechamos para llenar los bidones en los bares cercanos a la plaza de ESPAÑA antigua plaza de La Constitución de 1.812, (popularmente conocida como la Pepa) que por una placa que allí pudimos ver se llamaba el lugar. Según nos comentó Emiliano eran las fiestas del pueblo y la plaza estaba adornada por bombillas que alumbraban las noches de verano de la verbena del pueblo.





También se podía ver el edificio del Ayuntamiento con las Banderas oficiales. Me llamó la atención un cartel en el que podía leerse “Térmicas NO”. Por lo que se puede deducir que algún sector de la sociedad Valverdeña no está demasiado entusiasmado con la posible futura instalación de una central térmica. Doctores tiene la iglesia, pero yo personalmente, no entiendo esta tirria que les ha entrado a algunos en esta nuestra región, contra todo lo que suponga generar empleo.




Una vez hecha la foto de familia oficial y de rigor, nos subimos a las bicis para iniciar el camino de regreso, que tirando por lo bajini no parecía ser corto. El compañero Jesús Beltrán habitual del mercadillo de esta localidad nos llevó por un atajo hasta la salida del pueblo, con ello nos ahorramos subir a una de las primeras cuestas.





Nada más comenzar hubo un par de pequeños repechos que se subieron bien, pero una vez se llegaba a la parte superior de la segunda, se veía la cuesta reina de la etapa, la madre de todas las cuestas. Gracias al impulso que se traía durante la bajada y que por si sólo te lleva hasta la mitad de la misma se sube sin demasiada dificultad. Me sorprendió que Javi Parejo me dejara adelantarle y que me siguiera un poco justo por detrás. Pero ahí estaba el truco, una vez coronada la cuesta, se dio la vuelta para reagruparse con los que venían rezagados y subirla dos veces.

Nos volvimos a reagrupar en San Pedro de Mérida, desde allí cogimos la pista auxiliar de la A-5 que con las típicas subidas y bajadas de las entradas y salidas de la autovía se hacía entretenida. Llegamos siguiendo este camino hasta la localidad de Torrefresneda, el pueblo de la Coca-Cola, por los grandes carteles publicitarios que tenía y que ahora algunos le llaman el pueblo de los “Espacios disponibles” por los huecos que han provocado los recortes en gastos de publicidad, propaganda y relaciones públicas de algunas empresas obligadas por la crisis económica.

Desde allí a través de la N-430 marcando un ritmo constante de 20 km/hora para evitar que los compañeros más cansados no se quedaran descolgados. En lugar de continuar por esta muy transitada carretera nacional preferimos seguir por la pista del polideportivo hasta nuestro lugar de reunión y recuperación de fuerzas habitual el Bar de Moe.

Por la tarde cuando me puse a hacer esta crónica, vi mi correo y el amigo Flore nos había remitido la última entrega de su coleccionable y best seller “A Santiago voy XIII”. Me ha venido a la memoria algo relacionado con el Camino de Santiago, que cada uno hace por motivos diferentes. Habrá quien lo haga por devoción y fe cristiana, otros por turismo, otros por deporte. Parece ser que en Santiago de Compostela descansan los restos del Apóstol Santiago y que el lugar fue destino de peregrinación desde la edad Media, dando lugar al Camino de Santiago. Pues bien, también parece ser que hubo un príncipe Godo, pueblo germánico que invadió la Península Ibérica tras la caída del imperio romano de occidente y cuya capital estaba en Toledo, que abandonó la religión oficial del reino, el arrianismo, para hacerse cristiano.


La diferencia entre cristianos y arrianos es mínima. Se llamaba Hermenegildo, hijo del rey Godo Leovigildo. Su pecado convertirse al cristianismo, religión de los Hispanorromanos mayoritarios en la península Ibérica. Este pecado le costó la vida por rebelde. Una vez fallecido su padre Leovigildo heredó el trono su hermano Recaredo, quien convirtió al cristianismo en la religión oficial del reino visigodo. Lo que nos da una idea de lo que es estar en el lugar adecuado y en el momento adecuado. Es el drama de los adelantados a su tiempo. Pues bien parece ser que los partidarios Hermenegildo enterraron sus restos en Santiago de Compostela y que este fue el comienzo del camino de Santiago, la peregrinación de los partidarios de Hermenegildo, que en un principio fue más importante en el resto de Europa en que en la España Visigoda.


Imagino que la anécdota histórica será conocida perfectamente por el compañero Flore, pero me ha parecido interesante comentarla al resto del grupo.


Espero no haberos aburrido.
Un saludo.

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