sábado, 14 de marzo de 2009

Ruta de los Abreojos
(Tríbulus terrestres.L)

Domingo, 5 de Octubre de 2008


Por Emiliano Andrade Rodríguez
Para el grupo cicloturista amaliense


Intentando mantener esta buena costumbre de plasmar en un cuadernillo la ruta cicloturista que se realice y ante la petición de algunos de los participantes en la ruta, que ante la ausencia durante dos semanas consecutivas de ”El Maestro”, se ha decidido que vayamos realizando los comentarios, otros componentes del grupo.

5 de Octubre 2008, domingo

El día presentaba una extraordinaria climatología para la práctica de nuestro deporte en las mejores condiciones. Mañana fresca tendente a calentar conforme avanzara. El personal que ha asistido a la ruta, (a excepción de alguno) se ha presentado en perfectas condiciones, por lo que a priori se preveía como una ruta de lo más relajante y tranquila.


La salida se realizó a las 9:30 h., con el añadido de los cinco minutos de cortesía que suelen ser costumbre en este grupo. Partimos de la plaza en dirección a la calle de los muertos, cruzando la carretera y bordeando la Sierra Primera por la pista del canal con dirección a Valdehornillos.

El grupo mantenía un buen ritmo y con las buenas condiciones climáticas y el buen estado del firme avanzamos a gran velocidad, poniéndonos en un “ plis plas” en la pista de servicio del canal que llega a Valdehornillos, que en más de una ocasión alguno hemos utilizado para llegar a Santa Amalia desde Miajadas, evitando los controles de alcoholemia de la G.C cuando nos hemos pasado un pelín.

Una vez llegados a la altura de Valdehornillos y en lugar de seguir de paso, se decidió hacer una pequeña ruta turística por la población, entrando por la fábrica de pimientos y abandonándola por la entrada principal, y tomando la pista del canal que va a parar a las traseras del ferial de Santa Amalia.

En lugar de continuar por dicha pista se hace un desvío a la izquierda, tomando dirección a Hernán Cortes por pistas de tierra y a lo largo de varios cruces nos plantamos en la caseta de los guardacaneles próxima a la N-430 y cercana al “Cerro del Guijo”.

En lugar de pararnos en las proximidades de la caseta, se decide cruzar la N-430 y hacer el tentempié a la sombra de unos arbolitos próximos, que ya por esa hora apetecía resguardarse durante unos momentos del sol.


Finalizado el descanso del “guerrero del actimel”, tomamos sentido hacia la zona de “Martín Sancho” tomando una pista de servicio con un firme de “alquitrán” en malas condiciones.

Llegados a un punto de la vía de servicio y ante una experiencia anterior en rutas pasadas, por la presencia de algún perro mastín, que inquieto (por no decir acojono) a algunos de los componentes del grupo, se decide continuar hacia adelante para buscar un camino alternativo.

Comienza la odisea, Juan Carlos pincha y en seguida se transmite el problema al resto de componentes, parando todos al instante. Todas las bicicletas aparcadas en los márgenes del camino para dejar la vía libre (error).
Al ir a recoger las bicicletas, estas, las hemos dejado la mayoría de ellas encima de nuestro más temible enemigo del reino vegetal “El Abreojo” o Tríbulus terrestris L. Casi todas las ruedas de los componentes del grupo tienen presencia de sus temibles armas.



En cascada, comienzan los problemas; Pablo, Juan Luís, a continuación Lalo (tela la cantidad de abreojos que tenía en esas ruedas) y Domingo que empezaba su particular calvario.

Intentando evitar más pinchazos tomamos las bicicletas a nuestros lomos a estilo bicicross para salvar “la zona maldita”.

No habiendo llegado a recorrer 100 metros Lalo y José Carlos notan que una de las ruedas pierde aire a todo tren, teniendo que volver a parar el grupo, y vuelta con las reparaciones, teniendo en ocasiones que proceder a reparar los pinchazos, que hasta en número de tres en una sola rueda tenía la de Lalo. Al mismo tiempo José Carlos también esta procediendo al cambio de su cámara.

En estos momentos Javi expone que debe marcharse, pues ha quedado con la familia para ir a la Feria de Zafra, por lo que decide irse junto con Mario, por lo cual toman el camino en dirección a los perales de la carretera de Medellín. Pero cual es nuestra sorpresa al verlos venir al poco tiempo de vuelta anunciándonos al pasar el mal estado del camino y yéndose en busca de otra salida en dirección a Medellín, pero la alternativa no es viable pues lo corta el arroyo de “La Galapagera”, volviéndose los dos a unir al grupo sin más remedio.

Una vez arreglados los problemas, se reanuda la marcha y haciendo caso omiso de la recomendación de nuestros compañeros Javi y Mario, nos aventuramos por la alternativa abandonada por ellos por el mal estado de la misma.

En una corta distancia, las condiciones del camino van empeorando, hasta que llegado un momento en un giro a izquierdas y nada más cruzar un puente de desagüe, el camino se convierte en una manta de nuestro querido enemigo “el abreojo”. En este punto caen Domingo de Nuevo, casi Diego, el que escribe y también Guti.

Mientras se arreglan los desperfectos ocasionados, Pablo, con buen criterio decide intentar sacar al grupo de tales circunstancias adversas y convirtiéndose en explorador ocasional y bicicleta en ristre, cruzando desagües, barbechos y arrozales, consigue llegar a la pista principal de la zona de “Martín Sancho” cual héroe ocasional, y haciendo el camino inverso viene a nuestra salvación, ante el alborozo del resto de componentes del grupo, que parece mentira lo perdidos que estábamos. ¿eh compañeros?

Por fin, reanudamos la marcha no sin antes tomar precauciones al estilo militar, marchando en fila india uno detrás de otro para evitar “las minas” (abreojos).

Por fin salimos del atolladero, pero nada más encarrilar en dirección correcta y una vez “abortada la misión” de salir a la fábrica tomates del Guadiana, José Carlos tiene problemas con su rueda trasera y se encuentra que el tornillo de fijación de la rueda trasera se encuentra chafado, por lo que opta por tirar como se pueda hasta el pueblo.

Yo mismo, al parar a socorrer a Jose Carlos, cuando reanudo la marcha me encuentro con la rueda delantera en el suelo, intento tirar solo inyectándole aire y que vaya aguantando. En esta misma situación se encuentra Diego y algún otro, pero tiramos acortando la misión lo posible por la carretera de Medellín hacia Santa Amalia, pareciendo una auténtica odisea el poder llegar a la Plaza.

El grupo tira en silencio y con tesón para llegar cuanto antes y acabar así esta jornada que se presentaba relajada y monótona, convirtiéndose en todo lo contrario.
Por lo que esta jornada, pasara a los anales del grupo como una jornada negra, pero llena de anécdotas dignas de ser contadas a nuestros nietos.

Resultado de la batallita

Domingo à 3 pinchazos y la rueda culeando al final
Juan Carlos à 1 pinchazo- el primero en caer
Juan Luis à 1 pinchazo -
Lalo à pocos para los que debería haber tenido.
Pablo à 1 pinchazo -
Emiliano à ½ pinchazo
Guti à 1 pinchazo
Diego à ½ pinchazo
José Carlos à 1 pinchazo y tornillo rueda trasera
Indemnes: Javi, José Joaquín, Mario y Andrés.

Puede que el resultado de esta ruta haya sido debido al número de componentes participantes,13.
Pienso, que desde ahora, no se podrá culpar a Flores de gafe, pues con esta jornada ha quedado exento de culpabilidad.
DATOS
Hora de salida: 9:30 h.
Hora de llegada: 12:30 h.
Km. recorridos: +/- 25
Tiempo empleado: Una Eternidad.


Nota: Perdonen la extensión del cuadernillo, pero he sido incapaz de concretar más esta ruta para olvidar (o para recordar).

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