martes, 12 de septiembre de 2017

SIN COMERNOS EL MAGÍN, NOS ESPETAMOS A LA PRESA DE ALCOLLARÍN






Track ruta:
Datos ruta:

1-Volvemos al horario habitual de las nueve sin hacer concesiones, Pedro Roni, con buen criterio, nos tacha de camastrones.
2- Cuando llegan los calores la familia perrigalguera se encuentra en un brete; en esta ocasión no nos juntamos cuatro gatos, sino siete.
3-  A la sempiterna pregunta de ¿adónde vamos?, me adelanto en el ínterin. “Si queréis yo puedo llevaros a la presa de Alcollarín”.

4- Son ochenta kilómetros de pedaleo y nos espera una somanta; así que a las nueve y diez nos subimos a las burras y “carretera y manta”.
5- Pasamos por Valdehornillos, Vivares y Casar de Miajadas, pedaleando como fieras; Tite comenta con sorna: “Vamos a llegar antes que las “viajeras”.
6- Torcemos a la izquierda y Tomás Davis nos come el tarro. Pregunta: ¿Qué pueblo es ese? “Cual va a ser: Pizarro”.

7- Un poco más adelante alguien grita: ¡Avería! Es Diegui que ha roto el cable del cambio. ¡Quería darnos el día!
8- En la parroquia de Campo Lugar donde se venera a Nuestra Señora de los Ángeles, nos detenemos. Es Tite el que dice: “Retrátala Javielillo, que esta no la tenemos”.





9- Comemos en un mirador con bonitas vistas del pantano. Tite posa cual águila rampante, haciendo un esfuerzo sobrehumano.



10- Javielillo solicita un cronista en lo que es ya un fatídico lance. Como ponedor de la ruta y ofrecerme voluntario, heme aquí en este trance.
11- Por debajo de la presa hay unas construcciones antiguas. Son bujios, chozos, cabañas y pozos, rescatados de las aguas.













12- Soplando el viento de cara, pedaleamos muy aplicados. A la derecha nos ve pasar, con desdén, un bando de buitres leonados. 



13- Los más fuertes dan los relevos, y Diegui y yo “ni estamos ni se nos espera”. A Tite le veo muy fino: se está subiendo a la higuera.
14- Entre Escurial y Miajadas una pareja arrastra una maleta con cierta “priesa”. Alguien comenta con guasa: “Irán a coger la Tallesa”. 

15- Por la pista del canal vemos a lo lejos un grupo de gente apiñadas como champiñones. Al llegar nos damos cuenta que han pinchado Los Jarones.





16- Arrancamos con nuevos bríos y rodamos a todo trapo hechos un ovillo. Sin darnos cuenta y en un plis-plas llegamos a Valdehornillo.

17- Y a la una menos cuarto, y sin cobrarle a Juanlu ni un kilómetro de IVA, llegamos ancá Moniato sin más tela que cortar ni diatriba.
Hasta la próxima, “correliebres”
Crónica Pedro Carrasco Cuesta


3 comentarios:

  1. En prosa o en verso, tus crónicas son jamón con queso. De esta forma tan original, has sabido sacar todo el jugo a esta típica ruta veraniega. ¡¡¡Qué ganitas de que caigan las primera aguas y nos perdamos por el monte!!!
    Ah, y ya era hora de que clavaras el kilometraje.

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  2. Don Pedro es usted una máquina, haces crónicas hasta al estilo colores, que grande...Me han dicho por aquí que hay un aguilucho comiendo brevas, será verdad? yo con vosotros no me junto

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  3. Don Pedro me dijistes cuatro letras para pasar el trámite y nos deleitas con esta crónica, eres insuperable, pues bien esta semana no podré acompañaros pero me hubiese gustado ya que conoceréis otro poquito de historia y relativamente cerca, a disfrutar

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