martes, 23 de febrero de 2016

LA COCHINA YA NO ES CUESTA




Fotos:

Buenas, gracias a José noca me  toco y mira que me estaba escaqueando de hacer dichas crónicas pero me señalo y Javi no dudo mucho a la hora de adjudicármela y aquí estamos en estos lares
Me levanto a las 8`30 y me asomo para ver que tal pinta el tiempo y como todos estos días frio y aire.  a las 9 me dirijo hacia la plaza donde ya había un buen número de perrigalgos y perrigalgas aunque faltan bastantes integrantes de esta peña unos por calderetas otros por eventos deportivos en fin en esta fechas es lo que hay. Una vez todos se empieza a preguntar donde vamos hoy  aunque esta vez el GPS abuelo ya había decidido donde vamos a ir, al  punto geodésico la Navilla,  que ya la ha bautizado mi compadre con el nombre de la guarra hedionda nunca mejor dicho y por lo que dicen mama la que nos espera.
Comenzamos la ruta saliendo de la plaza dirección a la carretera, pero  nada más empezar llegando a San Isidro el primer contratiempo a David se le olvido la botella de agua, y tuvo que volver al coche aunque  tardo bien poco. 

Continuamos la marcha,  y una vez en el puente del Sajonia el  segundo imprevisto ya que Luis no tenía bien puesto el sillín y hubo que volver a situarlo en su sitio para que fuese a gusto el niño dice que iba haciendo esquí, seguimos el camino entre risas y conversaciones al Cuadraillo,  esa cuesta que tanto y tanto se nos atraganta a algunos aunque esta vez la subimos Diegui,  Javi y yo un poco relajados aunque algunos la subieron a 16 o 21 según dicen.  

 Una vez coronada continuamos hacia el entalle,  donde nos  separamos de las perrigalgas  que  van muy bien acompañada hoy  por David , el panadero y Jesús donde se desvían hacia Los Castillejos,  nosotros continuamos por Valdelasyeguas otra de las muchas subidas que nos esperan y eso que algunos intentamos por todos los medios que no llegásemos con tiempo pero como decía Javi. “Esto es como los niños con los deberes, no os hagís lo remolones, que por mucho que os quejeis, al final os va a tocar", y nos tocó, sí que nos tocó.
Después de subir todos sin ningún percance, seguimos por la cuesta de los Castillejos de Abajo, justo donde se calló Pedro Carrasco, nos abandona Diegui se da la vuelta, nosotros continuamos la ruta,  en dicha cuesta tenemos el tercer percance, a Javi Camacho se le escucha “pinchazo” y es aquí donde mi compadre  que iba delante nuestra se da la vuelta y dice ¿quién?   la respuesta fue clara y concisa “tú” , imagínense la cara que puso. Después de risas y terminar de arreglar el pinchazo más bien reventón  es aquí donde me adjudico el compañero José Noca esta crónica y no es porque sea muy vengativo….  y no lo vuelva a repetir. ji ji ji ji



Con tranquilidad coronamos dicha subida y es aquí donde se le noto mucho a Paco Demotre los 15 días sin subirse a la burra,  ya te lo decía Paco.
Continuamos la bajada hasta llegar al rio Aljucén sin tocarlo mucho seguimos porque había un poco de ganas de conocer a la guarrona hedionda y seguimos por la cochinera hacia la cuesta de la cochina esta ya conocida por todos por su dureza aunque va a ser,  que va a pasar a segundo grado,  porque tela con la nueva cuesta.


Empezamos la subida de la cochina sin ningún percance hasta que  nada más empezar se me levanta la bici y con los tocinos en el suelo menos mal que fue poca cosa y los cámaras no andaban muy cerca. Nos reímos un rato y volví a comenzar la subida de ahí hasta más o menos mitad de la subida donde hay varios que han empezado a desviarse en un tramo "toooo nuevo" como dice paco aunque aquí Juan me comenta no subas que yo creo que no se puede subir. Eso era nuestra esperanza pero va a ser que no, cuando escucho vamos que esta aquí la verea y todos hacia arriba y cada uno con su pellica, adiós a nuestras suplicas Juan.  Comenzamos a subir la cuesta, muy dura  con desniveles de hasta un 24% donde nos tuvimos que inclinar hacia delante en varios repechos porque se volteaban las burras hacia atrás,  aunque la subida y las vista son espectaculares ese GPS cualquier día va a desaparecer ya hay algún complot,  se  escucha en algunos corros que no quiero hablar.


 Buenos tras varias curvas algún descenso y volver a subir lo peor estaba por llegar en el último cruce donde comenzamos a escalar, es aquí donde peor se pone la cosa aunque con el aliento de Javi,  casi la consigo.  Aquí hay varios que también echan el pie a tierra y donde Petete que viene detrás mía no sé si por mi culpa o de otro que no quiero nombrar también da con los tocinos en el suelo sin ningún percance. 




Continuamos y llegamos al final,  pero una vez arriba y haberme cagado varias veces en esta cuesta  vemos las maravillosas vista que nos concede este punto geodésico, al final merece la pena tanto esfuerzo.






Una vez  arriba hay varios perrigalgos que hacen escalada para culminar el ascenso otros más cagones no nos movimos del sitio. Donde hicimos acopio de geles, magnesio, bocadillos, plátanos,  etc......  aquí entre  risas y conversaciones con Antonio Aparicio de que hay que comer y que no,  como si fuésemos nosotros dietistas, pero es lo que escuchamos,  con la foto de rigor decidimos hacer el descenso pero es aquí donde tenemos la nueva incidencia, se escucha a Juan Luis dar el aviso de pinchazo, Diego como voy a ser menos.


  Aquí es donde Antonio Indias y yo decidimos adelantarnos y bajar antes que el grupo por ser tan arriesgados en esta bajadas ya sabéis. Tras arreglarlo y hacerle fotos que solo se las hacen a Juan Luis cuando pincha,  continuamos el descenso pero que no es descenso porque no nos íbamos a ir sin terminar de subir la cochina aunque esta ya no es cuesta ,  para arriba otra vez
Una vez subida bajamos por la dulce cochina y de ahí subimos otra vez como no otra cuesta más que ya que iban pocas la de los eucaliptus que no está nada mal una vez arriba cruzamos los Castillejos Reunidos y para Cuadraillo de nuevo pero ahora mejor que para bajo y eso que no me gusta mucho pero cada vez le estoy cogiendo más a gusto.


 En esta bajada con conversaciones distendidas hasta llegar al canal y hacia la carretera donde aun había ganas de hacer sangre se escuchaba huele a pegado pero ya estábamos más de uno que íbamos un poco cargados y con paso tranquilo hacia el pueblo a por la tan deseada cervecita y aperitivo en k moni  y es aquí donde tras varias conversaciones salió el título que me lo dio Juan Luis  "la cochina no es cuesta".
la cuesta es la guarra hedionda
Posdata:   con envidia sana que se lo pasen muy bien  los integrantes que van a la Covatilla y disfruten de una buena convivencia, la ruta que va a ser por lo que he escuchado un paseo poca cosa.  Que disfruten
Sin otro particular hasta la próxima
Crónica Alfonso Merino "Oso"

martes, 16 de febrero de 2016

SOLO CINCO PERRIGALGOS CONTRA VIENTO, LLUVIA Y BARRO.






RUTA 14/02/2016


Tomas David Casado
David Liviano
Antonio Indias
Jose A. Blanco
Javier Foz


Ruta: Santa Amalia – Sajonia – Canal de Orellana – Pino de Alico -  Mesa del Capitán -  Castillejos de Abajo- Charca Castillejos – Cuesta la Pluma – Infernal – Cortijo La Parrilla –– Canal de Orellana – La Monjas – Santa Amalia.


Hoy es San Valentín, día de los enamorados y muy enamorado de la bici hay que estar para realizar una ruta como estaba la marea. Se anunciaban rachas de viento de 60-80 km/h y chubascos fuertes e intermitentes, pero aun así, después del buen chaparrón de las 7 de la mañana, uno se levanta a las 8, ve el cielo medio despejado y dado que La Covatilla está a la vuelta de la esquina, decide armarse de valor y enfundarse el traje.

A las nueve menos cinco llego a la plaza y solo está Blanco. Miro el reloj del ayuntamiento para ver si hemos llegado demasiado pronto. Pero no, entre cenas de enamorados, bautizos, otras rutas alternativas y, sobre todo, el mal tiempo que hace, solo cinco nos vamos a disponer a realizar la ruta.

Emprendemos la marcha y nada mas dejar el pueblo hacia el Sajonia, empieza el viento a dar de cara de lo lindo. La previsión del tiempo se cumple, y al llegar al Sajonia, provoca que aminoremos el ritmo ya que el pequeño grupo se ha roto. Sin llegar a darnos caza los rezagados, vamos buscando la pista alquitranada de Alico y justo a la altura del camino Real empieza a llover, lo que nos obliga a aligerar el paso, sin estar reagrupados, para intentar guarecernos en alguna de las casas de este paraje. Pero cuando alcanzamos la primera, deja de llover, lo que aprovechamos para esperar a los descolgados. Fueron 5 minutos de agua que, de momento, no calaron.

Una vez recompuesto de nuevo el grupo de los cinco, caigo en la cuenta de que los papeles para esta función no estaban asignados. Viendo lo poco que se prodigan mis acompañantes con la pluma, la crónica tiene tufillo y, en efecto, ninguno “sabe escribir”, así que no me queda más remedio que asignármela. Tomas se encargará del reportaje gráfico.

Subimos hasta el pino por la cuesta de las casas de Alico, descendimos hasta la mesa del Capitán y, antes de llegar a la cuesta de novia, giramos a la izquierda para descender la cuesta que nos lleva a las cochineras de Gragera. El cielo estaba despejado e incluso hacia sol, pero el viento no cesaba ni un momento.

Tomamos el camino de Castillejos de Abajo, justo después del Entalle, y nos dirigimos al cortijo. Tuvimos suerte, porque, al llegar, el patrón de la finca salió con su Patrol en nuestra misma dirección 100 metros antes y llegó a la puerta que era nuestro destino. Seguimos al todoterreno con la idea de que nos iba a invitar a dar media vuelta pero nos encontramos con la puerta abierta y el hombre paseando 100 metros adelante, así que, con sigilo, nada mas pasar la puerta giramos a la derecha para iniciar la escalada de esta buena cuestecita, todavía mas dura si cabe por el barro que había.

Tras la subida, pasamos la cancela e iniciamos el camino hacia las charcas de los Castillejos, casi siempre con pendiente negativa. Una vez llegados al charco, paramos y nos pusimos al socuello para refrigéranos y alimentarnos un poquito.


La parada fue rápida ya que el frío entraba más rápido todavía en el cuerpo, así que nos dirigimos a la cuesta de la Pluma que la culminamos y pusimos dirección al camino de los Castillejos con los continuos repechos que sorteamos hasta llegar a él. En este punto se debatió de si volver ya a casa o seguir hacia la infernal para coger luego la pista de la Parrilla. Dado que eran las 11 de la mañana y no llovía, decidimos alargar la ruta.

El camino hasta la Infernal esta estupendo ya que era un autentico riachuelo durante todo el tramo con el agua corriendo y con numerosos charcos. Justo al iniciar el ascenso a la Infernal, se pone a llover. La cuesta está subible y la coronamos bien. Reagrupados arriba se comentó si nos cobijásemos en la casa de Chuster o tirar para adelante con todas las consecuencias. Como buenos Perrigalgos, ni parada ni nada, para adelante, así que, desde la Infernal hasta el Cortijo de la Parrilla nos cayó un buen, buen, chaparrón. Como alma que lleva el diablo, corrimos y corrimos hasta el cortijo para guarecernos, pero como pasó al inicio de la ruta,  cuando llegamos ya no llovía así que, al reagruparnos, para evitar coger frío por la caladura y el viento que hacía, pusimos un buen ritmo hasta el canal de Orellana, hasta la finca de las Monjas y hasta Santa Amalia.

Dadas las pintas que llevábamos, no era plan de visitar la sede. Lo ideal era una ducha caliente cuanto antes, así que cada mochuelo a su olivo a las 12:15 después de 50,50 km bastantes completos.



Crónica David Liviano.

miércoles, 10 de febrero de 2016

EN BUSCA DE LA MORADA DEL BANDIDO SERNA.





RUTA 07/02/2016


Javi Parejo
Jose Luis Jimenez
Juan Luis Capilla
Pablo Carrascosa
Diego Parejo
Paco Cidoncha
Santiago Sanchez
David Liviano
Juan Nieto
Diego Nieto
Jose Noca
Javi Camacho
Antonio Indias
Jose Luis Gomez
Alfonso Merino
David Fuentes
Jesús Cidoncha
Esther Díez


Ruta: Santa Amalia – Sajonia – Canal de Orellana – Cuadradillo -  Entalle -  Castillejos de Abajo- Finca Hnos. Castello – Sierra la Atalaya – Fuente Collado – Venta la Guia – Cuadradillo – Canal de Orellana – Sajonia – Santa Amalia.

Videos:
https://youtu.be/Wh3Y5FQkmLw
https://youtu.be/FL1thwWxaKs
https://youtu.be/LtKJkDnp7dk
https://youtu.be/tyuuV_l4-oE
https://youtu.be/MXrWo2e2JRw
https://youtu.be/vdcLjpg23BE
https://youtu.be/fgq2KR7WKtY
Fotos:


Domingo 7 de febrero de 2016. Domingo de carnaval, fiesta pagana por excelencia y muy arraigada en nuestra localidad donde el día anterior pudimos disfrutar de un divertido, colorido y  coreografiado desfile de comparsas que hacen del carnaval amaliense, un año mas, uno de los mas importante de la comarca, sino el que más.

De camino a la plaza voy sorteando pelucas, espadas, caretas y varios botellones esparcido por el asfalto. Lo que la noche anterior era una autentico hervidero de gente venidas de toda la comarca, hoy era un mar en calma si no fuera por la presencia de los perrigalgos congregados y por los efectivos de limpieza municipal que se afanaban para quedar nuestra plaza con decoro.

Diecisiete individuos y una “individua” seremos los protagonistas de la ruta. La individua es Esther, mujer de Diego Parejo, valiente fémina que a la postre comprobará que no es tan fiero el león como le pintan.

No hay ruta marcada y propongo ir a la “cuesta cochina” por las inmediaciones del río Aljucén. Jose Luis declina esta oferta, que luego nos pesará, y se propone ir a las charcas de los Castillejos. Salimos a las nueve y poco de la plaza dirección al restaurante Sajonia en la N-V.

Pedaleamos de forma distendida hasta llegar a dicho punto y tomamos la pista con destino al Canal de Orellana. La mañana esta perfecta para la época en que nos encontramos, cielo despejado, temperatura agradable y con una pequeña brisa para que nos acordemos que todavía estamos en invierno. Al llegar al inicio del camino del cuadradillo, observo numerosos  coches, incidencia que marcará el devenir de la ruta.

Atravesamos la finca del “Cuadradillo” hasta que llegamos a su querida cuesta que cada uno corona a su ritmo. En lo alto, una vez hecho el receso, Javi propone ir en busca de la cueva del bandido Serna, objetivo que también se han propuesto los senderistas amalienses, cuyos vehículos quedaron aparcados en la entrada del camino del cuadradillo. Por supuesto todos dimos nuestra venia a la propuesta, aunque algunos ya nos estábamos acordando de que la cuesta cochina era mejor opción.

Cuenta la leyenda que durante la primera mitad del siglo XIX, época contemporánea a la fundación de nuestro pueblo Santa Amalia, merodeaban el Camino Real, que unía Badajoz con Madrid, numerosos malhechores y bandidos escondidos en los Montes Cuadrados que, aprovechando el transito de diligencias por esas zonas tan despobladas, cometían sus fechorías a pocos kilómetros de la “Casa de Postas” o “Venta la Guía”, en la zona del Confesionario. El mas famosos de estos bandidos se llamaba Serna, cuya guarida todavía es un misterio, el cual traía de cabeza al recién creado cuerpo de la Guardia Civil por sus continuos ataques en las inmediaciones del único lugar de descanso y aposento para las caballerías y viajeros entre Mérida y Trujillo.

Hoy nos hemos aventurado a descubrirla y parece ser que se encuentra en la sierra de la Atalaya, en el valle del Pompa, pegadita a Valdecabreros. Para allá que vamos…

Descendemos la cuesta del Cuadradillo, llegamos al Entalle y giramos a la derecha para acometer la cuesta de los Castillejos de Abajo. Ya calentitos, nos reagrupamos justo en la entrada de la finca Castillejos de Arriba. Gateamos por una valla situada a la derecha de la citada puerta hacia el interior de la finca y hacemos el recorrido pendiente arriba, el mismo que hace tres semanas atrás.


 Vamos subiendo metro a metro por una pendiente que por lo menos se torna al 17% en algún tramo, para después disfrutar de una bonita bajada que nos pone en fila de a uno. Sin dejar el camino, giramos 90 º a la derecha y recorremos unos 1000 metros hasta estar paralelos a otro camino que transcurre por la finca de los Hnos. Castello, con lo que nos toca saltar otra valla. 


Hasta ahora vamos siguiendo el mismo itinerario que hace varias rutas, cuando hollamos el vértice geodésico de la Parrilla, deambulando por estas cercanas e inexploradas fincas que presentan un verde y una humedad ideales para el pedaleo. Antes de la enésima subidita que nos lleva a una puerta, vemos a los hermanos Teniente haciendo carbón a la vera del camino.

Una vez colados por la puerta, en lugar de bajar el camino, como hace varias semanas, decidimos explorar el camino que sale a la derecha. Este tramo, que transcurre por una de las faldas del valle Terrero va picando hacia arriba y merece la pena visitarle otro día.



 Después de dos kilómetros aproximadamente, llegamos a un cruce donde a la derecha está el cortijo de los Hnos. Castello y a la izquierda una corta pero exigente cuesta. Evidentemente optamos por la cuesta, y, tras culminarla, enlazamos con un camino a derechas con suave pendiente ascendente hasta que, de bruces, nos topamos con una empinada bajada del 25% de pendiente que impone respeto.


Ya agrupados, seguimos el camino hacia la derecha y por un continuo sube y baja llegamos a las estribaciones de la sierra de la Atalaya. Tomamos un camino que va rodeando el pequeño macizo rocoso hasta que llegamos a una valla que nos obliga a girar a la derecha y escalar unos 500 m al 8% por un cortafuego que, curiosamente, delimita la provincia de Cáceres y Badajoz. Al finalizar la pendiente, con la vegetación ya muy alta, se decide parar. Además, Javi Camacho va pinchado y se pone manos a la obra para poner su bici en condiciones, momento que aprovechan algunos para ir a buscar la cueva del Bandido Serna o para comer. 

Después de 10 minutos parados aparecen los senderistas que suben por la misma cuesta que nosotros, guiados por Lalo. Después de varios minutos de charla, ellos se apean para comer y nosotros hacemos lo propia algunos metros mas abajo esperando a los exploradores de la cueva.

Lo más parecido a una cueva que vimos


Después de varios minutos debatiendo si se ha descubierto la cueva o no, emprendemos el regreso por el mismo camino hasta llegar al principal, girando esta vez a derechas y seguir explorando. A pocos metros llegamos a un punto muerto, un nudo de fincas, que nos obligan a saltar dos vallas en tan solo 10 metros. Desembocamos en una finca recién repoblada y andamos como 300 metros sobre barbecho hasta llegar a un camino que nos conduce a una verja. Estamos en la Parrilla y el lugar ya es familiar. Seguimos explorando, y, en lugar de seguir el camino ya conocido, se decide buscar Fuente Collado por el camino alternativo de la izquierda. El lugar en cuestión estaba a pocos metros, aunque nos obligó a cruzar un trigal por las rodadas del tractor.





Nos recreamos un rato en el paraje de Fuente Collado y cogemos el archiconocido camino que llega a las ruinas de la Venta de la Guia, anteriormente comentada. Antes de llegar al antiguo Camino Real, giramos a la derecha y nos adentramos en la finca de Valdecabreros, desde donde se divisa perfectamente la cara oeste de la sierra de la Atalaya y el lugar donde hemos realizado el avituallamiento minutos atrás. Abandonamos Valdecabreros y ahora sí,  transitamos por el Camino Real hasta que se topa con el camino de cuadradillo. Seguramente este tramo fue uno de los que más rondó el bandido Serna.



Al llegar al camino del Cuadradillo, no volvemos a encontrar con los senderistas en su regreso, aunque esta vez no pudimos nada mas que saludar dado el ritmo que se cogió hasta llegar al Canal de Orellana. Del canal bajamos hasta el Sajonia y desde ahí hasta Santa Amalia a un ritmo de 40 km/h, que provocó algún descolgamiento. Reagrupación en la piscina y llegada a la sede sobre las 13 horas.

La ruta no fue mucho mas de 40 kilómetros pero es de las que crean afición, siempre transitando por caminos llenos de vegetación, encinas y charcos, con continuos sube y baja, alternándose cuestas exigentes con bajadas cargadas de adrenalina. Además, descubrir nuevas rutas y parajes tiene su merito, sobre todo si se encuentran a 20 km de casa.

Enhorabuena Esther porque ni se ha notado que venías con nosotros. Ruta exigente que has completado como indica tu apellido, de diez.


En fin, después de justamente un año, ya era hora de que me tocara escribir. Hasta la próxima…
Crónica David Liviano.