martes, 26 de junio de 2012

LLEGO EL VERANO!!!!!!!!!!!!!



Amigos perrigalgos, después de que el año pasado hiciera algún recorte para librarme de hacer la crónica, este año se que no me voy a escapar por lo que aquí estoy, debo decir que si no lo he hecho hasta ahora, no ha sido por pereza o vagancia, sino porque impone el hacer una crónica a la altura de las que se hacen todas las semanas de las aventuras de esta peña, que vamos a crear un nuevo estilo literario, la narrativa de unos buenos amigos con sus bicis (narrativa ciclista), lo dicho que espero estar a la altura.


Me levanto la mañana del domingo y me asomo al patio de luz para ver la temperatura como siempre, ya esperábamos altas temperaturas, que lo corroboro cuando salgo al patio, el tío del tiempo esta vez no se ha confundido y vamos a pasar calor a manta, de todas formas me visto y me voy a la plaza,
Blanco y yo llegamos con la hora justa y vamos comentando que puede que falte gente ya que el sábado, se celebró la ruta de la tapa, además de el partido de España, que por fin eliminamos a los gabachos, boda, o yo que estuve en dos cumpleaños, pero cual es nuestra sorpresa que cuando llegamos ya hay un gran grupo de perrigalgos, dispuestos a sacar por los poros las cervecitas del sábado.
La nota de color la ponen el gran Roni, y el amigo Miguelito, que llevan una camiseta de España, además nos acompaña, el amigo de Andrés que va a acompañarlos en el viaje a Santiago, después de ver donde vamos y hablar de la nocturna, salimos dirección a los Arribes del Aljucén, propuesta por Diego.



Hay empiezan los problemas de una jornada que daría pie a algunos mas, ya que justo a la salida unos perrigalgos que no se quienes son se quedan inflando sus burras, nos cogen muy prontito. Vamos dirección al Sajonia, para ver nuestra cuesta preferida de Cuadraillo, algún perrigalgo, comenta que en la cima de esta querida cuesta es donde se decide donde vamos a ir. El ritmo es bueno ya que no queremos que se nos haga tarde por las altas temperaturas, por lo que la primera parte del recorrido vamos como motos, y eso que por algunos sitios la polvareda era asfixiante, de Cuadraillo, vamos al Entalle, pasamos por Castillejo, al lado de donde no nos dejó de entrar el individuo del bartolito, y subimos a una sierra de eucaliptos, donde alguien dijo que si hoy no bajábamos nada, y bueno se bajo a los Arribes del Aljucén, nuestro destino. En una sombrita de fresnos centenarios nos comimos las frutas y chocolatinas y nos hicimos la foto de rigor.




Cabe reseñar que el amigo Carrascosa, está enseñando a su sobrino a seguir sus pasos, ya que pinchó tres veces, tu hazte caso de tito, que se te va la paga en cubiertas. Decidimos volver por una variante que como no, la conoce el amigo Pedro Carrasco, que va a Valdelallegua, desde abajo en las cochineras se ve que es una señora cuesta, pero el amigo Pedro solo nos dice que es buena, plato del medio, que miedito nos da eso, a lo que nos dice miguelito mas sandalio que nunca, ay si te pego!!!!!!!, la cuesta es cojonuda, con buenas rampas, como me han dejado bautizarla la voy a llamar la cuesta cochina, porque la verdad es que cuando la mirabas desde abajo te daban ganas de quedarte en las cochineras con los guarritos.


A partir de aquí cabe destacar que bajando esta cuesta Miguelito pincha pero es increíble, como queda calvada la bici en el suelo y como un recortador, salta y sigue corriendo, una autentica virguería si señor, por lo demás seguimos dirección al entalle, por una serie de sube y baja, y con todos los animalitos que veíamos metidos en sus charcos, lo que nos da mas ganas de bañarnos en el canal, solo reseñar antes del entalle que pasando por un cortijo somos atacados por tres perros de presa lo que nos hace aligerar el ritmo (un poco acojonados la verdad), todos menos Diegui que es capaz de acojonarlos a los tres.

El último percance me pasa a mí que pincho antes de Cuadraillo, por lo que quedamos que vaya para adelante quien se quiera dar un baño en el canal, después volando hacia la sede, a donde llegamos cerca de la una, donde nos esperaban las cervecitas y los montaditos que cayeron como gloria bendita.



Un saludo perrigalgos



Antonio J. Muñoz García





martes, 19 de junio de 2012

¡¡¡MENUDO BERENJENAL LA SUBIDA A PIORNAL!!!




Track ruta
http://www.endomondo.com/workouts/64311151


Deporte
Ciclismo, montaña
Hora de inicio 17-jun-2012 7:43
Distancia 66.51 km
Duración 3h:27m:39s
Velocidad Prom 19.2 km/h
Velocidad Máx 64.8 km/h
Calorías 3242 kcal
Altitud 515 m / 1327 m
Elevación 1349 m ↑ / 1325 m ↓


Videos
primer video:
http://youtu.be/Y4hDuw62PYI
segundo video:
http://youtu.be/EwRTLqemQ3w
tercer video:
http://youtu.be/9uOgf9Warxo
cuarto video:
http://youtu.be/_FFy8Vmk6zg
quinto video:
http://youtu.be/BgNjKdzT-9E

Crónica de Pedro Carrasco
 
Este domingo llegaba por fin el día D. Tocaba hazaña épica y los Perrigalgos se aprestan a tocar el cielo con la punta de los dedos: conquistar por la vertiente sur Piornal, el pueblo más alto de Extremadura.


El personal, haciéndole un corte de mangas a la crisis, ha aprovechado para irse con la familia y redondear un fin de semana lúdico-festivo-deportivo-turístico, y ya desde el viernes han ido acudiendo a Jarandilla de la Vera, más concretamente al camping La Jaranda, un enclave de ensueño que no debe diferir en mucho del que podemos imaginar en el ideario mental de lo que pueda ser el paraíso.

Tomás David y quien escribe hemos sido menos afortunados, y nos damos el madrugón padre (“ambiguas horas que mezclan al borracho y al madrugador”, que dice Sabina) para estar allí a las siete y media, hora establecida para la salida. Cuando llegamos vemos a varios compañeros montados en sus bicis calentando “motores” (piernas).

Están tan impacientes e intranquilos que parecen leones enjaulados, prestos a salir a la arena a devorar cristianos (kilómetros). Aunque llegamos vestidos de ciclista, mientras nos calzamos los guantes y el casco, vemos venir a Lalo con nuestras burras de la mano, que habían viajado en la tarde del sábado en el camión de Blanco, que si bien su porte (y sus carnes) sigue siendo más propio de un jóquey de primera, poco a poco se va aproximando a lo que sería un ciclista de tercera (hay dos categorías de Regional por debajo, que conste).

En el camping se queda a cargo de toda la familia perrigalguera (mujeres y niños) nuestro intendente, conductor y “ayudante de cámara”, Chiqui, un tipo con proclividad a la vida sosegada (que no contemplativa) que conjuga a la perfección altruismo con sibaritismo, y que entre sus axiomas preferidos parece estar el que reza “carrera que no da el galgo (o Perrigalgo) en el cuerpo la lleva”.

Antes de iniciar la ruta posamos para la foto. Nos la tira Antonia Mari, que tendrá que hacer tiempo hasta que se vayan desperezando las Perrigalgas, que no se han dignado siquiera a levantarse para despedir con abrazos, pañuelos y lágrimas de emoción a unos intrépidos maridos, a punto de emprender una titánica empresa que quedará para siempre en los anales (no tiene nada que ver con el ojo del culo) de la historia de la peña, y que solo Dios sabe si tendrá feliz término.


Cuando todo parecía indicar que por primera vez la homogeneidad de la foto iba a ser total con nuestro maillot verde brillando por bandera, Pablo hace polvo la armonía enfundado en una chambra de abrigo tan inútil (se la tuvo que quitar al momento de salir) como inoportuna (¡qué bien desfila mi niño; todos con el pie cambiado menos él!).

A las ocho menos cuarto se produce la salida neutralizada en dirección a Aldeanueva, y de inmediato atacamos las primeras cuestas de la sin par comarca verata. En Cuacos de Yuste giramos hacia la derecha, y pasamos por el monasterio jerónimo adonde se retiró a sufrir su padecimiento de gota y a morirse el emperador Carlos I.

Fue el primer dignatario que intentó unir y poner de acuerdo a la vieja Europa, y cinco siglos después, tras una miríada de guerras y muchos millones de muertos, seguimos en las mismas.


Haciendo mil y un ringorrangos divisamos en una hondonada la población de Garganta la Olla. Nos detenemos en un mirador presidido por la estatua de la “Serrana de la Vera”, donde Lalo nos ilustra sobre sus andanzas. Se trata, según el mito, de una hermosa mujer con apariencia de cazadora o amazona que habitó por estos parajes. Cuenta la leyenda que vivía en los montes y se llevaba a los hombres con que se cruzaba a su cueva, para matarlos; eso sí, no tenía un pelo de tonta y, al parecer, antes de liquidarlos se los “cepillaba”.


En la entrada del pueblo, en la señal que anuncia su nombre, algún cafre ha pintado una P delante de Olla, por lo que esta preciosa localidad se convierte para el visitante no avisado en GARGANTA LA POLLA.

Un cartel anuncia a la salida del pueblo: PIORNAL 17. Ya sabemos lo que nos queda de dura y continua ascensión. Diego, el promotor y “padre de la preciosa criatura” que es esta etapa, se muestra exultante por momentos, viendo consumarse su propuesta de enseñarnos la ruta, y conecta su cámara de video cuando cree que la situación lo requiere.

Al poco de iniciarse las primeras rampas el pelotón se disgrega. Tácitamente se plantea el subir cada uno a su ritmo y nos fraccionamos en varios grupos. Me quedo encasillado momentáneamente en el segundo con Tomás David y Blanco, pero mi prurito personal me hace abandonarlos e intentar coger a los de cabeza.

¿Adivináis quiénes son? A saber: Javi, Domingo hijo (que no junior), Andrés y Pablo. Entre que yo hecho el resto y que ellos aflojan el ritmo, en un par de kilómetros llego a su altura. Javi, que me ve llegar levantado del sillín con mi pedaleo característico, exclama: “¡Ya está aquí el cansino!” El ritmo es exigente y Pablo comienza a descolgarse.


Nos anima a que tiremos para adelante, pero ya el equipo está consolidado y decidimos aminorar la marcha y subir juntos. Javi, que es un cachondo mental donde los haya, le recrimina: “¡Mira que te lo dije anoche, que no te arrimaras a la Mai!” Solo le faltó cantarle aquella de Los Chichos: “Yo quiero a Mai, mi vida para Mai…”.

La carretera es estrecha y sinuosa, ideal para la práctica del ciclismo por su ausencia de tráfico; tan solo una moto nos adelanta en toda la subida. Casi siempre a la sombra de un frondoso bosque de robles, jalonado por continuos arroyos de agua cristalina que se despeña por profundos barrancos, seguimos descontando kilómetros del total de los diecisiete de que consta el puerto.

La espesura del robledal produce un efecto multiplicador en los sonidos y en un momento dado, movido tal vez por un estado de euforia y exaltación, doy un grito y exclamo: “¡Ah, del Perrigalgo!” Inmediatamente oímos, tres herraduras por debajo, la voz de Blanco que nos contesta: “Ehhhh… ya vamos”.

Entre cuesco y cuesco del quinteto cabecero, Pablo, con su talante irónico y jocundo, emula a su hijo cuando van de viaje y pregunta: “Papa, cuanto falta pa llegar”.

A medida que ganamos altura el roble da paso al castaño, hasta que desaparece la arboleda y aparecen los piornos, unos arbustos leñosos que proliferan a partir de los mil metros de altitud (tampoco se han roto mucho la cabeza esta buena gente para ponerle nombre al pueblo).

Cuando hacemos cumbre decidimos volver grupas en busca de los demás. Pronto nos cruzamos con un rosario de Perrigalgos que, si no recuerdo mal, van en este orden: Blanco, Tomás David, Lalo, Diego, Liviano,  José Luis, Pedro Antonio… hasta que damos con el Triqui y Antonio Muñoz que, arreglo a su “caballaje”, hacen una ascensión memorable y digna de todo elogio. Javi les insufla ánimos a modo de comentarista de radio en los últimos metros, y todos reímos su ocurrencia.

Con el grupo compacto y entre expresiones de júbilo y saludos por ver culminada la subida llegamos a Piornal, el pueblo donde se celebra cada 19 y 20 de Enero la fiesta de Jarramplas, declarada de Interés Turístico Regional. Se trata de un personaje ataviado con chaqueta y pantalón de la que cuelgan multitud de cintas multicolores; la cabeza va cubierta con una máscara cónica que contiene dos cuernos y una gran nariz. La diversión de los piornalegos se centra en algo tan prosaico como tirarle nabos al Jarramplas, hasta que aguante; se trata de un enigmático festejo que define la riqueza del acervo cultural del lugar.

Nos tiramos la foto de rigor en la señal de la entrada al pueblo y reponemos fuerzas. El Triqui se arranca con uno de sus “jerárquicos” batiburrillos, y mezcla a Mahoma con una suerte de bacanales de cerveza y desenfreno, como Dios le da a entender.

Apenas nos asomamos al “balcón del valle del Jerte”, iniciamos el descenso de catorce kilómetros a Pasarón de la Vera. José Luis sentencia, jadeante y sudoroso: “Ahora es cuando juego en mi terreno”. Y, en efecto, se lanza a tumba abierta para abajo, junto con otros, de forma temeraria. Y es que los Perrigalgos, subir no suben muy allá que digamos, ¡pero cómo bajan, los cabrones! Tanto bajan que en el cruce de Jaraíz se pasaron a Pasarón (¡cómo he hilvanado el juego de palabras, eh!).


Tras un repecho de un kilómetro la “serpiente verde” sigue descendiendo hasta Jaraíz de la Vera, que celebra este fin de semana la “fiesta de la tapa”, según vemos en un cartel. Ya en Cuacos de Yuste nuevamente desandamos el camino hasta Aldeanueva por un terreno “rompepiernas” de continuos toboganes.


Es en este punto cuando a José Luis se le acaba el “carrete” y los tirones y calambres hacen mella en sus piernas. Andrés, Pablo y yo nos amoldamos a su paso, y el resto del grupo se detiene de vez en cuando a esperar. El bueno de José Luis, ora se queda callado, ora explota con algún improperio por verse mermado. Finalmente, llegamos todos a Jarandilla cuando el reloj de la villa daba las doce en punto, sin pinchazos ni accidentes, pero henchidos de gozo y orgullo por la grata mañana de ciclismo del bueno que hemos echado.


Tocaba ducha reparadora, recoger tiendas, cargar bicis… y echar un ratito de los buenos departiendo entre risas y refrescándonos el gaznate con unas cervezas fresquitas. En el restaurante Robles, un secadero de tabaco reconvertido en casa rural, nos dieron de comer de lujo. A propósito, no recuerdo quién fue pero alguien, viendo las plantaciones de tabaco, dio una soberana lección de sus conocimientos sobre la flora y la agricultura al exclamar muy en su papel: “¡Cojones, qué montones de lechugas se siembran por aquí!”



Hasta la próxima, “correliebres”.

lunes, 18 de junio de 2012

La Nocturna por el día

Crónica Domingo Pablos

Conforme se va acercando la hora de reunión habitual nos reunimos en la Plaza el grupo de los “Pepes” (Los rajaos) que no hemos asistido a la ruta de la mayoria de la Peña que se encuentran en la Vera para realizar entre otras la subida al Piornal. Despúes de las deliberaciones pertinentes se decide realizar la ruta nocturna a Almoharin por la finca de La Tocona.

Iniciamos la marcha por la Comarcal 206 hasta el rio para coger por las Monjas hasta el Canal de Orellana, nos desviamos por el camino que lleva a La Parrilla donde encontramos al Perrigalgo “Isaac” regando el Maiz, continuamos hasta el desvio del camino que nos lleva a la Tocona que nos conducirá hasta Almoharín. Pasada la casa de la finca el Perrigalgo “Juan” empezó a notar que su rueda trasera iba cada vez más baja por lo que hubo que proceder al cambio de cámara una vez que la presión era bastante baja y la confirmación del pinchazo era evidente.

Durante el recorrido los comentarios sobre por donde se hallarían los de “La Vera”, la gran victoria del Barcelona de Baloncesto en el 5º partido del Playoff, la clasificación de las dos primeras selecciones de la Eurocopa 2012, Chequia y la sorpresiva Grecia que seguro que va a tener su influencia en el resultado de las elecciones que celebran durante el día de hoy. Llegados a Almoharín hicimos un recorrido por diversas calles y plazoletas de la localidad guiados por mi “sin ninguna dificultad” hasta la Plaza donde repusimos fuerzas e hicimos un buen descanso pués sin darnos cuenta el recorrido lo habíamos hecho bastante rápido.

Reanudamos el recorrido con la duda de por donde ibamos a realizar la vuelta, sin mucha discusión (que poco hace falta para ponernos de acuerdo) se decidió realizarlo por el Canal de Orellana, durante el mismo “er Tite” nos trajo animados con canciones de Victor Manuel mientras el resto hacíamos el coro con el estribillo, llegados a la altura de Conquista del Guadiana nos desviamos por una pista que nos condujo al pueblo para a continuación por el camino de tierra blanca coger la pista de Malmedra y para la sede donde el “Padrino” nos estaba esperando con los bocadillos que tan bién nos sientan después de realizar los recorridos domingueros.

Al final nos han salido unos 60 kms. que para las fechas que estamos no está nada mal, solo ha faltado el baño a pesar de haber hecho buena parte del recorrido de regreso al lado del Canal.

Los “Rajaos” han sido:

Er Antonio, er Yanqui, er Tite, er Colores, er Diegui, er Juan y er yo.

martes, 12 de junio de 2012

Ruta al Piornal

Aqui teneis el enlace de la ruta del año pasado para el que la quiera echar un vistazo. http://www.cicloturistaamaliense.blogspot.com.es/2011/08/un-perrigalgo-en-piornal_16.html

Para los que vayan a ir al camping se les recuerda que tienen que llevar el DNI para poder pasar la noche allí.

lunes, 11 de junio de 2012

NOS ACOJONÓ LA REALA Y BAJAMOS LA MADRE A TODA BALA



Crónica Domingo Pablos Jr.

Un Domingo más me levanto para dar un agradable paseo en bici, y hoy sabiendo cual iba a ser el destino, “la cuesta madre”. Llego a la plaza de nuestro pueblo acompañado por mi padre y mi cuñado y ya había varios perrigalgos esperando a la llegada de los demás compañeros, Al final nos juntamos 22 ciclistas dispuestos a pasar una agradable mañana en bici. Hoy tenemos a mi socio Miguel Andrade con la bici tuneada, la trae equipada con una bandera española colocada en su asiento, para apoyar a nuestra selección, que juega hoy, y al amigo Andrés con su nuevo y flamante traje del astana, y venía muy contento con su nueva adquisición hasta que se enteró que esa misma equipación la tiene el “fresco”.

Después de las bromas de algunos con respecto al traje, nos arrancamos por la calle de los muertos y cogemos la carretera del sajonia, y al pasar el río Búrdalo giramos a la derecha y seguimos por las monjas hasta llegar al canal de Orellana, el cual cruzamos y continuamos por la pista de la parrilla. El ritmo era bueno y rodábamos todos juntos.

Pasamos por delante de los montones de las minas de la parrilla y giramos a la derecha en el camino de los corchuelos, donde ya entramos en nuestro hábitat natural, el camino, porque hasta llegar a aquí todo había sido pista alquitranada. Una vez cojimos el citado camino, el compañero Antonio indias se dio la vuelta al no encontrarse en las mejores condiciones para afrontar lo que nos esperaba. En este camino cogimos una variante que conocía nuestro guía personal Pedro Carrasco, y volvimos a salir al mismo camino, por el cual continuamos hasta llegar al inicio de la cuesta madre. Hasta este punto seguimos 21 perrigalgos, porque aquí se fueron para el pueblo Javi Parejo, Pablo Carrascosa y Andrés Falcao, jeje, que tenían prisa para poder asistir a la misa del día del señor.

Continuamos 18 valientes para intentar llegar a nuestro destino de hoy, la cuesta Madre, que hizo honor a su nombre, porque tela con la cuestecita, entre la gran pendiente que tiene y el mal firme de las primeras rampas, hacían prácticamente imposible de subirla sin echar el pie a tierra.


Los más avispados (Pedro Collado y Pedro Carrasco) subieron las primeras rampas por el monte a través y fueron los únicos que se la machacaron entera, porque los demás subimos a cachos y como pudimos, muchos tramos los hicimos a pie. Una vez llegado a la cima nos tomamos nuestro tentempié merecidísimo y la foto de rigor.

Continuamos por una bajada con la duda de si era o no era por allí, pero una vez entrado en las fuertes pendientes descendentes, no era cuestión de dar la vuelta, así que para abajo a toda leche, hasta que nos paramos por el miedo de algunos integrantes del grupo de los ladridos de una reala que se escuchaba muy próxima.

 Seguimos y pasamos al lado de la casa donde se encontraban los perros muy bien cercados y llegamos otra vez al camino de los corchuelos, el cual continuamos para esta vez ir a la cuesta del “somier”, la cual subimos con menos complicaciones que la anterior. Bajamos bastante deprisa ésta cuesta y nos dirigimos hacía el camino de la parrilla, por él que seguimos hasta la finca la Encomendilla, la cual cruzamos y continuamos hasta el canal de Orellana.

En esta finca tuvimos un pequeño problemilla con un hombre que se pensaba que nos íbamos a quedar la verja abierta, pero bueno, la cerramos como siempre hacemos y continuamos hacia el 301, para cruzar la autovía por debajo y ya para el pueblo por malmedra. Al final llegamos a la sede dentro del horario previsto y sin ningún pinchazo ni nada destacable, a disfrutar del refresco y los bocadillos de la madrina.

Espero que os haya gustado mi crónica, aunque esto no es lo mío, y desear a todos los que el próximo fin de semana nos desplacemos a hacer la ruta al Piornal que lo pasemos lo mejor posible y a disfrutar de los maravillosos paisajes de La Vera. Un saludo para todos.