martes, 13 de marzo de 2012

LA JAMONÁ Y DINIO. POR FAVOR RESPETEN EL PITO.



Participantes:

Tomás David
Domingo
Paco
Antonio Aparicio
Emiliano
Juan Luis Capilla
Javi Parejo
Diego Parejo
Juanma
Lalo
Triki Beltrán
Santi
José Luis
Andrés
Pablo
Manuel Jesús
Tite
Alberto
Pedro Cuesta
Agustín
Pedro Carrasco
Antonio Indias
David Liviano
Pedro Collado
José Blanco


Videos:
primer video:
http://www.youtube.com/watch?v=lzNucDvhjTg
segundo video:
http://www.youtube.com/watch?v=X9M7WmGzV7s
tercer video:
http://www.youtube.com/watch?v=sWRi71Jtf1M

EL TRACK DE LA RUTA ES:
http://www.endomondo.com/profile/3385071

KM LIEBRE EL 29 CON 1 MIN. Y 58 SEG.
KM TORTUGA EL 34 CON 4 MIN. Y 59 SEG.

OTROS DATOS DE LA RUTA:

Deporte
Ciclismo, montaña
Hora de inicio
11-mar-2012 8:53
Distancia
57.00 km
Duración
2h:55m:57s
Velocidad Prom
19.4 km/h
Velocidad Máx
53.2 km/h
Calorías
2779 kcal
Altitud
290 m / 408 m
Elevación
372 m ↑ / 366 m ↓

Domingo, 11 de marzo de 2012
La ruta del domingo vino precedía por la “Jamoná” del sábado. De la ruta de los ríos (de los pedruscos diría yo) de Miajadas, nos trajimos, merecidamente, un jamón (y un trofeo), y como lo ir pasándolo casa por casa no parecía muy práctico, decidimos darle “materile”. Dicho y hecho. Ya que esta Peña necesita pocas excusas para la fiesta y la jarana, se decide pasar una jornada de campo, en San Isidro. Perrigalgos, perrigalgas y perrigalguillos se dan cita el sábado en el cerro, con el pretexto de comerse el jamón, aunque con el fin último de pasar un día de convivencia fabuloso. El tiempo y el ambiente acompañaron y del jamón sólo quedó el hueso para el caldo. Bien podía ser este el motivo de otra que apuntar en el calendario. Pero no todo fue jamón, el sábado, también fue jornada de “rabo”. Un tal Dinio y su partener montaban un espectáculo porno en la discoteca esa madrugada. ¡Qué psicosis!. Mami qué será lo que tiene Dinio. Las mujeres se alborotan, los hombres fruncen el ceño: Que si las comparaciones son odiosas, que si el tamaño no es lo que importa, que eso será cirugía…Y digo yo, apáñese cada uno con lo que tiene y de le buena utilidad, que músculo que no se ejercita, se atrofia.
Hemos pasado ya al domingo. Son las nueve y pico y llego otra vez el último. Siempre tengo una justificación razonada, pero no sé si la gente se lo cree o me tienen por dejado por imposible. El caso es que me encuentro con un montón de perrigalgos prestos para la partida, nada más llego a la plaza. Tras el recuento llegamos a veinticinco, como quien no quiere la cosa. No me dejan ni bajarme de la bici. La ruta está ya consensuada, pero no tengo ni idea a dónde nos dirigimos. Salimos, como casi siempre, por la calle de Los Muertos dirección EX 206. Mientras pedaleo me alegra ver a compañeros con los que hacía tiempo que, por motivos diversos, no coincidía: Emiliano, Alberto, Juanma, Manuel Jesús, Tite, Antonio Aparicio. Tras la ruta de Miajadas y Manchita, había ganas de volver a normalidad de las salidas domingueras por nuestro territorio y ello se dejaba notar en la alegría del pedaleo, la conversación con unos y otros, comentarios sobre lo bien que resultó la jamoná, algún otro sobre el dichoso Dinio…

Una vez en Cuadradillo, sorprendentemente, en vez de tirar para la cuesta, giramos a la derecha y tomamos la carretera vieja. Es una pena, pues en lo que llevamos de ruta, en otras circunstancias deberíamos ir embarrados y, sin embargo, tragamos polvo a manta. La temperatura, algo fresca a la salida, va subiendo en exceso, lo que justifica que entre muchos perrigalgos predomine el verde del traje de verano.

En este tránsito ocurre algo novedoso: Se escucha el reiterado pitido de un silbato. Dicho sonido me retrotrae a la jornada del pasado domingo en la ruta por las sierras de Manchita. El autor resulta ser Andrés, que se ha comprado un silbato para, según él, controlar que el grupo transite homogéneo y evitar así cortes distanciados, plagiando el sistema que utilizan los compañeros de la Peña La Pájara, como ya comentó en su crónica el compañero Pedro Collado. Esa es su explicación, aunque pienso que a él también le viene al pelo, pues como todos sabemos, su sentido de la orientación lo tiene más bien atrofiado y, a buen seguro, todavía tiene fresco en su recuerdo el incidente de los árboles con ruedas.

Llegados a la pista de La Parrilla, cogemos ésta, enterándome por fin que nuestro destino es Almoharín, siguiendo el recorrido de la pasada ruta nocturna. Al pasar por las minas, se observa que hay actividad en las mismas, y es que se comenta que pudiera ser que volvieran reabrirse nuevamente. Giramos a la derecha para tomar el camino que conduce a la conocida cuesta del somier. Aproximadamente por ese tramo, escucho a mi espalda un alboroto y, acto seguido, el Triki me pasa como una centella, dejando una estela olorosa nada agradable.

A poca distancia paramos para reagruparnos y se confirman las sospechas: El Triki se ha tirado un cuesco en todo regla, y Emiliano se lo ha tragado casi entero. Ante la recriminatoria, el tío ha salido pintando y el resto lo ha ido diseminando por el camino, siendo esta la parte que a mí me ha tocado. En este punto, Diego nos abandona, ya que tiene que estar en casita temprano para cumplir con un compromiso familiar.


Reanudamos la marcha, bajando una cuesta con mucha piedra suelta y arena. Al final de la misma torcemos a la izquierda. Ante la sequedad del entorno, lo único reseñable y a la vez sorprendente, es que cruzamos un arroyo que lleva agua. Eso es noticia. Tras un kilómetro giramos para seguir por el camino de la derecha que nos conducirá a Almoharín. En un tramo de este recorrido, nos adelantamos un grupo conformado por 10 o 12 unidades, en el que empieza a acelerar uno, otro un poquito más y así hasta que se desmadra el asunto durante unos kilómetros, deteniéndonos en el alto desde el que se divisa nuestro destino.




Al poco Andrés se presenta y nos recrimina que si no hemos escuchado el silbato, y que por favor, respetemos el pito. Bajamos una pronunciada cuesta, cruzamos el arroyo del Coto, y nos plantamos en la Plaza de Almoharín. Como por todos es sabido, nuestro Presi, Domingo, es oriundo de esta localidad y por ende, ejerce de anfitrión comentándonos los monumentos de la antigua Plaza. Curiosa resulta la Iglesia del Salvador, cuya torre se encuentra separada de la misma, siendo construida sobre otra edificación distinta a la parroquia.


Mientras comemos, se acerca el párroco apresuradamente para oficiar la misa. Se detiene con nosotros un momento y le invitamos a que pose en la foto de grupo. A petición nuestra nos bendice y ahora ya sí que podemos considerarnos una Peña que cumple con los preceptos humanos y divinos.
La vuelta a casa se desarrolla por el archiconocido camino que transita por la ermita de Sopetrán. Esta vez, en lugar de tirar para Conquista del Guadiana, pasamos por debajo de la Autovía, a la altura del puente Romero, hasta llegar a la pista de los invernaderos. Aunque parecía que esta vez nos librábamos de percances, no será así. Pinchazo que te crió. Le ha tocado a Emiliano. Las malas lenguas comentan que pudiera haber sido auto provocado. En este tramo, como suele ser habitual, el personal se desboca. El silbato suena, pero pocos hacen caso. No parece que haya tenido mucho éxito el invento, y ello pudiera ser debido a que nuestra consciencia sólo reaccione a lo que estamos acostumbrados: Un buen “alarido aberronchao”.
Llegamos al pueblo a buena hora. Aunque en las jornadas pasadas hemos comido y bebido bien, teníamos ganas de probar los bocatas de la madrina y beber en la sede. Se aprovecha para recordar que hay que apuntarse para la salida del día 25 a Guadalupe. Igualmente, este domingo habrá un juego de orientación para adultos y niños.
Sin más tela que cortar, hasta la próxima.
Juan Luis

4 comentarios:

  1. Capi, no sé cómo lo has hecho para hacerte un hueco entre tanto cronista suelto. Estoy de acuerdo en que el día de la "jamoná" hemos de institucionalizarlo. Y, efectivamente, ahora ya somos una peña que ha cumplido con todos los sacramentos, aunque hubiera preferido que el páter que nos consagrara hubiera sido don Teo, que para eso es el nuestro.

    ResponderEliminar
  2. tan solo decir,las fiestas de los perrigalgos son unicas...eso si, son fiestones en grupo y de hermandad.anda que nooo...!!! un abrazo ,peña.

    ResponderEliminar
  3. Joder que envidia¡¡¡ rutita sin cuestones de molinillo y el "menda" acostado....Está claro, no se puede estar en misa y repicando, porque alguien tenía que dar de beber a las sedientas mozas que esperaban a Dinio....y me tocó a mi. A la próxima no falto. Bonita crónica Juan Luis, está claro que a los nuevos escribientes nos queda mucho que aprender...Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Compañeros amalienses! Una pena no coincidir este año por poco en la ruta a Guadalupe, hubiera estado bien. Bueno, vosotros id abriendo camino que nosotros ya iremos, ya. Lo dicho: suerte con la ruta.
    Saludos a todos.

    ResponderEliminar