Track:
ASISTENTES
Javi
Parejo
José
Antonio Puerto “Noca”
Juan
Luis Capilla
Diego
Nieto
José
Luis “Petete”
José
Luis Jiménez
Tomás
David Casado
Juan Nieto
Alfonso Merino
Diego Parejo
Toni Nieto
Km: 58
Domingo,
5 de mayo de 2019
Vamos al tajo, que anda la
cosa escasa. Si en jornadas anteriores, la climatología generaba dudas en
cuanto a la indumentaria, que si de largo, de corto, térmica o manguitos, traje
semi o de riguroso invierno, lo que viene ocurriendo en el llamado “tiempo de
los tontos”, el día de hoy no ofrece dudas, con previsiones de 30º C hay poco
que pensar.
Como casi siempre, sonándome
las nueve por el camino, llego a la Plaza y me encuentro un reducido, aunque
aceptable número de Perrigalgos, teniendo en cuenta que nos encontramos en pleno periodo de
Comuniones. Me sorprende la ausencia del Javi. ¿Habrá sufrido nuevo arresto
domiciliario?. No, se presenta al límite del tiempo de cortesía acompañado del
hermanísimo, que no trae buena cara. Se desatranca con que ha tenido servicio
de Comuniones y para rematar, no pudo faltar a la ineludible cita con Los
Calis, en Valdehornillos. Casi na.
Entre pitos y flautas, parece
ser que queda fijada la ruta a la Morra del Pajar, pero por la parte chunga. Para
variar, toca una vez más Cuadradillo, espera en el alto, rumbo al Entalle y
nueva espera, ya que a Diego se le han caído los achiperres para arreglos, que
digo yo los lleva de adorno, pues si le pilla algún día sólo, ni sabe para qué
sirven. Subida la cuesta de los
Castillejos y llegados al punto de no retorno, Diego hace amago de retirada por
la Infernal, pero es fácilmente convencido para que continúe por el itinerario
previsto. En cuántas perores no te habrás visto. Giramos a la derecha dirección
a nuestro destino. Para lo cual hay que saltar la consabida verja, insinuando
alguien que estamos en terreno privado con lo que ello puede conllevar. Vamos a
ver, que tenemos ya el colmillo retorcido como para andar con estas pamplinas.
Como ya dije, el itinerario
por esta sierra no se realizará por el habitual que va a parar a la finca de
los Velarde, sino por un trazado con el que accidentalmente dio Javi con su maquinita en la pasada temporada y que
va “faldeando” la sierra por su vertiente norte y este. Continuos tramos de
sube y baja pronunciados, prácticamente cerrados en parte de su recorrido,
siendo posiblemente el Perrigalgo el único ser humano que los haya transitado
en mucho tiempo.
Así hasta que llegamos a una pronunciada subida que será el
preludio de otra de mayor enjundia que discurre paralela a la cuesta del Quinto
Pino, y que en su día la bautizamos como la Prima del Quinto Pino. Es su
versión en tierra, pero con porcentajes del 20%. Una vez llego arriba, Alfonso,
que me precede, comenta que Toni tiene avería. Teniendo en cuanta nuestros
escasos conocimientos mecánicos, que Javi y Tomás David se encuentran con él, y
que hay que guardar balas para lo que queda, resulta prudente esperar en el
alto a que se resuelva el entuerto.
Como no podía ser de otra forma, nuestros
mecánicos solventan el inconveniente y nos prestamos a ascender otro cuestón
hasta llegar al camino principal que nos conducirá a la cima más alta de esta
jornada, por lo que vamos servidos. Como no hay sombra y el calor aprieta, se
decide descender hasta un lugar más apropiado para almorzar.
Parada de las recolgonas y remolonas, que cuesta un mundo
volver a ponerse en marcha. Sólo faltaban la tortilla y las cervezas para que
no nos moviera de allí ni él de la moto. Pero no queda otra que ponerse en
marcha. Pensando que regresaríamos por el mismo sitio o por la pista de la
Parrilla, Javi se desatranca en realizar la vuelta por la Sierra del Saltillo
dirección hacia el camino Travieso, con la justificación de pegar el rodeón
para evitar el Quinto Pino. Javi, cuando estábamos más tiernos, nos engatusabas,
pero a estas alturas, ya no engañas a nadie. Nada, dirección Dehesa Vera y a
transitar por dicho tramo que últimamente hemos realizado en varias ocasiones
pero en dirección contraria. Diego va
dando muestras de flaqueza, por lo que cuando llegamos al camino
Travieso, viendo ya próxima la luz, se arranca entonando uno de los hits de Los
Calis, ese que decía: “Más chutes, no. Ni cucharas impregnadas de heroína…”. En
estas que el compadre, que ha venido parte del camino a su compás, nos pone a
todos en fila de a uno, pasando el
susodicho del cante al llanto. Ríete de la amistad.
Ya en la pista de Malmedra,
nuevamente Diego se arranca por los Calis y esto, no sé por qué razón, provoca
otro arreón que le corta y con el aire en contra. Otro chute y definitivamente
pierde el pellejo. Todo queda en nada cuando llegamos felizmente a nuestro
destino y allí es donde el menda se reanima pero con buenos chutes de cerveza,
que es la que entra bien y merece la pena.
Sin más tela que cortar, hasta la próxima.
Fenómeno Juan Luis, por lo menos algunos tenéis voluntad, buena rutita la del domingo esa Morra del Pajar es un sierra pequeña pero con muchos rincones por los que discurrir y disfrutar
ResponderEliminarBuena crónica y buena ruta nos marcamos
ResponderEliminarTelita con la morra del pajar y pensar por mi parte que ya la conocía. Joder con la vueltecita en sentido contrario a las agujas del reloj. El quinto pino al lado parecía casi llano. Pero mereció la pena. Enhorabuena al escritor y al investigador.