miércoles, 3 de abril de 2019

Ruta Pedro Carrasco “Las tres encinas”




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Bueno Pedro hoy tenemos de nuevo La Mochila, seguro que para acompañarte vendrá un gran número de Perrigalgos, por ti todo parece poco, porque nos diste mucho y estaremos siempre agradecidos, ha pasado mucho tiempo desde que Domingo te convenció para que pedalearas a nuestro lado, tanto, que de no saber donde estaba el Rugidero, o esa finca que escuchabas decir a tú  padre, Valdelasyeguas, que creías  que estaban demasiado lejos para poder ir a visitarlos, y pronto se te quedo demasiado cercano, tanto es así que como bien dices en la crónica de la 1ª Ruta de La Mochila, que con gran acierto propuso el Yanki, nos espetaste una ruta de 116 kilómetros pero como siempre para enseñarnos tres arboles ejemplares de Extremadura. Hoy me toca a mí intentar llevar al grupo espero estar a la altura.
Poco a poco nos vamos acercando hasta el paseo, como te gusta a ti llamar a la Plaza, un buen número de Perrigalgos esperan ya, otros sabes que los minutos de cortesía se pusieron por ellos, no hace falta mencionar quienes son, al final somos 21 los que salimos desde aquí. Nos acompaña Domingo que este año nos dejó para pasar a formar parte de la Peña los Ciclozumos como bien sabes, pero que para nosotros siempre será nuestro Presi.
Salimos dirección el Búrdalo, para una vez cruzado coger el camino de Malmedra, me ha resultado fácil marcar la ruta ya que si lees la crónica, la revives, ahora como siempre vamos charlando unos con otros.De momento estamos en el Puente Romero, pero alguien da la voz de alarma, “avería”, pronto empezamos, pero esta vez la cosa no tiene arreglo, le ha tocado a Juan, se le ha partido el basculante con lo que se tiene que dar la vuelta. 


Continuamos y al pasar por Sopetran me suena el teléfono, paro para ver quien es, se trata de Lalo, que tiene la bici abandonada pero nos acompañará desde Almoharín  hasta La Terrona, le digo que aún no hemos llegado, que nos espere allí. Me comentan que el Presi no quiere tirar por camino hasta la Terrona que lo quiere hacer por carretera, le intento convencer pero no he sido capaz, se va pero entra en el Pelotón Lalo, cambio de Chapa.
Cruzamos Almoharín y empezamos por camino  hasta el siguiente destino, no es otro que el embalse de Navarredonda, ya sabes lo que toca, la hormigonada, que será el tramo más duro de la jornada de hoy, aunque algunos estén obsesionados con la que nos toca después de comer pero eso a su debido tiempo. Superada la primera nos toca alternar pequeños  descanso, con subidas y más subidas por caminos entre paredes de piedra, con tramos hormigonados que de a veces pasan a ser tramos en tierra y piedras, pero con un encanto especial, aquí el grupo se estira pero nos reagrupamos en la casita que está justo antes de empezar esa verea, que con el paso del tiempo, pocos o ninguno somos capaces de superar sin poner el pie en el suelo.

Llegamos al cruce de caminos, Luis tienta a Lalo con la bici eléctrica, se la deja, pero solo hasta la carretera de La Bola, le pone el caramelo pero se lo quita justo antes de que le de al paladar, que dañino es el nuevo Presi,  después de unos metros en la alquitranada, ya sabes lo que toca, giro a izquierda y volver a subir, Lalo suplica que no haya mas subidas pero bien sabes que esto es así, llegamos hasta el punto más alto del día de hoy, despùes de coronar comienza una bajada que tu si sabes como es, pero la voy a describir para los que no, ya que esto aparte de tí lo leerá alguien más, es parecida en el primer tramo al Borril, con cortes de pizarra y roderas que hacen que algunos disfruten y otros no tanto, sobre todo tus "Los locos suicidas del descenso", si ese grupo al cual tú perteneces, me paro para fotografiar el pantano, y hacer fotos, ya este tramo esta mucho más asentado y van todos más rápido, voy avisándoles a todos que tenemos que coger el camino que está a 150 metros, es lo que tiene la tecnología que es muy exacta, pero claro no me aviso que tenemos un camino justo 20 metros antes, y sabes que este rebaño es muy impaciente y cuando llego me encuentro que he perdido a la mitad del ganado, lanzo la voz de alarma y después de reagruparnos de nuevo, cogemos el camino de la presa.  





Bordeamos la presa pero en esta ocasión lo hacemos por la izquierda, no por la derecha como hicimos la otra vez, me he tomado esa libertad porque tengo ese gusanillo que me metiste en el cuerpo, ese de siempre intentar hacer algo nuevo, y ahora los intentare llevar a la Terrona sin pasar por el pueblo.  Pasaremos por dos puentes de piedra muy típicos de la zona,  los que se utilizaban para salvar los arroyos si venían con agua, bajada y de nuevo a la izquierda, cuando me suena de nuevo el móvil, es la segunda vez que me llama “El Chinorro”, ya sabes que la paciencia no es su virtud precisamente, aunque en esta ocasión es porque está preocupado por si ha pasado algo, ya que son las 11 y aún no hemos llegado, le comento que estamos en cinco minutos,  después de retratarnos en los puentes y salvar alguna piedra que otra entramos en La Terrona.




 Nos espera toda tu familia,  tampoco  podían dejar de acompañarte hoy, junto a Antonio, y Domingo que ha llegado hace un rato por carretera.
Este momento es especial, hoy te rendimos homenaje, tanto Virginia como yo te dedicamos unas palabras, de casta la viene al galgo como tu dirías, ya que las palabras que emplea, como la manera de hacerlo tienen mucho de ti, yo en cambio, después de intentar escribir algo no he sido capaz de hacerlo solo y he recurrido a Tite, él, con un nudo en la garganta, ha dicho lo que todo pensamos de ti, son momentos duros pero allí también serás recordado. 


Reanudamos la marcha, Lalo decide volver al pueblo puesto que su estado de forma es… bueno no el mejor, Antuan también se va para el pueblo ya, tu familia se dispone a salir para esperarnos en La Solana, a excepción de Virginia que se monta en tu burra y nos acompañará hasta que visitemos las tres encinas. Salimos entre estos caminos envueltos por paredes de  piedra típicos de esta zona, si, donde distes con los tocinos en el suelo la otra vez. Arrancamos dirección Salvatierrra de Santiago, pero no sé porque tenía metido en la cabeza que primero era Benquerencia, al llegar me preguntan y sin dudar les espeto que es Benquerencia, nadie me corrigió en el momento y todos tan contentos,  pasamos por la ermita de Santa Catalina, cruzamos el pueblo y en la salida vemos el cártel de Salvatierra de Santiago , no hace falta que describa el cachondeito y es que  en esta peña las equivocaciones se pagan carísimas. 



Cogemos la carretera hasta cruzar el Río Tamuja, giro a derecha para entrar en la dehesa que enlaza con la carretera que describiste como tercermundista, pero ahora está recién asfaltada, tanto es así que aún no la han pintado, se sube un poco el ritmo y después del pequeño repecho estamos en Benquerencia, no te preocupes por Virginia, va como un tiro para sorpresa de muchos. En este pueblo al llegar a la plaza nos recibe el alcalde, Juan Luis se acerca a él y le comenta que si no le conoce, negativo, es la respuesta hasta que se empieza a quitar gafas y casco, y le espeta, soy Juan Luis de Adevag, a lo que ya el alcalde asiente al reconocerle. Nos propone visitar la Ermita del Santísimo Cristo del Amparo, pequeña tertulia, nos hacemos la foto de grupo pertinente, y justo antes de salir.... Pablo que ya sabemos como es con el mantenimiento de su bici, le dice a David que le de un momento al cambio, y el pulsador que se sale, mientras el esta sacando sus bridas soluciona todo, este golpe no le salvan, intento arreglarlo mientras que varios de los Perris se dirigen a un bar que hace esquina con la plaza, se marcan unas cervezas, según el alcalde pone un huevo frito para los que pasan por allí, ya sea en bici o andando, pero me parece que iban a ser muchos huevos este golpe. Encima sin arreglo, Virginia le ofrece tu bici, pero claro cuando lleguemos a la última encina, por lo que se tiene que apañar hasta entonces. 



Antes de salir de Benquerencia, vemos y fotografiamos la ermita, la verdad que no tiene desperdicio, chica, pero preciosa, tanto la cúpula, como las pinturas de la vida de cristo, tiene desde el bautismo hasta la última cena. 






Salimos dirección al Embalse del Prado, al cual llegamos por la pared, giro a izquierda para subir a la misma y atravesarlo, abrimos la cancela, y en busca de la carretera de Cáceres, la ruta la tenía marcada por camino, pero teníamos que dar más vuelta,  decido coger un kilómetro de carretera dirección Cáceres, para desviarnos por la Ermita de La Magdalena o paraje de La Magdalena, si todo esto lo dice el Garmin, garminero….  Allí ya está tu familia esperando, la cual anima a Virginia que lo está bordando, mejor de lo que algunos querrían, ya que las cabritas cojas creían que habían incorporado un nuevo miembro, pero de momento va con los comedores de brevas. Llegamos al callejón sin salida y saltamos el muro, Belén también hace el esfuerzo de saltarlo, pero con cuidado, porque como tú dices, este tiene que ser un buen piporro, todos a contemplar este gran ejemplar. En esta ocasión, Domingo te brinda unas palabras, también te recordaremos  aquí, no lo dudes.


Volvemos un poco lo andado para engarzar con el camino que nos lleva a Valdefuentes, pero antes de despedirnos le digo a tu hijo que se pase por la Tienda de Laly , que la avise de nuestra llegada, arrancamos por estos caminos que para mi son los que menos encanto tienen de esta ruta, pero en cambio este pueblo tiene que ser muy activo según comentan, casi todos los domingos tiene algo, en esta ocasión al pasar por la plaza vemos que hay una especie de mercadillo con cosas antiguas, muy curioso, pero a Pancho le crea mucha curiosidad una marra que tiene unas rebabas en los laterales, y espeta  “no ha pegao porrazos esa ni ná”, atravesamos por el medio con el asombro de todo el pueblo, no por ir en bici, sino por el buen pelotón que conformamos, salimos del pueblo y llaman a Virginia, diciendo que no han visto la tienda, todos pensamos que habría cerrado, ya ha llovido desde que fuimos, pero decidimos pasarnos por si acaso. 



Entrada en la plaza de Torre de Santa María, y allí estaba Laly para alegría de ella y nuestra, claro. Aún nos recordaba y hasta se ofreció a darnos el teléfono para que la próxima vez la avisáramos, la hicimos que saliera para hacernos la foto de grupo, pero esta vez algo he hecho mal porque no ha salido. Bueno ya estamos muy cerquita de la Nieta, y con las mochilas llenas de viandas.


 Ya estamos acabando el tríptico, esta encina es la que menos impresiona de las tres, pero es en la que más te he visto reír, y es que el pariente de Tomasín hizo que pasáramos un rato inolvidable, reír porque te sientes a gusto con nosotros, porque todos te respetamos y admiramos, y eso te lo ganaste, no te regalamos, por todo ello mil y una gracias.

Tu familia se despide de nosotros, pero  le tienen que dejar tu bici al calamidad de Pablo,  nos sentamos a comer, el cielo nos va dando aviso de que nos va llover, algunos se van a la gasolinera a tomarse un café, otros preferimos tumbarmos un rato, pero hace fresco para estar así, lo que obliga a recortar la siesta.  Aviso a los del café, y a Jose Luis que ha ido a recargar la bici, no se fia de quedarse sin batería, todos temen la vuelta, por más que los diga que solo tenemos un repecho fuerte,  después el camino será mucho más llevadero a casa, pero es que aún se acuerdan que llegamos muy justitos la otra vez. 

Atravesamos el pueblo, y cogemos un camino precioso hasta la carretera de los Mesones, en ella vemos una culebrilla, Pancho se detiene para cogerla y dejarla en la cuneta, ahora el ritmo es más lento, tres kilómetros por carretera hasta llegar  al camino del puerto del Jabalí, creo que es asi como se llama, y de repente  la subida, ya sabes, la ves y asusta, pero cuando te metes en ella es llevadera y no tan larga.


 Ahora una bajada impresionante que nos llevara a la carretera de la Quebrada, hasta tu pelotón de “Los locos suicidas del descenso” baja volando, y es que las pequeñas subidas intermedias las queremos salvar sin apenas esfuerzo, pero cuando el grupo se lanza, solo la carretera nos para, tramo muy rápido, creí que ya el personal se habría desfogado, y que ya aflojaríamos.


 Al reanudar la marcha  esa pequeña bajada hace que de nuevo lance al grupo y de que manera, tiramos y tiramos y para mi sorpresa no se descolgaba nadie, tal es así que el Dos de Oros y Javi Foz nos quitan las pegatinas en la última recta, como va el personal. De momento no llueve, ahora vamos dirección Las Asperillas, Domingo me corrigió porque dije Pizarrillas, pero es que tú y yo lo llamamos así porque están los dos carteles Las Pizarras y Las Asperillas.  Ahora ya sí llega la calma al pelotón el cielo aunque nos suelta de vez en cuando alguna gota nos va dejando continuar. 


 Ya estamos en las inmediaciones de la Sierra el Saltillo y algunos optan por ponerse el chubasquero, pero no es que llueva en condiciones, camino Travieso y canal, aquí si tenemos un pequeño tramo con lluvia lo que hace que paren  otros a ponérselo, yo como no le he cogido nada, al pasar por las Monjas de nuevo un sol que picaba,  nos empezamos a meter con los últimos que se han enfundado los chubasqueros, pero llegando al camino de Malmedra, empieza a llover con fuerza, ahora les toca a ellos reírse, alguien da la voz de alarma, "avería" doy la vuelta para ver si necesitan algo, pero simplemente se le había salido la cadena a Juan Luis, cuando llegamos al puente todos están resguardados en él, excepto tres, Petete, Yanki y Pancho, que se resguardan en el quiosco.  Al ver que no para de llover decidimos salir para casa. 

Pues bien amigo Pedro, aquí termina el relato de lo acontecido en tu conmemorada Ruta, espero haberte transmitido todas las emociones y sensaciones vividas en tan especial día. Jamás hubiera  pensado hacer de narrador para tan GRAN PERSONA y con una dirección  de destino tan lejana como el Cielo.
Como siempre acababas tus crónicas. Hasta la próxima correliebres.



Crónica Javi Parejo

7 comentarios:

  1. ¡¡ ENHORABUENA JAVI POR LA CRÓNICA Y POR TODO LO DEMÁS !! RUTA, FOTOS, ETC....

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  2. Que buena crónica Javi ,seguro q Pedro allá donde este te diría lo mismo

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  3. Virginia Carrasco4 de abril de 2019, 7:52

    Encomiable y meritoria crónica narrativa Javi. Gracias a todos los Perrigalgos por memorar y recordar a mi padre de forma tan grata y afectuosa; y gracias por la "parte que me toca" en este relato, aun convencida de que el ritmo y velocidad de la jornada pudo verse ralentizada por mi presencia.Fue un placer pedalear a vuestro lado. Como decía mi padre, ¡Disfruté más que un guarro en un charco!

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  4. Broche de oro para tan magistral ruta . Preciosa la ruta con gente maravillosa y con un motivo por encima de lo terrenal. Enhorabuena Javi , jornada de altura ,todas tus inquietudes superadas.grandisima ruta para majestuosas personas. CHAPÓ

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  5. Impresionante crónica Javier, acorde a lo sucedido con inmejorables personas q volvimos a rememorar la ruta q el señor Don Pedro nos enseño aquel día, siempre quedara en nuestras retinas aquellas risas con el familiar lejano de Tomasin. Gracias allá donde estes.
    LOS JINETES SUICIDAS DEL DESCENSO.

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  6. Emocionante crónica que sólo tú podías relatar, agradeciéndote que nos hayas permitido poder volver a revivirla en tan señalado día.

    Jornada que ya en su día nos alucinó por la capacidad de este hombre para asombrarnos con itinerarios y parajes inimaginables, y que tras lo vivido el domingo nunca la olvidaremos, ocupando un lugar destacado en nuestra memoria.

    Como no podía ser de otra forma, perrigalgos y familiares tuvimos a bien cumplir con TÚ DESEO y homenajearte con tan emotivo acto. No podía nuestro querido y admirado Pedro tener mejor lugar de descanso que al lado de esas encinas centenarias, robustas y recias.

    Agüelete, TÚ nos marcaste el camino y por el seguiremos, siempre contigo, a nuestro lado.

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  7. Bueno Javi no tengo palabras para definir lo que acabas de contar, pero si alguien deberia narrar lo ocurrido nadie mejor que tu podria hacerlo porque se que esta perdida te ha afectado muy en el fondo. La forma como has relatado todo, llegando a emocionar a todo el que lea esta cronica pareciendo que nuestro abuelete iba pedaleando al lado nuestro, que es lo que todos hubiesemos preferido pero alla donde esté nos seguirá guiando y nosotros seguiremos recordándole en cada una de nuestras rutas que gracias a el en su mayoria conocemos y no hay mejor homenaje que sigamos la senda que nos marca y seguir disfrutando de lo que mas le gustaba a nuestro perrigalgo solitario que era dusfrutar dando pedales. Quisiera agradecer a la familia su naturalidad y entereza durante todo el dia y agradecerles que hiciesen que la familia perrigalga fuera participe en un dia cargado de emociones y al mismo tiempo tan intimo.
    Gracias por tu amistad y por dejarnos entrar en tu corazon abuelete.

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