Relive:
ASISTENTES
Javi
Parejo
Juan
Luis Capilla
Pablo
Carrascosa
Paco
Cidoncha
Francisco
Velarde “Pancho”
Tomás
David Casado
Javi
Camacho
José
Luis Jiménez
David
Gómez
Jesús
Cidoncha
Edu
Km: 71
Domingo,
15 de octubre de 2018
La
última ruta de la que queda constancia de relato escrito data del 18 de julio.
La desidia croniquera de esta Peña durante el periodo estival es repetitiva,
pero este año está resultando alarmante, pues bien metidos ya en el otoño sigue
sin haber señales de vida. Parecía que con la especial alguien iba a romper la
racha, pero ni por esas, pues el señalado ha mirado para otro lado, así que como no es de recibo que una
ruta de las marcadas en el calendario quede sin crónica, haremos un apaño, a la
espera de que sea el pistoletazo de salida para que domingo tras domingo salga
algún voluntario o se proceda a su designación de oficio.
La
primera especial de otoño es de convivencia, siendo Montánchez el destino
elegido en su día, y cuyo trazado ha
sido elaborado por Javi, con el beneplácito de José Luis, que de cabrita
coja ha pasado a comedor de brevas, sin necesidad de jugar la fase de
ascenso, por lo que a nadie extraña que
tocará "faldeo".
Las
previsiones meteorológicas son inciertas, con la presencia del huracán Leslie
entrando por el oeste, aunque parece ser que por nuestro territorio sólo nos
tocará de respajilón. Ello motiva que cuando nos personamos en la Plaza, cada
uno vaya ataviado de forma dispar. Somos finalmente once los que nos
embarcamos, contando en esta ocasión con la presencia del perrigalguillo Jesús
y el invitado Edu. En torno a las 8.30 nos ponemos en marcha dirección Alico.
El desagradable viento nos acompañará gran parte del recorrido y será esta
inclemencia uno de nuestros enemigos de esta ruta.
Una vez finalizada la parte
asfaltada, ascenderemos al olivar de Braulio. Cuando pillamos finalmente los
caminos, se agradecerán las lluvias caídas durante la semana, que permiten
rodar por firmes más asentados y sin polvo. Nos dirigiremos hacia la Mezquitas
y es en la bajada cuando se produce el primero de los percances que tendremos
durante el recorrido. Desgraciadamente Tomás David rompe el cambio, no pudiendo
los técnicos más que hacer un apaño para que pueda volver a casa. Una auténtica
lástima. Durante el recorrido tendremos noticia de que una vez en el pueblo,
queda con Antoñito y Andrés para ir a Montánchez con la de las ruedas finas. Y
es que siendo esta localidad
nuestro destino, cómo Tomás David no iba
a estar presente de una forma y otra.
Cruzaremos
la presa de Las Muelas dirección el río Aljucén, ruta que hemos realizado en
otras ocasiones pero a la inversa. En este tramo Javi se percata que pierde
aire en su rueda trasera, a pesar de llevar tubeless. Decide meter presión y
continuar. Se rueda con ritmo alegre. Cuando llegamos a la altura del Pico del
Moro giramos al sur, dirección Mérida. Y surgen las conjeturas: si Montánchez
está hacia el norte...
La
rueda de Javi sigue perdiendo aire y se decide parar en los restos del puente
romano. Cuando la desmonta está más seca que el ojo de la Inés. Y es que donde
menos te lo esperas, surge un Pablo.
Solucionado, continuamos, ya sí con
dirección norte, pero en ascenso. En un momento de la ruta giramos esta vez
hacia el este y Pancho, con sorna, comenta que cuando lleguemos al Entalle,
¿para dónde tiraremos luego? En unos berrocales paramos a almorzar y reponer
fuerzas para lo que nos espera. Hacemos la foto y como nos acordamos mucho del Agüelete, nos hacemos un vídeo para
enviárselo y que concluimos con un grito de ánimo: NUNCA CAMINARÁS SÓLO.
Palante, que ya queda menos, PEDRO.
Continuamos
hasta salir de la finca el Coto Rubio. En lugar de seguir el camino que cruza,
saltamos una valla recorriendo un tramo por
una hondanada para girar nuevamente al
oeste, por una vía pecuaria en fuerte ascenso y con firme muy descarnado que
propicia que Jesulete de con los tocinos en el suelo y un poco más adelante
Perrineitor, que aterriza con su eléctrica. Yo mismo también me desequilibro
aunque sin consecuencias. Durante varios kilómetros transitaremos encajonados
entre alambradas y curiosamente cada vez alejándonos más de nuestro destino,
que vamos dejando al este. “Jartitos” ya del constante ascenso, Javi se saca de
la manga otro nuevo término. Intenta tranquilizarnos al comentarnos que pronto viene una
"casi bajada". Lo que viene a traducirse en otros procos de
kilómetros más de ascenso. Así que cuando te hable de "faldeo" o
"casi bajada", átate los machos.
Después
de transitar por varios vericuetos, muy bonitos, por cierto, por fin llegamos a
Alcuéscar, localidad que recorremos hasta la carretera que va a Montánchez,
pero en lugar de tomarla, la cruzamos para dirigirnos a ver un pantanillo y
posteriormente otro con una presa mayor, pero cuyo embalse no contemplamos,
salvo Javi, ya que aprovechamos la parada para manducar algo y reponer las
escasas fuerzas que ya van quedando. Asombrosamente, Montánchez ahora queda al
sur.
Transitaremos por un tramo de caminos, siendo el recorrido digno de ver.
Iniciamos la ascensión por la antigua carretera, esta vez ya sí con el objetivo
de llegar por fin a nuestro destino. Es cuando Javi comenta que llevamos un
retraso de dos horas sobre el mejor de los horarios previstos, lo que tira
nuestra moral por los suelos y la de Pancho aún más, que va con el depósito
algo más justo que el de los demás. Y es que Montánchez se le atraganta un
poquillo al ahora veterano del grupo. Debo de reconocer que el ascenso por esta
carretera en desuso de la vertiente norte de la sierra merece mucho la pena,
con unas preciosas vista de la Comarca de Sierra Montánchez-Tamuja. Por fin
llegamos a la Plaza del pueblo, donde nos esperan desde hace ya tiempo nuestras
mujeres e hijos. Allí también están Tomás David, al que la compañía de Antonio
le ha dejado fino, así como de Diego, que hoy se lo ha tomado en plan señorito,
habiendo realizado con Esther y María Jesús la ruta senderista de Los Molinos.
Deseando
ducharnos y comer, ambos menesteres los realizaremos en el restaurante La
Montanera, al habernos cedido amablemente su propietario, Suso, unas
habitaciones para que nos aseemos. Tras unas cervezas y refrescos, toca comer y
echar un buen rato distendido en fenomenal compañía.
SE
BUSCA CRONISTA
Sin
más tela que cortar, hasta la próxima
Crónica Juan Luis Capilla |
Sensacional Juan Luis, los demás no lo se pero yo si echo de menos estas crónicas que han estado a punto de la desaparición. La ruta siempre intentamos no repetir trayectos, sin nuestro abuelete solo nos queda fiarnos de la tecnología y sabemos que nos puede dar algunos sustos. Día estupendo el que pasamos y a la espera del siguiente, que son los que debemos disfrutar con la familia Perrigalga.
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