lunes, 18 de diciembre de 2017

LOS PERRYS VOLADORES




Mañana fresca, típica de mediados de diciembre. Me dan las campanadas de las 9:00 h entrando en la plaza y al llegar al grupo de compañeros se me va la vista a una bici reluciente, que estrena el amigo Pancho. Una Orbea Occan de veintinueve pulgadas, doble suspensión, ¡a disfrutarla por todos los caminos que nos están esperando!
Nos juntamos un nutrido grupo de perrigalgos. Propongo ir a la presa del Búrdalo, porque hace mucho tiempo que no visitamos éstos lares.

Salimos por Plaza de Armas, dirección Alonso de Ojeda, entre charlas y tiritones llegamos a dicho pueblo para continuar hacia Miajadas. Atravesamos la autovía Miajadas-Don Benito por la planta de Biomasa, la cual vamos dejando a la izquierda para llegar al canal de Orellana. Ahí mismo, se despiden de nosotros Juanma y Diegui, que andan con prisas y se dan la vuelta.

Decidimos cambiar el itinerario, ya que la carretera que sale del cruce de Escurial a la Presa está cortada. Tomamos la pista del canal hasta un camino que pasa por el paraje denominado como Las Dehesillas, que conduce hasta la misma presa, por encinares y las características paredes de piedra propias de la provincia de Cáceres.


 Una vez en la presa aprovechamos para comer algo y como siempre, hacernos la foto de grupo.


 
Decidimos volver por Almoharín.  Después de atravesar la presa del embalse, bajamos por una vereda, que nos conduce hasta la carretera de Almoharín-Robledillo, con algunos tramos que parecen haber sido sacados de un cuento de hadas. Con el entusiasmo y belleza del camino, salimos a la carretera mencionada anteriormente, que tras unos pocos kilómetros, nos plantamos en Almoharín, el pueblo de los higos.





Decidimos volver por el camino de Sopetrán, ya que por el camino de la nocturna nos llevaría más tiempo y el personal quiere llegar al pueblo con hora de ver la final de la carrera solidaria. He aquí, en éste tramo del camino, del que he sacado el título para ésta crónica, los perrigalgos no corren sino vuelan.
Tramo rápido, con velocidades por encima de 30Km/h, nos ponemos en Santa Amalia en un peniquete.  A poco más de las 12:00 h llegamos a la plaza, que está concurrida, porque ha comenzado la rifa de la IV carrera solidaria a favor de Cáritas.
Llega lo mejor del día, la cerveza fresca donde Moniato y después cada mochuelo a su olivo.
PD.: El domingo que viene saldremos a la misma hora para hacer alguna ruta corta, pero “no intensa”. A mediodía nos comeremos un piscolabis en el almacén de Pablo Carrascosa.
¡ANIMAROS QUE ES NAVIDAD!
Aaaaaaaaaaaadiós.
Crónica Paco Cidoncha

1 comentario:

  1. Demontre vas progresando adecuadamente, cómo los muchachos en la escuela.
    Vosotros seguir volando, que a ese paso os quedareis sin una sola de la cabritas cojas

    ResponderEliminar