“LA CUESTA DE LA CORRIENTE”

         Bueno, pues otra vez me toca la pluma. Ruta que pongo, crónica al canto. Este oficio nos lo teníamos que repartir entre todos, para  seguir haciendo más amena y entretenido este bonito deporte de pedalear entre amigos.

         A las 9:00 h en la plaza. Se presenta bastante personal, algunos como mi tocayo pancho, que no coincidía con él desde antes de la estación estival.

         ¿Dónde vamos?, Joder si lo tenemos todo trillado. Vamos a la sierra del Picorro y castillejeamos esta mañana por lo más bonito que tenemos cerca de casa.

         Allá que vamos, nos despedimos de Esther y Mª Jesús, ellas a lo suyo y nosotros a lo nuestro.

         Dirección Sajonia, por la carretera de Cáceres como casi siempre, legamos al primer obstáculo del día, nuestro querido y a la vez  odiado Cuadradillo. ¡Ay que ver cómo te calienta la jodía cuesta y más con este tiempo de los  tontos! Me ha dado hoy por ponerme el taje de invierno de la peña y he sudado más que un panadero.

 Llegamos al Entalle, ya cubierto de agua. Lo cogemos hacia la izquierda, dirección Castillejos Reunidos. ¡Qué alegría da cuando cruzas un arroyo y te mojas los pies debido a las últimas lluvia. Así da gusto pedalear. Reagrupamos en los Castillejos Reunidos y Luis dice que su bici va frenada, que lo arregla o se da la vuelta para casa. ¡Hay que ver lo caprichoso que es este tío!. Bici para arriba y a preparar las pastillas de freno que rozan en el disco. ¡Venga Luis, que eso es imaginación tuya, a alguien hay que echar las culpas! ¿A quién?, pues a la bici que no anda, ja, ja, ja…

         Continuamos dirección Valdelayegua, por un camino, que más que camino es todo un bache.

         Llegamos al tinao de dicha finca, por donde tenemos que girar a la derecha. Un todoterreno viene a nuestro encuentro, se baja el señor y nos da los buenos días muy amablemente. Dice que si esa es la ruta que tenemos marcada para hoy, que demos la vuelta, porque es un camino privado y hay una cancela y, por lo tanto, no podéis pasar. En unanimidad, le contestamos, que no se preocupe, que la cancela la saltamos y no volvemos a pasar por allí. ¡Pero, Dios mío, qué daño puede hacer una bicicleta en un camino! En fin, se convence el señor y  nos dice que continuemos.

         No nos tenía que haber dejado, porque de ahí hasta El Picorro, no nos espera otra que ascender y apretar un huevo contra otro. Llegamos a la cima con el último tramo a pie y paramos a comer. A lo que llega Pablo montado en la bici y dice que esa cuesta tiene mucha corriente ja, ja, ja …  jodío demontre, ¡pero si la hemos subido todos andando! De aquí el título de la crónica de hoy.

 Comemos y nos hacemos la foto con la sierra de Montánchez y la Bola de fondo. ¡Qué buenas vistas tiene El Picorro! Bajamos por un camino con un tramo de un 24% negativo, sin quitar las manos de los frenos, según el chisme de Cuerpoestufa.

         Llegamos al pantano de Los Castillejos y subimos por La Pluma, ya camino de vuelta a casa. Llegamos al Entalle, por el lado contrario de esta mañana y bajamos Cuadradillo hasta el canal.

         Ahora viene el tramo rápido del día, de Sajonia a Santa Amalia, cada uno al ritmo que puede. Llegamos a la sede con cuarenta y dos kilómetros. Parece, más bien, poquillo, pero han sido intensos. Al que le parezca pocos, mañana que la vuelva a repetir.

         P.D.: A ver si puede nuestro Pedro y hacemos el Domingo, día 4, Garciaz, que ahora tiene que ser una delicia, con el agua caída estos días y los colores otoñales.

         ¡Hasta la próxima Perrigalgos!

Crónica Paco Cidoncha