Faltan fotos hechas por la organización
Como ya sabéis este 5 de junio, para algunos, viene
como especial en el calendario por tratarse del memorial de nuestro José
Miguel. Desde hace unos meses se esta organizando su segundo memorial, con
muchas cosas aprendidas y con ideas nuevas, pero sobre todo, con la misma
ilusión, o incluso más que el pasado año. Solo decir que estoy muy orgulloso de
aportar mi granito de arena, por ser el hecho que es, para ayudar a la
organización. Llego el día marcado en rojo en el calendario, Memorial de José
Miguel lozano, después de dar muchas vueltas en la cama esa madrugada y dormir
poco, a las 7 de la mañana, preparo mis atuendos, y, como no!!con el maillot
conmemorativo del segundo memorial, y mi reciente adquisición, mi bici de
carretera. Me dirijo hacia el pabellón,
para ayudar todo lo posible a los participantes, al aproximarme al
pabellón, observo como hay abundante gente montando las bicis, esto despierta
en mí un sentimiento que hace ponérseme el vello de punta. Entro en él, y allí
están las chicas encargadas de entregar los dorsales, esperando a los
participantes, para darles el número y bolsa conmemorativa del memorial; con
curiosidad observo que hay gente de Esparragosa de Lares y Valverde de Leganes,
poblaciones muy retiradas, incluso una parejita de Bélgica, que han querido
sumarse al memorial, impresionante, mención especial al Vasco, que vino desde
allí en bicicleta haciendo 3 etapas antes de llegar a Don Benito.
No faltaba
ningún detalle, hasta el furgón para cargar bicicletas de posibles abandonos,
lleva colocadas las escobas. Casi todo listo y a falta de 20 minutos para
empezar, me voy a la plaza acompañando a participantes que no sabían llegar al
itinerario de salida. Al llegar a la salida el ambiente era espectacular, casi
nadie estaba sin el maillot conmemorativo, era precioso, no faltaba nadie,
amigos, compañeros del equipo ciclista de la infancia, familiares, por supuesto
José y Ana los padres, y como no, María José, su esposa, con la Pinarello
recién reparada, negra y azul, con su frase serigrafiada: “cuando el recorrido
se vuelve duro, solo los duros siguen empujando”, estaba flamante. La de
pedaladas que habrá dado en ella, la de cumbres que habrá subido, como las de
la quebrantahuesos entre otras. Cada vez que la veo, una sensación recorre en
mí, un escalofrío desde la nunca, hasta donde acaba la espalda. Todas eran
bonitas pero la Pinarello es especial, esa bicicleta que montaba ese maldito
día, día en el que nos acordaremos hasta el fin de nuestra existencia.
Poco a
poco va llegando la hora de salida, Javi Bravo el presidente del club al que J.
Miguel pertenecía, comenzó a decir unas palabras de agradecimiento a todos los
participantes y reglas de la marcha, pasadas las 8:30 María José, esposa, Ana y
José padres, cortan la cinta de comienzo de carrera.
Mientras vamos avanzando
poco a poco, los familiares y gente allí presente nos despiden entre aplausos,
uno de los momentos emotivos de la marcha, se me vuelve a poner el vello de
punta. La policía local nos acompaña hasta el final del pueblo, detrás el coche
de apertura de carrera y posteriormente José, su padre, va con el Golf blanco que pertenecía a él, que de anécdotas
tengo del Golf... Bajamos la plaza, hasta la carretera que cruza el pueblo,
continuamos por ésta, hasta la rotonda de la entrada, al pasar los diversos
bares por los que transcurre dicha calzada, la gente queda perpleja al ver el
paso del pelotón, en la rotonda, continuamos por la carretera de
Valdehornillos.
Nos alejamos del pueblo a un ritmo pausado, hasta llegar a la
localidad de Valdehornillos, el ritmo comienza a subir un poquito, y algunos
participantes se apartan a los lados para mear, que misterio!!, decían algunos.
Llegamos a Vivares, y giramos hacia Miajadas, en este trayecto descubro a la
pareja que nos acompañan de Bélgica, evidentemente por su idioma. Entre
charlas, encuentros y demás, llegamos a Miajadas, torcemos por el ferial, y
seguimos hacia el polígono, cogemos dirección al restaurante Triana, hacemos la
rotonda y salimos del pueblo rumbo a Almoharín, retraso unas posiciones y
observo que nadie a querido faltar a la cita, estaba, Willi, Amalio, Dani
Carrasco, J. Antonio Carmona, Virginia Carrasco, Manu, Alex Parejo, Vicky… en
fin, gente que no es habitual a la bicicleta y a querido participar en este
homenaje.
Llegamos a Almoharín y aquí los que se decantan por la ruta corta,
siguen las indicaciones de Teresa, que los guía hacia la nave multiusos del
pueblo, donde está confeccionado el avituallamiento, y deberán esperarnos que
volvamos de Montánchez. Nosotros seguimos la carretera hacia Valdemorales, nada
mas salir de Almoharin comienza la subida, con poca pendiente, y comienza a
dividirse el pelotón, seguimos escalando, poco a poco van cayendo participantes
del grupo de cabeza, llegamos al tramo mas exigente de esta subida, donde
aparece el carril de vehículos lentos, la calzada cuenta con tres carriles, yo
sigo pedaleando mirando hacia abajo, al levantar la cabeza miro las antenas que
se alzan en la sierra de Montanchez, pienso: ya queda menos amigo!!! Miro a mi
lado y observo que el único que conozco es Ismael que viene con la de montaña,
solo estábamos dos perrigalgos. Al llegar a Valdemorales le comento a Ismael
que nadie habla, lo que me hace meditar en esperar al grupo perrigalgo y subir
charlando. Nada más abandonar el pueblo, la guardia civil de tráfico nos
reagrupa en un apartadero a la derecha de la carretera, lógico había unos 5
kilómetros de ciclistas, cada uno a su marcha. La expectativa de participantes
que subirían se han superado con creces.
Resuelto el entuerto, continuamos
dirección Cáceres, pasamos el cruce de La Zarza, subimos un pequeño repecho y a
la bajada giramos a la izquierda para comenzar a subir, subimos un poquito,
bajamos y aquí es “donde se empiezan a cocer las habas”, comenzamos la subida,
el año pasado la realicé a mi ritmo, pero este año me hace gran ilusión subir
con María José, igual que algunos perrigalgos,
como Javi Parejo, Pablo Carrascosa, y el lado oscuro… Chino, Caldera, Tomás
David. También nos acompaña algunos componentes del club ciclista don benito,
como Raúl Celdrán y alguno más que no sé los nombres. Bueno pues la subida,
empezamos muy bien cogiendo a participantes,
otros rebasándonos, subiendo a un buen ritmo, María José fenomenal, subiendo como una campeona, el año
que viene quizás no podremos subir con ella, seguramente nos barreará. La
Pinarello me tiene embelesado, mi cabeza es un hervidero de sensaciones contrastadas, emoción, emotividad
entusiasmo y orgullo por un lado, y tristeza por el otro.
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Cuadrilla de los 10 euros |
Llegamos a la rampa de “los mesones” unas de
las más duras, la solventamos bien, el único problema, Pablo parece que habla
poco, raro en él, señal que va dándolo todo. Llegamos a la fuente, y me hace
especial gracia el comentario de un hombre mayor, “venga, que ya no hay más
cuestas”, menos mal que conocemos el terreno. A falta de dos repechos, Tomas
David se distancia de nosotros, para subir con Ismael, yo con mi compañera de
subida y acompañantes, nos queda una subida, en la que observo que en la cima
hay algunos familiares, que, entre aplausos y jaleos, parece que nos dan cuerda
y subimos con más alegría. Bueno pues la ascensión había terminado, ahora
tocaba bajar, como a mi me gusta bajar rápido no tardo en poner el plato grande
y aprovechar para dar unas pedaladas y coger velocidad antes de llegar a la
curva, a mi espalda escucho como Javi llama a Caldera a gritos, pero no le doy
mucha importancia. Justamente antes de entrar en el pueblo espero a María José
que se a quedado rezagada, y al aproximarse me cuentan que Caldera a tenido una
caída sin consecuencias graves, raspones y alguna zona dolorida. Hacemos una
pequeña subida y llegamos a Montanchez,
el avituallamiento estaba justo en una zona lateral de la rotonda, hay
estaban nuestras amigas, Almudena, Sandra, Diana, Violeta, Pili… todas
multiplicándose para que nadie quedara sin agua, plátanos o barritas.
Tampoco
se lo han querido perder la peña motera de santa Amalia que han hecho su ruta y
han calculado más o menos la hora que estaríamos arriba, como no, tampoco falta
Villarino y Miguelito, aunque se a quedado en Almoharín a querido sumarse a
esta subida de forma diferente. Todo iba a pedir de boca, mañana fresca, poco
aire, salvo el incidente de Caldera ningún contratiempo. La gente se
fotografía, descansa y repone fuerzas.
Después de haber recobrado energía toca
proseguir la marcha, continuamos hacia abajo hasta llegar a la rotonda de la
carretera de Alcuéscar, tomamos dirección a dicho pueblo y en el cruce de
Arroyomolinos torcemos para seguir hacia la mencionada localidad. Pasamos el
pueblo y en un santiamén nos plantamos en Almoharin, este tramo de
Montánchez a Almoharín, se hace muy rápido
con el aire a favor. Al llegar a la rotonda de Almoharín, nos adentramos en el
pueblo, callejeamos un poquito y llegamos a la nave multiusos de dicho pueblo.
Ahí nos esperan los de la ruta corta y un gran número de personas, casi toda la
familia, y amigos que vuelven a ovacionar entre aplausos nuestra llegada. Aquí está
el avituallamiento sólido y líquido. Había bocatas, refrescos, frutos secos,
barritas, fruta, agua, hasta música con saxofonista y todo!!!! amenizado por
Pepe Burgos. Charlamos sobre la ruta, hacemos nuestras necesidades, nos hacemos
la foto familiar y salimos escopeteados hacia Santa Amalia para no recolgar
mucho el memorial.
Cogemos dirección Miajadas, llegados a esta localidad, vamos
dirección al Triana, torcemos a la derecha para el poligono y cogemos dirección
el ferial. El memorial iba consumándose poco a poco, sin ningún percance
excepto el de Caldera, todo iba sobre ruedas, nunca mejor dicho. Llegamos a la
carretera de Don Benito, cogemos dirección Vivares, cada pedalada era una
menos, el calor iba haciéndose notar, al pasar por la rotonda que cruza la
autovía por encima, la culebrilla que dibujaba la refilera de ciclistas por la
carretera era impresionante, otra vez recorre mi cuerpo la piel de gallina. En
Vivares torcemos hacia Santa Amalia, carretera estrecha, había que ir con
cuidado con los coches que cruzábamos y las motos de carrera al adelantar, me
sitúo casi en las primeras posiciones con algún compañero perrigalgo, llegamos a Valdehornillos, el calor estaba
haciendo mella, justo delante de mí aparece una chica con una bici de montaña,
casi sin fuerzas y sin responderle las piernas me tocó empujarla hasta Santa
Amalia, la chica nunca había salido en bici, pero hoy era una ocasión especial,
me contaba.
Todo ese esfuerzo que había hecho ella, todos los participantes,
los motoristas, organización, todo es por él, por homenajearle. Aunque él era
tan grande, que todo esto se queda pequeño por condecorarle. Justo antes de
entrar en Santa Amalia, hacemos un reagrupamiento, para que no pase lo del año
pasado, que no se rompiera el pelotón. Reanudamos la marcha y llegamos a la
rotonda, seguimos hacia dentro del pueblo, toda la gente que nos encontrábamos,
saludaba el paso del pelotón, esto es un hecho insólito en el pueblo,
exceptuando el memorial del pasado año. Cruzamos todo el pueblo para acabar la
ruta en el cementerio, vamos pasando por el pasillo entes de entrar en el
cementerio y a los lados los familiares, amigos, y demás nos aplauden, veo
muchas caras emocionadas, que me hace sentir acongojo, este es el momento más
emotivo y especial de toda la marcha, en el final del pasillo me encuentro con José,
su padre, un gran persona, sufriendo una vida injusta.
Esperamos un poquito a
todos los participantes, María José, José, y Ana, portan las flores que se
ofrecerán en la lápida de José Miguel. Solo hay que entrar un poquito para
encontradnos con su lápida, donde se hace la ofrenda, colocan las flores, donde
imperia el silencio, silencio que es roto por un gran aplauso, un aplauso
conmovedor. Todo salió a pedir de boca, el esfuerzo a valido la pena. Después
de esto y vestirnos para asistir a la comida poco más que contar, solo que en la comida hubo sorteo de regalos para los
participantes a la marcha, y sobre todo destacar un video donde proyectaron
fotos de Jose Miguel.
Como siempre dar las gracias a todos los
participantes, motoristas, cruz roja, casas colaboradoras, médico, amigos,
familiares, Ayuntamiento de Almoharín y Santa Amalia y sobre todo
organizadores.
Sé que allá donde estés estarás muy orgulloso de todo
esto, aunque todo esto es corto para homenajearte
Enhorabuena Perico por el peazo de crónica que te has marcado. La verdad es que la ocasión lo merecía y has echado todo tu saber en relatar una jornada llena de recuerdos y emotividad. Por supuesto que la familia Perrigalguera estuvo bien representada con una nutrida presencia.Fenomenal la organización y el trabajo que habéis realizado, pero la ocasión merecía la pena. Un saludo a todos.
ResponderEliminarGracias por la genial crónica Pedro.
ResponderEliminarGracias por la genial crónica Pedro.
ResponderEliminarFenomenal y emotiva crónica, Pedro. Me alegro que todo saliera perfecto. Enhorabuena.
ResponderEliminarRony no hay nadie mejor para narrar esta ruta que no seáis vosotros, desee aquí agradexer a todos los organizadores el esfuerzo y ganas que han puesto para que todo saliera bien, y así fue. El año que viene estaremos de nuevo, y Domingo te toca a tí.
ResponderEliminarSabía que te ibas a marcar una crónica a la altura del memorial, enhorabuena crack por escribir lo acontecido en el día poniendo tanto sentimiento, está claro que con días como este Jose Miguel estará siempre presente en nuestras cabezas y en nuestros corazones, hasta el año que viene....
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