lunes, 19 de octubre de 2009

CALZADOS CON HISTORIA


Domingo, 19 de Octubre de 2009

Asistentes a la ruta:
Emiliano Andrade
Juanma Barroso
Jesús Beltrán
José Carlos Escobar
José Mari Garrido
Antonio Indias
Moisés López
Lalo Muñoz
Andrés Nieto

Hora de salida: 9:00 h.
Hora de llegada: 12:35 h.
Tiempo empleado: 3 h y 5 min
Velocidad Máxima: 61,50 Km/h.
Velocidad Media: 20,80 Km/h.
Distancia recorrida: 62,700 Kms.

Recorrido: Plaza de España, Ctra Ex-206, camino del Búrdalo, Finca las Monjas, Mina La Parrilla, Ctra de Arroyomolinos, Arroyomolinos de Montánchez, Almoharín, Pistas hasta la ermita de Sopetrán, Pista de Servicio de la Autovía, Conquista del Guadiana, Pista de los viveros (Malmedra), camino del Río Búrdalo , Ctra Ex 206, Plaza de España.

Comentario:
Mañana de Domingo fría, que va anunciando los rigores propios de la estación Otoñal.

Realizada mi habitual salida de casa, con la hora pegada al culo, en la puerta me encuentro con Moi que va raudo y veloz hacia nuestro punto de encuentro en la plaza.

Mientras nos vamos acercando a la plaza, voy comentando con Moi lo fresco de la mañana, y ante la poca equipación contra el frío que llevo, decido dar media vuelta para calzarme al menos los manguitos de la peña, que por cierto estaban sin estrenar aún en su bolsa original, que en algo aminoran los efectos del frío otoñal reinante.

Reunidos en nuestra Plaza, una representación menor de lo habitual del grupo de bicicleteros. se comenta que las ausencias son debidas sobre todo, a la marcha andando, que bastantes componentes habituales, realizaban a Guadalupe siguiendo el antiguo camino de Isabel la Católica.

Una vez analizada la situación de la jornada y del grupo, Jesús Beltrán propone realizar la ruta hasta Arroyomolinos de Montánchez por la Mina de la Parrilla y volver por Almoharín y la Ermita de Sopetrán. Nadie del grupo puso ningún “pero” a la opción propuesta y con esa firme proposición partimos los nueve componentes reunidos en esta fresca mañana.

El grupo rueda compacto por la carretera y despues en pararalelo al cauce del Búrdalo aguas arriba hasta llegar al Cruce del “Huerto Juárez”, virando después en dirección a la Finca “Las Monjas”, para a continuación cruzar la autovía y tomar el camino de la Mina de la Parrilla, para no abandonarlo hasta llegar a Arroyomolinos de Montánchez.

Al llegar al cortijo de Valdecabreros, próximo a la Mina de la Parrilla, Antonio comenta que tiene que darse la vuelta y José Carlos que no quería llegar tarde a casa, se une a Antonio y ambos deciden volver de recogida al pueblo con prontitud.

El mermado grupo se reagrupa en la puerta de acceso a la finca “Los Castillejos” antes de enfrentarse al último repecho de la “Cuesta del Quinto Pino”.

A toda velocidad el pequeño grupo desciende, y debido a esta alta velocidad (61,5 km/h) se produce el estiramiento del grupo, que se reagruparía al llegar al cruce de Arroyomolinos.
En un principio se plantea la posibilidad de no entrar en el pueblo, pero Juanma comenta que él no conocía la población y le gustaría visitarlo, por lo que emprendimos marcha hasta la “Iglesia de la Consolación” de Arroyomolinos haciendo una pequeña ruta alrededor de la misma, así como la foto de rigor.


Alguien se percató, sobre lo curioso de unos zapatos colgados de un cable y que según parece era debido a una tradición de los “Quintos” del pueblo. Curiosa y bonita tradición, extinguida de nuestros pueblos al desparecer la tan querida, como denostada y contada “mili”, y por tanto el "tallaje" que se realizaba a los mozos que se incorporaban a filas.

A titulo de anécdota referir el porque del nombre de “Quintos”, término que proviene de la obligación del cumplimiento del servicio militar de uno de cada cinco varones en el S. XIII.

La jornada bicicletera, parecía querer girar en torno al calzado, pues Andrés que estrenaba zapatillas, no parecía muy conforme con la numeración que había adquirido y me hizo probármelas para comprobar que está, fuera correcta, al coincidir ambos en el número de calzado que usamos, de ahí, que en la foto yo saliera de esa guisa, con los pies descalzos o mejor decir en calcetines.

Una vez probada las zapatillas, no me quedo más remedio que sacarle de su duda y comentarle que más que zapatillas, había comprado unas albarcas debido a lo grande que “le” y “me” quedaban.

Una vez el grupo decide reemprender la marcha, Lalo que desde que llegamos a Arroyomolinos, parecía empeñado en caerse. Al salir de la plazoleta de la Iglesia, traba la rueda con la rueda de Juanma que estaba parado, pegándose un buen castañazo y haciéndose una buena herida en la espinilla, ¡Con lo que duele¡ . Juanma, también se hizo alguna pequeña contusión pero de menor importancia.

Una vez repuesto Lalo, y antes de que se enfriara del golpe, partimos en dirección a Almoharín, que debido a la carretera de buen asfalto y fácil rodar nos pusimos rápidamente en el pueblo, el cual bordeamos y de ahí a Sopetrán por caminos.

Conforme la mañana avanzaba comenzaban a sobrar todos los zarrios que llevábamos para salvaguardarnos del matinal frío, que había ido desapareciendo conforme avanzó el día.

El grupo rueda compacto, quedándose algún componente un poco descolgado, pero reagrupándonos de forma regular cada cierto tiempo.

Durante el trayecto, Andrés que no había dejado el tema del problema de numeración de sus recién adquiridas zapatillas, trata de buscarle una solución y nos plantea la solución de hacer una exhaustiva limpieza de las mismas e intentar un cambio de numeración en la tienda.

Al grupo no nos parece mala idea, y entre todos cual “marujas” en conversación profesional, comenzamos a darle consejos y trucos de limpieza de lo más variopinto. Esperemos que estas recomendaciones “marujiles” le hayan servido para resolver el dilema de la numeración de las zapatillas.

Continuamos el trayecto por las cercanías de Conquista y despues por la pista alquitranada que discurre por la finca de Malmedra próximo al río Búrdalo.
Llegados al puente y una vez cerca de Santa Amalia, nos reagrupamos, para hacer entrada en nuestro pueblo, aunque algunos atrocharon por la calle del Salón Moderno y la mayoría por la Calle José Gutiérrez como es habitual.

Y después de refresco y bocadillos “cada mochuelo a su olivo.”

Nota: Escribo bocadillos en plural, porque debido a la poca concurrencia de participantes en esta salida y ante la falta de información que manejaba Alejandro, resulta que MariCarmen había preparado la ración habitual de bocadillitos, por lo que escapamos de p.m.

Por Emiliano Andrade.

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