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24 de noviembre de 2019
I.- LA PREPARACIÓN
Las distintas Peñas cicloturistas amalienses veníamos
demandado desde hace tiempo la posibilidad de poder contar con una quedada en
nuestro pueblo que aglutinara a los amantes de la bicicleta de montaña de la
localidad, así como de otras de la Comarca y más allá. Finalmente, desde el
Ayuntamiento de Santa Amalia, se dio un paso al frente y se comenzaron a poner
los mimbres de lo que el día 24 de noviembre vería la luz.
Fueron varias las
reuniones. En la primera se propusieron alternativas para la ruta a realizar,
entre otros asuntos, pero quedó
pendiente una cuestión de importancia, ¿cómo denominar a esta Quedada? La duda
se resolvió en la siguiente reunión, en
la que el Ayuntamiento de Santa Amalia, representado por su Teniente Alcalde,
David Liviano, comunicó que esta I Quedada debía bautizarse con el nombre de un
insigne amante del cicloturismo, que lo llevó siempre por bandera, y que por
desgracia nos abandonó demasiado pronto: PEDRO
CARRASCO.
Acertadísima designación para esta primera quedada
oficial de bicicleta de montaña organizada desde nuestro pueblo. De esta
manera, se honra a una gran persona, que destacó en diversas facetas, pero
especialmente, si algo tengo que primar (aparte de la humana) es que nos
inoculó el gusanillo aventurero, mostrándonos parajes y lugares de ensueño en
la Comarca, así como de otros puntos de Extremadura, que difícilmente
hubiéramos conocido si él no nos los hubiera mostrado. Hombre tendiendo a introvertido,
pero abierto a los suyos, de palabra corta, pero certera, socarrón y finísimo
tino, Perrigalgo de pro, cuánta suerte
tuvimos desde el momento que decidiste formar parte de la Gran Familia
Perrigalga que tanto te echa de menos. Ojalá no se hubiera tenido que denominar
así el evento, pero conociéndote, allá donde estés, me estoy imaginado tu
irónica respuesta: ¡Más lo siento yo, compañerete!
Bueno, retomando todo el proceso preparatorio, se
fueron sucediendo las reuniones organizativas, en las que destacaba el buen
hacer de todos los presentes, siempre intentando sumar y mejorar las propuestas
existentes. Finalmente tuvo lugar la última reunión, el día 20 de noviembre,
a la que asistieron representantes y
técnicos municipales, miembros de las distintas peñas cicloturistas, voluntarios, en definitiva, un
gran número de personas volcadas con este evento, que presentes o no, han
desarrollado una labor encomiable para intentar conseguir que todo saliera
perfecto. Ejemplar, sin duda alguna. Especialmente quiero destacar el trabajo
ingente realizado por Virginia y Vicky.
Todo estaba visto para sentencia, ya sólo restaba como
actuación previa a la ruta en sí, la entrega de dorsales, que durante la tarde
del sábado se realizó en el Pabellón Municipal, continuando a primera hora del
domingo, así como los preparativos y adecuación de Casa de la Cultura, lugar en
el que tendría lugar el colofón de esta jornada.
II.- LA RUTA
Me he sentido involucrado en el evento, motivo por el
que la impaciencia con la llegada del
día ha sido grande, deseoso de que todo el trabajo organizativo arribara a buen
puerto y se viera correspondido con una gran afluencia de participantes que
agradecieran el empeño y esfuerzo desarrollado, que no siempre es conocido y
valorado.
Como así intuía, esa noche me costó conciliar el
sueño, pero por fin llegó el momento. Habíamos quedado a las 8:15 en el
Pabellón para ultimar la organización del recorrido. Me levanto con tiempo,
pero un apretón en el último momento (a todas luces resultado del
“reconcomiero”), me impide ser puntual, “algo inusual en mí” (ahora podéis
cebaros conmigo). La mañana amanece despejada, pero con temperatura baja.
Cuando llego al Pabellón, Javi, nuestro querido “Manijero” (muy comprometido
durante todo el proceso), rodeado por miembros de las distintas peñas locales,
andaba asignando tareas a los susodichos para que no hubiera despistes a lo
largo de los recorridos. El corto, con destino a El Confesionario, de 28 km. y
el largo, hacia la Presa de Cornalvo, de 56 km. Nos dirigimos a la Plaza, lugar
de la salida, resultando gratificante la gran afluencia de participantes tanto
locales, como de diversas poblaciones de la Comarca y seguramente de más allá.
En torno a 150 unidades.
David Liviano imparte las últimas consignas y se da
comienzo a la ruta. Con paso tranquilo, pues hoy de lo que se trata es de pasar
una jornada de disfrute de la bicicleta en maridaje con el entorno natural,
salimos del pueblo por la EX-206, para girar a la derecha, cruzado el puente
del Búrdalo, por la pista de Malmedra, dirección Alico. A pesar de encontrarnos
al inicio, ya se va dispersando el grupo, yendo cada uno a su ritmo. Pablo,
Jorge y yo (algún otro se unirá a lo largo de la ruta), hemos decido hacer de
coche escoba, para evitar que no se
nos descarríen del rebaño. Detrás
nuestra, siempre Tomás Velarde, con el todoterreno, acompañado de su hijo, los
Pacos y Verónica, nuestra médica de cabecera, que por suerte no tendría que
hacer acto de intervención.
Aunque el punto de desvío para la ruta corta y la
larga estaba previsto en el camino de Cuadradillo, al inicio de la pista del
canal, los de la corta, en torno a la
treintena, ya se han plantado y desde ahí harán el recorrido a su ritmo.
Seguimos el camino habitual con destino a Cornalvo, subiendo la cuesta de
Cuadradillo hasta llegar al Entalle, que para mi sorpresa, el que será arroyo
Fresneda arrastra un caudal considerable.
Con la entrada en el monte, el cielo
despejado se torna en neblina, acrecentando la sensación de frío. Es de agradecer
la copiosa lluvia de los últimos días, pues nos permite disfrutar con los
caminos encharcados y de las primeras briznas de hierba que comienzan a brotar.
Una auténtica gozada. A lo largo de la ruta se realizarán diversas paradas de reagrupamiento. Especialmente
destacable es la diligencia de los miembros de las distintas peñas y
voluntarios que tienen la encomienda de apostarse en los cruces para evitar
distracciones. La involucración para el perfecto desarrollo es total.
Metidos ya en el Parque Natural de Cornalvo, cruzamos
por el Rugidero y la finca de El Mentidero, para aproximarnos al embalse de
Cornalvo, que a pesar de las aguas caídas (a todas luces insuficientes),
presenta una estampa desalentadora. Llegamos a nuestro primer destino, la milenaria
Presa de Cornalvo, lugar en el que está previsto el avituallamiento. Los
voluntarios lo tienen todo perfectamente dispuesto con una variedad de líquidos
y sólidos para todos los gustos. Es de agradecer su desinteresada labor. Tras
este momento distendido, nos hacemos las fotos de grupo y cuando nos ponemos a
reanudar la marcha, pinchazo al canto. El damnificado ha sido el Pana. Yo he
reestrenado montura (dejando atrás los últimos infortunios de mi querida ancianita) y le paso el sambenito a
otro, que ya está bien de cachondeo.
Bordeamos el embalse y nuevo contratiempo. Esta vez es
la rueda de la bici de Enrique, de los Ciclozumos (o los Zumosol, como diría
Pablo), la que pierde aire. Se infla y a tirar millas. Volvemos sobre nuestros
pasos hasta que giramos a la derecha, para cruzar el por ahí seco arroyo e
iniciar la principal dificultad de la jornada, la subida por la cuesta de las
Mezquitas. Tras el reagrupamiento bajamos con más o menos prudencia por El
Borril, hasta El Confesionario, lugar de parada para que Domingo, Presidente de
Honor de los Perrigalgos, que nos ha cambiado por los jubilados Ciclozumos,
relate el origen de este aljibe, posterior guarida de bandidos.
El recorrido va tocando su fin, lo cual agradecen
aquellos a los que las piernas les van flaqueando. Volvemos por Malmedra y en
breve llegamos a la plaza en torno a las 13:30, clavando el horario previsto.
Los que hicieron la ruta corta, unas dos horas antes. Cojo aire y resoplo.
Prueba superada. La ruta ha resultado genial, sin incidentes reseñables, el día
nos ha acompañado y las muestras de los participantes (sin ellos todo esto no
habría tenido sentido) son positivas. No podemos pedir más. Ya sólo resta la
comida de convivencia en la Casa de la Cultura. A asearse.
III.- EL COLOFÓN
Como Quedada que se precie, el esfuerzo realizado hay
que paliarlo con un buen ágape. En la Casa de la Cultura está previsto el desarrollo de este no menos importante
momento de la jornada. Es la hora de de confraternizar con los distintos
participantes y comentar incidencias de la ruta entre trago y bocado. Todo está
perfectamente dispuesto, con entrantes variados llevados por particulares,
mientras se prepara una copiosa paella y caldereta, de la que los comensales
darán buena cuenta, porque están deliciosas. Un diez para los cocineros y
pinches. Con carácter previo, Virginia,
hija de Pedro Carrasco, dedicará unas palabras alusivas a su querido padre y de
agradecimiento en general por el resultado del evento, que nos encoje el
corazón. Seguidamente, el Ayuntamiento y nuestra Peña le hacemos entrega a la
familia de unos detalles conmemorativos. Ahora toca disfrutar en buena compañía de este momento
que es amenizado con la entrega de regalos a los presentes, que gustosamente
han donado diversas casas colaboradoras del pueblo y otras localidades, así
como por el acompañamiento musical del inigualable y singular Ramón y su
órgano, quien nos adelanta en primicia su nuevo trabajo, que a buen seguro
pugnará por ser la canción del verano, “El Baile del Tío Ramón”. Casi na.
Cada mochuelo a su olivo, circunstancia que
aprovechamos los Perris para hacernos una foto con la familia de Pedro, dando
por finalizada esta gratificante jornada cicloturista que quedará para el
recuerdo, aunque algunos aguantaremos un ratillo más (la espuela).
IV.- AGRADECIMIENTOS
Durante el relato de la crónica he intentado resaltar
la encomiable labor o aportación de todos aquellos que de una manera u otra ha
contribuido al éxito de esta jornada cicloturista (que me perdone a quien no
haya relacionado por descuido), aunque quisiera hacer una especial mención a
los familiares de nuestro querido y recordado Pedro Carrasco. VA POR TI, VA POR
VOSOTROS.
Esperando que esta sea la
primera de otras muchas, sin más tela que cortar, hasta la próxima.
Juan Luis....
ResponderEliminarCrónica superior. Redactada de forma sobresaliente. Has sabido captar las sensaciones vividas durante ese día.
Tu forma de redactar me recuerda "muy mucho" a como mi padre lo hacía. Lo has descrito de forma muy acertada y los adjetivos utilizados, le caracterizaban tal cual.
Que más decirte..., solo puedo decir gracias, gracias por este relato admirable y gracias a todos los perrigalgos por tener a mi padre en tan gran estima.
Un abrazo a todos
Virginia Carrasco
Maravilloso Juanlu, magnífica pluma para una impresionante quedada, q has relatado perfectamente. Posdata lo de la hora te apollo
ResponderEliminarMagnífica crónica la que te has marcado Juan Luis, seguro que desde algún lugar Pedro estará encantado de saborear la lectura.
ResponderEliminarEn cuanto a la ruta agradecer a todos los que han colaborado y participado para que todo saliera de chapo.
En lo que respecta a los PERRIGALGOS orgulloso de pertenecer a este grupo de ciclistas.
Crónica impecable Juan Luis, no me coge de sorpresa, día inmejorable para recordar a mi agüelete, pero nosotros le recordamos todos cada vez que nos subimos en nuestras monturas. Agradecer a todos los asintentes, colaboradores, pero en especial a Virginia, Viki y toda la familia de Pedro por el esfuerzo que hizo para que todo saliera perfecto.
ResponderEliminarEnhorabuena Juan Luis, inmejorable narración y descripción de lo vivido ese dia.
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