viernes, 20 de abril de 2018

OTRA RUTA PARA QUE NO TE LO CUENTEN


Fotos:
Relive:

Participantes:
Javi Camacho
Javi Parejo
Pedro Carrasco
Paco Cidoncha
José Noca
Pablo Carrascosa
Juan Luis
José Luis
David Liviano
José Luis Petete
Diego Nieto
Pancho
Pana
Santi
Diego Parejo
Javi Foz

                    


                Después de un largo periodo de ausencia de salidas con los compañeros Perrigalgos y después de hacer la pretemporada con las chicas Perrigalgas, decido incorporarme a disfrutar y sufrir de las mañanas domingueras con el grupo, donde no es difícil presagiar que tanta inactividad con el grupo se notaría la falta de ritmo, pero bueno alguna vez tenía que ser y después de tanto escuchar un dicho que ya se ha puesto de moda entre nosotros el cual dice “QUE NO TE LO CUENTEN”, decido volver a vivir y disfrutar de esas mañanas entre vosotros y así ser yo quien pueda decir que no te lo cuenten y dar envidia al personal que no ha salido y haberse perdido todo lo que concurre durante la mañana que de verdad no es poco. Risas, mucha guasa, disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor, el sufrir encima de la bici y sobre todo de la convivencia.

                Retrocedo en el tiempo al día anterior (Sábado) el cual se celebró la tradicional convivencia campestre que la peña realiza todos los años. No fuimos muchos pero los que asistimos pasamos un día estupendo en compañía de las mujeres y niños. Todo transcurrió en la casa de campo del compañero Paco Cidoncha que se ofreció a hacer de anfitrión y hizo que pasásemos un día cojonudo.

                De vuelta al domingo me presento en la plaza acompañado de mi mujer, que había quedado con su grupo para realizar su salida. Nos saludamos conforme va llegando el personal al tiempo que se empieza a debatir el destino de la ruta. Que yo me enterase hubo dos proposiciones, el amigo Diegui propone ir a visitar el salto del Guadamez, que por lo visto no lo conocía, y eso que ha habido tres expediciones que se han espetado a verlo, y otra que es la que se decide hacer que es ir a las trialeras del Ortigas.

                Decidido la ruta observo que Pablo Carrascosa y varios más están revisando su bici la cual fallaba en los cambios y al no poder dar solución al problema lo soluciona cambiando de burra. En ese momento el grupo sale dirección a la rotonda de Antonio López punto en el cual se une Pablo para ya todos los integrantes partimos dirección a Medellín por la pista del cordel. En ese tramo empiezan a caer las primeras gotas del día y el personal ni se inmuta, se colocan el chubasquero y para adelante. Y digo yo si empieza a llover al lado de casa y no dudan en seguir para adelante, como se van a dar la vuelta en mitad de la ruta.

                Entre charlas nos presentamos en la localidad vecina de Medellín, atravesándola hasta la altura del desvío de la carretera que otras veces cogemos para ir dirección Mengabril. Esta vez no giramos a la izquierda una vez pasada la vía del tren, continuamos recto hasta el cruce. Lo atravesamos y por una pista cogemos dirección a la alquitranada del canal del Zujar.

                Andamos varios kilómetros por la pista del canal hasta llegar al túnel que atravesamos para coger dirección a las cruces. Hasta ese punto ya informo a alguno que ese desvío nos supone hacer casi tres kilómetros más, vuelve a hacer acto de presencia la lluvia y que más da seguimos. Continuamos en grupo y llegamos a la carretera de Don Benito – Valle de la Serena. En ese punto el compañero Diegui nos pregunto que dirección tiene que coger para ir en solitario al salto del río Guadamez. Yo me quedo atónito ante tal decisión y es Javi Camacho quien le  explica que desvío coger. No se que tal le fue y si llegó sin ningún contratiempo.

                Nosotros seguimos nuestro itinerario marcado y atravesamos la carretera y nos adentramos en el monte. Empieza lo complicado de la ruta primera subida que cada uno afronta a su ritmo, continuamos por un sube y baja hasta llegar a la subida de los Guzmanes. Esa si que te pone al límite. Tramo de aproximadamente un kilómetro que la pendiente mínima no baja del 14 %. Corazón en la boca y el motorcillo silbando como la válvula de seguridad de una olla express cociendo garbanzos.


                Reagrupamiento en lo alto y continuamos por la pista que allí mismo salía a la izquierda. Baja rápida, giro a la derecha y enlazamos con una zona de piedras muy peligrosa la cual nos tomamos con calma para no llevarnos ningún disgusto. Ya estamos inmersos en zonas de trialeras rápidas, el cual disfrutamos todo el mundo. Continuamos por continuos subes y bajas, el grupo anda un poco estirado y en ese momento del día solo unos cuantos (David Liviano, Santi, Pana y yo) contemplamos en directo un precioso ejemplar de Lince Ibérico paseando tranquilamente a escasos metros de nosotros. Es lo que tiene ser cabrita coja, que puedes presumir de tener más tiempo para observar al no poder llevar el ritmo de la Elite. Pana fue el encargado de retratar al ejemplar sin tener éxito.


                Reagrupamiento de nuevo y comenzamos una bajada en dirección a las minas del lobo, en ese punto me mosqueo un poco porque en dicho cruce en el cual nos reagrupamos, si hubiésemos girado a la izquierda esa pista nos llevaría al puente de la pared, pero continuamos de frente y después de un corto trayecto giro de 180 grados y transitamos por una pista algo pesada con leve trayectoria descendente que nos llevaría directamente al punto de avituallamiento. Otra variante en la cual nos hizo sumar más kilómetros, pero merecieron la pena.

                Nos sentamos sobre las piedras de granito y observando como corre el río cada cual repone fuerzas con los víveres que llevamos. Foto de rigor debajo del puente y otra vez a las monturas. 


Cogemos dirección al molino que esta río abajo por la vereda del margen izquierdo. Una senda en la cual tuvimos muchos tramos de tener que poner pie en tierra ante la imposibilidad de pasar montado. Llegamos a la zona del molino y decidimos hacernos otra foto en la presa que allí existe en la cual al rebosar por arriba nosotros también tuvimos la suerte de ver otra cascada, no como la que iba a visitar Diegui, pero cascada al fin al cabo. Observen la foto como prueba.




                Nos dejamos de recrear y el grupo sale dirección hacia el camino blanco que nos lleva a la carretera de Don Benito – Valle de la Serena pasando antes por el albergue que en dicho camino existe. En dicho tramo Juan Luis tiene problemas con el cambio, momento que decido adelantarme para tomarme ese trayecto con más calma acompañado por David Liviano. Eso sería por poco tiempo porque antes de llegar a la carretera ya los teníamos encima. 


A partir de ese momento todos juntos, aunque de vez en cuando dando algún tirón de orejas al personal para hacer la vuelta más amena a los más castigados, nos presentamos en Mengabril, continuamos por la pista que llevamos de costumbre para subir al puente de la vía del tren, cogemos dirección Medellín y se decide volver por la carretera. Entre charla y algún que otro tirón de nuevo de orejas nos presentamos en nuestro destino final con 63 km. que en mi caso que quedó el cuerpo suave. Aunque reconfortante por la mañana disfrutada.

                Llegamos a la sede para tomarnos nuestro merecido refrigerio acompañado de unas patatas con pomada (alioli) que nos sentaron de vicio. Sin más nos vemos el próximo domingo el cual tenemos una prueba de orientación que nuestro antiguo perrigalgo José Carlos Escobar nos tiene diseñada, la cual y a buen seguro disfrutaremos un monton.  

               
Crónica José Luis




2 comentarios:

  1. No se como te haces tanto de rogar con lo bien q se te da la pluma, casi igual de bien q las matemáticas. Ya iba siendo hora q volvieras al redil a ver si ya es pa siempre compañero. La ruta, por cierto, espectacular

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    1. Crónica de diez Luis al igual que la ruta.
      Quien va al Ortigas y no sube los Guzmanes es como el que tiene novio y no le toca los esparabanes

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