miércoles, 23 de agosto de 2017

CLÁSICA DE VILLAGONZALO




ASISTENTES
Julio
Pablo
Juan
Javi Foz
Tite
Santi Yanqui
José Luis Petete
José Luis
Oscar
Hermano de Moi
Juan Luis

Km: 66
Domingo, 13 de agosto de 2016
Conocidos es por todos lo complicado que resulta conseguir que un perrigalgo relate lo acontecido en una ruta, circunstancia esta que se incrementa en verano. En esta ocasión, como así expondré, la autoría de la misma tuvo alternancias, hasta que finalmente le fue adjudicada al que escribe. Sin más dilación procedo a la redacción de los hechos producidos en una típica ruta estival con poca chicha.
Las elevadas temperaturas que estamos sufriendo en verano provocaron que en su momento se acordara adelantar en media hora el horario de salida, circunstancia esta que no es de mi agrado, aunque reconozco que permite evitar que nos pille de lleno el calor. Sin embargo, no escondo mi deseo de que pronto retomemos las buenas costumbres en cuanto a la partida se refiere.
La mañana se presenta con ligera brisa, aunque conforme avance el día la previsión es de temperaturas por encima de los 37º C. Cuando llego, son varios los perrigalgos arremolinados en la barandilla de la Plaza, número que se incrementará notablemente en los minutos siguientes a mi llegada, hasta conformar un total de 11 unidades. Como suele ocurrir, entre charlas, cuando se decide partir queda pendiente por determinar el itinerario de la ruta. Tras aguardar unos instantes sin que nadie tome la iniciativa, propongo realizar una la que se puede considerar ya como clásica del verano: Dirigirnos a Villagonzalo. Nadie pone objeción y, como “ponedor de ruta”, ya interiorizo que la crónica está más que adjudicada.
Bajamos por la calle de la Reina para continuar por el camino de la Bomba y seguir por la margen del río Búrdalo hasta el puente de hierro en la N-430, es decir, seguir el curso de la ruta Mozárabe hasta San Pedro de Mérida. A la altura de Torrefresneda, Tite me comenta cuál es el itinerario a seguir, pues es conocedor de una variante que nos llevará igualmente a Villagonzalo.  Como de lo que se trata es de disfrutar de nuevos trazados, se opta por seguir la nueva propuesta, pero este requiebro en el itinerario, ¿justificaría que el relato lo asumiera el nuevo proponente?.
El recorrido sigue siendo el mismo hasta justo el paso de la vía de servicio bajo la autovía. En este punto, en lugar de dirigirnos a San Pedro de Mérida, giramos a la izquierda por una pista inicialmente asfaltada hasta, según el proponente, un badén que cruza el Guadiana. Cuando nos aproximamos al badén, un cartel herrumbroso nos pone a todos de orejas y nuestros peores presentimientos se confirman: El paso está totalmente derruido. Y aquí surge la disyuntiva: O Tite hace tiempo (mucho tiempo) que no pasa por aquí, o un seísmo de no sé cuántos grados en la escala Richter ha tenido lugar hace poco y no nos hemos coscado. Ante la imposibilidad de continuar, no queda otra que volver por nuestros pasos, retoma el inicial itinerario y, sí, la crónica en forma de pelota, vuelve a mi tejado, si es que alguna vez dejó de estarlo. 

Llegados a San Pedro, cruzamos la autovía y dirección a Valverde de Mérida a unos cien metros, tomamos un camino que sale a la izquierda para continuar en un constante sube y baja hasta llegar a una plantación de almendros que por lo crecidos que se encuentran me generan dudas del camino a seguir, aunque pronto me ubico y encontramos a nuestra izquierda la senda que nos conducirá a la margen del Guadiana que seguiremos hasta el badén derruido, este si conocido por varios de los que ya hemos realizado esta ruta.


 En dirección a nuestro destino seguimos por el camino paralelo a la carretera y al río, que esta ocasión se encuentra bastante más despejado de camalote que en años anteriores. Antes de volver a tomar la carretera, en medio del camino nos encontramos un árbol caído que impide nuestro paso. Al final, la teoría del seísmo va a resultar cierta. 



Llegamos a la plaza de la localidad con bastante adelanto del habitual, refrendado por la ausencia de feligreses en la iglesia, que en ediciones anteriores escuchábamos entonando cantos litúrgicos.
Tras el almuerzo y la foto de rigor, nos ponemos en marcha para volver, como de costumbre, por la colada de Valdetorres que transita por numerosas heredades en las que podemos encontrar toda la variedad de cultivos de nuestra zona: Frutales, almendros, olivares, maizales, tomatales, arrozales...Cruzamos la carretera de Valverde de Mérida a Guareña y seguimos pisteando a un paso llevadero hasta la localidad de Valdetorres.


 Dirección a Yelbes, José Luis, va notando la falta de salidas con la Paña, y suplica la necesidad de meter en el cuerpo un reconstituyente, de esos que ya conocemos. Pablo le ofrece un tubito y el interfecto le mira como diciendo que con esto no rellenamos ni el hueco de la muela y es que, por lo visto, debe existir una correspondencia entre cantidad y el cuerpo del afectado, lo que implica que para el susodicho se necesitaría una dosis más contundente. Para evitar tener que soportar el tráfico existente en esta época por la carretera de Yelbes, Tite propone, nuevamente, realizar una variante por una  pista de tierra que nos conducirá a las charcas del Voluntario. Llegamos al pueblo justo cuando la campanas anuncian las 12 horas del mediodía. Buen horario para reponer fuerzas en “Ca Moni”.
Aprovecho que redacto la crónica para agradecer a la Gran Familia Perrigalga las deferencias tenidas conmigo y mi familia.
Sin más tela que cortar, hasta la próxima.
 
Crónica Juan Luis

2 comentarios:

  1. Juan Luis buenísima crónica veo que nadie se ofrece a hacerlas y este año te vas cargando en este apartado, vamos que vayan saliendo voluntarios o al final esto se dejara de hacer y creo que no debería ya que esto nos sirve de hemeroteca. Por mi parte animar al personal a salir ya que el número va siendo bajo

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  2. Supercronica para una ruta anodina sin chicha ni limona

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