martes, 27 de octubre de 2015

LAS VILLUERCAS III





Antes de empezar a contar nada, destacar por enésima vez  la labor, que ha desempeñado nuestro sherpa de la peña, D. Pedro Carrasco con su ruta hacia la cumbre más alta accesible por carretera  de Extremadura y máxima elevación de Los Montes de Toledo con poco más de 1.600 m. de altitud.
Última ruta especial de 2.015, como dice el título de la crónica, el tercer año, que visitamos estos parajes tan duros, pero atractivos a la vez. Espectaculares por su colorido y belleza.
Salimos  a las 7:00 h. desde la plaza, coincidiendo con el cambio de horario de invierno. Nos viene bien, porque hemos dormido una horita más a pesar del madrugón.
Bici a los coches y dirección a Cañamero, punto de partida para la ruta. Aparcamos los coches en la calle del hotel Ruiz. De ese punto sale la carretera dirección a Navezuelas y comienza la ruta de Isabel La Católica, pintoresco camino muy transitado por senderistas, que conduce a Guadalupe.
Mañana fresquita y agradable para el pedaleo. Partimos unos metros cuesta abajo, que pronto empezarán a subir. Pedaleo tranquilo por una carretera alquitranada, con un 5% ó 6% de desnivel hacia arriba. Tan  sólo destacan los jóvenes borreguillos, que son los que tienen ganas de machacarse a primera hora, quizás ignorantes de lo que les espera.


Después de unos 7 Km. aproximadamente, llegamos a una rotonda, que indica Navezuelas 14 Km. Reagrupamos para esperar al personal, que viene más rezagado. Mientras, mantenemos conversación con un señor, que está buscando una ruta para un grupo de personas, que se dirigían hacia Guadalupe.
Enfilamos la carretera de Navezuelas picando hacia arriba, cómo no. Después de un par de kilómetros de subida, llegamos a una altiplanicie con unas vistas envidiables. Aprovechamos para hacernos unos retratos y  esperamos a Diegui, que comienza a mostrar signos de flaqueza. Una mala tarde la tiene cualquiera.


Continuamos entre castañares y carrascas. Las cunetas estaban llenas de castañas, arrastradas por el agua y la fuerte pendiente del terreno, ¡vamos, como  aquí los tomates cuando caen de los remolques a las  cunetas!  Seguimos y la carretera ahora pica hacia abajo, ¡alegría para el cuerpo!, pero por poco tiempo. Pronto divisamos Navezuelas y giramos a la derecha. Nos encontramos con una pista de hormigón que nos conducirá hasta la cima. Ésta, repleta de rampas con fuertes pendientes entre un 12% y un 22% de máxima. Es una ascensión en la que se van observando los cuatro puntos cardinales según vas dando la vuelta al cerro. Momento único e inolvidable, de fuertes sensaciones debido a la dureza del terreno, ya que el ascenso no tiene tregua.


Sobre los 3 Km. de ascenso paramos a coger aire y descansar un rato, porque las lumbares están a punto de reventar. Aprovecho y con Tomás intentamos arreglar el cambio de mi bici, porque va en el piñón 9 y no me deja cambiar al 10, que alguien llegó a decir, en su tiempo, que no valía para nada, pero, en estas circunstancias se echa de menos. Intento fallido y para arriba con el 9 (ajo y agua).
Sobre el Km. 5 desaparece la rampa de hormigón y cogemos a la derecha por la carretera que viene de Guadalupe, con pendientes más suaves. Continuamos los 2 Km. que nos queda para alcanzar la cima. El último medio kilómetro es durísimo, por una carretera desgajada de alquitrán con muchos baches y gravilla suelta, que cada vez hace más difícil la llegada. Topamos con la última rampa de cemento, como una pared de unos 50 metros. Llegamos a la base militar dejando todas las bicis desparramadas en el helipuerto.



Diegui viene muy tocado, le observamos desde la cima, unos ratos andado y otros pedaleando. Al final, consigue alcanzar la cima con vómitos y calambres.
Desde el helipuerto se divisa media Extremadura, ¡impresionante! Todo un espectáculo y sobre todo después del esfuerzo. Una vez allí arriba, aprovechamos para comernos los bocadillos y demás viandas, merecido nos lo tenemos.







Debido a la altura y al fuerte viento que sopla tenemos, que abrigarnos, cada uno con lo que tiene. Blanquito, que es más arrecio que un galgo, se pone, en el pecho, un pedazo de corcho blanco, que parece un Pokemon.
Al llegar el último número nos hacemos la foto, en el punto geodésico. Pedro nos advierte de las bajadas y que no nos tiremos a tumba abierta, la carretera está en mal estado y pueden venir coches de frente. Nos avisa, también, que vayamos atentos por si queremos ver el pozo de Las Nieves, que se encuentra a unos 3 km. de distancia.
A tumba abierta no bajábamos, pero íbamos como si el diablo nos fuera escupiendo el culo, ni pozo de Las Nieves ni nada. Paramos en el único incidente del día, Salva, el chaval de Palazuelo, lleva toda la vida llorando por tener un buen reventón y lo ha conseguido. Tiene la cubierta de atrás con un rajón de unos 5 centímetros. Hay que realizar una operación tipo “morcón matancero”. Aplicamos un manchón por dentro y con la cámara reventada hacemos una tira de goma ,abrazamos la cubierta tipo Juanillo “el alcalde”. Ja, ja, ja … ¡qué buen rato de risas y cachondeo! Rueda apañada y para abajo.


Volvemos a reagruparnos en la carretera que va de Talavera a Guadalupe, en la Ermita Del Humilladero, la visitamos y de ahí, a por el último tramo hacia Guadalupe. Bajamos por una vereda de unos 4 Km. hasta la Villa, de uno en uno, preciosa.


El chaval del morcón y Diegui, bajaron por la carretera, que va paralela a la vereda. Una vez allí, paramos en la plaza, a los pies del Monasterio de Ntra. Sra. de Guadalupe. Siempre está a reventar de peregrinos llegados de todos los lugares.
Alfonso ve a su señora y queda para llevársela de vuelta después de su peregrinaje, el tío ha matado dos pájaros de un tiro.
Algunos aprovechamos para visitar a la Virgen y a por el último tramo, que se hace tarde.
Salimos de la Villa por la trocha del puente de la vía. Siempre, que paso por él me impresiona la  altura que tiene. Subimos a Puertollano y reagrupamos para decidir si cogemos camino o carretera para ir a Cañamero. ¡Cómo no! Los perrigalgos, deciden camino. Diegui va por la carretera debido a su cansancio y malestar.

Prueba conseguida, llegamos a Cañamero donde estaban los coches, a cargar y “ancá” la madrina a repostar.
Daros a todos la enhorabuena y creo que hemos escalado la subida más dura de todas las realizadas por la peña cicloturista amaliense.
¡He dicho!
Crónica Paco Cidoncha


7 comentarios:

  1. Muy bien Paco por la estupenda crónica que te has marcado digna de la ruta realizada.
    Enhorabuena a todos los asistentes.

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  2. Buena ruta os marcasteis esta semana, me he quedado con más ganas aún de hacerla, ya cogere a Don Pedro un día y la haremos, ya le he tirado espero que la recoja, jjj. Estoy con Paco que tenemos una suerte enorme con tener a Pedro Carrasco entre nosotros.la próxima no me la salto por nada

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  3. Buena crónica te has marcado quinto. Me entra la flojera en las piernas sólo con leerla, qué pasada de ruta! Cada vez el listón más, más y más alto. Enhorabuena a todos los participantes, y al cronista especialmente por su doble labor.
    Saludos

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  4. Inmejorable crónica mister demontre y buenisima ruta, lástima no haber ido, otra vez será....

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  5. Paco, Estás hecho un cronista de postín. Enhorabuena por el buenísimo relato de lo acontecido en esta ruta que calificaría de BRUTAL E IMPRESIONANTE a la vez. No recuerdo haber sufrido tanto durante esos tres primeros kilómetros de subida, sin embargo, la satisfacción de llegar a la cima y disfrutar de la panorámica que nos ofrece este pico, no tienen parangón, así como del recorrido en general. Otra ruta para enmarcar y a apuntar en el haber de Don Pedro, aunque hubo momentos en los que no era precisamente eso lo que pasaba por mi cabeza…y por la de Diegui tampoco.

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  6. ¡Cojones, Demontre, has superado con creces todas las expectativas y tu mejor registro! De diez el peazo crónica que te has marcado.
    Estoy de acuerdo en que la ruta es espectacular; en que la panorámica del Pico Villuercas no tiene parangón, y en que los 3 kilómetros de cemento es lo más duro que ha subido la peña. Pero estabais avisados, aunque alguno subestimara mi advertencia.
    Animo a todos los que no fueron a que, por lo menos una vez en su vida, hagan esa ascensión porque merece la pena. Además, es un punto de referencia y un reto para todos los aficionados al ciclismo en toda la región.

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  7. Me ha gustado mucho la cronica Paco. Las expectativas del relato han sido superadas con creces. Enhorabuena Paco por el relato y enhorabuena a todos los que fuisteis.

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