Buenas a todos, ya han pasado varios
meses de la última vez que salí con la peña por causas de trabajo, y ya llego
el momento, que por otra parte tan ansiado, de salir de nuevo con este
estupendo grupo de personas y de disfrutar de este vicio.
A de eso de las nueve menos diez me
encamino con mi burrilla hacia la plaza y cuando llego ha había algunos de los
perris esperando, los saludos y esperamos a que lleguen los demás. Se habla de
ir a cuatro caños, pero soy yo el que elijo la ruta, “a mí me gustaría hacer la
ruta mozárabe” pues nada, me hacen caso y esa es la ruta de hoy.
Emprendemos la marcha un total de 19
perrigalgos hacia el camino de la Bomba yendo dirección al Burdalo, es aquí en
este camino, donde el compañero Manuel del Rio sufre un pinchazo en la rueda
delantera, “bici boca arriba” y a desmontar la rueda entre Diego y yo, al
principio la cubierta se resistía a salir de la yanta, no sé si porque había
pocas manos o sobraban manos. Apañada la rueda seguimos hacia la 430, nos
apartamos por Torrefresneda y seguimos por el camino que va paralelo a la
autovía y que después cruza por debajo de esta y es aquí donde sufre un
pinchazo Javi Camacho, otra vez “bici boca arriba” pero esta vez fue Tomás
David, nuestro mecánico oficial, el que desmonta la rueda y en un periquete la
bici está preparada.
Llegamos a San Pedro después de subir
la cuestecita hasta el cementerio y cogemos el camino que nos lleva hacia el
Cornalvo.
Este camino discurre entre varias fincas y por zonas de montes hasta
la cola del embalse, nos reagrupamos y seguimos por el sendero que lleva a la
presa, el cual algunos como Pablo intenta pasar montado en sus burras la parte
más complicada y otros como yo lo pasamos a pie.
Llegamos a la presa y es en este lugar
donde paramos a descansar, nos comemos nuestras barritas y nuestros bordadillos
(alguno de los compañeros se rio de mi triple Sanwids con chorizo, salami, un
quesito y pate) y es que hay que estar bien alimentado, que no
sabéis…….Mientras comemos se habla de que en la reunión del lunes se elegirá la
nueva equipación, bueno habrá que estar expectantes.
Nos hacemos la foto de rigor y
emprendemos la marcha bordeando el pantano, en estos momentos rodamos a
bastante velocidad y en nada de tiempo recorremos los kilómetros que hay hasta
el mentidero, allí nos reagrupamos. Continuamos por el camino del rugidero
hasta el entalle, seguimos por el camino del cuadradillo, cada uno a su ritmo
ya que esta bajada nos gusta a todos y la conocemos bastante bien. Seguimos por
el camino y es aquí donde Juan Luis Capilla pudo tener una caída por causa de
una piedra, pero la cosa no pasa a mayores problema, gracias a la pericia de
este compañero, tan solo se desprendió el adaptador del pedal y no paso nada más.
Llegamos al Canal y sorpresa: falta Diego el cual había pinchado en lo alto del
cuadradillo y tuvo que cambiar el solo la cámara de la bicicleta. En la pista
alquitrana estuvimos parado un buen rato, no sé si para descansar o para ver a
la señorita, que según nos dijo Diego, venia hacía nosotros y que estaba de muy
buen ver, sea lo que fuere, emprendimos el regreso hacia el pueblo unos a la
madrina a echar la cervecita y otros, como yo para casa.
Quisiera hacer mención desde aquí la
gesta conseguida por nuestro compañero Domingo, que ha conseguido finalizar la
Ironman, prueba destinada a personas preparadas
física y mentalmente, que nos enseña que para conseguir lo que una
persona desee es esta vida solo hace falta creer en uno mismo y creer que lo
puede conseguir, felicidades campeón.
Crónica José Andrés
Buen comentario de la ruta Jose Andres. Un placer volver a verte en el grupo. Lo de Diegui viene en su ADN, sin comentarios, pero es un tio de p.m. Con respecto a Domi es una pasada..
ResponderEliminar¡Otra víctima propiciatoria a la saca! Van cayendo como moscas: vuelta al redil, y crónica al canto. Petete, Antonio Indias, Liviano... estáis en capilla. Jejeje...
ResponderEliminarMuy correcta la crónica, José Andrés. Llevabas todas las papeletas para cronista. Y es que eres un cachondo: sabes que vienes de nuevo y, encima, no se te ocurre otra cosa que poner la ruta.¡Ay, alma de cántaro!
Ruta puesta, ruta contada, además que muy bien. Ya vas despachado para un tiempo. Bienvenido a la rutina dominguera, José Andrés.
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