ASISTENTES
José Antonio Puerto “Noca”
Diego Nieto
Paco Cidoncha
José Luis Barroso “Petete”
Juan Luis Capilla
Pablo Carrascosa
Alfonso Merino
Juan Nieto
Antonio Indias
Km:
47
Domingo,
3 de diciembre de 2016
La semana ha venido
marcada por la recepción de los nuevos trajes de verano de la Peña, posterior
entrega, pero sobre todo, por la probatura de los mismos. Los “wasas” echaban
humo con los comentarios sobre el resultado que el ajustado tallaje de la equipación marcaba sobre los cuerpos serranos
del personal, acompañados de variopintas imágenes que daban fe de lo manifestado.
Vamos a ver, que esto es un traje de ciclista pero para cuerpos de
cicloturistas (domingueros) y no la dieta de la alcachofa. No, si alguno
todavía pensaría que el milagro se iba a obrar.
El hombre, la mujer del
tiempo, internet, auguraban agua para el domingo con seguridad plena, pero no
hay que ser Mariano Medina para saber que en la Feria de Santa Amalia algún día
llueve, sí o sí. Pues por algo la llamaban los gitanos que acudían al rodeo, la
“Feria Meona”. Sin embargo, cuando me levanto no cae agua, a pesar de lo
encapotado del cielo, lo cual justifica que me preste a colocarme la flamante
equipación y comprobar que voy a estar más guapo que un San Luis. Pensé que mi
reflexión iba a ser extensiva en la mayoría de perrigalgos, pero cuando llego
al paseo, sólo ocho se han dado cita y no todos llevaban el nuevo traje.
Sorpresón del grande, sobre todo cuando compruebo la ausencia de algunos de los
asiduos. La Feria y el tiempo parece ser han
podido al deseo del estreno de nuestra nueva indumentaria. Ummm, nos
estamos volviendo algo delicaditos. Simplemente, como dato, un tercio de los
asistentes éramos de la quinta del 69 y uno del 70. ¡¡¡Qué pasa con esa
juventud!!!
Como soy nuevamente el
último en llegar y teniendo en cuenta lo anteriormente manifestado, es cuestión
de ponerse a decidir itinerario y salir pitando para no llegar muy tarde. Paco
propone ir al embalse de Las Muelas y la opción es bien acogida por el resto. El
recorrido por la carretera del Sajonia, siempre tranquilo, da para charlar
básicamente sobre el nuevo traje y las probaturas, el microrelato de Petete y,
cómo no, del Clásico. Alguno ha bajado ya de las nubes para pisar la tierra. En
esta ocasión, tiraremos por El Borril y su subida que hace tiempo no
realizamos. Cuando llegamos arriba, comprobamos que por el oeste el cielo está
hecho uno y por el este se atisba algún claro. Como nuestro destino se
encuentra en dirección al poniente, tenemos todas las papeletas para que nos
toque “calaúra”. Bajamos hacia Las Mequitas, cruzamos el arroyo que no supone
ningún inconveniente para atravesarlo (dónde se encuentran aquellos días en los
que nos subíamos a las ramas para cruzarlo) y nos dirigimos a El Rugidero. Es
en este punto donde comienzan a caer las primeras gotas que provocan que
hagamos una parada para sacar chubasqueros. Para llegar al embalse seguiremos
por la vereda que transcurre paralela al arroyo de Las Muelas. La fina lluvia que cae no hace sino acrecentar la belleza
de este paraje del que se disfruta de lo lindo recorriéndolo en bicicleta.
Las perfectas
instalaciones preparadas para la observación de aves que paran en las aguas del
embalse, nos permites resguardarnos de la lluvia y es el momento que
aprovechamos para tomar alimentos. Esperamos un buen rato con el fin de que
escampe. En este ínterin, Diego nos sorprende con zapateados y variados
movimientos de calentamiento que realiza con mucho ímpeto, pero poco
agraciados, todo sea dicho. En vistas de que no parece que vaya a dejar de
llover, decidimos reanudar la marcha tras la foto, que en esta ocasión se
encarga de ejecutar la mujer de una pareja entrada en edad que habían venido al
rebusco de criadillas.
Nos ponemos a cruzar en
fila india por la presa del embalse y es el momento en el que me percato de lo
cagueta que es Alfonso, y además sin afanarse en disimularlo. En el trayecto
hasta el cortijo de Las Mezquitas deja de llover.
Ganado el camino, nos
dirigimos dirección Valdelayegua, hasta la vieja casona, y en este lugar
iniciar precioso descenso que nos conducirá a la Caña Real de Santa María de
Araya, justo al comienzo del Parque de Cornalvo. En nuestro trayecto hasta el
Entalle, cruzado el arroyo, están colocados ya los postes para alambrar la
finca de los Castillejos, lo que en el futuro supondrá otra puerta más al campo
para aquellos que nos gusta disfrutar de nuestro entorno. Tras cruzar
Cuadradillo, nos reagrupamos en la pista del canal, justo en el momento que
vemos acercarse por esa misma pista a Javi Camacho, quien ha salido más tardes
y ha hecho una ruta a Cornalvo en solitario. Todos juntos nos dirigimos tranquilamente
hasta el pueblo y posteriormente unos cuantos a tomar un refrigerio en la sede.
Durante el trayecto, se
ha propuesto a Petete la realización del relato de la ruta en previsión de que
la redactada la semana pasada fuera una primera parte de siguientes a realizar
en las próximas, con el fin de que de esta forma pudiera confeccionar, en
conjunto, una crónica como manda los cánones, pero declina con rotundidad a
verse otra vez en una de estas. Como llevo largo tiempo mirando para otro lado
en cuanto a crónicas se refiere, decido, tomando las cervezas y una alitas de
pollo, ser yo quien se encargue de este menester. Javi, no te enfades porque me
asigne las crónicas cuando tú no estás.
Sinceramente, quien se
haya quedado remoloneando en casa por cagalera al agua, se ha perdido una
preciosa jornada de cicloturismo. A ver si el próximo domingo es posible el
estreno masivo de nuestra nueva equpación.
Sin más tela que cortar,
hasta la próxima.
Crónica Juan Luis Capilla |
La verdad Juan Luis es que tienes razón, me peso el no salir, pero mi ojo con el tiempo me engaño, pero bueno me alegro que disfrutarais de un buen día, yo salí virtualmente para intentar preparar la Ruta de La Mochila pero visto lo visto creo que este fin de semana al menos no podremos realizarla, es que este año se ha propuesto el tiempo que no hagamos ninguna especial.
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