Domingo 8:15 de la mañana, después de un tiempo de ausencia por las labores del campo, me dispongo a salir con la bici con mucha alegría y con ganas de ver a la familia perrigalguera. Me pongo el traje corto, lleno de agua la mochila y echo unas barritas en ella, me dispongo a coger mi “burra” que estaba llena de telarañas y salgo zumbando al punto de encuentro perrigalguero, que al llegar a dicho punto me asombra las ausencias como don Pedro Carrasco, Antonio Indias, Rotri o algún amiguete mío bobillo, las comuniones, cumpleaños o las lesiones han hecho mella.
Hoy nos acompaña un compañero no habitual “Noca”. También me percato de algunas “burras” no conocidas por mí, como la “doble” de Capi o la “tuneada” de Tomas David. 16 perrigalgos nos espetamos en la plaza para salir sin un itinerario concreto, aunque, lo que si iremos a ver es el camino nuevo que están haciendo desde un poquito más adelante del entalle hasta el Rugidero.
Una vez todos puestos en la “línea de salida” damos la habitual vuelta a la plaza, cogemos la calle de los muertos, ponemos rumbo hacia el Sajonia charlando distendidamente, una vez allí torcemos a la izquierda y cogemos la pista hacia el canal de Orellana. Adentrados en la pista tomamos dirección hacia la pista de Alico que llegados al cruce, el amigo Tite nos abandona. 15 bicicleteros nos dirigimos pista para arriba hacia las casas y llegado a la verja de la pista que va por detrás de las casas nos adentramos hacia el citado camino, itinerario nuevo para mí… por que en vez de torcer a la a la izquierda y subir por detrás de las casas seguimos el camino recto, hacia una variante, que decía alguno saber, hasta el pino.
Adentrados por el camino se escucha de lejos 2 mastines ladrando que a los que nos da un poco de respeto los perros grandes hace que nos acojonemos un poquito, aunque como dice el refrán perro ladrador poco mordedor. Pasado el sustillo continuamos el camino que a pocos metros desaparece y nos obliga a subir campo através entre jaras, piedras y encinas que hacen un poco difícil la subida. Es en este punto donde un servidor se revuelca los tocinos en la empedregada subida.
Un poco más delante de mi caída del camino se hace intransitable y nos obliga a echarnos las bicis al lomo, que un poco mas adelante, para nuestra suerte y salud de nuestras espaldas, se ve el dichoso camino que nos conduce hasta el pino.
Continuamos a la izquierda para bajar hasta las mesas del capitán, torcemos a la izquierda y hacemos la bajada de las mezquitas a tumba abierta. Pablo se dispone a abrir la puerta llevándose por delante sin darse cuenta la bici de Lalo, hacemos la bajada cruzamos el arrollo y nos encontramos con la pista citada anteriormente en obras que la continuamos como si fuéramos dirección al entalle y es aquí donde tragamos un poquito de polvo y el compañero Noca hace la “vuelta del carnero” sin consecuencias.
Continuamos la marcha hasta ver el cartel de “la atalaya” si no me equivoco, según dicho cartel el camino salía a la izquierda pero por mas que buscábamos no encontrábamos camino ninguno, hasta que Capi retrocedió un poco y apareció entre la maleza.
Seguimos la marcha por dicho camino subiendo y al llegar arriba otra pequeña confusión hace que andemos otros 100 metros campo a través para enlazar con el camino que nos lleva hasta un cortijo de vacas que las acompañan 2 toros con una mirada desafiante, aquí es donde echo de menos la compañía de Paco el demontre que se lleva bien con este ganado, pasamos entre las naves del cortijo y saltar mas adelante la cerca de piedras y continuar por el camino de valdelaslleguas, si estoy confundido corregirme en los comentarios.
Seguimos el camino hasta llegar a un cruce, hacemos una parada de reagrupamiento, que al no llevar un itinerario fijo haya diversidad de opiniones sobre donde comernos la merendola. Giramos a la derecha hacemos una leve bajada que Javi nos advierte a los primeros de tomar el primer camino a la izquierda, y parece ser que entre bajadas y debates ya esta decidido donde vamos a para a comer. Hacemos una subida, llegamos arriba, paramos para reagruparnos y ya me voy notando la inactividad.
Bordeamos una pequeña charca seguimos recto, continuamos por una trialera y llegamos a la orilla de una charca de los castillejos que es donde paramos para comernos las barritas, plátanos etc.
Foto para el recuerdo y zumbando para casa que Diegui parece ser que empieza a estornudar a causa de la alergia . Seguimos por la trialera hacemos una bajada, y ¿con qué nos topamos? Con bacas otra vez, en mitad del camino con sus crías, algunos decidimos bordearlas y otros más valientes tiran por el camino “ajuntando” a las vacas para que se espanten, que nos acompañan corriendo al lado durante unos metros. Seguimos por el camino hasta encontrar una subida a la izquierda, se abre un pequeño debate, si hacer la subida o seguir por el camino, pues queda aclarado por un perro que viene ladrando hacia nosotros y algunos subimos como una moto la subida empedregada .
Ésta obliga a algunos a echar pie a tierra y otros se quedan hablando con el guarda al que le acompañaba el perro. Hacemos otra parada para reagruparnos y emprendemos la marcha que a pocos metros y… pinchazo de Javi, Este hace que por casualidad nos demos cuenta de que no gozan de buena salud algunas bombas de inflado. Resuelto el entuerto continuamos para llegar al comienzo de la bajada hasta el entalle y es ahí donde el amigo Juanlu y yo nos intercambiamos las monturas para probar que tal va la doble suspensión, resaltar que es una maravilla. Al llegar abajo, al entalle, me dió pena que se acabara la cuesta, así que el próximo cambio una doble suspensión, a esperar a los reyes magos del año que viene.
Continuamos por el camino de cuadraillo, pasamos la cuesta de la novia, llegamos arriba de cuadraillo y mariquita el último algunos optan por seguir el camino que va por la casa de cuadraillo y otros optan por continuar por la variante a la casa. Al llegar abajo Juanlu que pincha, algunos aprovechamos para coger un poco de aire por que después de un tiempo en el dique seco se va haciendo la ruta un poco dura. Resuelto el incidente salimos pitando hacia la pista del canal y en un santiamén nos plantamos en el Sajonia, para comenzar a rodar hasta el pueblo y plantarnos anca Moniato a las 12.30 para recuperar fuerzas con las cervecitas y unas patatitas al alioli.
Continuamos a la izquierda para bajar hasta las mesas del capitán, torcemos a la izquierda y hacemos la bajada de las mezquitas a tumba abierta. Pablo se dispone a abrir la puerta llevándose por delante sin darse cuenta la bici de Lalo, hacemos la bajada cruzamos el arrollo y nos encontramos con la pista citada anteriormente en obras que la continuamos como si fuéramos dirección al entalle y es aquí donde tragamos un poquito de polvo y el compañero Noca hace la “vuelta del carnero” sin consecuencias.
Continuamos la marcha hasta ver el cartel de “la atalaya” si no me equivoco, según dicho cartel el camino salía a la izquierda pero por mas que buscábamos no encontrábamos camino ninguno, hasta que Capi retrocedió un poco y apareció entre la maleza.
Seguimos la marcha por dicho camino subiendo y al llegar arriba otra pequeña confusión hace que andemos otros 100 metros campo a través para enlazar con el camino que nos lleva hasta un cortijo de vacas que las acompañan 2 toros con una mirada desafiante, aquí es donde echo de menos la compañía de Paco el demontre que se lleva bien con este ganado, pasamos entre las naves del cortijo y saltar mas adelante la cerca de piedras y continuar por el camino de valdelaslleguas, si estoy confundido corregirme en los comentarios.
Seguimos el camino hasta llegar a un cruce, hacemos una parada de reagrupamiento, que al no llevar un itinerario fijo haya diversidad de opiniones sobre donde comernos la merendola. Giramos a la derecha hacemos una leve bajada que Javi nos advierte a los primeros de tomar el primer camino a la izquierda, y parece ser que entre bajadas y debates ya esta decidido donde vamos a para a comer. Hacemos una subida, llegamos arriba, paramos para reagruparnos y ya me voy notando la inactividad.
Bordeamos una pequeña charca seguimos recto, continuamos por una trialera y llegamos a la orilla de una charca de los castillejos que es donde paramos para comernos las barritas, plátanos etc.
Foto para el recuerdo y zumbando para casa que Diegui parece ser que empieza a estornudar a causa de la alergia . Seguimos por la trialera hacemos una bajada, y ¿con qué nos topamos? Con bacas otra vez, en mitad del camino con sus crías, algunos decidimos bordearlas y otros más valientes tiran por el camino “ajuntando” a las vacas para que se espanten, que nos acompañan corriendo al lado durante unos metros. Seguimos por el camino hasta encontrar una subida a la izquierda, se abre un pequeño debate, si hacer la subida o seguir por el camino, pues queda aclarado por un perro que viene ladrando hacia nosotros y algunos subimos como una moto la subida empedregada .
Ésta obliga a algunos a echar pie a tierra y otros se quedan hablando con el guarda al que le acompañaba el perro. Hacemos otra parada para reagruparnos y emprendemos la marcha que a pocos metros y… pinchazo de Javi, Este hace que por casualidad nos demos cuenta de que no gozan de buena salud algunas bombas de inflado. Resuelto el entuerto continuamos para llegar al comienzo de la bajada hasta el entalle y es ahí donde el amigo Juanlu y yo nos intercambiamos las monturas para probar que tal va la doble suspensión, resaltar que es una maravilla. Al llegar abajo, al entalle, me dió pena que se acabara la cuesta, así que el próximo cambio una doble suspensión, a esperar a los reyes magos del año que viene.
Continuamos por el camino de cuadraillo, pasamos la cuesta de la novia, llegamos arriba de cuadraillo y mariquita el último algunos optan por seguir el camino que va por la casa de cuadraillo y otros optan por continuar por la variante a la casa. Al llegar abajo Juanlu que pincha, algunos aprovechamos para coger un poco de aire por que después de un tiempo en el dique seco se va haciendo la ruta un poco dura. Resuelto el incidente salimos pitando hacia la pista del canal y en un santiamén nos plantamos en el Sajonia, para comenzar a rodar hasta el pueblo y plantarnos anca Moniato a las 12.30 para recuperar fuerzas con las cervecitas y unas patatitas al alioli.
No me quería despedir sin destacar que este sábado es el día de la convivencia perrigalguera, así que los más rezagados que confirmen su asistencia.
¡Mira que salir sin un itinerario definido! Está visto que no se os puede dejar solos.
ResponderEliminarAunque intuyo quién ha ido el cronista, creo que lo suyo es que el interfecto "se descubra". En cualquier caso, muy bien narrada la ruta, como siempre.
Por mi parte, deciros que salí por libre. Tenía ganas de descubrir el famoso puente Serapio de nuestro asendereado Aljucén, y por fin lo logré.
Solo puedo deciros que tanto el puente como el paraje son dignos de ser visitados. Pero el llegar hasta él tiene su miga. Ya os contaré por si algún día os atrevéis.
Un saludo y nos vemos el sábado.
Estarás un poco oxidado físicamente por la inactividad, pero con la pluma andas fino. Enhorabuena, Pedro.
ResponderEliminarEn cuanto a la nueva ruta de Pedro Carrasco pinta bien, pero el "tiene su miga", huele a chamusquina.
Buena crónica cuerpoestufa!!!! Hay que ver lo que te has hecho de rogar, compañeeeero!!! Es un mundo difíchile....
ResponderEliminarRony bien narrado lo acontecido en nuestra ruta dominical, pero hombre Pedro Carrasco el itinerario estaba marcado lo que no estaba publicado para que no se me echaran para atras, vamos tu ya me entiendes. En cuanto al puente Serapio ya estoy contando los días que faltan para que me lleves, a mi no me huele a chamusquina, Juanlu para mí son cantos gregorianos, jeje.
ResponderEliminarbuffffffffff,menuda odisea la de esta jornada .no ha faltado de na,pero que bien lo habéis pasado con las burras por esos montes, aunque de vez en cuando tengamos que echárnoslas a los lomos.un saludo amigos..!!!
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