lunes, 26 de septiembre de 2016

DICE JAVI QUE VIMOS UN CASTILLO.



Fotos:
Domingo de septiembre y como todos los días el despertador suena a las siete, solo que hoy, lo retraso varias veces hasta que me dan las ocho, hora en que me pongo los “avíos” ciclistas, desayuno y enfilamos a pasar una mañana de domingo dando pedales.
El primer dilema una vez enfrente de las bicicletas es ¿carretera o montaña, montaña o carretera?, en fin, que como ya el día anterior le había preguntado a Diego por teléfono la hora de reunión, me subo a la bici de las ruedas gordas y a la plaza que me voy.
Una vez allí Toni y Javi, que están casi pegados, me reciben con un unánime, ¡coño Juanma¡, el paso posterior es saludar a la gente y dar la vuelta de calentamiento pertinente a la plaza, para enfilar la calle de los muertos y comenzar mi primera ruta perrigalga completa.
Burra nueva de Javi Foz

Digo mi primera ruta perrigalga completa, porque la anterior tuvo que ser abortada para acompañar y ejercer de escudero del gran Miguel Andrade, allá por el frio enero.
A lo que vamos, rodamos por la nacional con dirección al cuadradillo, a ritmo tranquilo y charlando, hasta que llegamos a la cuesta del Sajonia, donde se empieza a escuchar un sonido metálico en las bicicletas del personal… ¡¡si, empiezan los cambios!!. Desde ahí hasta la cuesta del cuadradillo, empieza la calma tensa, se rueda bien pero intentando guardar un poco para lo inminente, “la cuesta del calor”, “la cuesta del silencio”, en fin, la cuesta del cuadradillo. Que como digo podría llamarse del calor, porque ahí ya sobra ropa o del silencio, porque tras siete u ocho kilómetros de charla, se hace un riguroso silencio en el pelotón. Que ese es otro tema, aquí ya no hay pelotón ni nada. Yo subo buscando un ritmo cómodo donde no fuerce demasiado, que todo eso se suma a la mochila y puede acusarse pasado unos kilómetros. Pero es ahora llegados a este punto, donde me surge mi primera duda, tras tantos años saliendo juntos, ¿estos tíos no se han dado cuenta de que aquí hay bicicletas con “doping mecánico”?, ¿pero si voy procurando que mis pulsaciones no pasen de 160 y ese de ahí me ha pasado al doble de velocidad?, uy uy uy, estos me quieren hacer el lio.
Paramos en el lomo de la sierra a esperar a los últimos, y yo voy echando el ojo a las bicicletas, intentando localizar donde pueden llevar el motor. La de Javi Parejo incluso lleva un "aparatejo" en el manillar que imagino que valdrá para controlar la batería que le quede y todos esos enredos, cosas del mundo moderno.



A partir de aquí, no me preguntéis por donde anduvimos, porque no tengo ni idea, y si alguno se atreviera a que lo volviera a guiar por el mismo sitio, le invitaría a que hiciera testamento. Sé que vimos muchas vacas, de esas que si vas solo, no ves nada más que una, porque te das la vuelta antes de llegar, y sé que había mucho polvo, tanto que cuando llegué a casa podía decir tranquilamente a mi mujer, ¡¡¡mira tu marido que polvazo tiene!!! .



El caso es que andaban los perrigalgos dando vueltas por el monte, cuando entrando en una finca, escucho comentar ¡¡de aquí fue de donde nos echó el pastor la ultima vez!!, y como no hay dos sin tres, pasados unos metros, se nos acerca el pastor con su Patrol y sin puerta.
Entonces me doy cuenta de mas cosillas inherentes a este grupo, que cada uno tiene su papel, y si bien Javi con su bici motorizada es el portero, encargado de abrir y cerrar puertas. Pablo Carrascosa, con su labia comercial es el “negociador”, que se trajinó al pastor y se lo cameló para que nos dejara rodar y nos indicara el camino. –pero hay que saltar muchas vallas- decía, -bueno, pues usted no se preocupe que no hacemos daño y las vamos saltando- le respondía Pablo.



Seguimos con nuestro camino, cuando empecé yo a apuntarme notas mentales, y me iba diciendo para mí mismo, no hables con Pablo, ni le preguntes nada de la bici ni nada, porque a este le dices buenos días y te vende una solera para el patio o alguna mampara para la ducha.
Después avería, de esas que solo me pasan a mí, se suelta el tornillo que sujeta el porta bidones, y el porta bidones se me cruza en la pierna, avería leve, que se solventa y continuamos con la ruta.
Tras vagar dos años y medio por el monte, por fin llegamos al cordel que va desde Mirandilla a Almoharin, y me sitúo, ya más o menos sé donde estoy, avanzamos un poco mas y nos tomamos el refrigerio, donde nos hacemos la foto de rigor quedando el famoso castillo a nuestras espaldas.



Empezamos tras recuperarnos a desandar lo andado, con dirección a cuatro caños, donde no llegamos, pues tomamos el desvío por la finca del “el gamo”, que nos lleva hasta el embalse de “la muela”. En este punto a Toni se le avería la bici, a Petete, que según me dicen lleva tiempo sin salir, se le empieza a hacer muy dura la ruta, y al guarda del cornalvo se le antoja hacernos una foto. Él dice que es para ponerla en el blog del parque o algo así, pero yo creo que lo hace para ficharnos, por si acaso.



De ahí continuamos viaje hasta la cuesta de las mezquitas, donde hacía un año que no pasaba. El viaje que realizamos desde ahí, hasta el pueblo, fue por el borril, a pesar de la negativa de Toni, fue una bajada muy peligrosa y bonita, y el que diga lo contrario, miente.




Como siempre en este tipo de rutas, una vez que enfilas la nacional, hacia Santa Amalia, vuelven las fuerzas perdidas, se aceleran los cuentakilómetros, y alguien nos recuerda que hay que cerrar un poquito el grupo para ayudar al compañero que viene detrás exhausto.
La verdad es que así se pasa una estupenda mañana de domingo, de pedaleo y charla con el personal. Para mí es un honor que me nombren narrador oficial de la ruta, en mi primera salida, y de lo bien o mal que lo pueda hacer, ya daréis cuenta vosotros.
Un saludo y nos vemos dando pedales.
Crónica Juanma García

martes, 20 de septiembre de 2016

Y el verano terminó…





Participantes:
Tomas David
David Pajuelo
David
Jose Luis
Yanqui
Juan Luis
Javi Camacho
Paco Cidoncha
Oscar
Pablo Carrascosa
Diego Nieto
Toni Nieto
Juan Nieto
Jose Noca
Javi Parejo
Diego Parejo

Ruta:

Después de estar mas de dos meses y medio sin salir con mis queridos perrigalgos, el verano a algunos nos confunde, tengo tachado en rojo este domingo como día totalmente inamovible y es que ni siquiera el último bingo de valdehornillos hace que me acueste pronto para evitar tentaciones y excusas y sacar por fin a mi dorada.
Al llegar a la plaza me sorprende gratamente el número de perris que nos juntamos, dieciséis, no está nada mal, y es que este verano ha sido posiblemente el mas desastroso, en cuanto a participantes me refiero, de la historia de la peña, también ocasionado en parte al gran número de perris que se han hecho de una bici de carretera.
Este domingo nos reincorporamos cuatro perris que despertamos de nuestro verano-letargo, Jose Luis, Javi Camacho, David y el que escribe y es que en octubre tenemos dos especiales y tenemos que coger forma que luego no queremos perdernos ninguna.
El encargado este domingo de poner la ruta es nuestro demontre que propone ir a los alijares, ruta de sobra conocida por todos pero que roza los setenta kilómetros, no está mal para ruta de iniciación, atrás quedan esos años donde las rutas de iniciación eran mas benévolas con el fin de que el doliente no quedara asqueado de bicicleta y volviera los siguientes domingos…. como nosotros somos de la casa pues, como dice Paco, a coger fondo para la especial de Montanchez…
Arrancamos la ruta por Plaza de Armas hasta llegar a las traseras de Valdehornillos, donde nos desviamos dirección Alonso de Ojeda, hace un día buenísimo, sin calor pero todavía sin ganas de manguitos. El trascurso de ahí a Miajadas se hace a un ritmo pausado que hace que vayamos charlando y contándonos anécdotas de todo este verano, hay que ver lo que se echa de menos estos ratos con la peña, estaba deseando ya.



Una vez en Miajadas paramos porque nos salta la duda de que esté la carretera que nos lleva a los alijares cortada por la crecida del búrdalo ocasionada por la presa. Diegui nos tranquiliza porque dice que pasó hace un año y que no estaba cortada…entre risas de unos y otros ya nos dice mas enserio que pasaron por ahí el triki y compañía hace tres semanas y que le habían dicho que no estaba cortada. Cruzamos Miajadas dirección a la degollá, cuesta que la hace dura el ritmo no la pendiente, ya que no pasa del 8% y que en su mayoría está al 5%. El grupo se estira y cada cual la sube a su ritmo, aquí es donde el Yanqui sale de la sombra en la que lleva escondido toda la mañana y pone un ritmo infernal que hace que los mas aventajados se aprieten los machos ( algún día le voy a hacer a este chaval un “Rossi” que se va a cagar, que tirria le estoy cogiendo). 


De aquí al cruce de Robledillo disfrutamos de una buena bajada y de algún que otro subibaja que hace que nos volvamos a estirar, parada, reagrupamiento y dirección a los alijares. Al llegar debatimos si comer allí o irnos a la presa. Decidimos hacer nuestra parada obligatoria en la presa, donde pasamos otro de los ratos agradables con los compañeros de risas y cachondeo, momento este para mi de los mejores de la mañanas domigueras. Fotito de grupo y a pedalear.




 Se decide ir por un camino marcado por unas flechas verdes dirección Almoharín. Es aquí donde nuestro Juan decide ir por carretera alegando que el camino está muy malo. En verdad el camino está malo, seco y con muchas piedras, pero también es verdad que es el trayecto mas bonito del día. Con precaución en algunos puntos del camino donde no solo había piedras sino que había autenticos escalones, llegamos otra vez a la pista de alquitrán que une los alijares con Almoharín y que tiende mas bien para abajo con lo la gente da riendas sueltas a su montura y nos ponemos en un plis plas en el pueblo.




 Una vez en Almoharín hacemos parada obligatoria en Pastoralia y nos hacemos lo que ha sido la foto del verano, y es que han sido muchos los ciclistas que se han retratado allí, por lo que se ve ha sido una ruta muy concurrida en esta época estival. Gran sorpresa nos llevamos cuando vemos llegar a otros paisanos nuestros, dos de ellos socios nuestros y otro que lo fue en su día y que estoy seguro volverá a serlo. Foto con ellos y vuelta para casa.

Firma de Pactos en Pastolaria

La vuelta como siempre la hacemos por Sopetrán apretando en algunos tramos y aflojando en otros para no desgastar demasiado a los recién incorporados que, por cierto, se están portando de p… madre.
 Nuestro grupo pasa por el puente romero y los otros y el yanqui deciden ir por Conquista pero en la carretera de la gravera de Diego nos volvemos a juntar y de ahí al pueblo todos juntitos en amor y compañia.


Bueno pues ya estamos en el pueblo, la verdad es que con las piernas cansadas pero mejor de lo que pensaba y derecho a tomarme esa jarrita fresquita donde la madrina que es otro de los momentos imprescindibles de un buen perrigalgo, espero no haberos aburrido mucho y hasta otra chulitos!!!
Por cierto, que sería de esta peña sin sus queridas cabritas cojas!!!!
Crónica Diego Parejo

jueves, 15 de septiembre de 2016

Ruta de los pantanos




No quería dejar de contaros la experiencia del domingo,  os comente la semana pasada en la crónica la ruta de los pantanos, esta ruta sale de una conversación que mantuve con Pedro Carrasco, otro que en verano vuelve a sus orígenes de Lobo Solitario y se marca él solito unas rutas de aúpa, después de decirme sus intenciones le comento que me gustaría acompañarle, en un principio solo iríamos los dos pero el sábado se suma José Noca y el mismo domingo justo cuando estoy cargando las bicis en el furgón recibo los mensajes de Juan Luis y Alfonso que también nos acompañarían.

A las siete menos diez llego a la plaza y ya está allí  Pedro esperando, van llegando el resto de la expedición cargamos las bicis y salimos dirección a el Acueducto punto de salida, al pasar por Valdivia miro por el retrovisor y veo que la Guardia Civil me esta dando el alto, paramos y me comenta que donde está el resto, ya que me ha parado porque ha visto que llevo bicicletas en el interior,  me dice que hay mucho robo de bicicletas y por eso me han dado el alto, aclarada la situación proseguimos hasta el punto de salida.

Empezamos a dar pedales a las ocho menos diez, dirección  Acedera la mañana esta fresquita pero tardamos poco en entrar en calor, dejamos atrás dicha población y llegamos a Orellana localidad que bordeamos para dirigirnos a la presa Orellana, esta presa se construyó en 1961 y tiene una capacidad 808Hm3.



 La dejamos atrás y empezamos una serie de sube y bajas que fue la tónica de toda la jornada, con lo que los comentarios fueron que la ruta de los pantanos de llana nada de nada. En esa ya estamos en la presa del Zújar, se construyó  en 1964 y tiene una capacidad 725Hm3 tiene a la particularidad que justo por debajo de la presa existe un poblado que se construyó para alojar a los obreros que trabajaron en ésta, ahora la disfrutaran los arrimados a Confederación…  unas fotitos  y a continuar.



Proseguimos hasta la presa de La Serena a la cual llegamos con el mismo perfil que llevamos toda la mañana. Dicha presa se construyó en 1990 y tiene una capacidad de 3219 Hm3 foto y nos dirigimos a Puebla de Alcocer más concretamente el Castillo.



Es este uno de los motivos por lo que más ganas de hacer esta ruta ya que nunca lo había visitado y tenía cierta curiosidad ya que José Luis me había enviado varias veces fotos de la subida y los alrededores. Una vez en el pueblo subimos por una calle adoquinada que sale justo enfrente de un bar de carretera.

Vamos siguiendo unos carteles que tienen dibujado un castillo y se lee Subida marcando con una flecha la dirección a seguir, ya la subida por el pueblo es exigente pero justo cuando sale la alquitranada del Castillo es cuando se pone serio de verdad con rampas que llegan al 21%, eso hasta una curva a izquierda en la que hay un pequeño descanso hasta que vuelve a ponerse otra vez dura con rampas de 12% que no están mal pero nada que ver con el primer rampón.



Una vez arriba nos acercamos a la puerta del Castillo pero esta cerrado en un letrero pone el horario a las 11 abre pero son menos veinte y decidimos comer para ver si mientras tanto llegan, mientras esperamos suben los civiles y algún gracioso me dice que vienen a verificar si era cierto que había compañeros esperando su burra. Las siguientes en llegar son dos chicas que hacen la subida en bici a las cuales Pedro le preguntan si son las que tienen la llave del Castillo a lo que tarda en contestar por el esfuerzo que supone, mientras Pedro la pregunta que cuantos kilómetros llevan y si vienen directamente de Pela.

Llega justo a las 11 la portera del Castillo, la verdad que es uno de los Castillos que están mejor conservados de los que yo he visto,  el Castillo es una imponente fortaleza levantada el siglo XII y XIII y remodelado en el siglo XV. La gran Torre del Homenaje es la pieza mejor conservada de la fortaleza. Es cilíndrica, de gran diámetro, y al estar casi pegada a la muralla, dada su gran altura, es visible desde el exterior por lo que tiene un sistema de acceso y de subida a los pisos muy ingenioso para aumentar su seguridad sin merma de superficie de los pisos. Desde el adarve de la muralla colindante se accede al primer piso y desde allí, por escaleras totalmente embutidas en la pared de la torre se puede subir o bajar a los diferentes pisos, incluso llegar a la terraza de la torre sin peligro. Esta terraza tiene una parte en voladizo que se apoya en gran cantidad de ménsulas o vigas. Nos empapamos de sus magníficas vistas y nos hacemos la foto de rigor, marchando.









Pedro nos indica un pequeño cambio en el itinerario ya que no iremos a Talarrubias que era el siguiente destino sino que iremos hacia pela por el puente Cogolludo con lo que abandonamos el alquitrán para transitar por camino, la verdad que esta muy bien poco bacheado y vamos con terreno favorable con el que el ritmo se aviva bastante hasta que llegamos a dicho puente en el cual paramos para volver a fotografiarnos.




Don Pedro nos comenta que le permitamos hacer otro pequeño retoque a la ruta ya que cuando llegamos a un caserío giramos a la izquierda para llegar más derecho a Pela, mientras nos esta dando la explicaciones llegan de nuevo las chicas de Pela que le comentan que ellas no tiran por allí porque en una finca hay perros sueltos y no se atreven pero las convencemos para que cojan el desvío que las esperaríamos si estuviesen sueltos,  antes de llegar a dicho caserío una señal nos advierte que nos viene una rampa lo realmente extraño es que no pone el tanto por ciento pero el camino se vuelve de hormigón con lo que no hay mucho que explicar ya sabéis lo que pasa cuando hormigonan un camino,

Poco después llegamos al caserío  giramos a la izquierda, el camino es realmente bonito ya que esta rodeados de encinas pinos y eucaliptos, llegamos a la altura de una casa pequeña con un valla y es ahí donde se encuentra los temidos perros y no es para menos ya que no llegaron a ladrar en ningún momento pero corrieron de lado a lado hasta que los perdimos de vista.




Salimos a la carretera y en un momento estábamos atravesando la localidad de Pela, preguntamos donde sale la pista del canal y la cogemos para llegar a Acedera y de allí al Acueducto donde llegamos con 94 kilómetros y la satisfacción de haber conocido un trocito más de Extremadura.

Hasta la próxima
Crónica Javi Parejo