Videos:
primer video:
http://youtu.be/cei3EOv9K84
segundo video:
http://youtu.be/z_z8LgOI1RM
tercer video:
http://youtu.be/TQd9FNJRAuU
cuarto video:
http://youtu.be/6RkaOH2XmjU
Tocaba ruta especial y los whatsapp echaban humo durante la semana al fallar los guías de Guadalupe, compañeros de Javielillo, que tenían que acompañarnos en la ruta. Pero como los Perrigalgos son una especie que se caracteriza por no dar un paso atrás ni para coger impulso, enseguida se planteó dar paso al plan B y realizar la etapa a Las Villuercas. ¡Cualquiera nos queda en casa ya que estábamos hechos a la idea! Y es ahí precisamente donde entra mi concurso, que había dicho en una ocasión que conocía un par de rutas por la zona que me parecían interesantes, por si algún día las queríamos hacer.
primer video:
http://youtu.be/cei3EOv9K84
segundo video:
http://youtu.be/z_z8LgOI1RM
tercer video:
http://youtu.be/TQd9FNJRAuU
cuarto video:
http://youtu.be/6RkaOH2XmjU
Tocaba ruta especial y los whatsapp echaban humo durante la semana al fallar los guías de Guadalupe, compañeros de Javielillo, que tenían que acompañarnos en la ruta. Pero como los Perrigalgos son una especie que se caracteriza por no dar un paso atrás ni para coger impulso, enseguida se planteó dar paso al plan B y realizar la etapa a Las Villuercas. ¡Cualquiera nos queda en casa ya que estábamos hechos a la idea! Y es ahí precisamente donde entra mi concurso, que había dicho en una ocasión que conocía un par de rutas por la zona que me parecían interesantes, por si algún día las queríamos hacer.
Tocaba levantarse temprano pero con el cambio de
hora el madrugón no fue tan traumático, sobre todo para algunos que duermen
como mantas.
A la hora convenida el personal va acudiendo al
Paseo con los coches y los portabicis para irnos hasta Logrosán, lugar de
inicio de la etapa. Sobre las ocho llegamos a la población cacereña e iniciamos
los preparativos para la salida. Enseguida el primer imprevisto: Lalo tiene la
rueda pinchada y hemos de arreglarla.
La mañana se presenta con buena temperatura pero
algunos se atavían con excesiva ropa de abrigo, aunque les aviso de que
enseguida empezaremos a subir y les va a sobrar. Noca estrena una nueva burra,
que más parece un caballo. Y es que los Perrigalgos no paran de renovar el
parque móvil.
Ya en marcha las charlas son amenas. Los madridistas
no quisieron “hacer sangre” con los pocos catalanes del grupo y casi pasaron de
puntillas por el clásico, que se abordó solo de manera testimonial.
Tras un par de kilómetros de bajada, iniciamos una
subida tendida y constante de cinco o seis kilómetros, que se asemeja en
pendiente a la de La Quebrada que lleva a Montánchez. Con las fuerzas intactas,
el personal asciende con un ritmo alegre, si bien cada uno se acomoda a su
paso.
Como es preceptivo, arriba se espera para reagruparnos. En marcha de
nuevo, pasamos por un paraje donde proliferan cerezos, castaños y robles,
mientras nos acompaña a la izquierda el sinuoso discurrir del río Berzocana,
que en estos sus primeros pasos es apenas un arroyo.
En este punto es donde
dividen sus vertientes las cuencas de los dos grandes ríos extremeños, el Tajo
y el Guadiana.
Tras una curva a la derecha nos damos de bruces con
Berzocana, un pueblo que, aunque venido a menos, tiene cierto encanto, mucha
historia y honda raigambre, además de ser la cuna del famoso cantautor Luis
Pastor. Entramos a visitar la iglesia donde se venera a San Juan Bautista, y
que fue declarada en 1977 monumento histórico de interés nacional. Su tosca
apariencia exterior no refleja el tesoro arquitectónico que encierra su interior.
El ayudante del párroco o sacristán, un hombre frisando los sesenta años de
estatura imprecisa (alto para enano y chico para persona normal), nos cuenta
con inusitada erudición la historia del
pueblo y de la iglesia, así como las obras y milagros de San Fulgencio y Santa
Florentina, cuyos restos fueron hallados en un olivar cercano un día como el de
hoy, 26 de Octubre, pero de 1223. Algunos nos habríamos quedado más tiempo
escuchando el relato que desgranaba el hombrecillo como un papagayo, pero ya
nos hemos demorado bastante y tenemos que seguir nuestra ruta.
A las afueras del pueblo pasamos por donde apareció
el sarcófago con los restos de los santos. Al parecer fue un labrador el que lo
descubrió, estando arando la tierra. Dice Pancho, siempre tan cachondo:
“¡Cojones, cómo llevaría el tío de jonda la vertedera!”
Desde aquí se aprecia el impresionante paisaje de
Las Villuercas, originado a lo largo de la era Mesozoica por la fractura y
elevación de bloques tectónicos. Finalmente, los procesos erosivos producidos
por el encajonamiento de la red fluvial, han configurado un paisaje de sierras
y valles paralelos que definen la característica geomorfología de la región,
conocida como “relieve apalachense”.
Tras un par de kilómetros de suave ascenso iniciamos
una bajada donde alcanzamos los setenta kilómetros por hora, que nos deja en un
santiamén en Solana, una pequeña localidad que dejamos a la izquierda de la
carretera. Cruzamos un frondoso y espeso bosque de alcornoques que crece en la
umbría de los altos riscos que tenemos a la derecha, y pronto vemos en
lontananza el pueblo de Cabañas con el castillo enclavado en una empinada
atalaya y la imponente y mayestática Peña Buitrera.
Nos desviamos a la derecha para ascender el
kilómetro escaso que nos conduce al pueblo, y vemos los letreros de una decena
de casas rurales. Una mujer mayor se encuentra en el desvío ataviada con una
pamela y nos espeta: “Aonde vais, si paí
no pasa naide”. Llegados a la iglesia nos detenemos y se recuerda entre
risas el comentario de la lugareña. Tite pone su punto jocundo bautizándola
como “la niña de la curva”, en referencia a aquella famosa película de terror.
Subimos andando al castillo por un empinado sendero
de unos doscientos metros, donde nos sentamos a reponer fuerzas. Las vistas
desde allí son magníficas en los 360 grados. Risas, bromas, charla distendida…
y foto que nos hace una chica que se encuentra allí con su marido y un niño de
corta edad. Vemos un cartel que dice textualmente: “Prohibido tirar piedras al
pueblo”. No deja de tener gracia y cierta retranca el cartelito, ya que solo
con el sentido común sería suficiente para saber que no se deben tirar piedras
al pueblo.
De nuevo en marcha volvemos a la carretera, para
girar a la izquierda por un camino ascendente y acceder al valle de Santa Lucia
por el paraje de Las Cochineras. Tomás David protagoniza la caída tonta del día,
al resbalar su rueda delantera en el barro de un charco.
Dejamos a la izquierda la presa de Santa Lucia, que
surte de agua a Trujillo. Es sube y baja es constante y los treinta grados que
marcan los termómetros de los cuentakilómetros hacen mella en algunos
Perrigalgos, que hace rato que han dado muestras de flaqueza. Tite y el Triki
tienen problemas para seguir el ritmo y hay que esperarles de vez en cuando.
Cuando llegamos a la carretera de Navezuelas los más fuertes les empujan. Y es que están tan fundidos que ya no sirve ni el reconstituyente más potente. ¡Qué sería de esta peña sin sus queridas cabritas cojas! Pancho también tiene problemas con los calambres, y Juanlu y Pablo ejercen de maestros de ceremonia para recuperarle. Nos cuidamos de no tomar la instantánea de los masajes, en prevención de los “cazadores de ciclistas acalambrados”; ya sirvió en su día quien escribe de conejillo de indias en un caso de parecido jaez.
Cuando llegamos a la carretera de Navezuelas los más fuertes les empujan. Y es que están tan fundidos que ya no sirve ni el reconstituyente más potente. ¡Qué sería de esta peña sin sus queridas cabritas cojas! Pancho también tiene problemas con los calambres, y Juanlu y Pablo ejercen de maestros de ceremonia para recuperarle. Nos cuidamos de no tomar la instantánea de los masajes, en prevención de los “cazadores de ciclistas acalambrados”; ya sirvió en su día quien escribe de conejillo de indias en un caso de parecido jaez.
Iniciamos un prolongado descenso hasta una rotonda
donde se encuentra el cruce que va a Berzocana. Allí la terna de damnificados
se planta y deciden sabiamente dejarse caer hasta Cañamero, y esperar allí a
que vayamos a recogerlos con el coche.
El resto cogemos un camino a la derecha entre
pinares y robledales con un encanto especial y una embriagadora panorámica
hacia la izquierda, con las presas de Ruecas y el Cubilar al fondo. Tras unos
cinco kilómetros de sinuoso y emocionante descenso, llegamos de nuevo a la
carretera por donde habíamos subido por la mañana.
Nos lanzamos a tumba abierta para abajo y en un plisplás llegamos a Logrosán a las tres menos cuarto con setenta y dos kilómetros en la saca. Noca y Javi van a por Pancho, Tite y el Triki y en el bar el Cazador nos “recetamos” unas birras que nos sientan de lujo entre bromas, risas y el buen rollo del que solemos hacer gala.
Nos lanzamos a tumba abierta para abajo y en un plisplás llegamos a Logrosán a las tres menos cuarto con setenta y dos kilómetros en la saca. Noca y Javi van a por Pancho, Tite y el Triki y en el bar el Cazador nos “recetamos” unas birras que nos sientan de lujo entre bromas, risas y el buen rollo del que solemos hacer gala.
PD: En otro orden de cosas, y como corolario, decir
que me abono y apoyo la propuesta de Juanlu de hacer una
fiesta-caldereta.convivencia, o lo que caiga
a pelo, lo antes posible. ¡A ver si esto va a ser solo dar pedales,
cojones!