viernes, 29 de marzo de 2013

Guadalupe

  


CRONICA : TEODORO MARTINEZ GALLARDO “TITE”

Km  112
En primer lugar deciros que es para mi  una hemorragia de satisfación el poderles narrar la crónica de una etapa de tan alta índole , la cual merece por lo menos un guionista de la talla del  amigo Pedro Carrasco que por circunstancias varias, no ha podido hacerla. Pero bueno ya que no ha podido ser el cronista , se dio habilidad a casi ser el protagonista .
  Señoras y señores  , FUMATA BLANCA y por  fin  HABEMUS IDO A GUADALUPE ,después de los aplazamientos ,las dudas y, de estar conectados a www.el tiempo.es casi por minutos acudimos a la cita prevista. En la noche del sabado al perrigalgo no se le pega la sabana al cuerpo, agazapado en su lecho y escuchando las canales, piensa para sus adentros ……mañana tampoco damos pedales. Después de leer el ultimo whatsapp del amigo Miguelito(03:00 AM)  solo quedaba rezar para que el domingo no saliera lloviendo.
Pero esto no fue así. A la 7 de la mañana el personal anda ya con los pies por el suelo y de una manera tímida miraba a través de los cristales de la ventana la cantidad de agua  que estaba cayendo. Los pitidos del whatsapp no son muy pesimistas del todo, abrigaros, ponerse chubasquero, etc. La primera foto que hizo la nueva cámara fotográfica fue al chorro de un canalón.


 Nosotros como los gitanos… no queremos buenos principios . La gente va llegando a la plaza de una forma escalonada, los rostros reflejan los pensamientos interiores. “madre mia como nos vamos a poner”. Tan solo los atuendos y vestiduras de algunos de los participantes arrancaban por momentos las carcajadas del grupo, Paco y Pedro portaban chubasquero largo mondonguero de los diseñadores Vitorio y Lukino y  Pablo llevaba transparencia de plástico paletero a juego con calzado impermeable anudado sobre un lado de la diseñadora Agata Ruiz de la Prada .



La suerte está echada (como diría el Cesar). Salimos de Santa Amalia lloviendo,  dirección a Hernán Cortes, ya llegando a este punto notamos una leve mejoría en cuanto a lluvia se refiere. Dicho y hecho el agua nos abandonaba. Encarrilamos  hacia la localidad de Ruecas  por la pista de “ los italianos”, donde surge la primera parada obligatoria, el amigo Pedro Carrasco pierde una biela completa y pasa de pedalear en” estéreo” ,a pedalear en” mono”. Ya se empieza a barajar la posibilidad de pedir bicicletas de repuesto al amigo Andres  para cambiarlas en algún punto de avituallamiento próximo.
  De Ruecas a Rena, el pelotón marcaba un buen ritmo de pedaleo, ya que  el recorrido que llevábamos era conocido y la pista de asfalto tenía muy buen firme. Era el mismo recorrido de la ruta del Frutal en flor, solo que en sentido contrario. Continuamos la marcha hasta llegar al pueblo de Torviscal, justo en este punto el compañero Juanma Barroso decide dar la vuelta tal y como tenía previsto. 



Aprovechamos  para despojarnos de los chubasqueros y algunas prendas mas.  Ya marcaban los velocímetros unos 30 km.  AllÍ mismo en el momento de la llegada nos sorprende de nuevo el amigo Pedro Carrasco. ”ojo al dato señores” mi burra está pinchada .



Reponemos algo de fuerzas, expulsamos el agüita amarilla, bebemos algo energético y de vuelta a las monturas nos dirigimos  hacia Zurbaran, para asi irnos aproximando a las inmediaciones de Madrigalejo, pasando antes  por la famosa planta termosolar que allí han construido.  Pero en breve surge otro imprevisto, la burra de Javi Camacho ha pinchado. Ya en Madrigalejo hacemos otra pequeña parada coger aliento  , comer un poco y preguntar como iba Fernando Alonso. 




El personal  se reagrupa y marca un ritmo algo mas bajo de lo habitual, los kilómetros y el mal estado de algunos tramos va haciendo “ pupa”. El siguiente destino seria llegar a Logrosan , dejando a un lado el embalse de Sierra Brava. De repente cuando nos dirigíamos al nuevo destino aparece de nuevo la protagonista de la ruta……la BIELA de la burra de Pedro. Me cago en mis muelas , otra vez la pu……biela. El aire nos fue favorable en la mayoría del recorrido, lo cual daba algo de “vidilla” al pelotón.




 Entre el pelotón se rumorea que íbamos a llegar con buena hora, pero los mas veteranos de la ruta no pensaban lo mismo. De aquí para adelante la traza de inclinación iba a ser en sentido ascendente hasta el final, por lo cual la velocidad media descendería notablemente. El amigo Andres que ha hecho en esta ruta como conductor del coche escoba, contacta con Javi para comunicarle que ya nos esperaba  en las inmediaciones de Logrosán , población a la que llegaríamos con alguna posible amenaza de luvia. En este punto Juan Luis cambia la bicicleta suya por una de sustitución o cortesía, que había cargado Andres después de la llamada de socorro que habíamos hecho desde  la localidad de  Hernan Cortes .


Una vez que el personal estuvo preparado nos disponemos a desarrollar lo que seria lo mas duro de la etapa, subidas y mas subidas hasta llegar a Guadalupe. Emprendemos la  marcha para subir hasta Logrosan, el personal marca un ritmo individual y personalizado.” cada uno que suba al ritmo que pueda”. Una vez arriba de esta localidad y antes de dirigirnos a Cañamero , algunos deciden de subir al camión escoba para asi recuperar algo de fuerza. Las prisas eran latentes en la mayoría del  grupo. La subida  de Cañamero vuelve a hacer mella entre algunos de los perrigalgos.


 El pelotón se ve mermado en numero, otros pocos de perrigalgos acceden a subir al camión para ser trasladados hasta el cruce de Guadalupe. El resto del personal ensilla sus monturas para dejarse caer en la pendiente pronunciada de Cañamero ,  pero pronto se va a romper este ritmo, un poco antes de empezar la subida al cruce de Guadalupe, Antonio  Aparicio se tiene que parar por que ha pinchado. El grupo se detiene , aunque algunos que otros enfilan la cuesta ,ya que estábamos muchos y podíamos entorpecer en la carretera.




 Cada cual sube a su ritmo, en esta pendiente se nota ya en el personal la flaqueza del esfuerzo que llevábamos hecho, algunos con calambres ,otros con subida de gemelos ,etc. 




Descenso vertiginoso hasta llegar al camino de tierra donde se espera a todos los participantes del grupo y  por el cual llegaríamos justo hasta Guadalupe ,eso si, pasando antes por el acueducto que deja entrever  unas vistas maravillosas de estos parajes. 



Entrada triunfal de todo el pelotón hasta llegar al monasterio y super acogida y recibimiento de todo el club de la buena gente que acompaña a la peña de los perrigalgos.



 Muchas gracias mujeres y niños, grandes y pequeños,amigos y demás……..cuantas peñas quisieran tener esta hinchada!!!!!!!!!! Ni el atlético de Madrid. 


El paso siguiente fue bautizar a los novatos de la ruta, entre ellos éste que les narra la crónica ,que contó con un padrino de excepción como el amigo Pancho, sin quitar merito alguno a los otros padrinos como Tomas David ,el “lisensiado Juan Luis” y Antonio Indias.





 Fotos de rigor con mas paparachis de lo habitual. Cargamos las bicicletas  y a la ducha, una vez maqueado el personal , de vuelta  a Cañamero eso si ,esta vez en coche.


 Ya en el restaurante degustamos por fin las primeras birritas y aperitivos, ambiente genial entre todo los perrigalgueros. Gran organización por parte del amigo Andres. Comimos bien ,bebimos mejor y reimos un monton. Toda una gran recompensa para tal hazaña realizada.



Bueno compañeretes ,no se si se me quedo algo en el tintero, prepararse para el próximo año que si Dios quiere subiremos a Guadalupe y comeremos en Cañamero.

martes, 19 de marzo de 2013

“Vaya día hemos perdío de Guadalupe”


Desde la cama a las 8:10 h., después de la nochecita de agua, decido coger el móvil y mandar un guasa para ir levantando al personal y de paso saber, más o menos, por dónde van los tiros.
Mario contesta que ya está preparado y lleva un ratillo vestido, Javi que le perdonemos, pero no va porque tiene el pecho un pelín agarrado. Luisito, que el día está peludo y ¡no sé chacho, chacho!
Empiezo a mosquearme y pregunto si va a ir alguien. Por fin decido levantarme, prepararme y palante.
Llego a la plaza con las campanadas de las 9:00 h. Se ve poco remolinéo de perrigalgos, en total nos juntamos doce.
Comentamos lo de Guadalupe y al final coincidimos, todos, en que “vaya un día de Guadalupe hemos perdío”. Empezamos como siempre, que si acá, que si allá. Al final decidimos ir a Los Arribes de Aljucén, pero al revés de cómo lo solemos hacer siempre, tirando por Valdelayegua. Salimos los doce perrrigalgos a las 9:10 h., porque como ya estaba allí Juan Luis no vendría nadie más tarde (¡hay que ver que mala fama, eh!).
Carretera de Cáceres sin incidentes, pero el comentario de ¡hay que ver que día hemos perdío de Guadalupe!


Llegamos a Cuadradillo y nos encontramos con un camino en muy buen estado para rodar, ya que se ve que esta noche ha debido  llover muy poco. Coronada la cuesta, reagrupamos para seguir camino hacia el entalle, que creíamos que vendría con mucha agua pero llevaba poca. Sin ningún incidente llegamos a Valdelayegua donde decidimos reagrupar y hacernos unas fotos para testificar por donde vamos pasando.

 Continuando el camino íbamos tras las rodadas de otras bicicletas. Más adelante topamos con nueve componentes de la peña de Trujillanos, que estaban metiéndose un tentempié para el cuerpo. Paramos con ellos un momento y como no tenían ruta fija, deciden marchar con nosotros hasta Los Arribes, que también lo conocían. Llegamos los veintitantos intercambiando opiniones y conversando  al destino previsto donde nos comimos las barritas y los plátanos. Nos hicimos las fotitos, los de Trujillanos y Santa Amalia juntos.


Porfiando que para dónde iban, deciden hacerlo hacia un sitio al que ellos llaman “La Niña Muerta”. Algunos de nuestra peña decían que iban a “La niña del Exorcista”.


Nosotros decidimos volver por el camino más corto ya que José Luis ha tenido un pinchazo pulmonar y no va muy allá. En la bici, los abusos se acaban pagando. Tiramos para adelante y en más de un kilómetro estamos haciendo de espantadores de guarros. Llevamos delante de nosotros corriendo más de cincuenta guarros de esos belloteros que corren como galgos. Dejamos la infernal a la izquierda, al paso que nos permitía José Luis y pasando Los Castillejos de abajo pincha Pablo. 

Lo solventamos y José Luis nos ofrece un moco verde de infección, de estos que los pisas y te quedas pegado. Pablo monta la otra cámara sin revisar la cubierta, lo cual pasaría factura más adelante. Pasamos la Canadiense y bajando nos plantamos en El Entalle. Cogemos dirección Cuadradillo, subiendo al paso de los más castigados. Bajamos Cuadradillo y nos reagrupamos en el canal, donde echamos de menos a pablo, Diego y Javi. Como dije anteriormente las cámaras no se pueden montar sin revisar la cubierta y mi primito volvió a pinchar. Llegando éstos al canal, salimos a por el último tramo del recorrido, dirección a la sede, donde nos estaba esperando el Triky para echarnos el raspapolvo de que no le habíamos esperado a la salida. Yo creo que no ha ido, porque estaba acostado el tunante. Después de los bocadillos y la cervecita cada mochuelo a su olivo y hasta el Domingo que viene para Guadalupe a las 7:45 h. en la plaza.
Pd: “Vaya día que hemos perdío de Guadalupe”.

viernes, 15 de marzo de 2013

RUTA DEL FRUTAL EN FLOR: PASIÓN (O LOCURA) POR LA BICICLETA



KM.- 58
Domingo, 10 de marzo de 2013
ADEVAG, ha identificado y señalizado dos rutas, una lineal y otra circular, con el fin de promocionar nuestra Comarca, principalmente en aspectos turísticos, medioambientales y patrimoniales. Como acto inaugural de estas rutas, se decide organizar una Ruta Ciclotirista, teniendo en cuenta el auge de esta modalidad deportiva y su capacidad de convocatoria. Nunca pensamos, ni en nuestros pronósticos más optimistas, la aceptación que finalmente tuvo. Concluido el plazo de inscripciones, resultaron un total de 230 inscritos. Pero las nefastas previsiones meteorológicas para el domingo auguraban que la participación se iba a reducir considerablemente. La madrugada del sábado al domingo llovió si agua tienen los mares, acompañado de tormenta. Qué nochecita pasé, dando vueltas y comiéndome la cabeza con la mala suerte que íbamos a tener con el día. Cuando por fin sonó el despertador y me levante, salí al patio y, como no podía ser de otra forma, llovía y hacía viento, Qué más se puede pedir para chafar una ruta cicloturista. Como parte de la organización del evento, no me quedaba otra que estar al pie del cañón y presentarme en Valdivia, sin tener muy claro que iba a ocurrir finalmente. 

Habíamos quedado en la Plaza a las 8:00 horas, para montar las bicicletas y partir a Valdivia. Mi estado de ánimo era pesimista total, pero cuando llego al paseo y compruebo que una multitud de perrigalgos van de aquí para allá entrando bicicletas en los camiones, nada menos que tres (él de los hermanos Parejo, él de los hermanos Nieto y él de José Luis), ¡qué despliegue de medios!, se me ilumina la cara y pienso para mis adentros, éstos no me han fallado. Somos 33 los que finalmente nos hemos juntado. Hay que estar un poco locos (o muy mucho) para levantarse con este día de perros y coger la bici. Este es el momento que aprovecho para daros las gracias de todo corazón por vuestra desinteresada colaboración desde el primer momento. Siempre habéis respondido en ocasiones anteriores, pero nunca habíamos sido tantos. Síntoma de la buna salud que atesora nuestra Peña. Partimos para Valdivia y por el camino voy haciendo cuentas e intento ser optimista, a pesar de que la lluvia no cesa, sobre cuántos seremos y si podremos finalmente salir


.
Una vez en el Pabellón, y organizada la tropa que colabora en tareas logísticas, un goteo de ciclistas van rubricando en la hoja de inscripción. No dejan de llegar y mi sorpresa es total. Finalmente tras recuento nos reunimos a 120. Distingo a gente de la Peña Cruzcambike de Medellín (la de mi cuñado), de la Peña El Trébol de Villanueva de la Serena, del Club Ciclista de Miajadas, de Don Benito, como grupos más numerosos, y de otros pueblos de la Comarca, así como otros más lejanos (Hornachos, Campanario, Alange). Éxito total, teniendo en cuenta las adversar circunstancias. Me reafirmo: Esta gente tiene pasión por el cicloturimo. Mención especial merecen las dos únicas valientes que se han atrevido a participar. Nuestra María Jesús (lo digo en sentido figurado, José Luis, a ver si te vas a levantar de manos), que es una auténtica jabata, y Mónica, de Villanueva de la Serena, de la que haré algún comentario más adelante.

Tras la charla de rigor y fotografía de grupo, el personal está como loco por coger la bicicleta, a pesar de que continúa lloviznando. Son la 9:40 horas cuando se toma la partida, transcurriendo por la Plaza hasta la salida de Valdivia para, cruzando la N-430, dirección Zurbarán nos apartamos a la derecha hacia Gargáligas. 


Los caminos están de agua y barro hasta los topes, lo que implica un pedaleo harto pesado. Poco antes de entrar en Gargáligas cesa la lluvia. Cruzamos el pueblo, y nos dirigimos a Zurbarán, tomando inicialmente una pista de tierra. En este trayecto se produce el primer incidente. Nuestro Tomás David tiene una avería mecánica que no puede repararse sobre la marcha y se ve obligado a echar la bici en el coche de Blanco, que gustosamente había ofrecido su vehículo como coche escoba, conducido por Santi (otro herniado para club de las cabras cojas) al que acompaña su hijo. Se reduce el ritmo del pelotón para evitar distanciamientos, lo que permite observar mientras circulamos por la zigzagueante pista, ligeramente elevada, extensas plantaciones de frutales que, consecuencia del mal tiempo reinante en las últimas semana, no muestran el esplendor y coloración que debieran en esta época. Llegados a Zurbarán se decide detener al grupo para esperar a los rezagados.


 Una vez reagrupados, cruzamos la población para dirigirnos a El Torviscal por pistas de tierra. Dejado atrás éste, nuestro próximo destino será Palazuelo. Tomamos un trecho de Vía Verde, que por cierto, se encuentra en lamentable estado de conservación, y nos apartamos a la izquierda por una pista de tierra, momento que aprovechan los más fogosos para meter piñones y rodar a rienda suelta. 


Nuevamente nos reagrupamos y continuamos unidos hasta Palazuelo, lugar predeterminado para realizar el avituallamiento en el Pabellón Polideportivo. Tras unos refrescos y frutas, el personal está dispuesto para continuar la marcha. En este intervalo de tiempo, Tomás David ha solventado la avería de su bicicleta recurriendo a un amigo de esta población, lo cual le permite poder realizar la ruta y por ende mantener intactas sus opciones de favorito al premio de la regularidad. 



Nada más salir del pueblo, Mónica, tiene una avería en el cambio de su bicicleta que es solventado, motivo por el cual me quedo a la espera para indicar a los rezagados el camino a seguir. Ya no abandonaré esta posición hasta el final. Al girar hacia el sur, el fuerte viento será nuestro principal obstáculo. Mónica, que mantiene un ritmo pausado, nos obliga a un grupo de perrigalgos a continuar a su vera, con el coche escoba haciendo las veces de parapeto y las veces salvavidas para Emiliano, que a la mínima que puede se agarra a lateral. Cruzamos Puebla de Alcollarín, produciéndose reagrupamiento antes de tomar la carretera que conduce a Villar de Rena. Llegados a esta localidad, Emiliano, con buen criterio, decide continuar por esta vía hasta Rena, con el fin de no forzar más de la cuenta su precario estado de forma. Le secundará El Triki, muy solidario él. Mónica ha sido invitada a continuar con los antes mencionados, pero es terca y obstinada, siendo su intención realizar la ruta de forma íntegra. Tomada la pista que nos conduce a la Sierra del Villar, un participante de Don Benito, dice basta, lo que obliga a sus compañeros a dar media vuelta (son los que han venido con Carlos Cuadrado). Este es el tramo más atractivo para los que nos gusta el monte. La principal dificultad de la ruta, una subida con cierta exigencia, hace que los más justitos pongan pie a tierra. En este lugar se produce el abandono de otro participante. La abundancia de agua que chorrea de la Sierra, convierta el camino en un auténtico arroyo, lo que hace las delicias de los que nos gusta este terreno. En el reagrupamiento se informa de un lamentable incidente: Andrés, al bajarse de la bicicleta, ha sentido un fuerte dolor en su maltrecha rodilla, lo que le impide continuar. 


Es conducido en volandas hasta Rena. Allí comprobamos el sufrimiento que padece, siendo un suplicio el simple hecho de montarse en el coche. Con el malestar que supone un incidente de este tipo, acometemos el tramo final de la ruta hasta Valdivia ya por pistas asfaltadas y con el viento ligeramente a favor. Otro participante revienta físicamente y tiene que subirse al coche escoba que  ya casi no da abastos. Los últimos kilómetros se hacen a fuerte ritmo hasta finalmente llegar a Valdivia. Prácticamente en la localidad me informan que el Pabellón está cerrado y los primeros en llegar no han podido ducharse. El contratiempo se resuelve y aquellos que lo estimamos oportunos nos pegamos una reconfortante y bien merecida ducha. Con buen criterio, se decide tomar la cerveza en la sede, lugar en el que departimos sobre lo acontecido en la ruta. Esperemos que el año que viene el resultado sea mucho mejor.
Desear una pronta recuperación a Andrés.
Sin más tela que cortar, hasta la próxima.
Juan Luis Capilla