lunes, 31 de diciembre de 2012

Poesia Perrigalga

Teodoro Martinez “ TITE”

En estos dias de  tanto frio
Y que del brasero no  salgo
Os voy a dedicar una poesia
De la ruta de los perrigalgos

Desde la “cuesta madre”
A la” ruta de los rios”
A vosotros se os va la pinza
Todavía hace  frio

Otra semana de oro
Le vimos la porra a Dinio
Jamon en San Isidro
Y derechitos pal “Meteoro”

El perrigalgo ya está en forma
El que no corre ….vuela
Nos fuimos a Guadalupe
Y después a Magacela

A lo pillo…pillo
Nos plantamos en Trujillo
Y en menos que canta el gallo
El perrigalgo en la bici
Y Pizarro en el caballo

El pelotón agrupado
Rueda de maravilla
Nos marcamos “ la mozarabe”
Que organiza el Capilla

Ruta soleada…
De barrita y merienda
Emiliano se sacude
Y nos lleva a la Encomienda

Una vez a La Gamita
Y de ahí a Rena
Pronto toca “la nocturna”
Que la luna ya está llena
Si el grupo se queja….
Remontamos la Bermeja
Y si se vuelve a quejar
 A la sierra morra del pajar

Triki  pide  las cruces…
Pero por ahí no cuela
Montate en la bici
Que hoy toca la presa de “ la muela”

Nos llovió en el rugidero
Como no…,yendo pa Cornalvo
Como siga lloviendo
De esta ruta ya no salgo

A la vuelta de la ruta
Pasamos por el calaveron
Que mala suerte chato
Tubellessss …….reventon

Traje puesto
Y bota en el pedal
Miguelito va  diciendo
¿Donde está Caceres capital?

Que bonito está el campo
Y Almoharin como mola
El proximo domingo
Nos trgamos la de “la bola”

L a gente del pelotón
No es nada normal
Virjencita de santa lucia
Santa Lucia del Trampal
Unos quieren ir a Santiago
Y otros al Piornal

Estaros tranquilos
Aquí no hay discursión
La gente que se quede
A la ermita de la Asuncion

Esta rutita merece la pena
¿de donde venís bobillos?
De arroyo de san servan
De subir a las antenas
Con miedo pasamos la jarilla
Por piedras vadeamos el ortiga
Por el puente de las garrapatas
Y las bichas por la barriga
En noviembre  con charcos
Sin dar importancia ninguna
Fuimos a la finca del Rey
A visitar su laguna

Os quiero decir una cosa
Jóvenes, abuelos y chiquillos
Lo que  mas gusta de la ruta
Es subir el Cuadraillo

No quiero mal rollo
Ni tampoco alguna disputa
Ya se que no están todas
Y se me olvida alguna ruta
Pero todo es tan sencillo
Y me da tanta  alegria
Que ya pondré las otras
en la proxima poesía.

Bien señores,a vista de pajaro
Aquí termina “mi crucero”
Espero no haberles aburrido
Y hasta la proxima ruta compañeros

lunes, 24 de diciembre de 2012

PERRIGALGOS Y PERDIOS EN CORNALVO.

RUTA 23/12/2012:  



 
Domingo Pablos
Javi Parejo
Andres Nieto
Gerardo Muñoz
Pedro Carrasco
Pablo Carrascosa
Francisco Velarde
José Luis Jiménez
Jesús Beltrán
Santiago Sanchez
Antonio Indias
Teodoro Martinez “Tite”
Tomas David Casado
Domingo Pablos Junior
David Liviano
Miguel Andrade
Alberto Lopez
Jose Miguel Lozano
Diego Nieto
Juan Nieto
Luis García
Javi Camacho
Mario Lozano



Ruta: Santa Amalia-Sajonia-Canal de Orellana-Cuesta Cuadradillo-Entalle-Las Mezquitas-Rugidero-Pinar Sierra Bermeja-Presa de Cornalvo-Coto Qintano-Horno Calero-Cerros Verdes-Torrefresneda-Sajonia-Santa Amalia.

La ruta de esta jornada cicloturista estaba marcada ya de antemano. Íbamos a visitar por tercera vez, en mes y medio, el embalse de Cornalvo. Pero dicha ruta es hoy algo especial ya que guiaremos a nuestros amigos de la peña donbenitense “Los Perdíos” hacia la bonita presa romana, ya que, hasta el momento, no lograban llegar a ella por los caminos y veredas que a continuación describiré.

La jornada, climatológicamente hablando, se presenta agradable para estar a últimos de diciembre. No hace demasiado frío ya que no hay heladas, ni tampoco niebla ni nubes, por lo que se prevé que el sol luzca desde el alba.

A las nueve y pocos minutos llego a la plaza y ya se encuentran 22 Perrigalgos y 4 Perdios listos para salir. Creo que por llegar el último me asignaron ser el cronista, aunque dicha penitencia, para algunos, no me importa sufrirla. Solo me da tiempo de saludar a mi amigo Luis Prieto y salimos de la plaza hacia el Sajonia por la carretera de Cáceres. Durante los primeros kilómetros sondeo el pelotón y me alegra ver de nuevo a Tomas David casi totalmente recuperado de sus problemas de salud, así como a Domingo Pablos Senior, que no salía con el grupo desde hacía varias semanas. También están Tite y Triki, que aunque no los vea, se sienten. Desde el principio, hoy si, nos lo tomamos en serio y el ritmo de pedaleo es constante y nada lento, hasta el punto de que antes de llegar al Sajonia ya había unidades descolgadas. Antes de llegar al canal, nos reagrupamos y giramos camino de la cuesta del cuadradillo.


 Acometemos la más querida de todas nuestras cuestas y cuando todos la copamos, ponemos dirección del Entalle. Tras pasar el arroyo, volvemos a esperar para el reagrupamiento. No se sabe que pasa hoy, si los Perdíos nos dan alas o hay cabras demasiado cojas.


Antes de llegar al cortijo de los Castillejos, tomamos a la derecha el camino del Casarón, denominación según el SigPac, que transcurre paralelo al arroyo Fresneda. Después de subir a la loma donde se encuentran las cochineras, nos disponemos a disfrutar de la sinuosa bajada hasta llegar al regato del Valle de la Fuente.


Debido al paso de vehículos pesados, el camino presenta rodales fangosos que transformaron la supuesta diversión en una prueba de equilibrio sobre las bicis, ya que el firme no daba para más. Una vez en territorio del parque de Cornalvo, antes de llegar a Las Mezquitas, se aviva el ritmo, sorteando ramas, troncos, charcos e incluso vacas, hasta llegar a las puertas del Rugidero, donde realizamos un receso para esperar a los rezagados y reponer algo de fuerzas a base de dátiles y frutos secos. Tite permanece algo más de 10 segundos sin hablar…., algo trama.



En esta ocasión se decide no acceder a la presa romana por el camino del Mentidero, sino que tomamos la carretera asfaltada 4 o 5 kilómetros hasta llegar a un camino que nos adentra por una vereda estrecha y cubierta por la vegetación ribereña del arroyo del Pajar.

Lo que pasa que como vamos a estos lugares de “higos a brevas”, nos confundimos de vereda, la cual es igual que la que pretendíamos tomar pero más corta. Todos, en fila india, desembocamos en un ancho camino, aunque enseguida dimos con la subida que finaliza en una bifurcación rodeada de pinos repoblados. Esta bifurcación nos permite girar hacia Sierra Bermeja, meternos en la dehesa de Campomanes o volver a la carretera asfaltada a la altura del cortijo de Campomanes. La tercera opción fue la elegida, llegamos a la carretera y de ahí a la presa, transcurrieron 5 minutos.



La presa de Cornalvo constituye el punto de avituallamiento habitual, y mientras todos estamos degustando nuestras frutas y barritas, Tite improvisa unas letras para confeccionar el siguiente villancico:

Ande, ande, ande,
La marimorena,
Ande, ande, ande,
Que es la Nochebuena

A esta ruta hemos venio
Veintres Perrigalgos,
A enseñarle a los Perdios
El embalse de Cornalvo


La letra es pegadiza y el compositor no anima a rodar un vídeo cantando el tema por todos nosotros. Dicho y hecho… y este es el resultado:



Con el cachondeo del villancico algunos de nuestros invitados alucinaban y decían: “pero que bien se lo pasan esta gente y nosotros nada más que correr a por las metas volantes”.


 
Una vez realizada la foto con los 27 participantes en la ruta, se decide ir por la vereda de la margen izquierda del embalse, constituyendo uno de los más bonitos viales por los que se puede transitar en bici. Dejamos la cola del pantano y subimos hasta la casa de Coto Quintano para enlazar con la casa de Horno Calero a través de encinares que hacen que alguno aceleremos la marcha por los zigzagueantes caminos. Al llegar a esta última casa, paramos para esperar a las piezas cada vez más rezagadas del grupo, mientras algunos dan indicaciones a dos motoristas en quads que andaban perdidos y temerosos de introducirse en Cornalvo.


Ya reagrupados, se vuelve a lanzar la marcha, como galgos detrás de una liebre, solo que nuestros guías experimentados (Domingo, Pedro, Javi, Pablo) en lugar de conducir al pelotón, se afanaban en abrir y cerrar cancelas, por lo que por dos veces ignoramos el camino que conduce a Cerros Verdes hasta que llegamos a un olivar sin salida aparente. Cuando aparecen los canceleros, la reprimenda está justificada, aunque para calmar el ambiente, uno de los integrantes de la peña Los Perdios decide deleitarnos a todo el grupo con una aparatosa caída en descenso, sin consecuencias, por supuesto.

Atravesamos el olivar y desembocamos en la antigua N-V asfaltada, con el ruido de los quads deambulando a nuestro alrededor todavía; ¿no les habrá dado indicaciones Andrés?, decía algún cachondo. Cruzamos la moderna N-V a la altura de Torresfresneda y en el cruce con la N-430 volvemos a parar para reagrupar al pelotón. En lugar de transitar por dicha carretera, se decide inteligentemente, ir por la vía de servicio paralela a la N-V hasta el Sajonia, y coger la carretera de Cáceres que está bastante más descongestionada que la 430. En el Sajonia volvemos a esperar a algunos Perrigalgos que andan ya bastante tocados, mientras oímos escopetazos a poca distancia. Los pobres conejos del puente de la autovía tienen las horas contadas.

Antes de partir ya para la sede, Luis García se da cuenta de que ha pinchado, pero en lugar de arreglar la avería, decide inflar la cámara para ver si llega hasta la Plaza. Se logra ir en bloque hasta la piscina, donde Luis debe, de nuevo, hinchar la rueda. Después de cincuenta y tantos kilómetros, entramos en el pueblo y a las 12:35 estamos comiéndonos los bocatas en el Bar Cidoncha en compañía de los Perdíos, los cuales nos emplazan y animan a realizar una ruta por Doña Blanca, por el puerto de la Cabra, o por donde sea, para compartir con ellos una jornada por tierras donbenitenses.


Bueno señores, esto es todo por hoy. Gracias a TODOS los Perrigalgos por hacerme desear que llegue cuanto antes el domingo por la mañana. Salud y feliz 2013.




David Liviano

jueves, 20 de diciembre de 2012

EN FILA INDIA, COMO LAS HORMIGAS, REMONTAMOS EL ORTIGAS



 
Crónica de Pedro Carrasco
Desde la etapa que fuimos a Cáceres hacía que no me dirigía por escrito a mis compañeros Perrigalgos (con tanto cronista advenedizo suelto… ja ja, como diría Lalo), pero hoy Javi no tenía ningún “escribidor” a mano y me ha sacado de la reserva, poniéndome deberes, y heme aquí desempolvando de nuevo mi modesta pluma.
Cuando me dirijo al lugar de salida, veo al Triki en la churrería de la María y le conmino a que se dé prisa. Me dice que no sale con el grupo; que se va con su amigo Mario a dar una vuelta. Pero antes piensan “jincarse” unos churros con un cafelito calentito, los perigallos. Pienso personalmente que ése es un primer síntoma de que va a jugar la prórroga de descenso y que está a un tris de bajar a la segunda división, la que capitanea el compañero Emiliano.
En estas fechas las distintas celebraciones hacen estragos en el grupo. Hoy faltan desde todos los jóvenes (Miguelito, Isaac, Runi, Dominguito…), pasando por el presi (que nos tiene abandonados), Andrés, Tite, Diego, Lalo… Aun así, nos juntamos dieciséis animosos Perrigalgos, dispuestos a dar pedales y embarrarnos lo que haga falta.
Nos demoramos un cuarto de hora en la salida comentando el problema que ha surgido con el fondo, un “affaire” que hemos de solucionar de la mejor manera posible.
 Como suele ocurrir, alguien plantea la sempiterna pregunta: “¿A dónde vamos?” Es Pancho el que sugiere una ruta que hicimos este verano, conocida como “la de las garrapatas”, y que quedamos pendiente de volver a hacer en invierno, cuando el río Ortigas llevase agua y sus márgenes rebosen de exuberante verdor.
Salimos del pueblo por las charcas del Voluntario y saludamos a una ringlera de pescadores practicando su sedentario y apacible deporte ¿…? , que está en las antípodas del nuestro y que no dudo que pueda tener su encanto, pero al que yo no me cambiaría por nada del mundo. ¡Dónde va a parar!


La mañana está nublada y la temperatura es idónea mientras pedaleamos por la vía pecuaria, camino de Medellín y Mengabríl. En éste último pueblo Diegui se vuelve para casa, aduciendo tener no sé qué entre manos. Pienso que para ese viaje no se precisan alforjas pero, al parecer, hay una sana rivalidad para copar el ranquin  de salidas y ya se ha superado el mínimo de kilómetros exigidos para que la ruta le compute.


Camino de Las Cruces acrecentamos el ritmo, enfrascados en una charla tan amena que el grupo cabecero se equivoca de camino y hay que reconducirlos a voces.
Pronto llegamos a la carretera del Valle de la Serena. La cruzamos y ganamos la finca de la Serrezuela y el albergue juvenil del mismo nombre. Cuando llegamos al Ortigas vemos que lleva mucha agua y nos planteamos la disyuntiva de vadearlo o no. Algunos se niegan en redondo a mojarse los pinreles, y resolvemos volver unos metros para atrás y remontar el río por la trialera de la margen derecha. Pero antes José Luis se erige en protagonista de excepción y quiere darnos una demostración  de cómo se cruza un río. Lo hace con éxito (y con dos cojones) por dos sitios distintos (poniéndose pingandito, claro), jaleado por la mirada morbosa del resto y con Javi con la cámara en ristre, por si las moscas.
Al poco de adentrarnos por la vereda que discurre pegada al río, José Luis vuelve a ser protagonista, pero en esta ocasión en su versión más negativa: se pega un buen costalazo al intentar bajar por una peña. Afortunadamente, el percance se quedó en el susto. Las grandes piedras de granito están mojadas y resbaladizas, por lo que algunos más besamos el suelo, Pablo y yo entre ellos.

En una represa donde se desborda el agua en una bonita catarata, Javi se detiene a tomar unas fotos y seguimos río arriba hasta el puente llamado La Pared. Nos encontramos con varios ciclistas y cruzamos unos comentarios mientras esperamos para reagruparnos. Pedro Antonio pregunta quién tiene una bolsa. Siempre previsor, le doy una que llevo debajo del sillín, mientras nos pica la curiosidad sobre para qué la querrá. Pronto se desvela el interrogante cuando le vemos coger un galápago, introducirlo en la bolsa y acondicionarlo en el portabidón de la bici.


 
Nuestra pretensión es seguir río arriba otros cuatro kilómetros, inéditos para el grupo, hasta el puente y la ermita de La Antigua, donde van de jira el Lunes de Pascua los javeños. El sendero es estrecho y sinuoso y discurre embarrado pegado al río, que baja con buen caudal entre peñascos redondeados. Pablo se desvía de vez en cuando de la vereda; está en su hábitat preferido y se nota que va disfrutando como un enano.  

 Nos cruzamos con otros ciclistas con quienes conversamos unos minutos. Al saber nuestra procedencia, nos preguntan por Flore. Es el Demontre quien les informa sin más circunloquios: “Anda con la próstata”.
Cuando llegamos al puente vemos un numeroso grupo de senderistas y unos ciclistas de la peña Los Perdios. Uno de ellos es nuestro conocido Javi “Avería”, pariente del Yanqui.

Llevamos treinta y cinco kilómetros y nos comemos el tentempié antes de retratarnos y seguir camino, ya de vuelta para el pueblo. Lo hacemos por la finca El Montecillo, acompañados por Avería y otro compañero. Al pasar por un cortijo vemos un poni que se aparece con una “salud” envidiable; el caballo enano parece un prodigio de la naturaleza con sus cinco patas. Cuando Javi “desenfunda” su cámara para captar la instantánea, el poni “enfunda” su desmedida tranca, tal vez por temor o precaución (¿o pudor?), mientras cruzamos comentarios de asombro entre risas.

En La Haba el grupo de cabeza tira por un camino de toboganes, en vez de hacerlo por el más corto que va paralelo a la carretera, y el resto les seguimos. Para entonces Antonio India, también conocido por el sobrenombre de Hayquesperarle, da muestras de flaqueza y asume su rol de “cabra coja”. El ritmo se ralentiza, máxime con el viento que nos azota en la cara.
Antes de llegar a Don Benito, y para más inri, pincha Hayquesperarle; y encima la cámara que ponemos también está pinchada, lo que demora más si cabe el arreglo de la avería. En Don Benito nos despedimos de los Perdios y rodamos en pelotón, marcando un ritmo no muy exigente pero sostenido y constante.
Cuando llegamos al pueblo es la una y media y en la rotonda de Antonio López, sin mediar palabra siquiera, se produce la desbandada (es fruto del síndrome que se ha dado en llamar “pollo con jocico”) y somos apenas ocho unidades las que llegamos a la sede.
Antes de llegar suenan unos pitidos característicos en la radio y oigo decir: “Gol en Mavalmoral de la Mata”. David y yo contenemos la respiración unos segundos que se hacen eternos, mientras el locutor se recrea cantando el gol. Finalmente exclamamos al unísono un eufórico ¡TOMA!, cuando anuncia el segundo tanto de nuestro Santa Amalia ante el Moralo, que le dio a la postre tres valiosos puntos.
Ya en la sede, caigo en la cuenta que he logrado un record. ¡Llevo dos etapas seguidas sin pinchar! O tal vez, como dice Pedro Antonio, como me siento ganador del dudoso premio “avería”, ya no me obligo siquiera.
Refresco o birra a escote en una sede atestada de parroquianos y ¡hala!, zumbando pa casita con sesenta y cinco kilómetros pal cuerpo.   
Hasta la próxima “correliebres”.    

miércoles, 12 de diciembre de 2012

RUTA A CORNALVO


Crónica José Luis

Mañana fría y típica de las fechas en la que nos encontramos nos empezamos a congregar en la plaza la familia perrigalga para disfrutar de una nueva jornada de pedaleo. Se divisan ausencias notables, ya sean por celebraciones múltiples y de distinta índole las cuales hacen que el grupo vea reducido su número de integrantes .  Aún así y todo nos juntamos la cifra de 17 aventureros que se animan a cabalgar en sus bicicletas por estos parajes que nos rodean y teniendo en cuenta en las fechas que nos encontramos no está nada mal.
Antes de partir el compañero Diegui no enseña su nueva burra adquirida recientemente, una STEVENS que la verdad tiene muy buena pinta. Pues nada a disfrutarla con salud y darle el trote correspondiente chico.
Sin más preámbulo partimos sin saber por mi parte la ruta a realizar hasta que en el trayecto dirección al Sajonia comentan el itinerario a efectuar, que es parte del recorrido que realizaron el día de la Constitución algún integrante del grupo. Pintaba bien el día por la ruta propuesta y por la mañana que se nos presentó respecto al tiempo que tuvimos.

Una vez atravesamos la autovía giramos a la derecha para enlazar con la pista que nos hizo atravesar el canal y adentrarnos sorteando la primera alambrada por otro camino hasta llegar la vieja carretera de Madrid. Una vez inmersos en dicha vía nos dirigimos a la primera dificultad del día que sería la subida a la Morera la cual hacía tiempo que no visitábamos. Cada cual sorteó a su ritmo hasta reagruparnos en lo alto del cerro. Hecho el reagrupamiento enfilamos la bajada que nos conducía a las traseras de la casa de cuadradillo presentándose así la siguiente dificultad sin tiempo de tomar aire de la anterior. Se hizo la subida por la parte más dura y técnica por la dificultad del terreno teniendo mucha piedra suelta. En lo alto el grupo vuelve a unirse antes de afrontar la bajada que nos llevaría a pasar por el entalle y girar a la derecha para enfilar por los castillejos otra bajada que nos conduciría al camino que nos lleva al rugidero. En ese tramo el personal rueda alegre teniendo algún integrante que  pedir paso a otros que íbamos de cháchara y entorpeciendo el ritmo. Pasamos el cruce que nos desviaba hacia las mezquitas y seguimos recto buscando el rugidero, el cual pasamos de largo. Nos adentramos en el paraje del pantano de Cornalvo y fuimos rodando por la pista del margen de la derecha hasta llegar a la presa en la cual se decide parar para tomarnos las barritas, frutas variadas, etc. Allí coincidimos con un nutrido grupo que al parecer decían ser de Talavera la Real pero no estoy muy seguro. Nos hicimos la foto y reanudamos la marcha volviendo por la vereda conocida por todos y enlazar más adelante por el camino que últimamente utilizamos de costumbre que nos lleva a la entrada de la finca el Calaverón. Una vez nos introducimos en la finca mencionada el compañero Pedro Carrasco no invita a descubrir una nueva variante que nos haría pasar por la casa de la finca. Terreno para disfrutar bajando en bici y una subida algo exigente para coronar el punto más alto de la finca creo y donde se encuentra la casa, volvemos a bajar hasta llegar a la cancela que nos encontramos con el candado echado teniendo que saltar la alambrada para seguir nuestro camino dirección a la vía de servicio de la autovía. La vuelta se realizó con normalidad hasta llegar al río Búrdalo en el cual giramos a la izquierda para volver por la pista de la depuradora y así venir más tranquilo y evitar el tráfico de la carretera.
Enfilamos directamente a la sede a disfrutar del merecido tentempié que nos tiene preparados como de costumbre nuestra madrina después de una mañana magnífica y sin ningún sobresalto que resaltar, bueno si dos, uno que Antonio India tuvo un percance sin consecuencias en un paso canadiense quedando sus bici encajada de la rueda delantera entre los barrotes y dos que Pedro Carrasco esta vez no pinchó. Total como en dicha modalidad se sabe ganador no le hace falta más ventaja.
Desde aquí aprovecho la ocasión para darle ánimos y esperamos que los convalecientes de sus dolencias (Juan Luis, Tomás David y Paco) se puedan incorporar pronto con nosotros y disfrutar todos juntos de las mañanas domingueras. Sin más nos volvemos a ver el próximo domingo.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

AL LADITO, AL LADITO DE LA “CUESTA MADRE”, SUBIMOS LA “CUESTA PADRE”.



RUTA 2-12-12

EL TRACK DE LA RUTA ES:


·         Distance 43.33 km
·         Duration 2h:23m:46s
·         Avg. Speed 18.1 km/h
·         Max. Speed 35.4 km/h
·         Calories 1770 kcal
·         Hydration 0.47L
·         Min. Altitude 285 m
·         Max. Altitude 562 m
·         Total Ascent 455 m
·         Total Descent 422 m
·         Weather Sunny



ASISTENTES:
Pedro Carrasco
Pancho
Pablo
Tite
José Luis
Germán
Juan
Javi Camacho
Diego Nieto
Moisés
Alberto
Juanma
Antonio
Jesús Beltrán
Lalo
Crónica : Lalo
Esta madrugada ( del sábado al domingo, se entiende) me levanto a mear y casi no fui capaz de lo frío que estaba el cuarto de baño y que el galápago no quería salir ni pa´tras, ja,ja… Meé corriendo y me metí en la cama rápidamente mientras la mente empezaba a dar estas vueltas: “Cojones, pues el campo tiene que estar helaíto” “Tiene que hacer un frío que pela”.  Automáticamente otros pensamientos acuden a a la cabeza: “ ¿Me levanto o me quedo en la cama calentito? ¡¡ Hay que estar tonto para salir con este frío…!!” “ Lo más sensato sería quedarse en casa…” Pero como dice Roberto Iniesta ( cantante y compositor de Extremoduro ) “ Como la sensatez nunca ha sido mi fuerte…” para cuando el reloj quiere llegar a las 8, ya está este Perrigalguillo levantado preparándose para salir en bici.
Llego a la plaza a las 9 y veo que la asistencia es escasa comparada con la de semanas anteriores, en concreto 15 perrigalgos desafiando el frío (también estaba Andrés con su Fuji de carretera que no podía venir con nosotros porqué tenía que darse la vuelta pronto). Y es verdad lo de frío porqué cuando cogimos por el puente del Búrdalo dirección a las Monjas, el termómetro marcaba 0,2 ºC y eran las 9:15 min. aprox. ( El que haya hecho matanza o haya llenado chorizos puede estar tranquilo que se le van a curar bien, ja,ja….)
Como podéis suponer a esta hora en la estampa del paisaje predominaba el blanco de la helada mientras que en algunas zonas donde el sol ya estaba calentando y deshaciendo la escarcha, el verde se iba adivinando.
Sin saber muy bien donde íbamos, pregunto a los compañeros y me dicen que vamos dirección a la Parrilla para hacer una ruta que Pedro Carrasco había hecho el día anterior. Pienso para mí que si se trata de una de las “variantes” del amigo Pedro, hoy toca ruta guapa. En efecto, pensado y acertado, ja,ja… (Es lo bueno de conocerse,ja,ja…)
En la carretera de la Parrilla, dirección Arrollomolinos, al final de la recta larga cogemos el camino que sale a la derecha  que se llama “ de los Corcheros “  y nos metemos en el monte para buscar la llamada “Casa de la Parrilla”. Pedro nos conduce por esos caminos hasta que llegamos a la casa, que nos suena por haber estado antes allí y que no es otra que la que un día llamamos la de “los perros”  por la cantidad de perros que había ladrando la otra vez que estuvimos. Ahora no había perros, había unos jabalíes con sus crías en un cercón y se vé que estaban acostumbrados a las personas porqué algún jabalí se acerco a la verja al lado de Pancho y si se descuida le come la barrita ( la energética se entiende, ja,ja…).





Antes de rodear la verja que nos llevaba a la casa nos percatamos de la falta de Antonio Indias, que se había dado la vuelta sólo. ( luego le vimos en la sede y nos dijo que se perdió…) Pasamos la casa y cogemos un camino que es una subida espectacular de un kilómetro y medio aproximadamente, exigente en algunos tramos, con algunos repechos en otros que te dejaban tomar aire pero que en su conjunto se hace casi totalmente entre encinas y jaras a los dos lados del camino que la hace de una belleza especial.

Llegamos arriba, cada uno a su ritmo como siempre, y nos dice Pedro que estamos al lado de la “Cuesta Madre” con lo que esta queda bautizada como la “Cuesta Padre”. Esperamos arriba un buen rato para reagruparnos cuando llega Javi Camacho y nos dice que el Triky ha tenido una avería con los piñones y se ha quedado abajo arreglándola mientras que él ha subido para avisarnos. Bajan Pablo, José Luis, Germán, Pedro y por último yo. Cuando voy bajando por la mitad de la cuesta los veo que suben todos otra vez diciendo que allí no hay nadie, que no está, que se ha ido. Subimos la cuesta otra vez ( yo sólo la mitad )  y preguntamos a los de arriba si ha llamado a alguno por teléfono y nos dicen que no, que no ha llamado a nadie. Le llama Tite y le dice que se ha ido a la pista para avisar a alguien que le recoja. Menos mal que le llamamos, si no estamos todavía allí buscándole. Decidimos sacarle una tarjeta del color de su chaqueta “Naranja”, aunque bien podía ser roja, ja,ja….




Seguimos para adelante  y paramos a comer ( algunos a recomer, ja,ja…) en un claro de la sierra con unas bonitas vistas, nos tomamos las barritas y nos hacemos las fotos de grupo. Cogemos de nuevo las bicis y enfilamos la Cuesta Madre para abajo, donde vemos otro paraje espectacular entre encinas. Si la subida era bonita, esta bajada no la envidia nada. ¡¡ Que videos podríamos haber grabado !!!. Nos reunimos abajo comentando lo espectacular de la bajada y quedando en repetirla de nuevo esta vez con los reporteros profesionales, ja,ja…
Decidimos regresar a casa por “ La Encomiendilla” a ver si un  Domingo es posible que lleguemos a casa a una hora prudente que nos evite comer “jocicos..”, ja,ja…Rodamos a buen ritmo, sólo interrumpido sin querer por los pinchazos del amigo Pedro ( desde aquí propongo darle el diploma de los pinchazos directamente, porqué aunque ya no se apuntan, creo que lleva una racha que nadie le haría sombra, ni le amenazaría con quitarle el primer puesto, ja,ja…).



Pasamos las verjas, cruzamos la pista del canal, cogemos el Puente Romero y para casa. Cuando llegamos a la Plaza el reloj marca las 12, 20 h. una hora estupenda y poco acostumbrada últimamente.
Nos comemos los bocatas que nos tiene preparados la madrina y para casa con la sensación otra vez de haber aprovechado inmejorablemente la mañana del domingo y pensando que somos afortunados por haber nacido en Extremadura y poder vivir en ella.
Aunque la noche del Sábado se tengan dudas, lo realmente sensato en un domingo por la mañana es salir con la bici, el frío se quita y se olvida.
 UN  SALUDO A TODOS.  LALO.