martes, 28 de febrero de 2012

¿¿¿Ruta de los Ríos??? No, Ruta de las Piedras.



Videos:
Primer Video:
http://www.youtube.com/watch?v=GZ_0oGfizDM
Segundo Video:
http://www.youtube.com/watch?v=6oeJs5pJG6I
Tercer video:
http://www.youtube.com/watch?v=U39NxgwSvvo


TRACK DE LA RUTA DEL 26/02/2012
OTROS DATOS DE LA RUTA SON:
http://www.endomondo.com/workouts/39451284

KM TORTUGA EL 39 con 7 min. y 42 segundos.

KM LIEBRE EL 57 con 1 min. y 39 segundos.


Deporte
Ciclismo, montaña
Hora de inicio
26-feb-2012 8:53
Distancia
62.12 km
Duración
4h:05m:10s
Velocidad Prom
15.2 km/h
Velocidad Máx
46.9 km/h
Calorías
3029 kcal
Altitud
334 m / 661 m
Elevación
810 m ↑ / 788 m ↓

Crónica Miguel Andrade
Domingo, 27 de Febrero, 7.45 de la mañana, 21 bicicleteros acuden a la llamada de la primera gran cita de la temporada, como de costumbre partimos de la Plaza de España, parece que aún madrugando más que en las salidas habituales , me he levantado del tirón, sin pereza y es que hoy no es una cita cualquiera, con una afluencia prevista de perrigalgos que anima a pasar un buen día de bici y tiempo que se prevé ideal, tirando a caluroso.
Cuando llego a la plaza ya están casi todos los compañeros, Pablo subido al camión colocando bicis, como si de un tretis se tratara, sillín con manillar, sillín con manillar, mientras los demás vamos echando cuentas por si falta alguien, el último en llegar Domingo hijo. Una vez están todas las “espadas” listas y convenientemente atadas, alguna con funda incluida para evitar rayones, cuadramos los coches y salimos pitando para Miajadas, allí nos esperan 200 y pico de cicloturistas con una ganas feroces de comer polvo, tierra y hierba….
Nos plantamos en los alrededores del Pabellón Polideportivo de Miajadas sobre las 8.30, hay ambiente bicicletero; preparamos las bicis, nos preparamos nosotros, principal duda…. me quito mangas, me pongo más, me pongo braga, cada uno elige su mejor opción, recogemos los dorsales (llámese dorsales a una botellita de vino, una braga para el cuello y unos calcetines reflectantes). Una vez puesto todo los detalles de la organización a buen recaudo, parece que se va a dar la salida, estamos todos juntos, Andrés hace recuento final de personal, parece que ya tenemos premio asegurado, “Grupo más numeroso” por lo menos no volveremos al pueblo de vacío, quedaremos el listón bien alto…jeje.
La organización de la carrera da al numeroso pelotón las indicaciones básicas para que la ruta se desarrolle con normalidad: hacer caso de las indicaciones del personal, no arrojar al campo envoltorios de comidas ni bolsas (punto éste archiconocido por cualquiera que haya salido alguna vez con nosotros), etc…Son las 9.00 horas y suena la sirena, 237 fieras de los caminos salen disparadas dirección Valdemorales, callejeamos por Miajadas deseosos de pasar una buena jornada, la estrategia del grupo amaliense está clara: permanecer juntos durante todo el recorrido, pase lo que pase, como si de una salida de las nuestras se tratara, no tenía ninguna duda de que nadie se saltaría la regla más básica de los perrigalgos, eso nos hace estar más tranquilos a aquellos que llevamos pocos kilómetros de rodaje…
Y así fue, cruzamos la autovía A-5 por un paso subterráneo y pillamos camino, camino arenoso de esos que cuesta quitarse de encima, nos situamos entre la zona media del pelotón y la zona trasera, lo que nos permite ver, gracias a los cambios de rasante la bonita estampa de los 200 valientes en fila de 2 ó 3 formando una larga cola y una no menos despreciable polvareda, parece que el día va a ser duro.



Enganchamos una alternancia de subidas y bajadas entre encinas, ovejas y vacas sueltas, a las que algunos dan prioridad y otros pelean con ellas como si estuvieran inscritas en la marcha, se parte un poco nuestro grupo, con esto divisamos las obras de la nueva presa del Búrdalo, realizamos una rápida bajada con cantos sueltos y nos lanzamos a cruzar el río Búrdalo por el camino de las obras, que discurre paralelo a la mole de hormigón, antes de esto, nos encontramos pinchazos de compañeros a izquierda y derecha, son escandalosos pues parece que hay grupos que llevan nuestra misma regla básica, el grupo continuará con todos sus integrantes, con lo que pinchazo de uno, gloria de todos.




Cuando me enfilo a cruzar la presa veo a los nuestros parados a la derecha, pensé: “Joder el primer pinchazo” pero por desgracia no fue así, según me contaban, el buen amigo Domingo, en su ímpetu por quedar nuestro nombre en lo más alto había intentado adelantar a su predecesor, pero eligió mala trazada y su rueda quedó enganchada en una rodada de alguna máquina de la obra, voló por encima de su bici, cayó al suelo y la bici le pasó por encima, cuando llegué al “fregao” ya estaba de pie analizando su montura, aprovechamos para echar un traguito de agua, quitarnos algo de ropa y continuar con la tarea, que era larga “y no habíamos echado bocadillo”.

Pasamos la presa por su costado derecho y bajamos hacia el valle que forma el río en la continuación de ésta una bajada llana y medianamente larga, de esas que se disfrutan, la organización nos indica girar a la derecha, nos los echamos encima y hay que tirar de freno, atravesamos una estampa preciosa, una vereda donde solo cabe una bici, con muros de piedra a ambos lados y chaparros formando un túnel que da sombra durante la travesía, hay que esquivar algunas piedras, la velocidad es buena, se disfruta ese momento.


Acabado este “túnel” natural tenemos el siguiente percance, este si es un pinchazo y con él se derrumba uno de nuestros mitos, las BH Zenith de última generación también pinchan, en este caso le tocó al compañero Pablo Carrascosa, el personal se pone manos a la obra para arreglarla cuanto antes, con precaución de no interrumpir la marcha del resto de participantes debido a lo estrecho de la vereda, que no cesan en pasar, en el arreglo nos tuvo que echar una mano el “quad escoba” pilotado por Raúl de Bike`s Raúl de Miajadas, colaborador en la marcha; parte del grupo decidimos abrir camino para no descolgarnos del grueso de ciclistas, además Antonio Indias y Diego Parejo no se encuentran al 100% y estas paradas que algunas veces te dan la vida, en otras te funden y no hay narices a arrancar.

Seguimos la marcha dirección Almoharín, es un camino de piedras incómodo, de esos que parece que vas cuesta abajo y dejas de pedalear haber si con la pendiente voy machacando, pero la bici se clava como un demonio y no te queda más remedio que poner los pies en los pedales de nuevo y agachar la cabeza, subimos un último tramo con la bici al hombro, son piedras enormes que forman escalones de 30 o 40 cms, es imposible atacarlas para nosotros y para todos los que nos preceden (que son muchos), en ese momento nos agrupamos de nuevo, el pinchazo de Pablo se ha solucionado y el pelotón de batalla nos ha dado alcance, iniciamos la marcha con una bajada buenísima de un camino aceptable, parecido a la bajada del Borril, pero con muros de piedra a ambos lados, y algún que otro saliente de piedras en las curvas que te obliga a extremar precauciones, además hay que ir esquivando botellas de agua que salen disparadas de las bicis, debido a los baches, con todo esto nos plantamos en los alrededores de Almoharín, callejeamos por las afueras y pillamos camino de nuevo, esta vez caminos de gravilla que permiten un rodaje tranquilo, hasta que al fondo se ve una blanca línea vertical, que según me indica mi compañero José Miguel es la cuesta de los reventones, una de esas cuestas que te invita a darte la vuelta y decir esa mítica frase de José Mota, “hoy no la subo, la voy a subir mañaaaaaana”, pero hemos venido a estos compañeros y junto con Blanco vamos a por ella, ahí no se podían hacer reservar de piñones y corona, corona chica, piñón grande, no quedaba otra, molinillo al canto, era una verdadera pared, sinceramente no me bajé por quedar bien delante del fotógrafo que estaba casi en la coronación (pensaba en mis adentros, este tío se va a quedar con las ganas de decirme…¡no has sido capaz¡) y llegué, vamos que si lleguè, Blanco echó los pies a tierra, y José Miguel se la subió con los ojos cerrados, al igual que mucho de los compañeros.
Continuamos la subida , mucho más suave desde Valdemorales hasta el cruce de la Zarza, donde nos encontramos con el esperado primer avituallamiento, estamos justo en la mitad del recorrido, y sólo dos incidencias, la caída de Domingo y el pinchazo de Pablo, va bien la cosa; no nos podemos quejar de lo ofrecido por la organización, teníamos de todo a nuestra disposición, bocadillos de jamón con tomate, dulces, barritas de cereales, panchitos y de beber Coca Cola, Aquarius y agua, aprovechamos para rellenar bidones y amagamos tres veces con hacernos la foto de rigor, al final unos por otros y la foto sin hacer; malas noticias, Antonio y Diego deciden probar las comodidades del coche escoba, lo han pasado mal esta primera parte de marcha y no es aconsejable arriesgar, total teníamos asegurado el premio al grupo más numeroso y casi teníamos conseguido el premio de ser los últimos en llegar a Miajadas.





Sería por el golpe anímico de la cuesta del reventón o por el deleite de los manjares que nos tenían preparados los anfitriones que ni nos pusimos de acuerdo en hacernos la foto, ni nos poníamos de acuerdo en partir para continuar, Andrés se desespera y sale pitando con la bici, todos salimos detrás, sería de las prisas que su montura le tiró al suelo y le hizo comer el polvo del camino, al principio nos asustamos porque fue todo muy rápido pero se levantó enseguida como buen bicicletero (como si nadie le hubiera visto) se sacudió el polvo, enderezó el manillar y salimos como una bala, cruzamos la carretera de Cáceres dirección a Montánchez, que bien se rueda por el alquitrán, llaneando, pero el recorrido manda al monte...giro a la izquierda y cuesta que te crió, el primer tramo se subió bien, el amigo Jose Lúis y yo cerrábamos la carrera junto con el hermano de Andrés, que a partir de ahí sería nuestro guía por esos pedragales de Dios…el segundo tramo de la subida se hacía eterno, por fin coronamos el punto más alto de la ruta, vistas a la bola y los llanos de Arroyomolinos.




En la cima nos esperan los compañeros, otra muestra del espíritu que reina en el grupo, nos reciben casi con aplausos. Comenzamos la bajada hacia Valdemorales, nos indica el hermano de Andrés, joder que bien pensamos todos, una bajadita, y teniendo en cuenta lo subido, me hacía a la idea de la bajada del cuadradillo mulltiplicada por 3, pero llegó el primer chasco… la bajada se hace eterna pero no por larga, sino por cansina, vamos en fila india, el firme es de piedras, como si de una calzada romana se tratara, casi escalonada, los brazos firmes, agarrotados, las suspensiones echaban humo, incluso la espalda me dolía, nunca hubiera imaginado que preferiría las subidas a las bajadas pero en ese momento era así, no veía el fin, y llegó.


Estábamos en la curva de Valdemorales, y giro de nuevo hacia el monte, otra subida de esas de piedras gordas, insalvable a lomos de una MTB, una moto de trial o como si vas en un tanque, pobre del que intentaba pasar montado, iba al suelo seguro, con todo esto casi finalizado el peor tramo y debido a una mala trazada de mi predecesor, vamos pasando todos por un surco en el camino, la marcha se relentiza y David va al suelo, no ha sido nada, seguimos para adelante entramos en unos llanos cercanos a Arroyomolinos, el personal se reagrupa y marchamos juntitos, el hermano de Andrés nos guía y nos indica: ¡venga dale¡¡ meted todo lo que tengáis¡¡,


pasamos un tramos propio de trial, allí se caen Pedro Collado y Tomás David, eran tramos imposibles para pasar pegados unos con otros, salimos del embrollo Javi pincha, Juan Luís y Pablo le echan una mano mientras el grupo espera un poco más adelante, en las llamadas piscinas de Almoharín, según nos cuentan, ya sabemos que vamos a llegar los últimos, no queda nadie detrás nuestra, alguien en plan de broma plantea saltarnos la reglas y coger algún atajo, creo que serían las 12:30 y continuamos la marcha dirección al pueblo de los higos, cruzamos la carretera de Cáceres de nuevo y rodeamos realizando el trayecto inverso a la ida, y nos plantamos en el segundo avituallamiento, como en el anterior, nos lo tomamos con calma, un compañero de otra peña recibe asistencia de la Cruz Roja, le dan puntos en la barbilla debido a una caída, nosotros a los bocadillos y barritas, mientras arreglamos el segundo pinchazo de Pablo, parece que se ha tomado en serio lo del premio avería.


Solucionado el tema, partimos hacia Miajadas, ahora dejamos la presa del Búrdalo a la izquierda cruzamos un pequeño regato (única vez que nuestras bicis pisan agua) y subimos otra de esas cuestas pedragosas casi imposibles, el hermano de Andrés fue el único que la realizó sin bajarse (de los que yo ví), nos indica que solo nos queda una “bajada heavy” para llegar a meta, era cierto, una bajada larga, sobre una pista inmejorable, a lo lejos se aprecia Miajadas, hacemos un último reagrupamiento junto a la autovía y salimos disparados hacia el Pabellón, donde ya no nos esperaba ni el apuntador, por lo visto hacía hora y media que había llegado el primero, pero esa no era nuestra carrera, nuestra carrera estaba ganada más que de sobra, y es que a pesar de todas las caídas, pinchazos, polvo tragado y esfuerzo realizado, llegamos todos juntos a la meta. Objetivo conseguido y si a eso añadimos un trofeo de Cristal de Segovia y un jamoncito como reconocimiento al grupo más numeroso, ya ni te cuento, porque además creo que contado bastante….

Destacar la excelente organización de la marcha por parte del Club Ciclista de Miajadas y en especial al hermano de Andrés, Juan Carlos Nieto, por la atención prestada durante el recorrido.

jueves, 23 de febrero de 2012

Licencias federativas

Ya tenemos las fichas federativas de este año, los que estéis federados pasaros a recogerlas en la Carpintería El Molino. Un Saludo.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Ruta Los Rios Miajadas

Recordaros a los participantes de dicha ruta que la salida sera desde la plaza de España las 7:45 no mireis dos veces al horario que si que es a las 7:45, y también recordaros que se necesita el DNI ORIGINAL, que no se le olvide a nadie. Posdata llevaros ropa para ducharse allí. Un saludo.

LOS DOCE PERRIGALGOS PEORROS NO SUBIERON LOS PICORROS



Crónica de Pedro Carrasco Cuesta
Cuando llego al Paseo me encuentro con un diezmado grupo de Perrigalgos. No han descabalgado siquiera de sus burras y se encuentran dispuestos en un círculo casi perfecto, como si de los Caballeros de la Tabla Redonda se tratara, pero sin el rey Arturo. El Paseo aparece como si fuera un campo de batalla tras una cruenta contienda. El comentario general lo monopoliza el desfile de carnaval y las comparsas y murgas premiadas.
La familia perrigalguera tuvo su presencia y relevancia destacada en el evento. El nuevo Perrigalgo, Blanco, hizo de presentador y demostró ser un caricato sobresaliente con su simpática parodia de Alfonso Díez, marido de la duquesa de Alba, y hasta subió al escenario con su bici. Y quien escribe formó parte del jurado popular, aunque nunca en mi vida la había visto más gorda (todo sea por “la causa”).
Como digo, son muchos los Perrigalgos que sucumbieron a los encantos de Don Carnal (no habrá paz para los carnavaleros), así que cuando llega el Capi (¡qué habilidad la suya para llegar siempre el último, y qué bien le ha aleccionado en ese difícil arte el compañero Emiliano!) supimos que el círculo estaba cerrado con los “Doce Caballeros de la Bici Redonda”. El Demontre me pregunta: “Pedro, adónde nos vas a llevar hoy”. Pero seguidamente sugiere, sin solución de continuidad: “¿Queréis que vayamos a Los Picorros?” Propongo al grupo llevarles, de paso, a una subida que creo que no conocen, y con el asentimiento general arrancamos camino del Sajonia. Al cruzar la autovía torcemos a la derecha por una “variante”, aunque este apelativo da cierta grima y me trae malos recuerdos de casos pretéritos. Pero cuando algunos ya se habían hecho infundadas ilusiones, ¡zas!, nos damos de bruces con el camino de Cuadradillo y su sempiterna cuesta, con la que tenemos esa estrecha y entrañable relación de amor-odio; si no existiera la echaríamos en falta y tal vez tendríamos que inventarla. En esta ocasión la subimos todos a bloque, no sé si porque no hay ninguna cabra coja o porque son todas cojas. Pero lo que sí es inédito y singular es que al llegar arriba, como no había ningún rezagado, seguimos pedaleando sin detenernos.


En el Entalle giramos a la izquierda hasta la casa de Los Castillejos, e iniciamos la subida de marras (no es muy larga, pero sí bastante dura) que, efectivamente, no conocía el personal. Como no tenia nombre se barajan varios (la Innombrable, la del Carnaval, otro apelativo del Capi que no recuerdo…), pero al final no se queda nada en concreto; otro día la bautizaremos que haya más quórum. Tras la posterior bajada damos con una valla y yo doy el relevo para que, a partir de ahí, otros dirijan las “operaciones”.
Al ser el grupo más reducido que de costumbre, nos parece que puede ser el día idóneo para dar un poco de cancha al espíritu aventurero, y nos adentramos por un camino que nadie sabe muy bien adónde nos lleva. Siempre con la “querencia” de buscar la cuesta La Tiesa que va a Los Pocorros, titubeamos en varios cruces, saltamos una alambrada, pasamos por la represa, hasta que fuimos a dar al cortijo de los Castillejos Reunidos.
Entretanto, Germán y Barquilla (sobrados que van, los cabrones) se mete campo a través a ratos, el uno, y hace caballitos, como si tal cosa, el otro.
En un momento dado, alguien le “corta la cabeza” a un peo; se inician las pesquisas y las acusaciones recíprocas, pero el culpable no asume su autoría y se va “de rositas”.
En un camino que se bifurca en dos, tomamos el equivocado. No se percibe premeditación ni alevosía en el error, pero se palpa que la mayoría no muestra contrariedad ni ganas de rectificar, aunque eso significa anular la subida a Los Picorros, destino de la ruta a priori. La subida queda desestimada tácitamente y se decide parar a reponer fuerzas, y volver para casa por donde nos parezca. El lugar elegido no puede ser más idóneo: junto a una piara de cerdos, que rivalizan con los ciclistas en ver quién es más guarro. En éstas, siento un premonitorio ruido en el vientre, acompañado con un retortijón; flexiono un poco las piernas, como ahuecándome, y me tiro un cuesco largo y sonoro (esta vez no admite dudas la autoría) que ni el acolchado del culotte logra silenciar, y que desata risas y exclamaciones exageradas.

A falta de cámara de video y de fotos (Javi, Diego: esto que no vuelva a repetirse, eh. Si el trabajo tiene que esperar que espere, pero lo primero es lo primero), José Luis improvisa una foto con el móvil con poca habilidad y peor postura: se tumba en el suelo bocabajo y Andrés se tira encima y simula sodomizarle (¡madre mía, qué dolor!), ante le hilaridad de los Perrigalgos que posan sonrientes.
Se decide regresar cruzando la finca de los Castillejos Reunidos y salir a la pista de La Parrilla. Al ganar el asfalto y el terreno volverse favorable, se desatan las hostilidades y se rueda a tope. Como mi nueva bici tiene la singularidad de llevar incorporado “hilo musical”, pongo música. El brasileño Michel Teló, que hace furor con su bailona canción, se arranca: “Nossa, nossa, asim vocé me mata. Ai se eu te peg; ai ai se eu te pego. Delisia,delisia asim vocé me mata…” Antes de que el pelotón se disgregue es Bisbal el que canta: “Lloraré las penas de mi corazón enamorao, sufriré el lamento de este corazón ilusionao…”.
Cuando todo hacía indicar que la etapa finalizaría sin alteraciones en la clasificación del “premio avería”, el huerto Juárez es testigo del pinchazo del Presi (bueno, de su bici, para hablar con propiedad), mientras algunos estábamos esperando ya en la carretera. Desgranamos los últimos kilómetros y sobre las doce y media llegamos a la sede. Alejandro nos recibe con dos bandejas hasta las trancas de bocadillos (se pensaría que veníamos un regimiento) y nos sirve los refrescos y cervezas correspondientes. Se ultiman detalles sobre los que van la próxima semana a la “Ruta de los ríos” (a las 7:45 en la plaza) y se anuncia que los demás, como siempre, el domingo a las nueve en la plaza.
Hasta la próxima, “correliebres”.

lunes, 13 de febrero de 2012

VISITAMOS MAGACELA CON UN FRIO QUE PELA




Javi Parejo
Domingo Pablos
Fco. Velarde
Pedro Carrasco
Tomas David Casado
Gerardo Muñoz
Diego Parejo
Domingo Pablos Jr.
Antonio Aparicio
Juan Carlos Muñoz
Agustín Sosa
Santiago Sánchez
Carlos Mateos
Germán Vizcano
Antonio Indias
David Liviano
Isaac Garcia
Jose Blanco
Diego Nieto
Roberto Calderón
Juan Nieto
Ruben Paredes

http://www.endomondo.com/profile/3385071


OTROS DATOS DE LA RUTA SON:

KM TORTUGA, EL 34. SERIA LA SUBIDA POR LA CALZADA ROMANA CON 9 MIN Y 15 SEG.
KM LIEBRE, EL 37, SERÍA LA BAJADA DE MAGACELA CON 1 MIN. Y 13 SEG.


Deporte Ciclismo, montaña
Hora de inicio 12-feb-2012 8:49
Distancia 64.47 km
Duración 3h:12m:00s
Velocidad Prom 20.1 km/h
Velocidad Máx 60.5 km/h
Calorías 3143 kcal
Altitud 291 m / 543 m
Elevación 476 m ↑ / 493 m ↓

Videos:
primer video:
http://youtu.be/PmZ7mwZTTp
Usegundo video:
http://youtu.be/NyylAPxdgFs
tercer video:
http://youtu.be/LuBOjl_3wqg
cuarto video:
http://youtu.be/j8XrIgArrZ4
quinto video:
http://youtu.be/WdGVKOKcF68


Crónica David Liviano

-4 ºC a las ocho de la mañana. Suena el despertador y seguro que más de uno, yo incluido, nos pensamos y volvemos a pensarnos si salir de entre las sabanas o no. Al final, con gran sacrificio, nos decantamos por coger la bicicleta, no sin antes forrarnos con todo tipo de ropas y accesorios para tratar de soportar la gélida mañana. Coincidiendo con las campanadas que anuncian las 9, aparezco en la plaza donde ya se congrega el grueso de los componentes de la futura ruta. He de reconocer que debo observar dos, y hasta tres veces a alguno de los individuos para saber quien es. Hecho ya el recuento incomparecen, entre otros, los “fiesteros” Pablo, Juan Luis, Paco y Andrés, el convaleciente José Luis y Jesús Beltrán. Contamos también con la presencia, de nuevo, de Diego Nieto, José Blanco, Isaac García y Roberto Calderón, así como con el estreno de Juan Nieto. Bienvenido.


Sin ninguna presentación de bicicleta nueva que reseñar y una vez comentada la gran victoria del Osasuna, Javi y Pancho se inclinan por visitar Magacela coincidiendo con la disputa de la prueba del Open de BTT.

Hoy abandonamos el monte, para realizar una ruta semiasfaltica. Partimos de la plaza dirección al cruce de la N-430. Al pasar por el bar de Lorenzo varios paisanos nos saludan oyéndolos decir “ya hay que tener ganas de bicicleta, con el frío que hace”. “Ya te digo si hay ganas; y muchas” pensamos los que lo oímos.

Tomamos la carretera EX_206 dirección Medellín. Avanzamos a buen ritmo para intentar entrar en calor pero el poco viento que sopla es suficiente para congelarte la mínima parte de la cara descubierta y los dedos de las manos, a pesar de lo protegido que nos creemos que los tenemos. Cruzamos Medellín por el puente nuevo comprobando que también hay fanáticos de la pesca, no solo de bicis.

Con cuidado de evitar que los coches no se acerquen demasiado al pelotón al adelantarnos, llegamos a Don Benito. En la rotonda de Las Cruces hacemos un receso para esperar al compañero de Pancho, Rubén Paredes, de la peña “Los Perdios” que nos acompañará en la ruta de hoy. Anda que el chaval está gordo; me parece a mí que a éste no habrá que esperarle mucho.

Tras las indicaciones de Rubén, abandonamos el alquitrán e ingresamos en un buen camino dirección La Haba. Este camino presenta continuos cambios de rasante con importantes repechos, que nos terminan por quitar el frío, hasta llegar a la citada localidad. Desde ahí, hasta Magacela, los repechos se convierten en cuestas y por tanto las bajadas mas largas. Los caminos transcurren entre secarrales eriales, cultivos de cereal y multitud de apriscos para el ganado ovino. Es en este tramo de la ruta donde Domingo Jr. sufre un reventón.

Mientras se lleva a cabo el cambio de cámara y comentamos lo que nos queda, Pedro Carrasco comanda una avanzadilla para intentar buscar una ruta que nos permita saltar las menos vallas posibles para llegar a nuestro destino. Al ponernos en marcha de nuevo, el amigo Roberto, inconsciente del poco desarrollo que lleva, pega una potente pedalada que eleva su montura por los aires, describiendo una indescriptible cabriola antes de pegar con sus huesos en el suelo. Soberana hostia que afortunadamente no tuvo consecuencias físicas.

Tras la reanudación, Pedro Livingstone Carrasco encuentra la ruta alternativa que nos dirige hasta el cementerio de Magacela, desde donde se atisba la empinada y famosa cuesta empedrada. Tras las aciagas acometidas de años anteriores, donde sólo unos pocos lograron superarla, nos encaminamos decididos a su ascensión. La cuestecita es bastante dura aunque el empedrado es muy firme lo que propició que la mayoría lograra vencerla. Otros, entre los que me incluyo, deberemos esperar a otra ocasión.

Con la satisfacción de la coronación subimos otro poco más, dirección al castillo, para presenciar la prueba de BTT y tomarnos las ansiadas viandas.






Una vez realizada la foto, emprendimos el vertiginoso descenso, donde se alcanzaron casi los 75 km/h. Cogimos dirección Don Benito por otro camino diferente a la ida, paralelo a la carretera, con constantes cambios de rasante. Aquí tiene lugar el segundo pinchazo del día, Isaac. Durante la parada, se aprecia en todo nuestro alrededor el predominio del secano y como las pequeñas plantas de cereales ruegan por un poco de lluvia para poder seguir existiendo. Al llegar, nos despedimos del “perdio” Ruben y abandonamos la ciudad calabazona dirección Medellín de nuevo por la EX_206. El tráfico es más intenso, por lo que la precaución es mayor. Mientras Pedro va relatando como está jugando el CD Santa Amalia en su visita a Jerez, se marca un ritmo aproximado de 30km/h, aunque no todos los integrantes del pelotón pueden aguantarlo por lo que nos detenemos de vez en cuando para permitir la reagrupación.

A eso de la una se llega a la sede. Se come, se bebe y después cada uno para su casa a tomarse la relajante ducha.

Hasta la próxima.

David Liviano.

martes, 7 de febrero de 2012

PERRIGALGOS Y TRÉBOLES: JUNTOS… PERO REVUELTOS



Videos:
primer video:
http://youtu.be/W5d5chF0zNk
segundo video:
http://youtu.be/GTwRsvszAEct
tercer video:
http://youtu.be/lvyngt-f9Iw
cuarto video:
http://youtu.be/puXi60WInRA


Crónica Pedro Carrasco

Después de tres meses postrado en el “dique seco” tras una fractura bimaleolar cerrada de tibia y peroné (el pie hecho polvo, para que nos entendamos), vuelvo a reincorporarme a la cita dominical con mis compañeros Perrigalgos, que me reciben con una ración doble de efusividad. Por un lado, demuestran su contento por mi satisfactoria recuperación; y por otro, recibo multitud de parabienes por la adquisición de mi flamante “espada”; aunque tengo que admitir que con ello se ha caído con todo el equipo un mito para siempre: ya nunca podrá volver a decirse, a modo de comparación con tintes peyorativos, aquello de “eres más pesao que la bici de Pedro Carrasco”.

Aprovecho para animar a los pocos que quedan con burras “tercermundistas” (Capi, Triqui, Emiliano…) que no le hagan caso a la puñetera crisis y que den el paso, que al final de mes siempre estamos a treinta.
Hoy es uno de esos días especiales para la familia perrigalguera: los compañeros villanovenses de la peña El Trébol han atendido nuestra invitación y han acudido en un total de catorce unidades para, además de hermanarse con nosotros, conocer nuestros maravillosos montes y, especialmente, una de nuestras rutas más emblemáticas: los arribes del río Aljucén.
Aunque la mañana es realmente heladora (hace más frio que capando focas), los cuarenta “Tréboes-Perrigalgos” congregados se muestran efusivos y dicharacheros. Antes de iniciar la marcha posamos para la foto, pero un “trebolillo” se demora enredando en el coche con no sé qué y hace esperar al grupo; seguramente debe ser al que motejan “Hayquesperarle” (es una divertida cualidad la que tienen de nombrarse con apelativos singulares).

Arrancamos con dirección a la autovía con el ritmo cadencioso de los primeros kilómetros y pronto llegamos al Canal de Orellana, para alcanzar la subida a Cuadradillo (es una patraña como un castillo de grande eso de que todos los caminos conducen a Roma: es a Cuadradillo donde conducen, ¡qué cojones!). Como siempre, la cuesta pone al pelotón en fila india y el cuerpo se va calentando, a excepción de los malditos dedos que parece que van por libre.

En la bifurcación del Entalle cogemos hacia la derecha, cruzando los distintos Castillejos (de Arriba, Reunidos, de Abajo). Aunque la estación invernal está siendo poco lluviosa y los caminos están secos, algunos regatos y veneros se resisten a secarse y nuestras ruedas hacen añicos, al pasar, el carámbano de los charcos, con un sonido como de cristales rotos.



Pedaleamos a buen ritmo, parándonos de vez en cuando para reagruparnos, y se charla de forma distendida con quien se encuentra al lado en cada momento. Me fijo en las burras de los compañeros Tréboles, especialmente en una de ruedas blancas que tiene, para mí, una curiosa particularidad: ¡la horquilla delantera solo tiene un brazo! Y encima, por lo visto, la máquina vale un “guevo”.

Aunque la etapa ha ido “sobre ruedas”, tampoco se podía esperar que concluyese sin ningún incidente con cuarenta ciclistas rodando por caminos pedregosos. En cualquier caso, los dos pinchazos que se produjeron (uno por cada equipo) quedan en el anecdotario de una etapa exitosa y satisfactoria en todos los sentidos.

Llegados al río Aljucén, que está seco como el ojo de un tuerto, por lo que no presenta precisamente su mejor cara, nos detenemos a reponer fuerzas. La mayoría se come el socorrido plátano o la sempiterna barrita energética; eso sí, guardándose cada cual los envoltorios y papeles para dejar el campo tal como lo encontramos. Y es que cicloturismo y ecologismo forman un maridaje perfecto que va indisolublemente unido. Tan solo dos nos salimos de lo cotidiano y normal en el condumio: yo me zampo tres polvorones de los que han sobrado en casa de las Navidades y, lo que sale de ojo y es más digno de mención: Diego “Raspatabla” se traba con un bocadillo como la manga de una pelliza, regado con su lata de refresco correspondiente. ¡No creo que se desmaye, no!


Charlamos amigablemente en grupos y los “serones” elogian los parajes con ditirambos. Antes de arrancar, nos tiramos la foto de rigor y ponemos en antecedentes a los no avisados del repechón que tenemos delante, no tanto por su exigencia (que también) como por que coge al personal con las piernas en frío, tras la parada.


Ya de vuelta nos adentramos en la ondulada dehesa del Parque Natural de Cornalvo, para después girar hacia la izquierda por la finca de Valdelasyeguas, y volver a desembocar en el Entalle. Nos volvemos a detener para reagruparnos frente a una piara de chotos que nos miran, más curiosos y sorprendidos que desafiantes. Dejamos atrás el cortijo donde Andrés “GPS” protagonizara en su día una de las anécdotas más chuscas y peregrinas de la historia de la peña. Fue cuando se perdió (de ahí le viene su apelativo) y, cuando logró contactar por teléfono con el grupo, decía con voz acelerada y temblorosa aquello de “no sé donde estoy, pero veo árboles con ruedas”.


De nuevo Cuadradillo forma una larga ringlera de ciclistas (ahora en su descenso) y en el canal nos agrupamos otra vez. Como suele ocurrir, volamos por la carretera a 35 kms/hora con dirección al pueblo. El generoso esfuerzo hace enmudecer al pelotón y solo se barrunta el ronco sonido de ochenta neumáticos rodando por el asfalto. En la piscina nos detenemos, como es preceptivo, para esperar a algún rezagado y entrar todos juntos en el pueblo.


Un Trebolillo se apercibe de la proximidad del tanatorio con el cementerio y apunta con ironía: “Cojones, aquí no tenéis na más que echaros el muerto al hombro y, hala, al joyo con él”.
Finalmente, sobre la una llegamos a la sede. Cervecita, refresco, satisfacción en las caras, bocatas (gentileza de nuestra madrina)… y compromiso de Diego (nuestro relaciones públicas de cabecera) de seguir enriqueciendo el hermanamiento entre Perrigalgos y Tréboles, que creo que ya no tiene marcha atrás.
Hasta la próxima “correliebres”
Pedro Carrasco Cuesta