martes, 30 de noviembre de 2010

Fecha de la Cena y Pedido de equipaciones

PUNTO 1

Por problemas de calendario la fecha de la cena será el día 22 de Enero de 2011.



-Proximamente se abrirá una lista para que se apunte el personal-



PUNTO 2


Se va a realizar un pedido de equipaciones de la Peña.
Las personas interesadas en adquirir una equipación se pueden pasar por la carpinteria "El Molino" y contactar con Javi o Diego Parejo.

Se ha puesto de fecha límite el 15 de Diciembre de 2010 para realizar el pedido.

Gracias y un saludo
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lunes, 29 de noviembre de 2010

¡¡ Corre, corre que viene el guarda!!


Domingo, 28 de Noviembre de 2010

Participantes:

Emiliano Andrade
Jesús Beltrán
Juan Luis Camacho
Pablo Carrascosa
Tomás David Casado
Paco Cidoncha
José Luis Jiménez
Julio Jiménez
Alberto López
Juan Carlos Muñoz
Lalo Muñoz
Domingo Pablos
Santiago Sánchez

Distancia: 47 km.

Crónica por Juan Carlos Muñoz

Empezaré la crónica de este domingo al revés, por el final de la etapa, al llegar no demasiado cansados al bar de nuestro amigo Alejandro, a tomar nuestras acostumbradas cervecitas, cola colas y demás cositas, me dijo Emiliano que afilara el lápiz que esta vez me tocaba a mí otra vez escribir la crónica.


¡Pero hombre Emiliano!, si yo no conozco ni los nombres de las fincas que hemos atravesado, estaba perdido, si me llego a perder no llego a casa, como le pasó a nuestro compañero Andrés Nieto, quien por cierto no vino, las malas lenguas dicen que por el disgusto de ver perder a su querido Atlético de Madrid. Con lo bien que había arrancado la liga, bromas aparte, seguro que llegan victorias para ese equipo con el que a pesar de todo, hasta los madridistas simpatizamos.


Emiliano junto con el encargo me daba la retahíla de las fincas visitadas, pero al momento de ahora mismo que escribo no recuerdo más que un par de ellas por lo que pido disculpas por adelantado si no las digo en el orden correcto o meto la pata.


Como digo no llegamos demasiado cansados, ¿os habéis dado cuenta que desde que no viene Javi Parejo, la media ha bajado de los 21 km, hasta los vergonzosos 16 de alguna etapa de la cual no quiero acordarme, y hasta los 18 km escasos de la etapa de este domingo? Si se entera nos mata, y si llega a venir él, se hace el “arakiri” japonés con la bomba de la bicicleta. Así que espero que a nadie se le ocurra contárselo.


Mañana de domingo soleada pero muy fría, como toca en el mes de noviembre. Como suele ser habitual los más impuntuales del grupo se incorporan a la carrera arañado al reloj hasta el último segundo de sueño. Cada día apuran más y nos arañan un par de minutos en su táctica a largo plazo de acabar saliendo a las 9 media de la mañana.


A ritmo no muy elevado nos dirigimos a la autovía que cruzamos en dirección a la pista del canal, no sin cierta confusión y desorientación inicial por la ruta a seguir, finalmente se decide seguir por esta pista hasta el camino que nos lleva al “Finca de los Lomos de Guillén”, espero no haber metido la pata. Lo primero que se ve al llegar a la finca es una puerta con candado, que parte en dos un camino público que una vez traspasada la vaya por arte de magia se convierte en privado.


Como de costumbre, a nosotros ¡vamos!, a nosotros ponerle puertas al campo. Ni cortos ni perezosos saltamos al puerta, en la que en un cartel bien visible y con unas letras bien grandecitas se dice “Prohibido el paso, propiedad privada”.
Uno a uno fuimos pasando la bicicletas, hasta que llegándole el turno a Jesús Beltrán, en el momento de cogerla y levantarla resulta que le golpeó a uno de los compañeros en el casco, pero tranquilo que no le hizo daño, al contrario, a la bicicleta se la salió la rueda, ante el asombro y las risas de todos los presentes. Pero hombre de Dios, ¿cómo has venido con la rueda casi suelta? Silencio, silencio pedían algunos, a lo lejos se veía un vehículo con un par de personas que seguro nos habrían visto a estas alturas de la película. Alguno propuso dejar tirado a Jesús y salir pitando, que se entretuvieran con él mientras el resto escapaba de los guardas de la finca, total si no le conocemos de nada, total si es de Don Benito.


Pero no al final le esperamos, se arregló la rueda, y montados a todo correr sobre las bicis nos alejamos del cortijo mientras un par de hombres nos gritaban a lo lejos e intentaban cortarnos el paso por el camino que atraviesa la finca.


Echándole morro al asunto, y velocidad lógicamente, salimos corriendo y finalmente escapamos. Cuando la cosa se relajó un poco y nos vimos fuera de peligro, Jesús Beltrán nos dijo que como se había quedado el último le habían pegado voces diciendo que nos habíamos dejado la puerta abierta, cosa que era completamente errónea al tener esta un candado puesto, simplemente habíamos saltado.


Tras este incidente llegamos a nuestro destino sin cosas dignas de mención, que no era otro que el “Berrocal del rugidero”, sitio de sobra conocido por todos los miembros del grupo. No había mucha agua a pesar de las últimas lluvias, pero allí pudimos tomar nuestra comida para reponer fuerzas y disfrutar de las vistas del paraje aunque fuera está un poco deslucida por la falta de agua.

De regreso a la sede social, atravesamos varias fincas más donde pudimos ver vacas, caballos, cerdos ibéricos de pura raza, estas son el tipo de cosas con la que disfrutamos haciendo estas rutas, esto no lo pueden disfrutar los habitantes de las grandes urbes.



Nos encontramos con un par de senderistas que se habían perdido, por lo que nos contaron venían de la finca de “Campomanes”, no sé si lo he escrito correctamente. Preguntaban para ir hasta el cortijo, en lo cual nuestro amigo Paco Cidoncha, le dio las oportunas indicaciones para que llegaran a su destino. El GPS de Paco no falla.

Desde allí hasta el pueblo fuimos a un ritmo bajo, muy cómodo charlando.


Por cierto se me olvidaba, en la parada de rigor en el Rugidero se decidió que la cena de Navidad fuera para el día 15 de Enero, y cuando llegamos a la Sede Social se comentó que iniciáramos los trámites para federarnos y poder disfrutar de un seguro médico y de accidentes.

Con todo esto creo que más o menos tenemos crónica el domingo.

Un saludo para todos y especialmente para los lesionados, que se recuperen pronto.


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martes, 23 de noviembre de 2010

ENTRE EL GATO Y LA AVERÍA, LLEGAMOS AL MEDIODÍA.


Domingo, 21 de Noviembre de 2010

Participantes:

Emiliano Andrade
Jesus Beltran
Juan luis Capilla
Pedro Carrasco
Pablo Carrascosa
Paco Cidoncha
Tomas David Casado
Antonio Indias
Jose Luis Jimenez
Juan Carlos Muñoz
Lalo Muñoz
Santi Sanchez
Diego Parejo
Domingo Pablos
Agustin Sosa

Recorrido: Plaza de España, N-430, Torrefresneda, Pista de Servicio A-5, Finca el Calaverón, Finca Campomanes, Parqwue de Cornalvo, Sierra Bermeja, Veredas varias, Finca el Huevo, Fina el Mentidero, los Lomos, Pista del canal de Orellana, Cruce del Sajonia, EX-206, plaza de España.
Distancia: 60 km.
Videos:

Comentario por Pedro Carrasco Cuesta.

Son las nueve de la mañana en el paseo y el recuento de los Perrigalgos asciende a catorce; pero seguro que al final seremos uno más: falta Emiliano, alias Tardeli, que tiene la rara habilidad de llegar siempre el último.

En una crónica que envié de una etapa que hice por Tenerife, propuse una ruta inédita que había descubierto recientemente. Fueron varios los que “recogieron el guante” de mi proposición y dijeron con entusiasmo: “¡A por ella!”

Enfilamos por la pista de Caballero con dirección a Torrefresneda. El personal tenía ganas de bicicleta, tras no poder salir el pasado domingo por la lluvia; es que quince días sin dar una mísera pedaladita es mucho apretar, máxime para unos pervertidos bici-dependientes como nosotros.

Lalo se ha vuelto a sumar al grupo, felizmente recuperado de su percance, de lo que se vanaglorian los compañeros.

Al poco de cruzar el puente del Búrdalo, barruntamos un maullido lastimero en la cuneta. Enseguida aparece un despistado e indefenso gatito que se adentra en la carretera de forma temeraria. En ese instante aflora la vena sensible que todo Perrigalgo lleva dentro (es que no amamos solamente el deporte y la naturaleza, sino también a los animales) y volvemos sobre nuestros pasos. Recogemos al minino y lo llevamos a la casa de campo de Domingo, quien lo adopta momentáneamente a la espera de un voluntario.

Hemos perdido un cuarto de hora precioso (más o menos lo que cuesta arreglar un pinchazo), pero ha merecido la pena y nos sentimos todos reconfortados. Bueno, todos no. Paco exclama con su acendrada socarronería: “¡Coño, por un puto gato! Si hubiera sido un guarro, por lo menos…”

Cuando algunos empiezan a impacientarse de tanto asfalto giramos hacia la derecha, adentrándonos en el monte y cruzando la finca llamada El Calaverón. Una subida de un par de kilómetros hace que el grupo se estire y los cuerpos entren en calor.


Pronto nos damos de bruces con el vetusto cortijo de Campomanes. Cruzamos la pista asfaltada que lleva a la presa de Cornalvo y seguimos por un camino serpenteante y en ascenso que nos aproxima a la Sierra Bermeja, en el corazón del Parque Natural.

Al benjamín del grupo, Agustín, se le rompe el cambio. La cosa no tenía buena pinta, pero los mecánicos de cámara de la peña (a la mierda los ingenieros de Fernando Alonso) se las avían para solucionar la avería en un santiamén (bueeeno, en media hora). Como han tenido que cortar la cadena, la bici queda a piñón fijo, lo que supone una rémora para el resto de la etapa.


Aprovechamos el contratiempo para comernos el tentempié. Al poco cruzamos por un pinar y alguien comenta: “Chacho, no nos hemos tirao la foto”. Veeenga, a posar con el pinar a nuestras espaldas; y Emiliano que no acierta a encuadrarnos en el objetivo, en fin…


Tras una bajada giramos a la derecha y nos adentramos, en fila india, por un sendero con una exuberante y tupida vegetación que despierta nuestros sentidos. El grupo se maravilla de los diversos, desconocidos y bellos parajes por los que los encamino. Y Paco relata a cada rato, como un sonsonete: “Chacho, este Pedro qué “demontre” está hecho, por donde nos ha metío”.


Nos adentramos en un alcornocal que aparece con los troncos desnudos, con ese color rojizo tan característico que les queda después de ser despojados de la corcha.

Emiliano comenta que en una finca cerca de aquí se crió su abuelo. La finca en cuestión se llama “Quinta Ena del Huevo”, como vemos en cartel indicativo.

Llegados a la finca llamada El Mentidero se decide, con buen criterio, volver por el camino más corto, que resulta ser cruzando el paraje denominado Los Lomos. Cruzamos un camino particular que se vuelve público tras superar una verja, incongruente paradoja de los legisladores y mandamases.

Ganamos el Canal de Orellana y enfilamos para casa. El ritmo es paupérrimo, motivado en parte por los problemas de la bici de Agustín y por algunos Perrigalgos que vienen bastante “cascados”, por no decir inservibles, tras una etapa de sesenta kilómetros.

Cuando llegamos a la sede nuestra madrina se encuentra en la puerta, preocupada por nuestra tardanza. Y es que es la una y media, una hora inusual de regreso. Pero aunque los imponderables nos han jugado una mala pasada, no han logrado truncar el éxito de una etapa inédita, tal vez dura para algunos, pero amena y bonita donde las haya. O a mí por lo menos así me lo ha parecido.
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lunes, 15 de noviembre de 2010

Sin Salida debido a la lluvia


Domingo 14 de Noviembre de 2010

Debido a la intensa lluvia caida el Domingo durante todo el día, no ha habido ruta

El próximo Domingo se verá.

Un saludo

Emiliano

viernes, 12 de noviembre de 2010

UN PERRIGALGO EN TENERIFE


DOMINGO DIA 7 DE NOVIEMBRE
Por Pedro Carrasco
Me encuentro de vacaciones en Tenerife y como buen aficionado, lo primero que meto en la maleta al salir de casa es una equipación de ciclista.

Ayer alquilé por teléfono una bici de montaña y me trajeron al hotel una “changarria” con la que no pude hacer más de 60 kilómetros. Pero hoy, enmendando mi error a la hora de elegir máquina, he cogido una de carretera.

Mi intención es subir en dirección al Teide hasta los 2200 metros, donde se coge el teleférico. Pero enseguida me percato de que no tengo desarrollo (¿o fuerzas?) para tal empresa. En su lugar decido ir a ver el drago milenario que se encuentra en la costa norte, en Idoc de los Vinos, una localidad situada a unos 65 kilómetros de Los Cristianos, lugar donde me encuentro.

Los primeros 25 kilómetros, aunque siempre en subida (aquí la gente no va o viene, sino que suben o bajan), no son excesivamente duros. Pero a partir de la población de Guía de Isora, la carretera se empina entre pinares por unos parajes volcánicos y unas admirables vistas, tanto hacia la costa como hacia el majestuoso Teide.

Al poco de pasar por Santiago del Telde, hago cumbre en el llamado Puerto de Erjos (1117 metros). A partir del pueblo El Tanque, inicio una vertiginosa bajada hasta casi el nivel del mar. En Idoc de los Vinos visito el famoso drago milenario, un árbol casi tan mayestático como nuestra encina Terrona.


Ya de vuelta, la segunda subida al puerto de 20 kilómetros de ascenso y un porcentaje medio del 8 %, se me hace excesivamente duro, ya con el depósito de gasolina en reserva.

Aunque llevo acopio suficiente de plátanos y los voy engullendo a cada rato, los últimos 5 kilómetros de subida los hago con calambres y al borde mismo de la extenuación. Cuando por fin logro hacer cumbre, mi felicidad es indescriptible: he logrado “doblegar” el puerto de Erjos por las dos caras.


A partir de ahí todo se vuelve gozoso: la bajada en sí, la satisfacción de haber logrado un objetivo tan exigente, el disfrute de las vistas…

Cuando llego al hotel son las 3 de la tarde. Llevo 8 horas de pedaleo y estoy tan cansado que no puedo ni con unas alforjas de humo, tras recorrer 130 kilómetros durísimos. Pero ha merecido la pena darme un palizón luciendo con orgullo el maillot de los Perrigalgos por estas islas de Dios que, dicho sea de paso, son casi tan afortunadas como yo.

Un saludo a mis compañeros Perrigalgos. Ah, cuando queráis os llevo un domingo a que conozcais una bonita ruta que he descubierto recientemente… y cartografiado.

Pedro Carrasco Cuesta.

lunes, 8 de noviembre de 2010

El recorrido de la niebla


( domingo, 7 de noviembre de 2010 )

Asistentes a la ruta:

Emiliano Andrade Rodríguez
Juan Manuel Barroso Morcillo
Manuel Barroso Carrasco
Florencio Benítez-Cano
José Manuel Benítez-Cano
Juan Luis Capilla Camacho
Pablo Carrascosa Sánchez
Tomás David Casado Díaz
Paco Cidoncha Carrascosa
José Carlos Escobar Dorado
José Joaquín Gallego García
José Luis Jiménez Dorado
Julio Jiménez Parejo
Antonio Indias Fernández
Alberto López Fuentes
Moisés López Calle
Juan Carlos Muñoz Tapia
Andrés Nieto Cortés
Domingo Pablos Bautista
Agustín Sosa
Santiago Sánchez Díaz
Tiempo empleado: 2 h. 34 m. 20 sg.
Velocidad Máxima: 34,5 Km/h.
Velocidad Media: 17,6 Km/h.
Parciales: 45,35 Kms

Recorrido: Plaza de España, Carretera de Cáceres, Huerto Juárez, Pista de la s Monjas, Canal de Orellana, Camino, Pista de la Parrilla, Carretera Antigua de Madrid, Fuente Collado Camino del Raijanal, Canal de Orellana, Cruce del Sajonia, Carretera de Cáceres, Plaza de España.


Comentario

Por Flore:
Nada más y nada menos que VEINTIÚN PERRIGALGOS hemos salido este domingo, faltando al evento gente tan importante e incondicional, a estos recorridos cicloturistas domingueros, como los hermanos Parejo, los Pedros, Josemari Almaraz o el Triqui, a sabiendas de que alguno se me quede en el tintero.

Sin tener las ideas muy definidas, yo al menos no me enteré, a la hora de la salida adonde íbamos, marchamos, como casi siempre camino del río Búrdalo y al sobrepasarlo se oyeron, desde la parte trasera del grupo, un gran vocerío: “A LA DERECHA, A LA DERECHA” y de esta guisa todos fuimos camino del Huerto Juárez. Seguimos por las consabidas pistas de las Monjas hasta el Canal Principal de Orellana, bien reagrupados, pelotón uniforme, al tiempo que los caballos elegantes y majestuosos trotaban para ponerse en primer lugar de la alambrada a nuestro paso, con serio afán de saludarnos, en una mañana templada de otoño en la que el vientecillo gallego soplaba fresco pero con bastante menos virulencia que el pasado domingo.

Por fin pude enterarme que el recorrido a realizar, en principio, en esta jornada, sería parecido al que hicimos un día, propuesto por Paquito Cidoncha y que por cierto nos equivocamos de camino, al abandonar el Canal de Orellana, porque la niebla nos negaba la visibilidad más allá de unos pocos de metros, así que a falta de otro título mejor y rememorando aquel recorrido ese es el nombre que he puesto al de este día: “El recorrido de la niebla”.


Hasta que abandonamos el canal todos fuimos bien reagrupados, pero al entrar en el camino, con algunas pendientes que otras y con arena y piedras por otro lado, el pelotón se deshizo y empezó a desparramarse, quedando dividido en dos grupitos bien definidos, el de los galgos y el de los podencos. De esto me enteraría casi al final de la primera parada en la Pista de la Parrilla, pues yo venía en el término medio, haciendo de goma entre dichos grupitos, y poco a poco me fueron quedando atrás. Pero cuando pregunté a Juan Carlos que si éramos los últimos me dijo que faltaba todavía Antonio Indias, así que aflojé el paso para esperarle. Viendo que estaba cerca de la Parrilla, me di la media vuelta para encontrarme con Antonio y entonces me percaté que no era sólo Antonio el que venía rezagado sino un grupillo más numeroso, llegando así a juntarnos con el resto de los compañeros que nos estaban esperando.

Y aquí de nuevo se volvió a tratar de la segunda parte del recorrido, prácticamente del regreso y no fue fácil ponerse de acuerdo.






Después de cruzar las Minas de la Parrilla, por su arteria principal, e incorporarnos a la carretera vieja de Madrid, sufrimos un pequeño percance que no tuvo la mayor importancia. Juan Manuel Barroso, se enganchó en un alambre espinoso de las cercas laterales y éste le arrastraba materialmente hasta las estacas de donde estaba prendidos. A mi también se me enganchó uno en el pedal, pero afortunadamente iba muy despacio y muy pendiente, porque Juan Manuel estaba parado.





Se decidió ir hasta la Fuente Collado, pero José Joaquín, que viene saliendo muy poco y está algo flojo, quiso regresar a casa y yo me vine con él, porque también tenía prisas para llegar cuanto antes a casa y dar un repaso a la abuela Juana, ya que esta semana me tocaba de servicio.




Estuve un rato con ella y cuando vi que estaba bien, me fui de nuevo en busca de los compañeros, cruzándome con ellos a la atura de San Isidro y con ellos me vine hasta el Bar Cidoncha.

Por lo visto, en lugar de regresar por el sitio previsto, habían dado un pequeño rodeo, viniéndose por el Camino del Raijanal hasta el Canal de Orellana.
Hay que destacar en esta jornada que no hemos sufrido ningún pinchazo ni avería.

Hasta el domingo que viene.



Nota: Como Flore no estuvo el total de la ruta, no sabe que Juan Luis pincho.
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martes, 2 de noviembre de 2010

¡! Que si, que no ¡!


Domingo 31 de Octubre de 2010

Asistentes a la ruta:
Emiliano Andrade
José Manuel Benítez-Cano
Juan Luis Capilla
Pablo Carrascosa
Paco Cidoncha
Antonio Indias
José Luis Jiménez


Tiempo empleado: 2 h. 40 m.25 sg.
Velocidad Máxima: 45,8 Km/h.
Velocidad Media: 16,7 Km/h.
Parciales: 37,800 Kms

Recorrido:
Plaza de España, Ctra Ex206, Puente del Búrdalo, Las Monjas, carretera vieja de Madrid, Venta la Guía, El Confesionario, Cuesta del Borril, Mesas del Capitán, Cuesta la Novia, Cruce del Sajonia, Ctra Ex -206, Plaza de España.

Comentario:
Por Emiliano Andrade.

Metido en la cama y oyendo de llover sobre las 8:00 h. de la mañana con la hora moderna, pensé “hoy no hay pedaleo”.
¡Craso error!.

Cuando a las 8:50 h. levanto la persiana y veo tras los cristales, nubes y claros con fuertes rachas de viento, pronostico que con tanto viento no debe de llover, (me parezco a Paco Montesdeoca dando el parte meteorológico).

Raudo y veloz me enfundo el equipo de pedaleo, lleno la botella de agua, me tomo el desayuno y antes de las 9:00 h. modernas, está el “tío” en la Plaza, con la sorpresa de ser el primero en llegar, y en ese momento pensé, y puede que tal vez el último.
Segundo error, en cinco minutos nos habíamos reunido siete bicicleteros bien pertrechados con las equipaciones para lluvia y frío, propias de la época del año.

¡¡ Hay que ver que duros que somos !!, no nos amedranta ni la lluvia, ni el viento.

Puestos a rodar, se decidió repetir el recorrido de la ruta nocturna.
Durante del trayecto por las pistas de la finca “las Monjas” el aire casi nos detenía y nos hacia dar bandazos como jugando con nosotros.

Las rachas de viento nos zarandeaban y prácticamente no nos dejaba avanzar.

Hasta el momento, el viento nos había tocado de costado, pero al entrar a rodar por la carretera vieja de Madrid, nos encontramos el pertinaz soplido del Dios Eolo totalmente de frente.


En este tramo nos adelantaron unos moteros “muy simpáticos”, que a mi personalmente me dieron un tremendo susto, pues ensimismado que iba yo con mi esfuerzo contra cuesta y viento, y sin percibir el más mínimo atisbo de ruido por la dirección que llevaba el aire, llegado a mi altura, el “muy simpático motero” dio un acelerón, y el ruido del motor por poco me queda tieso.
No contento con eso, el “muy simpático motero” se salió por el barbecho para adelantar a Juanlu y a Antonio, salpicando de barro a ambos al patinar la rueda sobre el barro del terreno.

Metidos entre las lomas de la Venta y el Cuadradillo el viento amaina, y al socuello vamos rodando con más alegría.


En El Confesionario José Luis se va hacia el pueblo porque tiene que estar en casa temprano, y el resto tomamos dirección a la cuesta del Borril, que con constancia y tesón culminamos cada cual como puede.


En las Mesas del Capitán nos vuelve a soplar con fuerza el viento de costado, pero nos agrupamos para intentar minimizar los efectos, y pronto llegamos a la cuesta de la novia y enfilamos dirección al pueblo, ahora si, con el viento de cola que nos empuja con fuerza.

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Por la carretera hacia el pueblo con el viento alcanzamos alta velocidad y en diez minutos nos ponemos del Sajonia en la Plaza.

El recorrido fue duro, pero el entorno esta bonito y ya se nota el cambio en los tonos del monte, pasando de los tonos marrones y ocres de los rigores estivales a los amarillos y verdes del otoñar.

Y después de refresco y bocadillo cada mochuelo a su olivo.
Nota: Un saludo y ánimo para los lesionados, que esperamos se reincorporen pronto.
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